Tengo 34 años y el vicio de culiar gallinas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo comenzó durante mis vacaciones, yo contaba como dije 12 años y mi hermano 22, un día nuestros padres se fueron al pueblo para hacer las compras, era la hora de la siesta y mi hermano me dijo que quería hablar conmigo, yo estaba leyendo una revista y fui adonde el estaba, comenzó con una charla un tanto extraña para mi, me dijo que yo tenía ya 12 años.
edad suficiente para debutar con una hembra, yo no sabía que me quería decir y comenzó hablándome de la zoofilia, según el una práctica muy común en los hombres de campo.
Me sorprendió al decirme que el desde hacía años se culiaba las gallinas, que para satisfacerse eran muy buenas que las gallinas ponedoras que teníamos en casa eran maravillosas para hacerlo y que se aguantaban muy bien una pija de hombre como la de el de 19 cm, fuimos al gallinero y el "mi maestro" me dijo que lo mirara como lo hacía y después lo haría yo.
Las gallinas eran de gran tamaño, de raza de ponedoras de huevos, plumaje rojo oscuro y lo mas llamativo en ellas era el orificio por donde ponían los huevos, estaba bien desprovisto de plumas y tenía unos labios bien carnosos que le daban el aspecto de una concha.
Yo solía mirar ese detalle y pensaba que bien se le podía meter la pija, teniendo en cuenta el tamaño de los huevos que ponían, a veces fantaseaba que me podía culiar una ya que muchas veces me despertaba a la madrugada con la pija bien dura y me hacía una buena paja, lo cual me gustaba mucho y ya sabía muy bien como gozarla mas, yo abría bien las piernas y sentía un inmenso placer, especialmente en la entrepierna, una sensación que me hacía estremecer de placer, yo dormía solo en casa de mis abuelos y podía dar rienda suelta al placer de pajearme, por entonces yo no eyaculaba, no me salía nada de semen y soñaba con ser hombre muy pronto, tenía la fantasía de tener la pija de muy buen tamaño y bien poblada de abundantes pendejos.
Esa tarde en el gallinero con mi hermano "mi maestro", sentí que había llegado el momento tan esperado por mi, el de meterle la pija parada a una hembra y gozar con ella el placer que sentía cuando me pajeaba, mi hermano sacó de las jaulas a una de sus hembras preferidas a la que se culeaba cuando se le antojaba, en un rincón del inmenso gallinero había una mesa de baja altura, tenía atornillada una máquina manual para moler maíz para los pollitos, dejó la gallina encima de la mesa, le puso ambas manos sobre sus alas y la acarició largamente, la gallina se paro con total mansedumbre y se dejó acariciar como si le encantara que un hombre le hiciera eso mientras que emitía unos suaves corococo, corococo y mi hermano le decía -¿Estas lista para recibir mi pija bien parada amor? Yo se que te gusta mucho mi pija dura y ya te la daré.
Acto seguido, mi hermano se sacó el pantalón corto que llevaba sin calzoncillo debajo y ya tenía la pija como un garrote, el actuaba como si estuviera solo, mi presencia no lo intimidaba en absoluto, mas aún creo que disfrutaba en hacerlo para que yo lo viera, yo no sabía por supuesto que mi hermano era tan bien dotado, no lo había visto en pelotas desde que yo era niño de 6 años cuando nos bañábamos juntos, pero ahora a sus 22 años, el tenía la pija que yo soñaba poseer cuando llegara a su edad, larga, bien gruesa y con una espesa mata de pendejos rubios como el color de su cabello y bien empinada hacia arriba.
Se puso vaselina líquida y se la masajeó como si se pajeara, la gallina estaba parada sobre la mesa, le llegaba justo a la altura de la pija, esa mesa era lo justo para culear gallinas, puso ambas manos sobre el lomo de la gallina, sobre sus alas, la arrimó a su pija, con una mano la sostenía y con la otra le hacía jugar la pija en el orificio, una suave embestida y la cabeza de su pija se perdió dentro del ojete de la gallina, el le decía -¡Mi amor, estás con tu macho, con tu gallo, al que haces gozar tantoooo! ¡Ahi va otro pedazo de mi pija! ¿Queres mas amor? Tomá mi amor, aquí va toda, ¡¡Aaaaassss, que rico agujero!! .
y asi .
¡¡Se la había mandado a toda!! yo no podía creer que semejante pija hubiera entrado toda hasta los huevos, yo estaba a punto de pajearme, tenía una calentura tal que acabé sin haberme tocado para nada, nunca había sentido un placer semejante, nunca había visto algo así, un hombre culeándose a una gallina y recién se la había puesto, faltaba lo mejor todavía.
Después de haberla penetrado bien a la gallina la soltó, teniéndola asi bien clavada la dejó suelta, la gallina se quedó bien quieta y el se quedó unos segundos gozando ese momento, teniéndola ensartada en su pija, solo después comenzó un suave mete saca entre gemidos de placer, la gallina tenía el pico abierto lo que mas daba y respiraba como agitada , como si estuviera muy excitada,como un largo rato fue asi de suave hasta que aumentó el ritmo de las embestidas y más y más hasta que explotó en un profundo ¡¡Haaaaaassssss!! ¡¡Haaaaaasssss!! y luego de unos segundos se la saco, le había acabado bien adentro, le había volcado toda su leche adentro y al sacarla le salían algunas gotas de semen.
-Querido hermanito! me dijo,-Ahora es tu turno, espero ver tu debut, se que lo harás muy bien.
¡Adelante boludo!, ¿Que esperas? Es tu primera vez pendejo, dale hacete hombre.
Yo me sentía intimidado después de haberlo visto a el, todo un macho en la cima de su potencia de hombre de 22 años y yo un pendejo de 12 años que hasta entonces solo se sabía hacer muy bien la paja, hubiera deseado que mi hermano se fuera y me dejara solo, pero yo sabía que no podía echarme atrás ahora, estaba desnudo y me sentía ridículo ante el, un macho que me parecía un gigante al lado mio, pero saque fuerzas de donde no tenía, vencí la timidez en ese momento y me acerque a la gallina que estaba muy quietita sobre la mesa, hice lo mismo que el, le puse las manos sobre sus alas, la acaricié y ella volvió a cacarear muy bajito, eso me excitó, me animó a seguir.
Ya tenía la pija dura otra vez, se la arrimé al ojete que botaba la leche que mi hermano le había volcado adentro, al principio sentí algo de asco, yo metería la pija donde la había metido mi hermano, mi pija se mojaría en la leche de mi hermano, esa leche sería el lubricante para mi pija, me pareció algo incestuoso y prohibido, escuché la risa de mi hermano y su voz que me animaba -¡Dale boludo, no me defraudes! Hacelo como mas te guste, no pensés que te estoy mirando, concentrate, ¡Te quiero ver,no seas boludo! Yo lo hice para que me vieras y lo disfruté, me calienta que me miren, lo hice para vos boludo y lo haré cuantas veces me lo pidas.
Esas palabras suyas me calentaron a full, puse mi verga parada en la abertura de la gallina, parecía una hermosa concha que botaba la leche del macho que la había cogido primero, se la hice jugar un poco y con una leve embestida, la cabeza de mi pija se perdió en esa abertura tan caliente, sentía que mi pija se metía mas adentro y que ese agujero tenía una temperatura que me calentaba a full y el sentir que estaba mojado con la leche de mi hermano me puso mas caliente, ya no pensé que era algo incestuoso o sucio, se la hice llegar hasta los huevos y luego de un corto mete saca acabé entre suspiros de placer que no pude contener y sentí por primera vez ese placer que da saber que te están mirando y ese alguien era mi hermano, asi fue mi debut con las gallinas y después lo hicimos muchisimas veces, por años y esa complicidad entre nosotros le agregaba una cuota de morbosidad que los dos disfrutamos a full.
espero que lo hayan disfrutado, con ese fin me animé a escribirlo, gracias a todos por el tiempo que dedicaron a leerme.
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