Una perra callejera sabrosa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MachodePerras.
Anteayer salí a correr como es usual de mí para mantenerme sano y activo, me encontré con un grupo de perros que estaban peleándose una perra en celo, los vi un rato como la montaban y se abotona uno u otro, alcance solo a observar que dos se la cogieron, era de mañana así que no había gente pasando por este predio con hierva ya bastante crecida, pero solo en el perímetro, dejando todo el área interior bastante árida, aunque bien escondida, perfecta para que los perros estuviesen cogiéndose a la perra todo el santo día si ellos y ella insistían. Bueno después de masturbarme un poco viendo cómo se peleaban por esa perra callejera, me guarde la verga y fui a mirar más de cerca cosa que casi no pude hacer porque los perros enseguida empezaron a gruñir, así que me acerqué lo más que pude. Al poco rato de ver que ya la dejaban un poco me acerque aún más, la perra algo arisca me esquivaba, y ya iba haciéndose más de día, así que decidí regresar en la noche. Ya eran las 11 de la noche y pues estaba bastante excitado por ver a esa perra, estaba recostado desnudo y pues ya se me hacía que era hora de ir a ver. Al llegar al lugar escuchaba los chillidos de los perros, pero ajustado con una soga a la mano sabía que esa perrita iba a ser todita mía esa noche y los perros solo iban a montarla si yo los dejaba. Me acerqué lo más que pude y la atrape, la amarre a una roca que estaba por ahí así que no se movió mucho, me ladro dos veces pero después metía la cola entre las patas, los demás perros se alejaron algunos metros y observaron. Ya que estaba amarrada tome la cuerda y la sujete firme para que no me mordiera o sucediera algo, la acariciaba y le daba algo de miel que llevaba en una pequeña bolsa. Cuanto más la acariciaba la perra creo iba entendiendo que sucedía y se levantaba despacio. Empecé a sobarle las tetillas y de último su vulva que estaba GIGANTE y se veía bastante bonita y por raro que parezca limpia, lo suficiente como para constatar que sería perfecta. Gracias a la noche y el poco alumbrado público de la zona me pude quitar el short porque era lo único que tenía puesto aparte de mi camisa sport, así que pronto tuve libertad de sobarle la vulva con la punta de la verga, suavemente y con mucha excitación. Mientras estábamos empezando a disfrutar yo y la perra escuche que pasaba gente caminando así que me agache lo más que pude, pasaron y pude volver a mi faena. Levante a la perrita hasta que quedo en cuatro patas y le sobaba su vulva nuevamente pero ya con el pene totalmente duro y caliente. Los perros empezaban de nuevo a gruñir pero no se acercaban. Empecé a puntear a la perra y hacia ruidos por igual, suave pero continuo fui metiendo mi glande en esa vulva tan ricaaaaa…. Entro la cabeza muy bien y lo disfrutaba la perra termino de alzar su cola dándome a entender que si la podía coger a gusto, empecé a empujar poco a poco sintiendo lo caliente que se ponía adentro, tan caliente y rico a la vez… quería meterla todo de un golpe, pero me estorbaba lo de siempre así que apreté y pase lo que estaba demasiado apretado, en ese momento se hundió mi verga casi completamente, sentía el masaje de verga que me daba con esa vagina canina tan suculenta, lubricaba y jadeaba la perra, sentía su calor, estaba dándome ese coño de la manera más salvaje que podía a ver experimentado desde hacía algunas semanas, me dispuse a darle un poco más duro. Pero los perros se acercaron a oler y me puso nervioso porque se acercaron por detrás sin que yo me diera cuenta, y con su hocico olían donde mis huevos chocaban con la vulva de la perra, que ya era casi totalmente mía. Se alejaron como chillando y algunos se acostaron, en ese momento me di cuenta que de daban total libertad de cogermela y empecé a darle más duro, a sentir en mi verga el suave entrar y salir de esa vagina tan calientita y su piel gruesecilla pero suave que chocaba con mis huevos, tuve 5 o 10 minutos a la perra y ya quería eyacular, así que pare y espere que se fuera la sensación tan deliciosa que sentía en la punta de la verga, era tan sabroso que solo me deje caer en ese coño de perra. La abrase haciendo pegar mis huevos lo más que podía contra su vulva, y mi verga entrando lo más al fondo que podía, 17 cm adentro de una perra cualquiera de mi barrio, una callejera, mi pene se movía dentro de ella con ganas de escupirle toda la leche adentro, pero aguante la respiración y pasaron unos segundos hasta que se fue la sensación. Luego pase otros 15 minutos cogiéndola lo mejor que podía, escuchaba el viento, los perros jadeando, y los fluidos chocando entre sí de su coño y mis huevos que ya estaban embadurnados con baba de coño de perra. Miré mi reloj y ya decían la 1:30 am más o menos, y tenía que regresar pronto a casa para que mis padres no se dieran cuenta que salí sin permiso. Así que tome a la perra lo más firme que pude y empecé a cogerla con la verga más dura que podía poner, asiendo que las sensaciones de que te muerde adentro se intensificarán y en ese instante los perros empezaron a chillar y la perra un poco también, fue en ese instante que dije lo más callado que pude: ¡Ya te toca puta perra! Toma!!… Sentía los huevos que se iban contrayendo hacia adelante, durante las embestidas, justo a tiempo para eyacular, entre los quejidos de los demás perros, y con todas las fuerzas que me quedaban empecé a eyacular dentro de esa perra tan preciosa y caliente, sentía la piel de mi verga frotándose contra la piel interior de la perra que daba apretones jugosos y mis huevos se frotaban lo más fuerte que podían contra su vulva. Sentía un dolor en la ingle así que bombee un poco más hasta que mi verga dejo de eyacular semen caliente dentro de la perra, unos 10 o 15 segundos de orgasmo intenso que me dejaron con la verga al 100% de sensibilidad, adentro aun y conservando su grosor pero no su dureza empezó a deslizarse hacia afuera, poco a poco sentía como la piel la jalaba desde el interior de la perra, saliendo con algunos chorros de semen de su vulva y pronto la tome para masajearla, solté a la perra que ahora quiero mucho y le agradezco mucho por una de las noches más increíbles en mi vida. Rápidamente la perra se lamio el coño y yo satisfecho con esa rica noche fui por mi short, pero no lo encontraba… Empecé a buscar con la lámpara de mi celular y observe que los perros lo tenían, por suerte en cuanto me aleje de la perra lo soltaron y lo tome. -Esperé a que no viniera ningún carro o transeúnte y salí de entre las hiervas, y pude darme cuenta que tirado en el suelo estaba un borrachito. No sé si estaba dormido pero de que estaba ahí entre las hierbas estaba. – – Con excepción de eso esa fue una de las mejores noches de mi vida hasta ahora. A la perra la sigo visitando en lo que está en celo, pero le llevo comida y agua limpia. Amo coger perras.
Este relato-experiencia me sigue poniendo la verga dura;y ha despertado en mi el deseo de cogerme a una perra asi en el estado de mexico