UNA TARDE DE PLACER ZOO EN UN ESTACIONAMIENTO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por amantecanino.
Resulta que yo guardo mi automóvil en un estacionamiento de privado, sin muchos lujos , así que cada día lo dejo a resguardo durante mi jornada de trabajo. Por lo general siempre es muy concurrido ya que no tiene muchos lujos el valor para estacionar es considerablemente más barato y además tiene una casa con un guardia que esta 7×24. Lo que me llamó la atención desde un principio es una gran perra Rotwaller negra, con un carácter arisco pero que conmigo se comporta como un pan de dios. Su dueño (El guardia) dice que salvo el y su familia yo soy la única persona a la cual el ve que me permite acercarme y acariciarla.
Esa tarde, el guardia un viejecito simpático me dice que debe salir a comprar y si puedo quedarme un momento mientras él lo hace que aproximadamente se iba a demorar una hora y que si se demoraba más le deje todo cerrado para evitar que la perra se salga o entre alguien.
De inmediato me regreso la calentura al cuerpo y tantie con mucho miedo debo decir la reacción de la perra al ofrecerle mi pene para que lo oliera, cierro el portón y la llevo a un lugar alejado cerca de mi automóvil. Como ya les había comentado, esa tarde me había mojado con una erección, al sacarlo estaba todo pegajoso y le colgaban hilos de líquido. Esta perrita lo olio y lamio rico, meneaba su colita cortada y lo seguía lamiendo, esto encendió una llama de lujuria en todo mi ser y me dije, este es mi momento y lo debo aprovechar
Le acaricie su lomo y no hizo nada, es más hizo un gesto de sumisión quedando panza arriba me enseñó sus tetitas, como ya es una perra parida las tenía grandes, poco a poco la acaricie y ella me lamia la mano, estaba tan sumisa que aproveché para acariciar su conchita, era negra y grande. Me atreví a un poco más y le moje un dedo con saliva y lo metí en su vagina, la cual estaba caliente, muy rica, jugué por un momento con mi dedo y luego metí dos… ella no hizo nada al contrario abrió mas sus patas en señal de que quería más. Con mis dedos la dilate lo más que pude jugué con su anillo interno para que no me cueste penetrarla. La seguí masturbando pero esta vez la hice pararse, entonces sucedió lo que yo esperaba ella se me ofreció….. Alzo su colita cortada y me ofrecía su vulva, su coñito rico, mojado, delisioso.
Esta por demás decir que mi verga tenía ya una erección y de ella manaba liquido pre seminal para lubricar una gran penetración. Así que tome un poco de este líquido y con mis dedos lo puse en vagina para lubricarla. No espere más la tomé de su cadera y me puse detrás de ella con mi verga apuntando a su vagina, como les dije era abultada y grande, la cabeza de mi verga entró con facilidad, pero llegó hasta su anillo interior, duro de pasar. Debo mencionar que en ese momento no tenía miedo de encontrarme con el guardia o con otra persona que pudiese llegar a buscar su automóvil. Entonces hago una fuerte presión con mi verga logrando abrir lentamente ese anillo glorioso. La sensación de penetrarla valió la pena, que delicia sentir como entraba toda que calor y ese anillo me aplicaba una succión y una presión distinta a la de mi perrita fallecida, pues este era más fuerte, me chupara a la verga, la perrita sacaba la lengua como agitada, mientras la penetraba lentamente pues quería hacer durar ese momento el mayor tiempo posible.
Como ya les mencione estaba tan caliente que no me importaba nada, entonces me desnudo por completo quedando solo en calcetines y zapatillas. Ella giraba lamiéndose su vulva y lamia mi verga ansiosa, gimiendo, me exigía que la penetre nuevamente. Al meterle la verga sentí un placer mayor, la sensación del rose de mi cuerpo contra su piel, el sentirme desnudo me daba un morbo tremendo que doblaba el placer, podía escuchar el gorgoteo de mis jugos al entrar y salir mi verga de esa vagina, lo cual me daba más calentura y la embestía con mayor ritmo, era incomparable el placer de ver como mi verga entraba en esa vagina…. El placer que sentía al penetrarla me tenían en un trance, toda mi percepción estaba centrada en el placer que sentía en ese momento, su jadeo mi respiración y el sonido del bombear de mi verga en su vagina…. Que placer pero llegue a un punto que no pude aguantar más y me corrí dentro de ella.
Yo jadeaba de cansancio, el sexo con esta perrita fue algo muy demandante y exquisito. Me apegue a ella, quería que me sintiera en su lomo mientras me reponía, su anillo interno me estaba literalmente ordeñando y no me dejaba sacar mi verga (algo que mi perrita no hacia).
Lamentablemente todo tiene un final y me percate de la realidad, tome mi ropa y me vestí apresuradamente.
Al retirarme me percato que el guardia ya había llegado, estaba tomando té en su casa. Por cortesía me despido y me dice “Cuando quiera nuevamente lo puedo dejar a solas cuidando”. Para que les cuento como se me desencajo la cara con ese comentario. Pero después el caballero me dice que el también siente cariño por los animales y “juega de noche con su perrita”. No se imaginan la tranquilidad que me dio el saber esto y la alegría de poder conocer a otro amante zoo.
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