Tenian razon en cuanto a las cerdas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove188.
Hace unos días chateaba de sexo zoo con un pana de Cali, el cual me comentaba sobre el placer de penetrar cerdas, precisamente por cuestiones académicas en estas semanas de lluvias, fuimos por los lados de las inundaciones para atender los animales de varias granjas piloto y colaborar en el traslado de los mismos, al grupo mío nos asignaron los cerdos, así que nos desplazamos a las porquerizas embarcamos los animales y nos dirigimos a otras granjas para acomodar a los animales, con el grupo mío bajamos los cerdos y los acomodamos en varias porquerizas, dejando separadas las hembras de los machos al igual que las que estaban paridas
En la noche casi todos se regresaron para Bogotá y tan solo tres nos quedamos en la granja piloto, como la inundación anegó la subestación de energía no había luz eléctrica, para evitar saqueos organizamos unos turnos de seguridad y a mi me toco de las 12 de la noche a las 3 de la mañana, cuando me despertaron estaba cayendo un aguacero así que tome una capota me la coloque y con linterna en mano me dirigí a los galpones, al llegar al sitio me protegí en los entechados
Luego comencé a escuchar de vez en cuando a las cerdas ronronear, en ese momento me daba vueltas la cabeza, hasta que me fui por impulso animal hasta donde se encontraban las cerdas, de día había lavado bien el corral donde quedo una que previamente había seleccionado, bañado y le había echado poca comida, mezclado el morbo con la excitación sexual, sin miedo a ser descubierto por el aguacero que caía, me metí dentro del cubículo, alumbre bajito con la linterna ubicando la entrada a la vulva, le rasque la panza para que no fuera a chillar y con la otra le fui metiendo el dedo, se levando despacio ronroneando como los gatos, el animal se quedo totalmente inmóvil y de vez en cuando reculaba con fuerza se tensionaba y relajaba, sentía como se contraía y soltaba, manaba bastante liquido hasta el punto de sentir mis dedos húmedos, curiosamente pude ver como le temblaban las patas traseras que casi le impedían quedarse de pie, a la par sentía mi verga con ganas de romperme el pantalón y la ropa interior
Ya mas calmado y controlando las ansias coloque la linterna en el piso, me desabroche el pantalón lo baje un poco, simultáneamente salto mi pene, me coloque de rodillas, oriente mi pene dentro de la vulva dejando el glande bien metido, luego seguí rascándola por debajo, ella medio se encorvo dándome vía libre para una penetración lenta y muy profunda, con todo mi pene metido permanecí así sintiendo una contracciones muy ricas, una suavidad indescriptible, bastante calor, la verdad jamás había experimentado sensación igual, cada vez que roncaba me hacia vibrar mi pene. Luego inicie a sacarlo y meterlo hasta sentir sus gruesos pelos, ella hacia fuerza hacia atrás, comencé a sentir contracciones, mano bastantes fluidos algo espesos de manera que muy de vez en cuando se escuchaba un chapoteo, contrario a las otras veces decidí dejarlo metido hasta el fondo sin movimientos para poder sentir bien esa rica vulva, que sensación no podía creerlo tanto tiempo con la oportunidad de hacerlo y siempre lo despreciaba, luego el animal emitía gruñidos como lastimeros, y de vez en cuando ella misma coleaba con bastante fuerza, mi libido subió a los mas altos niveles por lo que inicie yo mismo el mete y saca y por primera vez después de probar tantas hembras al sacarlo se siente como si el animal tratara de retenerlo, y cuando entra permite hacerlo con mucha fuerza sintiendo una especie de chapoteo
Seguí acelerando buscando llegar al orgasmo, hasta que no pude mas, saque mi pene me puse de pie y vacié mis fluidos fuera de la cerda. Fui a un tanque me asee como pude recogí mis cosas y me adentre a la casa para llamar al que seguía de turno. Contrario a lo que pensaba ese fue un buen polvo y para nada despreciable.
Saludos
Jucatove
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