Una bella burra a orillas del Río Magdalena.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por BURRERO.
Para empezar pues me fui de paseo con unos amigos que me invitaron a su pueblo, irían a visitaban familiares por esa zona, salimos de la ciudad y nos trasladamos en camperos que son equipados para la zona debido a lo difícil que es acceder a esa población, pero a medida que avanzábamos veía a señores campesinos que se transportaban a lomo de burro el cual despertó mi curiosidad, y fue cuando lance la pregunta.
…¿aquí hay muchas burras? y no de ellos me contesto ufff, bastante se miró con el otro compañero y se rieron a carcajadas, tanto fue su risa que contagio a el conductor del campero, –¿porque serien? Dije yo, me contesta uno – es que aquí le llamamos “Floricasco”, yo ya sabía el cuento de las burras y porque los tres reían tan enérgicamente ya que costeño que se respete a mamado burra, y me seguía diciendo – aquí cuando pelao el que no mama burra era porque era marica así que todos los pelaos “adolescentes” tienen que mamar burra, palabras de un tioabuelo mío!.
Yo ese tema ya lo sabía, porque ese era el refrán de nuestros abuelos en nuestro pueblo y a pesar que estaban los dos pueblos distantes un conservaban las tradiciones de hacer a los jóvenes machos mamando burra, para esta parte de Colombia mamar burra era como un rito de iniciación y era un orgullo para nuestros padres tíos y abuelos por que el pelao burrero era un macho.
Yo desde mi adolescencia fui burrero me gustaba una burra!!! y en la actualidad aun me gustan, además con todas las historias que escuchaba de primos mayores cuando contaban sus historias con burras con sus amigos, pues se le despierta ese apetito sexual a esa edad, casi todas las tardes a edad de 14 años salía a los montes a buscar burras con los amigos del colegio.
Luego de un par de horas de camino en el campero, llegamos a la casa donde nos íbamos a alojar,era una casa muy modesta como son en los pueblos, con sus enormes patios, pues uno viviendo en la ciudad esos patios no se ven, se me da por pasear en el patio de esa casa y llegue hasta el fondo del patio para conocer, cuando se me vino un olor particular era el olor de orina de burra con estiércol, es un olor tan embriagante y a la vez excitante que me invadió mis sentidos y se me rizo la piel y hasta también mi verga lo noto dándome una erección de súbito.
Logro mirar a lo lejos y debajo de nos palos de ubita muy frondoso, meto bien la vista y como a unos 50 mts y para mi sorpresa, veo dos burras reposando el sol de mediodía, al ver aquello me llene de emoción y a la vez me empezó a latir el corazón aceleradamente, el patio estaba encerrado con cerca de alambre púas, y de la parte de atrás a la casa estaba a más o menos unos 100 mts de distancia, el cual cubrían la vista de la casa al fondo numeroso árboles frutales.
Mis amigos que por cierto eran primos criados es ese pueblo se han puesto a conversar con los familiares que llegaron a saludarlos, se distrajeron con ellos contándoles sus vidas en la ciudad, el cual yo aproveche para ir ver a las burras que reposaban debajo del palo de ubita.
Mire que nadie me viera pasar el alambre y me dispuse a llegar donde estaban las burras, a medida que me acercaba más sentía ese olor a orina y a excremento y mas latía mi corazón de emoción y eso lo sabía mi verga que no se aguantó y seguía como un riel, llegue donde estaban ellas que por cierto no se mostraron esquivas, me acerque y le pase la mano a una de ella la más joven por el lomo, ella solo movió su cola, luego pase por donde la madre e hice lo mismo, las dos no mostraron ninguna reacción de rechazo.
Pues en vista que era de medio día y si me mamaba a la burra alguien me podía ver, decidí regresarme a la casa porque sabía que los amigos anfitriones extrañarían mi ausencia y querrían presentarme a sus familiares, apure el paso y regrese, como sospeche me estaban esperando, -¿Dónde estabas?, le conteste –orinando.
!
Ahí me presentaron a sus familiares y se presentó la hora del almuerzo, que en los pueblos de bolívar suelen servir grandes banquetes a las visitas donde reina de plato principal el “Bocachico” un pez del rio muy sabroso.
Pasado el almuerzo decidí sentarme en un kiosco de palma que había en el patio, y por lo abundante de la comida me dieron ganas de cagar, allá en esos pueblos los baños están reservado para las mujeres por lo que son más pudorosas, le dije aun amigo, -Ey compa tengo ganas de cagar, me dijo, – Compa vaya al fondo del patio y aquí tiene el papel, pues yo tenía dos necesidades que resolver y era mi oportunidad para saciarlas , de una se me prendió la bombillo y me fui a la sombra de los palos de ubita, a esa hora después de almuerzo la gente se sienta en los patios a que baje la temperatura y no hacen nada, por lo que todo el mundo están en sus casas.
Cuando llego a los palos de ubitas heché mi cagada y de una me limpie, las burras aún seguían ahí, mire para todos lados haber que nadie me estuviera viendo, moví a las burras para una parte debajo de los árboles de ubita donde tapaba más, me quite el pantalón ya sentía que mi verga me dolía por quererse salir, esa mezcla de olor a burra me excitaba mas, con mi verga pará, decido tomar a la burra hija, ya estaba grande, pero su chucha se veía pequeña, le paso la mano por su chuchita y estaba caliente y empezó a darme con el rabo en la mano el cual agarre con la otra mano y empiezo a pasarle el dedo por el clítoris, ella dejo de mover el rabo y lo levanto, mi verga que ya llevaba como 20 minutos pará y sin mear después de la cagada porque todo ese tiempo estuvo como un riel, empezó a botar líquido seminal, yo soy alto mido 1.4 y calzo 43 por la proporción de mi cuerpo también tengo la verga grande, me pongo el chorreante liquido seminal en la cabeza de la monda y empiezo a pasárselo por su chucha de arriba abajo, cuando le toco el clítoris ella se movía haciendo pequeños brincos el cual decido pasarle la verga por su clítoris pequeño, ella voltea me mira colocando sus orejas hacia mi y lanza una pequeña patada, el cual esquive, pero la hp burra no se quitaba lo que me decía que le gustaba lo que le hacía, le sigo haciendo brocha y ella se movida pandeándose más fuerte, le paso la mano por su chuchita veo que la tiene babosa, estaba lubricada esa mezcla entre sus jugos y mi lubricante me pusieron a mil y me lleno de emoción y le meto suavemente mi verga el cual encontraba estrecho el poso para llegar al fondo y se la saco y se la meto fuerte! Ella reaccionó con un peo y empezó a mascar con sus orejas atrás, pero no se quitaba, y la tomo por el rabo y empiezo a bombearla ella seguía mascando y le salían pequeños pedos yo con ella ahí concentrado viéndole como le entraba mi yuca descansaba unos segundos el sudor me corría por todo el cuerpo pero eso no importaba ni el calor del día, era tanto mi concentración en esa chucha limpia e inocente que sentía su tibia vagina palpita de gozo a pesar del calor, me la culie despacio me la culie fuete ella ahí solo miraba a su madre y luego me miraba a mí.
De tanto darle verga que se me empezó a dormir las piernas me dio cosquilleo en los huevos y se me empezó a nublar la vista, se me erizaba la piel y mis huevos querían explotar hasta que me vine y le inunde ese pequeño y caliente agujero con mi semen, ella se desplomó y me toco sujetarla por el rabo para evitar que se le saliera la verga mientras eyaculaba, hasta que termine y la deje caer.
Con el papel que me sobro de la cagada, me limpie la verga espere a que se me pasara la tembladera de las piernas para regresar a la casa y no se me notara el temblor y no despertar sospecha, regreso y mis amigos sin saber lo que había hecho uno de ellos me preguntaron, -¿ya cagaste? El cual respondo Si!
Bueno mis amigos zoo, este es mi relato espero que les haya gustado, más adelante les contare como jugué con el ano de la madre al día siguiente a la misma hora!
Hola soy costeño.
Hola mmescribeme sii
Que sabroso. Soy colombiano y quiero probar burrita.