Animalista v/s Cazador
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Key-Q.
Tenía yo 14 años y desde los 12 que me había interesado por el animalismo y protección de los animales, incluso tratando de incorporarme a un grupo animalista del sector donde vivíamos, pero mamá no me daba permiso diciéndome que era muy pequeña aún.
Un tío casado con una hermana de ella era aficionado a la caza, discutiendo y debatiendo yo siempre con él del tema cada vez que nos topábamos.
Ocasiones que eran bastantes, pues nuestras familias son muy cercanas y nos visitamos a menudo.
Nuestra mayor discusión con "mi tío" era que yo le indicaba que el resto de los animales eran nuestros hermanos dentro de la creación y los debíamos respetar como tales, debatiéndome él eso sosteniendo que los animales fueron creados para que nos alimentáramos de ellos, que de lo contrario no existirían los carnívoros, encarándome que hasta cuando un león se comía una gacela me daba pena, en lo que en cierto modo le encontraba la razón y atribuía dicho sentimiento a mi falta de madurez o instinto maternal que me invadía con ciertos animales.
Todos sabían de nuestros debates y buscaban como darnos motivos para poder discutir o burlarse el uno del otro en referencia a su posición respecto a esto.
Muchas veces se reían de lo que nos decíamos y "mi tío" hasta me había ofrecido para cuando fuera más grande y mamá me diera permiso, el llevarme en un paseo de caza para ver si lo convencía de no matar conejos, perdices o codornices.
, pero era algo que veía muy lejano.
Un día en que estábamos de visita donde ellos, casi todos querían salir a pasar la tarde a un parque cercano que está a unos 10 ó 15 minutos en vehículo, para pasar el calor y aprovechar de hacer picnic, pero él estaba viendo una final de fútbol europeo que no se quería perder y le pasó el auto a mi tía para quedarse él en casa.
, a lo que yo reaccioné diciendo que tampoco quería ir que me quedaría en la habitación de mis primos viendo televisión, que mi alergia al pasto se ponía peor en verano, con lo que aceptaron que me quedara ahí.
Ya a unos cinco minutos que se habían ido los demás, me asomé a la puerta de su dormitorio y le dije "¡¡CRIMINAL!!", sacándole la lengua y haciéndole una morisqueta.
, a lo que reaccionó yendo a la puerta del cuarto de mis primos diciéndome "¡¡Espérame aquí que te voy a hacer una prueba para que me convenzas de que estoy equivocado!!", y salió rumbo al patio trasero dejándome expectante de lo qué podría tratarse, muy inquieta e impaciente por hacerlo luego, convirtiéndose en una eternidad los cerca de 15 minutos que tardó en ir a llamarme.
Salí al patio y me dijo – "Comenzaremos por lo más básico, los animales domésticos que son los que despiertan el cariño inicial que luego se ve reflejado en el resto de la fauna, ¿serías capaz de compartir el tiesto del agua de un perro, o de beber directamente de el?" – a lo que pese a quedar con cara de extrañada mirándolo, le respondí "¡¡Si, claro que si¡¡¿¿por qué no??".
, y arrodillándome en el suelo frente al recipiente que ahí estaba me dispuse a beber el agua, habiendo precisamente un par de pequeñas tablas a los costados que me servirían para apoyar mis manos.
, con tal sorpresa para mí que al afirmarme ahí un mecanismo bajo ellas activó una trampa de lasos dobles que salieron de la tierra alrededor de las tablas y capturaron mis muñecas jalándolas para los costados, pues las sogas estaban pivoteadas en unos pasadores metálicos (argollas) clavados al suelo y tensadas por un contrapeso que cayó al activarse la trampa.
Estando ahí con mi trasero parado, mis brazos totalmente abiertos y mi mejilla derecha hundida en el plato con agua, "mi tío" se me puso por un costado y cortó las sogas, pero dejando bastante cuerda colgando de las ataduras de mis manos e hizo sentarme en el piso mientras me decía -"Ves que la inteligencia humana nos permite cazar animalitos sin tener que usar armas de fuego y sin siquiera tener que estar presente o intervenir en algún mecanismo por nosotros creado".
, y yo le asentí con la cabeza en tanto me ataba las muñecas dándole una vuelta más a los lazos, ante lo cual le pregunté que para qué hacía eso y me respondió que para que no se me cayeran, mientras puso alrededor de mis rodillas una cuerda atada en forma circular y haciéndome agachar pasó el tramo posterior para delante por entre ellas indicándome que pasara mi cabeza por ahí, quedando yo agachada sin poderme parar volviéndole a preguntar que de qué se trataba, a lo que me dijo que no me preocupara pues teníamos tiempo para conversar, y agarrándome de las nalgas y cuello me volteó para delante, dejándome apoyada en mis rodillas y rostro, el que puse de medio costado, con mi trasero totalmente parado y sin posibilidad de bajarlo, comenzando decirme -"¡¡¡Ves, no te diste cuenta que el pocillo del agua no estaba al lado de la caseta del perro, donde corresponde habitualmente que esté!!!.
Pero volviendo a los pobres animales domésticos, ¿Te has fijado que casi nadie tiene perras en sus casas?, ¿Qué cerca del 95% de los machos no tienen siquiera la posibilidad de aparearse y mueren vírgenes encerrados en las casas de sus amos?.
,¿sabes la crueldad que significa eso?" – a lo cual respondí guardando silencio por un momento e indicándole que en cierto modo tenía razón, pero que había gente que castraba a sus perros para que no sintieran deseo sexual, con lo que me frunció el seño y me preguntó "¿¿¿CASTRARÍAS TÚ A UN HIJO TUYO???".
, con lo que me puse muy triste y obviamente le respondí que no.
Momento de plática que aprovechó de atar las sogas de mis muñecas a unos postes cortos que estaban a mis costados.
"¡¡Ves, y actuaste como un animalito resignado ahora que te estaba terminando de atar!! Mira hagamos un experimento".
"¡te apuesto que si suelto a mi perro, se vendrá a olfatearte la entrepierna así como estás.
!!!" , y antes que le respondiera ya estaba soltando al perro de su correa, el que se vino de inmediato donde mí y no despegaba su hocico de mi vagina así como estaba – "¡¡NO, NO.
, QUE ME DAN MUCHAS COSQUILLAS.
, SÁQUEMELO.
, SÁQUEMELO.
!!!" – mientras el perro resoplaba echándome aire caliente en plena entrada de mi vulva, lamía por encima de la tela de mi short y trataba de meter su nariz por el costado del rebaje.
, hasta que coló su lengua por esta última parte y lamió mi ingle casi rozando con la punta mis labios exteriores.
, con lo que me puse a exclamar suavecito "¡¡Mmmhh.
, mmhh.
, mmhh.
, mmhh.
!!" de lo rico que lo sentía esa cosquilla.
Lo que me hizo sospechar del por qué lo de la forma de atarme, pues instintivamente traté de hacerle el quite al hocico del perro, pero dichas ataduras impedían que me pudiera hacer para delante o bajara mi pelvis al suelo.
"¡¡Ves que el perro está desesperado por sexo.
!!" me dijo y yo que desde los 11 años en que me llegó mi primera regla me venía masturbando, me sonrojé en extremo ante tal aseveración y encontrándome en dicha situación.
, pero saqué fuerzas de flaqueza y le seguí platicando, mientras el perro no dejaba de hostigar mi entrepierna – "¿¿Pero por qué conmigo, si yo soy hembra humana y no perra??" – le pregunté, a lo que me respondió – "Como mascotas están tan familiarizados con los humanos que solo con su olfato reconocen nuestro sexo, estado de animo, algunas enfermedades y si están ustedes las mujeres en periodo fértil o simplemente EXCITADAS" -.
, con lo que me dejó con la boca abierta al recargar su voz, denunciando y reconociendo mi estado.
"¿¿U.
, us.
, ust.
, Usted cree q.
, qu.
, que´l perro quiere tener sexo con.
, migo.
??" – muy nerviosa le pregunté.
, "¡¡No seee.
, no creo.
, si hubieras estado en tu período fértil, lo habría detectado y probablemente por tu posición se te habría subido al instante.
, yo creo que solo quiere lamerte.
, PERO PROBEMOS.
!!" – dijo al momento que de un solo jalón bajó mis shorts y calzón en conjunto hasta mis rodillas, dejándome impávida y sin palabras que decirle ante tal atrevimiento.
, pero antes que pudiera decir algo el perro se puso a lengüetear directo en mi vagina, devorando con rapidez los fluidos que la empapaban, haciéndome gemir como una loca "¡¡¡Aaahh, aahh, aahh.
, aaahh.
!!!".
"¡¡¡PERO USTED NO MIRE.
, NO SEA COCHINO.
!!!".
"¡¡¡ALÉJESE.
!!!" – le increpé indicándole con mis labios (boca) donde se debía poner.
– "¡Bueno.
, yo no intervengo.
, me quedo aquí.
!" – dijo sentándose en el suelo a un costado de mi hombro izquierdo, desde donde no podía apreciar mi desnuda entrepierna (trasero y vagina).
Pero el perro además de hacerme llegar al orgasmo por lo intenso de sus lamidas.
, muy pronto se me subió encima agarrándome de la cintura y tratando de penetrarme, moviendo sus caderas y acercando su pene a mi sexo.
, "¡¡NOOOO.
, ME VA A VIOLAAAARR.
!!.
, AYUDEME POR FAVOOOOR.
!!!" – le supliqué, a lo que respondió haciéndome señal de que guardara silencio, agregando gestos y morisquetas que los vecinos podían escuchar.
Para enseguida hablarme bajito "¡¡Tú me dijiste que me alejara y yo te dije que no iba a intervenir!!" .
, momento en el cual sentí entrar el pene del perro y comenzar a batirse a gran velocidad dentro de mí.
, lo que más que desesperación me hacía sentir una especie de ahogo.
, asfixia en la cual lo miré directo a los ojos y le volví a suplicar "Pooorrrr Fffaaavoo oo oorr" al momento que mis ojos se ponían bizcos antes de blanquearse por sentir que mi corazón se iba a reventar del tremendo orgasmo que me invadió al sentir el inicio de su eyaculación y mi vagina totalmente colmada por el pene de su perro.
Momento en que "mi tío" se asomó a la culeada que me estaba dando su mascota y dijo "¡Creo que ya es tarde.
, solo nos queda esperar.
!".
, "¡Te metió su nudo y ya se hinchó dentro, si dejo que jale te puede rajar y créeme que te dolería mucho.
!!".
, y no tomándole asunto a lo que me dijo me puse a gemir disfrutando de lo que estaba recibiendo.
, cada chorro de ese caliente semen entrando en mi útero sumado al recogimiento, endurecimiento o palpitar de ese pene.
, me hacía vibrar de placer.
Pero sin previo aviso el animal se bajó para la derecha subiendo su muslo izquierdo sobre mi anca y haciéndome sentir y saber que estábamos pegados, pues lo poco que avanzó para afuera su aparato, percibí que se llevaba mi caverna vaginal con él.
"Tranquila que yo lo sujeto", me dijo al instante que sentí su tibia mano izquierda en mi muslo e ingle del mismo costado y con la derecha entiendo ayudó al perro a pasar su pata sobre mi y terminar de darse vuelta.
, me soltó de su izquierda agarrando la cola del animal antes de soltarle la pata con la derecha, la que luego pasó de costado entre nuestra unión enganchando el pene del perro con su pulgar e índice y frotando mi clítoris con sus dedos medio y anular.
, lo que me pareció un abuso por su parte, pero lo sentía tan rico que no le reclamé por ello.
, "Si le vieras la cara de placer al pobrecito.
, ni te imaginas cuanto te agradecerá el pasar a formar parte del 5% de los que no MORIRAN VIRGENES.
, con esto estás haciendo un gran beneficio a los pobres animales que no han podido elegir su destino.
, serás una ANIMALISTA de las buenas".
, me dijo mientras pasaba de acariciar mi vientre a sacar mis tetas del sujetador y amasarlas con pasión con su mano izquierda que le había quedado libre.
Sus palabras no terminaban de convencerme, pues si bien le estaba haciendo un favor a su perro, él estaba haciendo usufructo de mi cuerpo y gozando de ello también.
Pues al mirar de reojo pude notar la erección que su pantalón deportivo dejaba notar bajo el.
, pero estaba tan confundida y gozosa de este mi primer sexo real, que no reaccionaba.
Solo lo miré feo para atrás y sacó su mano de mis senos, pero no le dije nada.
Lo que parece tomó como una aceptación o sumisión.
, no se que habrá pensado, pero el muy confianzudo se puso a escupir su saliva en mi ano y comenzó a frotar el pulgar de esa mano en el.
, cosa que pese a molestarme por la acción misma, lo sentía muy agradable mientras el perro seguía eyaculando en mí.
, reacción de mi cuerpo que me hacía sentir muy avergonzada y se lo hice saber a "mi tío" indicándole que era virgen, que tan solo llevaba un par de años masturbándome y nunca pensé que mi primera vez podría ser con un perro, pero que pese a sentirme agradecida que fuese por hacerle un bien a una pobre mascota, la vergüenza que me embargaba era tremenda.
Ante lo cual a modo de consuelo me dijo – "¡¡No te preocupes que mi perro no le contará a nadie ni yo tampoco.
, será un secreto entre los tres.
!!" – lo que no sirvió mucho para liberarme de mis culpas, pero sí para saberlas compartidas y recibir las caricias de "mi tío" sin remordimiento, no importándome la deslealtad a mi tía que si era de mi misma sangre.
, momento en el cual su pulgar izquierdo entró completito en mi ano, pues percibí su falange pasar el umbral de su aureola y quedar semi-atrapado ahí.
Con lo que él comenzó a jugar con esa bola del pene del perro que lo mantenía atrapado dentro de mí y a tantearla por entre mis vísceras, lo que fue una nueva agradable sensación para mí y respondí moviendo un poco mi pelvis y preguntando "¿Se le demora mucho en deshinchar el pene al perro.
??" – ¿¿Por qué, ya estas aburrida.
?? me respondió.
, "¡¡No es que ya eyacula menos y siento que se le desinfla un poco.
!!" le comenté.
, con lo que apretó la base de ese aparato y me lo hundió más adentro, logrando con dicho apriete reactivar la acabada y endurecimiento de aquel bendito pene.
Yo me puse a gemir nuevamente y mi tío sacando su pulgar de mi ano desenfundó su pene de su short y se puso a masturbar azotando su glande contra mi desnuda cadera.
, con lo que esta quedo toda jabonosa con las gotas de su lubricación que de él salían.
, limpió su pulgar en el costado de su camiseta y nuevamente fue a agarrar mis tetas, lo que esta vez me gustó sin importarme que tuviera su pulgar sucio.
Frotaba mi clítoris, sobaba mis senos y deslizaba su pene contra mi resbalosa cadera.
Yo pensé que su siguiente paso era penetrarme por el ano.
, pero frotando intensamente sus genitales contra mi costado murmuró "¡¡Ni siquiera el perro hizo esto y yo tengo que rebajarme.
, pero tu suave piel lo amerita.
!!.
, me apretó fuerte mi mama izquierda, jaló el pene del perro llevándome hacia él y haciendo pasar su pene por sobre mi cadera largó su eyaculación sobre mis glúteos, la que escurrió entre ellos y llegó hasta mi unión con el perro.
Lo que me hizo pensar en lo cierto de lo que había dicho de mi período fértil, pues estaba recién entrando en mi segunda semana después de mi regla y tenía entendido según nos enseñaron en la escuela que este era entre los días 12 y 18 del ciclo, siendo el 14 el mismo de la ovulación.
Por lo que no me preocupó que su semen se mezclara con el del perro, que obviamente no me podía fecundar.
El pene de "mi tío" no se bajaba y lo seguía frotando contra mí, pasando varios minutos en ello hasta que el aparato del animal se deshinchó tanto que se salió casi por sí solo.
Pese a haber bajado bastante de volumen.
, por lo que pude percibir en mi interior, se veía bastante grotesca esa cosa y me sentí rara por haberla albergado en mi vaginita, pero al ver la cara de tanta satisfacción del perro me sentía bien recompensada, además de todo lo que yo también gocé.
Mientras el perro sentado de costado se lamía su pene que ya se le estaba entrando en su funda, "mi tío" cortó la cuerda del contrapeso de la trampa, aflojando la tensión de las sogas en mis muñecas.
, pero lo que cedieron estas no permitían ir con una mano a desatar la otra, por lo que "mi tío" se aprontó para liberarme.
, pero antes que hiciera nada le dije que me ayudara a pararme primero que me dolían mucho las rodillas.
Me tomó de la cintura para ayudarme a levantar mi trasero y poner mis piernas en la vertical, poniéndome yo a reír al ver que no podía enderezarme porque las sogas en mis muñecas, que aunque no estaban tensas no me permitían levantar más mi espalda y quedé con mi tronco inclinado, como si estuviera esperando a "mi tío" para que me lo metiera.
, lo que parece también le dio risa y se mantuvo un instante ahí sin soltarme la cintura.
, claro que su pene ya se lo había guardado en su short y me lo rozó en la parte alta de mis glúteos por ser yo más bajita.
Pero cuando me soltó de la cintura para ir a desanudarme las manos, yo traviesamente corrí mi trasero para el mismo lado donde se movió él, haciéndolo chocar conmigo y sintiendo su aún duro pene en plena rajadura de mi trasero.
"¡¡NOOO.
, mira como manchaste mis shorts.
, ahora me voy a tener que cambiar.
!!", me dijo mostrándome como le había humedecido la zona baja que topó con mi vagina que aún le escurría el exceso de semen del perro, y aprovechó de bajárselos hasta los muslos dejando su pene afuera mientras me desanudaba las sogas.
, instante en que le pude apreciar muy de cerca y detenidamente su aparato, el que vi bastante menos feo y más apetitoso que el de su perro.
y una vez liberada de mis ataduras, para subir mis shorts que ahora estaban en mis tobillos, me giré y fui a buscarlos abajo poniéndole todo el trasero en sus genitales a "mi tío", apegándome a él y dándole una pequeña sacudidita antes de comenzar a subírmelos.
Lo que lo hizo reaccionar y separando un buen poco el apoyo de sus pies, dio con la altura precisa y agarrándome firme de las caderas, acomodó su glande entre mis labios interiores y me hundió su pene hasta el fondo.
"¡¡Mira pequeña gacela como te come este león.
!!" – me dijo a medida que iba sacando su aparato y me lo volvía a hundir con violencia casi hasta que topaban nuestros huesos y de cada siguiente embestida mi cuerpo se sacudía al ritmo que "mi tío" me iba taladrando.
Cuyo bombeo proporcionaba un agradable roce en mi caverna vaginal al percibir el borde de su glande que transitaba de adentro para afuera y viceversa, pero ese cosquilleo duró solamente por unos 4 minutos.
, hasta que juntó el apoyo de sus pies y echándose un poco para atrás, me levantó en el aire enganchada de su duro miembro y largó su eyaculación en cuatro o cinco chorros, que cuando los lanzó se le puso tan duro como un palo para luego ablandarse dejándome caer como de un resbalín (tobogán) por él, sintiendo como ya algo lacio recorrió de tope a tope la rajadura de mi trasero hasta que mis pies volvieron a tocar el piso.
Me di vuelta y con mi mano derecha empuñada lo empujé por su pecho con mi cara enojada diciéndole "¡¡Malo, yo no soy una gacela, ahora soy una perrita y calmaré las ganas de su perro cada vez que se pueda!!", con lo que lanzó una risotada y me respondió "¡No te preocupes, que yo trataré que así sea y buscaré crear las ocasiones para aquello", nos fuimos a lavar y después cada cual a la habitación en que estaba a esperar que llegaran nuestras familias.
Ya pasando a ser después nuestras discusiones de animalista versus cazador un juego de niños que enmascararía esta, mi nueva afición a satisfacer perros encerrados que no han tenido la posibilidad de buscar a una perrita para aparearse, procrear o simplemente desahogarse sexualmente.
Muy buen relato