TODO TIENE UN COMIENZO (EL OAXACO)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Al ir creciendo un poco más de edad y poco de estatura, por motivos familiares, tuve que trasladarme más al sur de mi República Mexicana, al estado de Chiapas, que es un estado que colinda con Guatemala.
A una ciudad que se llama Tapachula, donde abundan las mujeres bonitas, la agricultura y la ganadería tanto vacuna como equina, ciudad que a sus alrededores está llena de exuberante vegetación y muchos ríos.
Pues bien al llegar es lógico que no conociera a nadie, pero al matricularme a alguna de sus escuelas, empece a conocer a muchos compañeros y compañeras, y por lo mismo en el barrio al que llegué a vivir también me relacioné con la banda, con la cual comencé a conocer muchos lugares para ir de paseo.
Por ese entonces contaba ya con mis dieciseis años y me gustaba ir de paseo con mis compas a ranchos y ríos, fua así que conoci un lugar muy bonito en un río llamado Tuxcuyapa, con muchas pozas ondas para bañar, e ibamos con compañeros y compañeras.
Recuerdo también que para llegar al río teniamos que pasar por un rancho de un señor llamado Honorio (el nombre es cambiado por motivos de confidencialidad), donde tenía ganado vacuno y equino, y siempre los fines de semana nos reuniamos los compas para ir a bañar a ese río, regresabamos ya muy entrada la tarde.
Pero una ocación no nos pusimos de acuerdo y yo marche solo a ese lugar, y ese fue el comienzo de otra exitante aventura zoofilica con una yegua alazana muy bonita que en muchas ocaciones no me había percatado de su presencia sino hasta ese día. También a partir de ese día empece a ir solo a esos lugares, lo que permitio trazar un buen plan para tener sexo con esa yegua.
En una de esas ocaciones al ir pasando me di cuenta que estaba en estro porque su vulva se cerraba y se abría frenéticamente, como invitandome a tener sexo con ella, debo aclarar también que no fue ese día que me la monté, sino fue unos días más tarde, hasta que estuve seguro de lo que iba hacer
Esa mañana como a las once, dirigí mis pasos hacia ese lugar, pero no encontré a mi alazana, y anduve buscandola por todo el lugar hasta que di con ella, llevaba un lazo preparado para amarrarla y llevarla aun lugar muy tupido de vegetación.
Primero la empece a acariciar por el cuello, por su lomo, para que agarrara confianza y lo logré, pues se dejo acariciar toda completa, hasta que baje las manos a su vulva que estaba calientita y se cerraba y se abría frenéticamente, le meti un dedo, luego dos, tres, cuatro y la sobaba y ella se sentía satisfecha. Empujaba sus ancas hacia mi como diciendome, metemela ya, pero terminé de ponerla al cien, para que no se resistiera a la hora de meterle toda mi polla en su linda conchita, que se veía rosadita por dentro y destilaba un líquido aromático, que me exitaba al máximo, entonces me subí a un tronco para poder alcanzar su vulvita, que me decía metemela, metemela y tu serás mi garañón; le hice a un lado su cola y le apunte con mi miembro que estaba bien parado y duro, (debo aclarar que mi miembro dormido es de como 10 centímetros pero en estado erecto llega a medir como como 15 0 16 centímetros y como es un relato verídico no me gusta exagerar) y se lo metí todo hasta tocar mis testículos su vulva calientita, en verdad hasta separó las patas, y comence a bombear, primero lentamente y despues muy rápido y más rápido y más rápido, me volvía loco de placer, se los juro aunque también era una locura tener sexo con esa yegua tan bonita, pero ahora se que no soy el único en el mundo con este gusto zoofílico.
Tarde haciendole el amor a esa yegûita tan linda, si ustedes hubieran podido ver como se movía la condenada, pareciera que hubieramos nacido el uno para el otro. Hasta que por fin no pude más y me vacie dentro de su preciosa conchita, aventándole toda mi leche, mientras que su vulva se abría y cerraba con grandes espasmos, también ella se había venido, para despues aventarse una tremenda horinada, que casi y me moja
La vi de frente y note sus lindos ojos que con ellos me daba las gracias por haberle aventado un buen polvo, yo le prometí volver pronto y se lo cumplí, pero luego les cuento, que pasó en una de esa cogidas que le di.
Agradezco de antemano sus comentarios, sólo les pido que no me crean deschavetado, pues tengo buenas relaciones con las damas, pero es que me exita demasiado la zoofilia. Hasta pronto.
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