Sultan,una experiencia inolvidable.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esa noche, los últimos operarios se retiraron a las 21 y quedé solo en la oficina controlando las càmaras de seguridad.
Cerca de las 23 me fuí a calentar mi comida a la cocina.
ICuando regresé, uno de los perros ,sultán, estaba esperandome en la puerta.
Era un perro grande y juguetón.
Antes de entrar le hice unas caricias y entramos los dos.
Me puse a realizar mi tarea mientras sultàn estaba echado a mi lado.
Me tomo un descanso y veo que el guardian tenía la punta de su miembro afuera y se la lamía.
No sé poqué pero no pude dejar de mirarlo.
Me agache y le acaricié la cabeza,entonces se paró y me movía la cola .
Pensé que le gustaba y continué pasandole la mano por el lomo.
Comenzó a agitarse con la lengua afuera.
No pude con mi curiosidad y ví que su pija iba saliendo màs.
En ese instante se me vinieron a la memoria los gratos momentos que pasé con otros hombres, y comencé a exitarme.
Era todo raro lo que me estaba pasando.
Nunca se me cruzó por la cabeza tener sexo con un perro, pero al verle la pija me turbó.
Estaba desorientado, con dudas y temor.
Pero mi calentura iba en aumento.
Instintivamente le pasé una mano por la panza y le sobé suavemente los tesrículos.
Sultàn inmediatamente sacó a relucir todo su armamento que era envidiable por su tamaño.
Cuando la tubo toda afuera, se me fueron las dudas e incertidumbres y ahí comprendí que es lo que quería hacer ( o mejor dicho lo que quería que el perro me haga )
Me arrodillé en el piso para apreciar mejor su pedazo.
No pude aguantar la tentación ,me inclinè por debajo y le pasé la lengua ,con algo de asco por la puntita de su pija.
Mi sorpresa fué que el gusto no era desagradable.
Es más,la de los hombres tienen un sabor mas fuerte.
Mi guardian comenzó a tirar unas gotitas.
Como ya estaba resignado y decidido a que pasara lo que tenga que pasar, cerré los ojos y con una mano le agarre de su botón y me metí la pija en la boca.
Se la chupé unos segundos y sultàn comenzó a moverse y jadear cada vez más.
Cuando unas gotitas de sus líquido mojaron mi boca, dejé de chupársela.
Me sente de nuevo y mi guardian ya estaba muy cachondo ( igual que yo ).
Me puso las patas sobre mi pecho y hacia movimientos como que quería ponerla.
No lo dudé mas.
Me fuí a lod cofres donde teníamos la ropa de trabajo, y saqué dos camperas, las acomodé en el piso y me saqué el pantalón y el calzoncillo, dejándome una remera puesta para que no me lastimara con las uñas.
Me puse de cuatro sobre las camperas y paré el culo en dirección del perro.
Como no venía, me golpeaba las nalgas y lo llamaba.
Tardó un par de minutos en entender que es lo que yo quería.
De pronto encaró ,me lamió el ano , casi me hace acabar, y seguidamente se me subió.
Me apretó con sus manos de mis caderas y se movía pero no encontraba el objetivo, luego se bajó.
Por mi falta de experiencia o por ignorancia,me quedé quieto a la espera de una nueva intentona.
A los pocos segundos volvió a subirme pero despues de unas embestidas al aire, logró ubicar mi orificio.
Una cosa durísima golpeaba la entrada de mi ano hasta que de golpe entró violentamente.
Me quejé de dolor pero hasta ahí era comparable con la de los tipos que me habian penetrado y me las aguanté.
Sultan se agarro mas fuerte de mi cintura y se movía muy rápido, y sin esperarlo sentí que una cosa enorme me rompió el culo.
Fué un dolor agudo,como si me hubieran cortado el ano con algo filoso.
Pegué un grito desesperado e intente sacármelo pero ya era tarde.
Me tenía abotonado y continuaba moviendose con furia.
Me mojaba la remera con la baba que le caía.
Yo me quedé quieto sollozando mientras el perro continuaba bombeando.
Ya tenía mi cola adormecida por el dolor.
De pronto sentí un líquido entrar en mi interior.
,era como una enema .
Los sonidos de las embestidas de mi guardian comenzaron a ser mas fuertes.
Sonaba como cuando los perros toman agua.
Sentía que parte de la leche de sultan corría por mis piernas.
De pronto se quedó quieto sobre mi espalda.
Luego se bajó pero quedamos pegados.
Cuando tiraba para despegarse parecía que me iba a reventar el ano.
Entonces estiré un brazo por debajo de mi cuerpo y le agarre del tronco de su botón para que no pueda intentar sacarla .
Nos quedamos quietos y abotonados unos minutos .
Yo intentaba despegarme pero suavemente,y sentí que mi culo se volvía a abrir y otra vez experimenté un fuerte dolor.
Cuando me sacó su botón, sonó como una sopapa y me salió de adentro un chorro de leche que mojó toda las camperas.
Sultan se lamía la pija ( que ya había hecho su trbajo ,o daño ) mientras que yo permanecia de cuatro patas, con el culo destrozado y ardiendo, tomando aire para recuperarme ,mientras veía como seguía saliendo leche de mi interior y corria por mis piernas.
Estaba tan destruido y relajado a la vez, que cuando me dí cuenta ya lo tenía a mi semental de nuevo encima mío listo para otro combate.
Esta vez me acertó en el primer intento, y su botón se me clavó adentro inmediatamente.
Volví a gritar cuando entró pero ya no me hizo doler tanto.
Paré bien el culo y esta vez me dediqué a gozar la culiada que mi guardian me estaba dando.
Me agarre la pija y me pajié un minuto y acabé sobre la campera justo en el instante que la enema de leche de mi semental corría por mi recto.
Despues de darme toda la leche,Sultan se bajó y a pesar que me dolió, nos desenganchamos en el acto.
Mi perro amante se lamió su hermosp, enorme y jugoso instrumento y salió de la oficina ,señal que ya estaba saciado de coger.
Yo me levanté medio mareado y destruido,sentí y pude ver la gran cantidad de leche que me salía y corria por mis piernas,mientras caminaba hacia el baño.
Me sente en el videt para que me salga toda la leche que sultan me dió.
Hice fuerzas para que caiga toda,y sentí un fuerte ardor.
Saqué un espejo de mano que habia y me lo puse debajo para verme como me había quedado despues de las dos tremendas culiadas que me dió mi semental.
Me asusté mucho cuando me ví.
Lo tenía desflorado, habierto con un agugero enorme.
Parecía un cráter y tambien lo tenía lastimado con un pequeño corte que era lo que me hacía arder mucho.
Me lavé como para s borrar las huellas del tiroteo,me vestí y volví a la oficina.
Esa noche dormí hasta la madrugada.
Exausto,destruido,pero felíz por experimentar y gozar por única vez,hasta ahora, y sin proponermelo, que un perro te dé una buena culiada, con todo los ingredientes ,buenos y malos.
Dolorosos y placenteros.
Me ardió el culo por dos semanas.
Cada vez que iba de cuerpo me caían las lágrimas de dolor.
Nunca mas volví a hacerme coger con sultán,porque me cambiaron de objetivo.
Cada vez que veo un perro, recuerdo a mi guardian y me duele el culo.
Miguel
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!