Tary, mi Dálmata preferida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AndresLTU.
Hace unos 4 años atrás me regalaron una cachorra de dálmata que fue la última de su camada, su adre fue atropellada por un auto y la dueña me la regalo con esperanzas de que yo la salvara y realmente me costó trabajo el que se gozara como decimos por acá en Cuba.
Luego de que pasaron los meses me encariñe y decidí quedarme con ella y le puse por nombre Tary.
Fue creciendo y convirtiéndose en una perra de gran porte, digna de su raza.
Yo que había practicado mucho la zoo, tenía mis intenciones bien claras con ella, la deseaba y esperaba que llegara el momento apropiado para hacerla mía.
En esos tiempos de su desarrollo la empecé a entrenar con posiciones en la cama donde estuviera debajo de mi cuerpo o arriba, que mi cintura estuviera siempre pegado a su panocha, desde que comenzó alcanzar un tamaño mediano le ponía los dedos para que lamiera y luego la pija, mientras me masturbaba y ella daba sus primeros lengüetazos a mi semen.
Así había comenzado mi relación con mi fabulosa Dálmata Tary.
Hasta que un día llego su primer celo, su panocha empezó a hincharse y crecer y yo le metía el dedo y seguía esperando hasta que tomara un tamaño estable.
La aparte de todo perro que se acercaba y la tenía trancada, ella iba a ser solo mía.
Luego de unos días que me decidí, espere estar solo en casa y fui al patio donde la tenía, la lleve para el baño donde me desnude le di un buen baño, la seque y lleve a mi habitación donde tenía todo preparado.
Comencé con los típicos juegos que siempre hacia con ella, las caricias y roces de mi pene con su panocha y me puse detrás de ella y ensalivando mis dedos fui penetrándola primero con uno, y luego don dos, para dilatar su panocha, luego me acerque y comencé a penetrarla con mi verga pero aun la tenía bien cerradita.
Al principio dio mucho trabajo, para los practicantes de la Zoo con perras saben que la primera vez es difícil debido al anillo que tienen, pero una vez que se dilata y la cabeza pasa pues entonces todo es gloria.
Una vez que pude penetrarla hasta el fondo deje mi pija bien dentro y me acosté sobre ella, y como la tenía acostada en la cama con las patas para arriba ella me lamio la cara y mi boca y nuestras lenguas se encontraron, no solo era mi juguete sexual, en ese momento era mi hembra, mi novia de 4 patas, entonces comencé a moverme lentamente y sacar y entrar mi verga de su panocha, lo que me daba mucho placer.
Luego me levante, la puse pare sobre la cama y la penetre por detrás, así le daba con más ritmo, y ahí es cuando entra lo mejor de las panochas de las perras, esos músculos que te aprietan y es como si te dieran masajes en la verga y te van ordeñando.
Estuve como 10 o 15 minutos con ella, hasta que me corrí en su interior y la cargue, le saque la pija y me acosté boca arriba en la cama y la solté sobre mí, ella se volvió loca de la felicidad pues movía su rabo y daba saltos en la cama y sobre mí, su lengua me lamia la verga y la cara.
Se lamia su panocha y volvía de nuevo.
Como teníamos mucho tiempo solos, pues me espere a recargar energías, y volver a la carga, se día que fue su primera vez con su macho, tuvo un jornada de sexo, para ser su primera vez, pues se estrenó con varias embestidas de mi verga en su panocha.
Esa fue la primera vez de muchas, donde Tary, y yo comenzamos una relación que ya lleva casi 3 años.
PD: Si les gustó, hay más.
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