Un día de soledad y mis recuerdos del pasado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Este fin de semana no tenía programado estar solo, pero el domingo una vez me levante, a las ocho de la mañana el cuidandero hablo conmigo para bajar al pueblo en el carro lechero para unos asuntos personales, ya solo fui verificar que todo anduviera en orden y dar una vuelta por los alrededores, a algunos les he comentado que tenemos cerdas, ganado vacuno y ovino, pero como estaba de día ni modo, y sería algo incomodo que me vieran a esas horas persiguiendo ovejas o becerras, por mi mente ni se me ocurría pegarme una culiada, pero pasando por los gallineros y para mi sorpresa habían varias gallinas en los nidos o ponederos, por entre las rendijas me puse a observar a una de ellas en el momento en que se le abría ese culo y botaba el huevo e iniciaba a cacarear, como buen zorro gallinero me metí al corral y cerré la puerta de malla
Ya adentro otra gallina también terminaba postura, sin esperar las agarré a ambas y me las llevé para dentro de la casa, una vez adentro y bien oculto me quité la pantaloneta y ropa interior, pare la primera en un costal de concentrado y me dispuse a penetrarla, mi verga estaba bien flácida pero igual ya sentía esas cosquillitas de la erección, sosteniéndola con una mano le levanté las plumas dejando al descubierto su dilatada cloaca, con la otra me corrí el prepucio hacia atrás, luego con el dedo le levanté un poco su orificio acercando la cabeza del pene, tan pronto la inicie a frotar sentía unas pulsaciones placenteras, luego me ahorque la verga y le metí la cabeza nada más, entró con bastante facilidad pues aún estaba lubricada y dilatada, inicie a recibir ese único calor que se siente de las gallinas, esa sensación me llevo a mi niñez produciéndome una erección inmediata e intensa, la clave despacio sintiendo el recorrido húmedo y caliente, cuando entro más de la mitad me deje llevar por la emoción olvidando todo a mi alrededor, me fascinaba esas palpitaciones que tenía, esas cosquillitas de las plumas, así que inicie a culearme la gallina con vaivenes corticos, al rato la gallina inicio a pujar para expulsar mi verga la cual se resistía a salir, ella hizo más fuerza por lo que se lo saqué del todo, la baje al piso y tome la otra, en la misma posición sobre el costal le acomodé mi verga y se la fui hundiendo despacio
Ufff que calor tan rico y estaba tan húmeda como la otra, cuando había comido una buena porción inicie bombardear despacio, el placer y la lujuria me rodeaban, el éxtasis fue intenso, me llegaban esos recuerdos de niño, al rato no aguanté tanta emoción, sin lastimarla la contuve a dos manos en la medida que contenía la respiración para aguantar un poco más pero varios chorros de leche fueron expulsados con fuerza, me temblaban las piernas, al rato los espasmos fueron disminuyendo y que maravilla sentí que iniciaba a hacer fuerza mientras pujaba, mi pene inicio a perder su temple poniéndose flácido y luego de unos minutos hizo otro poco de fuerza expulsándolo del todo, cuando lo expulsó ese cuerpo extraño y la solté, en el piso se acurruco en la medida que dejaba el montón de leche en el piso, mi pene estaba todo baboso de semen y una rila blanca que botan para poner el huevo, les abrí la puerta y salieron cacareando.
Que buenos recuerdos me trajeron mis gallinas, que alegría la manera de comenzar el día con un buen polvo, sobre todo cuando es pleno el goce, aunque muy pocas ocasiones recurro a mis gallinas, esta ocasión es una de ellas.
Saludos a todos pronto estaré de regreso, las cerdas en octubre o noviembre entran en celo y no estoy interesado en conseguir un macho que se me adelante.
Que hermoso