Antes de dormir
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No recuerdo como comenzó ni donde, pero si recuerdo algunas de las aventuras que tuve con Homero, mi pequeño Chihuahua.
Mi nombre no importa,en ese tiempo tenía 7 u 8 años, mis papás salían mucho por el trabajo, y como era de costumbre, me gustaba jugar con mi mascota en la siesta.
Esperaba que la niñera se pusiera a ver novelas y comenzaba mis juegos muy cautelosa.
Recuerdo que ya antes de comenzar a jugar, sentía cosquillas en mi sexo y me ponía muy ansiosa.
Llamaba a Homero a mi cuarto o a veces lo llevaba alzando.
Cerraba la puerta y me recostaba debajo de la cama (tenía miedo que me encuentren) y llamaba a mi perrito.
Él se acercaba y ya acostumbrando a nuestros juegos, comenzaba olfatear entre mis piernas, las cuales ya tenía separadas.
Al comienzo me gustaba correr de a poco mi ropa interior, usaba faldas sueltas, por lo tanto no me molestaba el resto de la ropa.
Solo me concentraba en ir entregando de a poco mi vagina, los lenguetazos de esa lengua chiquita contra mis labios vaginales, eran muy curiosos, tanto que hacían que por momentos me dieran cosquillas.
Cuando ya estaba muy a gusto, corría del todo la ropa interior y dejaba que Homero lamiera todo lo que el quisiera.
Pero recuerdo que cuando se acercaba a la entrada de mi vagina, me dolía.
Tal vez era porque era Virgen, pero recuerdo que a veces corría mi ropa interior y tapaba esa zona.
Aunque era la zona favorita de Homero, amaba tragarse mis jugos y meter su lengua lo más dentro posible.
Recuerdo que luego de muchos lamidos por mi clítoris, comenzaba a agitarme tanto que levantaba mi cola y le entregaba a Homero mi pequeño ano así lo lamiera, lo volvia loco, le gustana mas que mi vagina.
Y luego de un rato de sentir esa lengua humeda pasearse por toda mi vagina y cola, terminaba tenienndo fuertes orgasmos y quedaba tan sensible que tenía que alejar a Homero de mi vagina.
A veces lo alzaba y al salir de debajo de la cama, lo abrazaba en las mantas y me quedaba dormida.
~Mi pequeña y Rosada vagina, era todos los días lamida por mi perrito, así seguimos por años, hasta que me fui a vivir con mi mamá y Homero quedó con mi papá.
Espero les haya gustado mi experiencia.
Xoxo, Vi.
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