Trabajar y clavar mis hembras

Un día de trabajo me permitió coger mis hembras.
Hola a todos, hace días que no escribía nada porque no había pasado nada interesante pero acá me tienen nuevamente, esta semana me puse a esquilar unas ovejas que hay en la finca, aunque son pocas; en estos momentos tenemos 16 animales adultos, toca quitarles la lana cada seis meses porque por ser clima cálido las afecta y como acá en Colombia no hay estaciones, en la época que hace verano toca motilarlas, trabajo que se hace con una máquina de mano y tijeras, por eso es algo demorado.

En la finca de propiedad de mis papas les acondicionamos un buen corral, cuando hace bastante sol se dejan en la sombra y se les echa pasto y agua, con la excusa de la esquilada ordené que no las sacaran del corral y al cuidandero le asigné otros trabajos bien alejados del corral, la gente que pasara cerca no podía ver hacia adentro porque tenemos polisombra alrededor. Cuando me percaté que estaba solo en el corral y sabía que nadie se acercaría por allí, inicié la labor del esquile y lógicamente que tenía la intención de pegarle una culiada a cuantas ovejas pudiera, por lo cual me quité los pantalones y pantaloncillos, me coloqué el overol y comencé por maniatar a la primera oveja, luego la subí sobre la estiva y la acomodé recostada en ella. De un momento a otro me quedé con sus ancas entre mis piernas y me empecé a poner muy caliente porque me dio una parola incontrolable, así que sin durarlo cogí la maquina y le retiré la lana de las caderas, alrededor del rabo, entre las piernas y de la vulva. Se le veía esa vulva toda blanca, grande y húmeda, sé que no estaba en celo, pero por haber tenido crías estaba bien dilatada, le hice las ancas hacia el borde dejando que quedara con la vulva expuesta. Estaba muy ansioso por clavarla, sentía una rica sensación de tenerla tan cerca de mi verga, que rápidamente me puse una pomada retardante que se llama RINO, me lo unté en la verga para no venirme tan rápido y una vez percibí el efecto, me acerqué como si la fuera a motilar, empecé a acariciar su vulva que la verdad estaba que quemaba, le metí mi dedo hasta donde pude y comencé a hundir el otro dentro de ella para dilatarla, sentía como su interior era muy húmedo, caliente, podía percibir sus contracciones, la oveja de vez en cuando pujaba, yo le estuve dando dedo por unos minutos, entonces saqué la verga y se la acomodé en la pura entrada. La cabeza de mi verga estaba percibiendo ese rico calor y suavidad de la vulva, poco a poco empecé a hacer presión, vaivenes y mi verga empezó a entrar lentamente. De vez en cuando me apretaba duro la verga pero sentía que estaba conquistando esa rica vulva, que placer tan rico, hacía tanto que no las clavaba que me parecía como si fuera la primera vez, mi verga fue desapareciendo dentro de ella hasta ver que su vulva rodeaba la raíz de mi pene y solamente apreciaba mi vello púbico, a sabiendas que estaba maniatada y estaba completamente inmóvil, agarré la máquina y lentamente la fui esquilando en la medida que gozaba mucho el sentir esa rica vulva, me apretaba la verga y de vez en cuando se lo sacaba lentamente y así mismo se lo volvía a meter, se había dilatado muchísimo porque le enterraba mi pene suavemente hasta desaparecer, le di verga unos cinco minutos y tuve que parar para esquilarle la lana de la parte delantera, me sentía en la gloria haciendo mi trabajo. Al terminar que quitarle la lana le metí otra clavada en la medida que la desataba, cuando se sintió libre salto al piso y se fue corriendo, estaba con esa verga como un hierro, agarré otra oveja, la subí a la estiva y maniaté, luego de quitar la lana de la parte de atrás, saqué la verga, se la acomodé en la entrada y empecé a hundírselo lentamente, aunque estaba estrecha, con algo de saliva pude hacerlo, la oveja a pesar de estar maniataba cuando se lo ensarté todo, trataba de patalear y al hacerlo me pegaba unos apretones bastante fuertes en la verga, inicié a darle clavo por un buen rato hasta que también se dilató, cuando se lo mandaba con toda, la oveja apenas pujaba muy fuerte, luego de unos minutos paré, la apreté contra mi verga y como podía le iba quitando la lana, sin sacárselo la giré hacia el otro lado, ese giró fue lo máximo, ufff que fuerte lo sentí pero muy agradable, cuando recuperé el aliento retomé las embestidas y aceleré todo lo que pude hasta que no aguanté más y me aferré con todas mis fuerzas y me vine dentro de ella, sentía cada contracción con la salida de mi leche hasta que fue pasando los impulsos eyaculatorios. Permanecí con la verga dentro de ella hasta que perdió toda su potencia, se empezó a encoger y por si sola veía como abandonaba esa rica vulva, le comenzó a escurrir el semen revuelto con algo de su orina, por lo cual se me quitaron las ganas, sin más guardé mi verga dentro del overol, terminé de esquilarla y la solté para que se fuera, al bajarse de la estiva abrió las patas y se pegó una meada que dejó cundido el olor a orina y sexo, con la sed que me dio me tomé una buena TOTUMADA de guarapo con arepa de maíz y queso. Como soy bien mañoso con mis hembras, motilé unas cuatro borregas, a todas les iba dando dado, a una de ellas se lo mandé, pero por el culo y miren que no es tan feo, por el contrario aprietan muy rico, eso me hizo dar una parola muy fuerte, así que cogí a una oveja adulta y le hice lo mismo que a las dos primeras, ese día clavé a varias ovejas y disfruté de tres señoras culiadas que le metí a mis ovejas.

Saludos a todos, espero les haya gustado mi narración y mi recomendación es que disfruten de sus hembras todo lo que más puedan, pero NUNCA les hagan daño así sea con gallinas. Es por ello que si no pueden controlarse no cojan con gallinitas, yo me inicié con ellas ya aún pruebo esos ricos culos por esos dulces recuerdos de cuando por primera vez sentí ese rico placer de la zoofilia