UNA JOVEN YEGUA ME LLEVÓ AL CIELO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno esta vez fue la primera vez en mi vida que me cogí una yegua y que mi verga comió vagina diferente, sucede que estando durmiendo donde mi abuela en un cantón de Usulután El Salvador como a eso de las diez de la noche se escuchó un gran espanto en un árbol donde dormían las gallinas y como valiente tomo una linterna salgo corriendo a rescatar las pocas gallinas y pollos que tenía mi abuela pero no vi nada peligroso y continué en busca de algún depredador de aves pero no tuve éxitos; seguí caminando hasta llegar a un terreno o potrero que tenía un tío cerca del terreno nuestro continuo hasta el final del terreno.
Observo unas yeguas que estaban con unos pedazos de cuerdas atados al cuello pero en mi mente no pasó nada morboso en ese momento. Y cuando venia ya de regreso las dichas yeguas no se habían movido de donde se encontraban y me le acerque a la más pequeña color blanco hueso le tomé el mecate, ya en lo oscuro la sobé del cuello sigo con su lomo y llego hasta la cola le meto la mano debajo de su cola y voy directo hasta su vagina y ni tan si quiera brincó ni mucho menos se movió como para evitar que mi mano acariciara su sagrada vulva.
En esos momentos a la mente se me vinieron cosas sabrosas que el amor y la vida nos da, comienza mi pedazo de verga a enderezarse a balazos y me le acerco por detrás queriendo medir mi verga con la vagina de ella pero quedaba muy alta, pero como las ideas me sobraban la llevo ahí cerca a un bordo y lleno de gran miedo a las patadas o mordidas decía me la como, y si se me raja la verga, ya que el orín de las yeguas me habían dicho que dañaba la piel humana y mucho más peligroso en los huevos o mi pija decía yo, bueno dije pase lo que pase.
Me quité el pantalón mi ropa interior y me aplico en mi mano una buena cantidad de saliva que parecía lubricante especial me aplico en mi verga luego le unto los meros labios del mico de la yegua y siento que se movían dando apretones entre sí, eso más me ponía inmensamente lleno de lujuria y con una desbordante sed sexual, y dije arriba caballito.
Sentí que la cola la levantaba y como en esa hermosa vulva no tuve atrasos ni otra cosa que me obstaculizara comienzo a zamparla toda rápido y a sacarla y los dos estábamos embriagados de amor que nadie pensaba en destrabarnos al contrario así como yo sentía que me encontraba en el cielo también ella sentía que yo un cipote como de unos dieciséis años le regalaba toda esa verga que todavía no había conocido vulva humana hasta la fecha.-
Sigo culeando feliz y rico, nunca había sentido ese placer de una yegua tan dulce en sexo, tranquila, amorosa, cuando ya no soporto aquella sensación que desde el cielo bajaba: ME LE SUBO UN POCO MÁS, Y CON GANAS DE PEGAR UN GRITO DE ALEGRÍA, SIENTO QUE VENÍA MI ACABA DURA SEMINAL DESDE LO MAS INTIMO DE MIS HUEVOS A RELLENAR AQUEL SEDIENTO ÚTERO DIVINO COMO QUE A PREÑARLA IBA PARA HACER PORTILLITOS, CERRÉ MIS OJOS Y DIJE ¡QUE FELIZ ENTRE SUS LABIOS! Y dejé mi verga un rato dentro de ese ángel divino que dios me mandaba para que fuéramos unidos en amor.
Bueno pensando que ya era noche y que mi abuela iba a estar preocupada, pero sentía que el mundo ya se terminaba si me iba, y lo que hice fue esperar unos quince minutos mas y media aguada como la vagina de las yeguas es bien ancha de sus lados se la metí bien aguada pero pronto se me enduró y sigo culeando ya con confianza ya que mi nueva esposa estaba con deseos de seguir nuestra luna de miel, no tuve más remedio que dejarle ir otro sabroso polvaso dentro de aquella sucursal del cielo que tenía en esos momentos y lo logré, esta vez pronto se la saqué, y partí a casa a hacer memoria de aquel dulce momento que mi vida me regalaba.
Luego como a los seis años me gradué de maestro y la suerte que me mandaron a trabajar en zonas rurales en donde habían animales hembras que lo primero que les veía era su vagina si la andaban sabrosa o que, siempre disfruté hasta hoy en día cuando tengo oportunidad, pero esas experiencias se las narro en otra oportunidad, cuídense no hagan sufrir a las hembras animales que son más ricas que las mujeres, cuídense en nombre de mis reinas. Buenas Noches.
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