Tuve relaciones con mi perro durante 9 años
Soy un chico, y tuve una relacion afectiva/sexual con mi perro desde los 13 años, siendo yo la hembra en la relación..
Soy un chico de 26 años y tuve relaciones con mi perro desde los 13 años, siendo yo la hembra en la relación.
Mi perro me lo regalaron mis padres a los 10 años, siendo yo el encargado de alimentarlo y cuidarlo, era una mezcla de pastor alemán y un perro de una raza indeterminada, por lo mismo era mas pequeño que un pastor alemán y mas peludo. Él dormía en mi habitación y a veces lo invitaba a dormir conmigo en mi cama, en especial en días fríos de invierno.
Yo lo quería mucho y debo decir que me excitaba dormir con él, a veces dormía desnudo abrazado a él y no podía evitar que se me parara el pene y me frotaba contra él, y cuando se me acababa la calentura me sentía mal por estar excitando-me con un macho, que tiene pene y todo eso, porque yo incluso me sentía enamorado de una niña de mi colegio.
Ocurrió un día que mi perro, estando acostado con él, me lamió el pene y me volvió loco. Desde ese día siempre me acostaba de espaldas, con las piernas abiertas y mi perro me lamia, y comencé a sentirme mal por «abusar» así de él, porque la verdad yo lo quería mucho. Un día, estando yo con las piernas abiertas y desnudo, él se acostó sobre mi, a parte de que se sentía calentito y hacia algo de frio, me di cuenta de que su pene quedo cerca de mi ano. Yo conocía mas o menos el pene del perro, porque a veces cuando el se recostaba, de la punta de su pene salia como un pene rojo.
Ahí pensé que los gays lo hacían por allí, y si lo hacían debía ser algo rico igual. Me acomode, y su pene quedo apoyado en mi ano, y empece a mover mis caderas despacito. El pene del perro se apoyaba en mi ano y luego salia, luego se apoyaba de nuevo, y así. Hasta que de pronto sentí que, como que había entrado la punta de su pene, y si apretaba mi ano sentía que había algo que había entrado. Supuse que era el pene rojo.
Intente mirar o tocar, pero mi perro se salio de encima mio y para mi sorpresa comenzó a agarrarme con sus patas de mi mientras movía sus caderas como loco.
Me asuste y desistí. Pero otro día me volvió la calentura, y no se, me decidí a dejar que él me penetre. Pensaba en eso todo el día y me calentaba. Yo ya tenia 15 años.
Cuando llego la noche, cerré con llave mi pieza y nos subimos a mi cama. Me acosté, y recosté al perro sobre mi, estando yo con las piernas abiertas, acomode su pene en mi ano y comencé a mover las caderas, esta vez su pene me penetro mas adentro,porque yo lo hacia con mas fuerza, saque mi lengua y comenzamos a besarnos, el me pasaba la lengua sobre la miá y jugábamos con ellas. El perro comenzó a patalear y se salio de encima mio, pude ver que su pene rojo había salido para fuera.
Me puse en cuatro patas, y después de un rato logre que el perro me montara por detrás, porque intentaba montarme desde cualquier lado. Me costo encontrar una altura correcta, porque o quedaba muy abajo o muy arriba. En una de esas me penetro, y me afirmo con fuerza de mis caderas.
Él estaba vuelto loco penetrándome, y yo me sentía terriblemente dilatado, me agarre de la almohada con fuerza, pero comencé a sentir dolor, y bueno, me quede enganchado. No podía hacer que el pene se saliera de dentro de mi, quedamos en posición de culo con culo y yo con una mano le agarraba el pene para que no se moviera, porque me dolía cuando lo hacia.
Después de un rato me soltó y me costaba caminar. Me di cuenta que mi cama había quedado toda mojada. Eran las 2 de la noche y no podía ir a bañarme ni nada de eso, tenia que esperar hasta la mañana para ir a ducharme.
Me acosté, y el perro me lamia, al final él se puso a lamerme el ano y era terriblemente relajante. Yo abría mis nalgas con mis manos y él me pasaba la lengua.
Luego de esa vez, algo cambio en mi, porque me sentía un poco hembra. Al caminar o cosas así, como que tomaba mas atención de como se sentía mi trasero, o me sentía sexy, el problema era mi ropa, porque no era ropa bonita.
Me gustaba verme el trasero en un espejo, o ponerme en cuatro patas y mirarme. Un día fuimos a casa de unos tíos, y vi una falda de colegio de mi prima colgada, y se la robe. La guarde en mi mochila.
Estando ya en casa me la probé y me veía sexy, me encantaba como se veía mi trasero. Comencé a jugar y a bailar con la falda. Ya de noche, y con la falda, volví a tener sexo con mi perro, y me volvió a enganchar, aunque ya esta vez yo sabia como era y no dolió tanto. Luego comencé a sacar ropa de mi mama, vestidos y cosas así, y él perro me penetraba estando yo vestido con esa ropa, me ponía en cuatro patas y me levantaba la falda, y el me penetraba. Era rico como sentir el aire en tu culo, ademas que te veías como si fueras en realidad una mujer y era practico, porque estando con ropa el perro no te arañaba la piel.
Con el paso del tiempo, empece a usar mejor la posición del misionero, osea me ponía de espalda con las piernas abiertas y el perro se colocaba encima mio. Era mejor porque yo movía mis caderas y controlaba la penetración y ademas podíamos estar teniendo coito mucho rato, cuando me penetraba en cuatro era una penetración intensa pero corta. También descubrí que con lubricacion, el perro no se enganchaba, me ponía aceite de cocina que metía en mi culo con mis dedos, y aparte de ser menos dolora la penetración, porque a veces dolía, el perro no se enganchaba.
Ya cuando tenia 20 años, mi perro estaba viejito y le dio una enfermedad reumática, con la que no podía caminar bien. Igual lo seguíamos haciendo en la posición del misionero, pero su pene ya no crecía tanto y su lubricacion natural no existía, así que lo lubricaba con aceite de cocina. Aun recuerdo la ultima vez que lo hicimos, yo lo acaricie y bese mucho mientras tenia su pene adentro.
Luego una noche él murió.
Aun me gusta vestirme de mujer, pero ya nunca tuve relaciones con otro perro, o con un hombre, porque bueno, si me he planteado hacerlo con un hombre, pero siento que tendría que ser con alguien a quien le tuviera cariño.
Muy buen relato. buena descripción y detalles. eso es lo que lo hace más real.
Bueno, es que es real.
me gusto tu relato no tienes mas para leer y sentir lo que sientes
Estaba pensando contar anécdotas que tuve con mi perro en otros relatos.
Que rico encontrar ese placer
Me gustó tu relato, me pareció bastante real.. Yo pensé. En el. Indo era el único loco q sentía esa atracción por los animales jajaja
Buena anécdota, ojalá tengas pensado contar más en alguna otra ocasión… Yo lo leería.