Un trabajo de verano
Vi mi semen blanco y espeso salir de su concha y vi como de inmediato en esa posición de semi sentada que solo las perras hacen después de ser montadas, la perra con lenguetazos se lo comia.
Por aquel entonces yo tenía 17 años de edad, estaba por terminar el bachillerato e irme a la universidad, llevaba ya varios veranos y vacaciones de invierno trabajando en empleos temporales con el fin de conseguir algo de dinero extra para poder comprar las cosas típicas que a esa edad uno desea tener; teléfonos, computadora, ropa, dvds y cds, así como suscripciones a algunas revistas muy chéveres de la época, sucede que las vacaciones de verano ya habían iniciado hace cosa de unos cuantos días y yo a diferencia de las ocasiones pasadas no tenía un trabajo, había repartido algunas cartas de solicitud en algunos lugares como un supermercado cercano y una tienda de regalos a no más de cinco cuadras de mi casa cuando me percaté de que en una veterinaria y pensión para mascotas había un anuncio solicitando ayuda.
Me presente en el local y fui entrevistado por una amable mujer que me dijo era la esposa del veterinario, me comento que ella y su marido se encargaban del cuidado del área de la pensión o en caso de ellos no estar su hijo mayor Hugo, me comento que la ayuda más que nada la querían para en el día el área de la recepción y entrega de mascotas, venta de los productos en el mostrador y alguna que otra noche quedarme a velar el área de la pensión, mi trabajo consistiría en más que nada asistirlos a alguno de ellos ya que aunque Hugo no era mucho mayor que yo (según me dijo tenía 20 años de edad) sabía todo lo que su padre le había enseñado con el pasar de los años acerca de los cuidados y precauciones a tener con las mascotas, estaban en plena temporada de vacaciones de verano por lo que en el área de la pensión como cada año se llenaría de mascotas en su mayoría perros y gatos a los que alimentar, pasear y vigilar, acordamos una cita al día siguiente para que conociera a su marido e hijo y que me dijeran si me elegían para el empleo.
Al día siguiente después de una breve encuesta sobre si me agradaban los animales, si les temía? si estaba dispuesto a tratar no solo con los habituales perros y gatos sino también con algunos reptiles, aves y de ofrecerme el salario que tenían para mi, me dieron el empleo, la primera semana transcurrió sin novedad, la familia de la veterinaria era amable y el trabajo sencillo, sacar a pasear a varios perros en grupos a la vez no fue tan caótico como me imagine en un principio y es que aunque yo no contaba con eso la mayoría de los canes no daban el más mínimo problema, al parecer la veterinaria tenia cierto grado de estatus en sus clientes y es que raro era el perro que no obedecía las ordenes que se le daban o se ponía en modo ansioso y descontrolado a ladrar o tratar de perseguir algo,
La señora que ese día me entrevisto por primera vez se llamaba Romina, era una mujer de buen ver, esbelta y aunque con curvas escasas lucia atlética para ser una mujer en sus casi cincuentas, tenía un muy buen tamaño de tetas bajo la blusa, paraditas y firmes, esto lo sé porque era muy común verla por ahí con ropa de algodón en tipo conjunto deportivo, con una gorra o lentes de sol ya que le encantaba trotar o correr en los tiempos libres por las cuadras que rodeaban el negocio,
Su marido don cacho (así le decían y a ser sincero ya no recuerdo cuál era su verdadero nombre) era un veterinario también a finales de los cuarenta años de edad, del mismo modo que su mujer era común verlo con ropa holgada, con simples bermudas y playeras de algodón, quien me causo admiración desde el primer momento que lo vi fue su hijo Hugo, era un joven de veinte años de edad, tan alto como su padre (mas de 1.85) y con ojos claros y cabello castaño como su madre, se notaba que la educación de sus padres estaba presente en todo su ser pues fiel al espíritu deportivo de su familia, Hugo era un joven esbelto, fornido y andar pesado, era muy común verlo luciendo sus brazos anchos y velludos con playeras sin mangas que de paso ante cualquier movimiento de sus manos por encima de su cabeza revelaban unos matorrales espesos pero recortados de pelo castaño y grueso en sus axilas, debajo de la tela de esas playeras sin mangas se adivinaban las formas de sus pezones y lo abultado de sus pectorales, siempre usaba pantalones de mezclilla y un collar de plata con un dije de gran tamaño en forma de brújula,
Los días pasaban y el empleo parecía no tener secretos ya para mí al menos en las labores que se me habían asignado como ayudante de la familia, pero una tarde recibí un mensaje en el que me avisaban que necesitaban que me quedara en el área de la pensión por la noche para que fuera familiarizándome con las tareas que se hacían en ese turno
«No te preocupes, como ya te había dicho no estarás solo en ningún momento, en esta ocasión estarás con Hugo de 10 de la noche a 8 de la mañana»
-Me escribió la patrona,
les avise a mis abuelos que tendría que empezar con los horarios nocturnos como ya antes les había explicado y le confirme en menos de cinco minutos a la señora que ahí estaría.
A las diez de la noche me presente en el local y la señora me pidió que le ayudara a cerrar por dentro el área de la tienda y después de hacer su corte de caja y apagar la computadora me condujo por su casa hasta el área de la pensión, sabía que la propiedad era grande pero hasta ese momento no me había percatado de lo enorme que era en realidad, recorrimos un pasillo que comunicaba a un jardín, de ahí pasamos por varios corredores que pasaban por el frente de cuartos de obra negra que servían como bodegas o lo que se necesitara y al final llegamos a una gran construcción de ladrillos de techos amplios y con un patrón de falta de ladrillos en lo alto para asegurar ventilación adecuada, el techo era de láminas por fuera pero desde adentro podía notar que si había techo de cemento, la mujer noto como al entrar en el cuartón mi atención estaba en la placa del techo y para evitar silencios tediosos me dijo que lo habían armado así para encerrar entre cemento y lamina de metal algunas placas de aislante mineral para evitar el calor y ahorrar en calefacción para las mascotas, ya que de esa manera en verano era muy fresco y en invierno con un calentador unas cuantas horas al día la habitación se llenaba de calidez, en una esquina de la enorme habitación de altos techos y piso de cemento se encontraba Hugo que con guantes de goma estaba espolvoreando cal sobre montones de excremento apilados en una carretilla, la cal según me dijeron era para evitar malos olores hasta que la carretilla estuviera más cargada al final del día y salir a vaciar su contenido en un gran contenedor con ayuda de una pala fuera de la casa para que los servicios de limpia se lo llevaran,
La madre me dejo ahí con Hugo y se retiró, pasaron unas cuantas horas y todo era fácil y relajado a pesar de que algunos de los canes estaban ansiosos, note que sus penes estaban erectos y jadeaban mientras olían el aire, aquello me parecía extraño pero no me animaba a preguntar el porque, simplemente supuse que estaban en celo y había que ignorarlos tal como hacia Hugo, pero unos minutos más tarde oí como algunos jadeos y ladridos ansiosos provenían de un lugar más profundo a la habitación en la que estábamos,
-Hay más perros allá?
le pregunté a Hugo curioso, pues pensé que solo estaban con nosotros los perros y gatos que teníamos a unos cuantos metros, no era un grupo mayor a ocho
Hugo siguió llenando los platones de agua de cada una de las jaulas y me dijo sin voltear a verme
-Perras, son las que ladran están al fondo y están en celo, los machos huelen sus conchas mojadas y por eso se alteran de olerlas a ellas, los pone en brama, toma
Me dijo lanzándome una bolsa llena de goteros,
-Para que se calmen hay que poner a andar el difusor, sabes como funcionan?
Después de que le conteste que no se levantó de su silla en la que acababa de sentarse, llevaba encima solo una camiseta de manga corta ceñida que resaltaba sus pectorales y brazos musculosos y se dirigió muy platicador rumbo al aparato ahí me explico cómo diluir con un poco de agua y cuantas gotas debía poner para que los perros dejaran de percibir con tanta claridad las feromonas de las hembras y se calmaran a dormir de una vez, bajamos la luz y después de un rato los ladridos y conductas ansiosas bajaron hasta parar,
Nos fuimos a una habitación más pequeña en donde había un sillón, una cama y una televisión, me explico que ahí era donde podían estar quienes cuidaban a los perros para darle privacidad y oscuridad y que durmieran cómodos, pero los sonidos de desesperación rasgando jaulas y ladridos y llantos del área de las perras en celo no bajaban, Hugo me miro por un momento con picardía como estudiándome y de la nada paso del compañero amable a el brother morboso y juguetón.
-Parece que las putitas no piensan dormir hoy,
-jajá
Fue lo único que le dije nervioso y excitado, nervioso porque jamás había hablado de esa forma con el y era algo del todo nuevo para mí y excitado por el hecho de ver a ese macho joven y atlético tirar morbo y palabras cachondas,
Me dijo que lo siguiera y me condujo a el apartado donde las perras estaban, se trataba solo de dos, una husky y una collie, ambas eran Jóvenes, Hugo tomo una carpeta de un mueble cercano a las jaulas y empezó a recitar
-Mi querido señor! el nombre de estas distinguidas profesionales del sexo son Avellana y Lulú, Avellana la collie y Lulú la husky, una de tres años y con antecedentes de una camada y la otra con cuatro y antecedentes de dos, como puede usted ver son vigorosas y deseosas de ser cargadas de nuevo, pero tristemente se van a tener que joder pues no podemos permitir que salgan de aquí con cachorros en el coño, si tanto lo desean van a tener que conseguir pito hasta que su estadía acabe con algún macho que quiera divertirse un poco,
Ambos reímos por la manera tan chusca que Hugo tenia de interpretar e imitar a un conocido comediante de la tv y después de unas carcajadas me atreví a preguntar
-voy por el gotero para el difusor de aromas
-No, con ellas eso no funciona, no son machos reaccionando a feromonas, son hembras y traen el deseo quemándoles por dentro
Apenas acabo de pronunciar estas palabras y Hugo abrió una de las jaulas de la que dejo salir a la husky, Lulú salto fuera de la jaula de inmediato y se apresuró a lamer las manos de Hugo y a buscar con su nariz de forma insistente olerle la entrepierna y lengüetearle el pantalón justo donde reposaban sus huevos,
-Lulú ya es cliente frecuente, la conocemos desde cachorra y sabe que aquí la tratamos bien, muy bien,
-No es así mi chula?
le dijo a la juguetona y ansiosa perra mientras le jugaba las orejas y le sobaba el vientre, al sentir su mano sobre su pecho la perra se tiro de espalda de inmediato sobre el suelo ladeo la cabeza de un lado a otro ansiosa y expuso sus tetas y su coño dilatado y húmedo, yo pase de la risa a el nerviosismo, un relámpago atravesó mis pensamientos, se formaron en mi cabeza muchas ideas de golpe, ideas que me avergonzaban y no podía decir, ideas que me ponían la polla muy dura y babeando pre seminal, mi mirada se clavó en aquella concha rosada y muy gorda como una dona, note el líquido que la hacía brillar con las luces de la habitación, fueron solo unos segundos, pero cuando regrese un poco en mí y mire a Hugo lo note observándome sonriente y complacido, su mirada encontrándose con la mía me golpeo y me sentí lleno de vergüenza por lo que seguramente habría notado en mi manera sucia y ansiosa de verle la concha a una perra, todo nervioso trate de cambiar el tema y el me contesto mientras sobaba las tetas de la husky y me sostenía burlón la mirada,
-Sabes camarada, no hay razón para que te pongas nervioso, no pasa nada, de aquí no va a salir, a mí también me la ponen muy dura, lo dijo mientras empezaba a sobarse la verga endurecida bajo el pantalón,
-Salir qué?
le dije muy nervioso y mirando hacia otro lado para evitar su mirada mientras me maldecía por dentro por ser tan tonto, sentía la necesidad de salir corriendo de ahí de verdad estaba lleno de vergüenza
-Que te encanto la cuca de esta putita, no es tu culpa, no es nuestra culpa, sus feromonas también te están afectando después de todo los seres humanos no somos más que otro tipo de animal, pero animal al cabo y su concha es otro pedo verdad, la tienen mejor que muchas viejas?
Yo no conteste, estaba muy nervioso y sentí la urgencia de huir a zancadas de ahí, no por miedo, por nervios y temor a que me estuviera probando, estaba lleno de sudor incluso mis manos estaban empapadas,
-Ven, sostén la cabeza de Lulú
de inmediato lo reemplace en su sitio de rodillas en el suelo y empecé a imitar torpemente las caricias que el le hacía a la perra antes de ponerme a ocupar su lugar, el se levantó y se colocó de nuevo de rodillas sobre el suelo a la altura del coño de la perra, de pronto lanzo un escupitajo pesado y denso en su vulva y sin que yo tuviera tiempo a reaccionar le mando un dedo en la vagina, su dedo índice entro en la perra que al sentir aquello empezó a contorsionarse pero no hizo ni el intento de levantarse
-Ves?
me dijo Hugo completamente excitado y cachondo,
-Aquí y conmigo, estas entre amigos, todo estará bien, ella quiere pito y hay que dárselo a la muy golfa
Yo estaba muy sorprendido, pero menos nervioso, ahora la excitación ocupaba la mayoría de mis pensamientos, sentía mi verga tan dura que dolía, atrapada bajo la tela de los calzones llenos de pre seminal y Hugo metía y sacaba con firmeza sus dedos de esa dona rosada y más mojada aun en parte por el escupitajo y en parte por el líquido que emanaba desde su interior
-Nunca has metido los dedos o la verga en una perra?
-No nunca
le dije nervioso y maravillado
-Pues no sabes de lo que te has perdido, las perras tienen el coño húmedo, muy caliente y suave, son estrechas y cuando saben a lo que van entregan la concha sin vergüenza al primer macho dispuesto a caer en su juego, ni cuidado, ven acá carnal, deja su cabeza en el suelo con cuidado y ven a oler y a tocar,
Me levante de donde estaba y para ese momento ni él ni yo podíamos ya tener la cabeza fría ahora todo era sexo, había confianza y lo más importante conchas de perra mojadas deseosas de ser llenadas por vergas, nuestras erecciones dentro de nuestros pantalones pedían salir ya, empecé a dedear y al sentir más floja la vagina de la perrita que gemía y se retorcía de placer abierta de patas y con la cola extendida le saque el dedo lo olí y Hugo rio
-Yo hice lo mismo la primera vez, ambos reímos y le metí dos
-Jajá
se rio Hugo con una fuerte carcajada
-Si carnal, ya le agarraste el modo, asi mira como le encanta,
Voltee a ver a la perra que parecía sonreír con los ojos cerrados, con las patas traseras aún más abiertas para dejar a m disposición su coño, y mientras yo hundía mis dedos hasta el máximo de su longitud mi maestro se desvestía ansioso a mis espaldas, cuando volvió a mi lado en el suelo estaba por completo desnudo, su pecho velludo respiraba ansioso y después de un masaje a las tetas de la perra me dijo
-Me das campo? o te quieres coger a esta, la coges tu primero?
-Nos la vamos a coger?
le dije lleno de deseo y ansiedad
-Claro, no ves que esta putita necesita semen dentro a la de ya y esta ansiosa por recibir una verga gorda y cabezona adentro que le quite la comezón, no es así perra!
hablo mientras acariciaba la cabeza de la Husky
Sin pensarlo voltee a ver su miembro que al moverse llamo mi atención de reojo y note que era un pene de más de 16 cms, oscuro y muy peludo, era gordo y su cabeza en forma de hongo estaba lagrimeando semen y me hice a un lado de prisa, el tomo su lugar entre las patas de la perra y yo volví de inmediato al costado para sobar sus tetas, las piernas de la perra se colocaron a lado de Hugo, ese macho fornido y velludo, su verga entro lentamente pero sin pausas hasta la base púbica llena de pelo castaño oscuro y sus caderas de inmediato se empezaron a mover al compás de arriba a abajo, sus antebrazos y codos se clavaron en el suelo y la follada empezó, la collie empezó a ladrar con aun mas ansias, ella también quería ser follada,
Después de varias penetraciones profundas, Hugo me miro de nuevo y me dijo decidido,
-La collie también quiere que la monten, le urge, que dices? te dejo a esta que ya recibió verga y esta lista o tu solo sacas a la collie y se la metes?
De inmediato le dije que prefería quedarme con la husky que ya estaba dilatada y lista para ser montada,
-Pues desnúdate pendejo! o te la vas a coger con los pantalones puestos? jajaja
Ambos reímos y rápido me empecé a desnudar de la cintura hacia abajo, me saque los zapatos con los mismos pies y me quite el pantalón, los calzones y los calcetines, Hugo me miraba mientras me desvestía y centro su mirada en mi verga erecta de poco menos de 15 cms que dolorosa por tanta excitación estaba casi por completo pegada a mi estómago, gorda y húmeda, yo también estaba muy peludo en esas fechas y el pelo rizado de mi pubis llegaba hasta mi ombligo Se levantó de su sitio y siguió dedeándole la cuca a la perra, y me comento
-Te deberías de quitar también la camiseta, las perras son muy calientes y la vas a coger, vas a sudar y la ropa se te va a quedar húmeda o llena de pelos,
me quite parido la camiseta y la arroje sobre el sillón, el solo rio un poco
-Eso hermano, con decisión,
se empezó a mover para dejármela
-Ven hermano, toma rápido tu lugar, se la puedes meter de una vez si quieres, se levantó y la perra hizo el intento por ponerse de pie y seguirlo cuando vio que iba por la collie, pero bastaron unas hundidas de dos dedos para que comprendiera que se le iba a dar verga nueva,
No había duda de que de verdad estas perras «eran clientes habituales» al parecer tenían una gran confianza y preferencia por Hugo, él ya había abierto la jaula y la collie ansiosa ya estaba libre caminando en el suelo cuando enterré mi verga en el interior de la husky, primero metí mi cabeza dentro y al sentir ese calor y humedad geniales me deje ir de una, después de todo mi verga aunque un poco más esbelta y chaparra que la de mi profesor era casi del mismo tamaño y la perra no podría sentir dolor o molestia alguna, Hugo no había mentido pero si se había quedado corto en su descripción,
Ese coño era lo máximo, era ajustado, caliente y estaba lleno de líquidos, imagine que muchos de esos fluidos le pertenecían a mi nuevo compadre Hugo pero no le tome importancia, de hecho contrario a lo que habría pensado antes si me lo hubieran contado no sentí ni asco ni desagrado ninguno, me dio igual, Hugo coloco a su perra a mi lado y después de unas caricias lo vi empezar a lengüetearle la concha a la collie que feliz se contorsionaba de espaldas al suelo, en cuestión de segundos se colocó entre sus patas traseras y en cara a cara la penetro de una, su verga peluda y negra llena de fluidos de la husky la atravesó con fuerza pero la coliie ni siquiera se inmuto, solo lanzo gemidos de gusto, fueron varios minutos en los que estuvimos follandolas y hablando un poco sobre lo calientes que estaban las cucas, lo mojadas y estrechas, al final después de unos veinte minutos más o menos sentí la necesidad de venirme por fin y no retrasarlo más, acelere mis envestidas mientras Hugo me hacía comentarios graciosos y me cori dentro de la husky que alegre jadeaba a lado de mi cabeza, me quede clavado dentro acariciándola y diciéndole palabras cariñosas para agradecerle que me dejara preñarla y cuando mi pene salió y me separe de ella la vi levantarse con velocidad para empezar a lengüetearse la concha feliz,
Vi mi semen blanco y espeso salir de su concha y vi como de inmediato en esa posición de semi sentada que solo las perras hacen después de ser montadas la perra se lo comía, era cierto había quedado lleno de sudor, estaba muy cansado pero feliz y satisfecho, mi verga estaba empezando a ponerse dura de nuevo al ver como Hugo seguía ahí en el suelo folladose a la collie con rapidez pero aun lejos del orgasmo, ya vestido me senté en el sofá y seguí mirándolos mientras sobaba la cabeza de la husky que al parecer me tenia mas cariño que antes jajá, pues insistía cuando bien podría estar oliendo o lamiendo a la pareja que reposaba sobre aquel piso tan cerca de nosotros, pero ahí estaba insistía en estar sentada a mi lado, su expresión era sonriente, se notaba satisfecha y plena, pasaron no mas de cinco minutos cuando Hugo comenzó a gemir, tiro algunos bufidos y abrió demasiado las piernas para clavarse de lleno y depositar su semen dentro de la collie, justo como yo había hecho, desde mi sitio vi como su área anal se contrajo para dejar, más de cinco inyecciones de semilla humana en el útero de la perrita que feliz jadeaba, salió de ella con la verga ya en modo flácido después de un rato y empezó a vestirse, del cajón de un escritorio saco unas toallas húmedas para bebe y me ofreció para quitarme el olor a perra de el área genital, ambos con los pantalones abajo nos aseamos cada quien y volvimos a meter a las perras en sus jaulas, al amanecer me despedí por ese día de mi compadre y me retire a dormir a casa.
Uff que rico relato zoocio cuenta que más de esa complicidad y con que otras hembras gas experimentado?
Ojalá tener más zoocios que presten hembras
Buenísimo quiero videos zoo a mi telegram @putill29