TODO TIENE UN COMIENZO (EL OAXACO)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En casa, como en muchas otras casas, se cría gallinas, para ayudar en el sustento de la misma, además no se conoce todavía a las gallinas de granja.
Una ocación viendo poner a una de las gallinas de la casa, noto que cuando el huevo va saliendo por el orificio de expulsión, éste se agranda demasiado y el huevo sale, y me prenguntaba: ¿cómo es posible que un huevo de tamaño grande pudiera salir, por ese pequeño orificio? y así surge la idea de que talvés mi miembro también pudiera entrar.
Quiero decirles que para llevarla a cabo, dilate mucho tiempo pensando, si lo haría. También recuerdo que ya había tenido relaxiones sexuales con niñas de mi edad, así que ya sabía que se sentía al eyacular.
Pero en mi mente estaba constante la idea de tener sexo con una gallina y me prepare para hacerlo.
Espere que cayera la noche y de que todos durmieran. Durante el día había observado a todas las gallinas y por consiguiente escogí la que estaba más grande y más gordita, así que cuando todos dormian, me fui para donde las gallinas también dormian, trepadas arriba de un árbol de ciruelo, por un momento hicieron algo de ruido, pero cuando se acostumbraron a mi presencia, terminaron por calmarse, entonces agarré de las alas a la gallina que ya había escogido y la bajé del árbol y me la lleve para más atrás del patio de la casa.
Comenzée por acariciarle su calientito culito, que cerraba y abría como pidiendo algo que esperaba que le gustaría, después le metí un dedo y luego dos, metiendolos y sacandolos, note que echaba algo viscoso, y me prepare para lo mas fuerte, para ese entonces mi miembro ya estaba bien parado y duro, y yo exitado al maximo, que sólo esperaba culminar el acto que me había propuesto.
Fue entonces que coloque la punta de mi lanza en su calientito culito y empece a empujar y a empujar, primero la gallinacea se quiso resistir, pero poco a poco fue cediendo, (diciendose para si, creo que ni mi gallo me cogera como este chamacón).
Y metía y sacaba mi lanza con un frenesí sinigual, sintiendo por momentos los espamos de la eyaculación y cuando eso sucedía paraba de empujar, sólo para sentir el abrir y cerrar el culito de la gallina que se convertiría en mi amante preferida, hasta que por fin no pude más y acabe viniendome dentro de esa linda gallinita que quedó complacida.
Fueron muchas las veces que tuve sexo con mi amante gallina y sólo la dejaba descansar cuando estaba criando sus polluelos, hasta que no recuerdo que fue de ella.
Así es como entré al mundo fascinante de la zoofilia, digo fascinante porque aún a mis cincuenta y dos años de edad la sigo practicando, sin ser gay, travesti, transesual. Lo he echo, con borregas, cerdas, burras, yeguas, patas, guajolotas y aún no lo he intentado con perras.
Por último quiero decirles a los de >>>>La Comunidad Erótica Sexo sin Tabues.com>>>> que no importa que no publique mi relato, que en verdad es real, pero que si les doy un millón de gracias o más, porque al escribirles me he liberado de un gran peso, porque jamás he podido contarle a nadie lo que he echo de mi con la zoofilia-. Gracias por todo.
Y si quieren que les siga contando sólo haganmelo saber.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!