Como llegue a la zoofilia 2ª parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando salíamos a divertirnos casi siempre íbamos juntas el problema era que yo tenia muy limitados los sitios donde poder entrar pero a pesar de todo me lo pasaba muy bien con sus amigas y con los chicos que se acercaban para tratar de ligarlas, me encantaba ver el éxito de mi hermana y me gustaba observar su cara, su figura, su sonrisa, la dulzura de su mirada de un azul claro precioso y sobre todo la complicidad de nuestras miradas.
Un Sábado que mi padre se fue de pesca y mi hermana mayor ya estaba en Lión para continuar sus estudios de Medicina, mi madre nos dijo que no podíamos salir que la teníamos que ayudar con unas cosas. Pero no fue así, nos llamo a su habitación y nos pregunto que estábamos haciendo, que si sabíamos la gravedad de nuestro comportamiento, sobre todo dirigiéndose a mi hermana por ser mayor, tratamos de hacerle ver que no sabíamos de que hablaba y nos dijo: hijas mías no hay mas que ver de la forma como os miráis para comprender que os amáis, que hay mucho mas que amor de hermanas, según nos dijo, se dio cuenta el día que volvió del viaje a la ciudad por el aroma que desprendíamos, esto me gusto mucho.
Tras contarle como comenzó todo nos abrazo y nos beso entre las lagrimas de las tres. Para mi madre había una preocupación importante y era la posibilidad de que mi hermana quedara embarazada ya que no sabíamos si esa posibilidad podría ocurrir por mi condición de hermafrodita, el susto fue tremendo por que yo le dije a mi madre que me salía un liquido transparente cuando eyaculaba, fue divertido cuando mi madre me pidió que me masturbara para verlo, me daba mucha vergüenza a pesar de la confianza que teníamos todos para tratar cualquier tema e incluso nos desnudábamos sin ningún pudor, hasta delante de mi padre al que le hacia mucha gracia y salía corriendo detrás de nosotras para danos un cachete en el culo, entre tantas mujeres no se extrañaba de nada, por fin conseguí que se me pusiera gorda, mi madre se quedo alucinada por el tamaño y grosor y tras mucho rato conseguí eyacular, lo miro lo toco y dijo: se lo consultare a tu padre, por lo visto es el liquido que se eyacula cuando no se a alcanzado el desarrollo, según nos dijo mas tarde.
A los pocos meses mi hermana se fue a la Escuela de Vuelo y nos quedamos los tres solos añorando a mis hermanas.
Rara era la noche que no pensaba en ella y enseguida me inflamaba como un balón pero rápidamente me ponía a pensar en iniciar mi formación para ser modelo y en la ilusión que me hacia conseguirlo, una noche fue imposible apartarla de mi y comencé a acariciarme entre gemidos de placer y llantos por su ausencia, mis sexos se pusieron a mil y con una mano me acariciaba mi clítoris y con la otra mi pene que para entonces estaba grande y duro como una roca, me sentía mojada por todas parte, bajo las sabanas podía percibir el aroma que en tantas ocasiones nos envolvía, me faltaba el de ella. De repente me acorde del consolador que guardaba en el rincón secreto de su armario y me levante a por el. Nunca había utilizado consolador cuando estaba sola pero esa noche lo necesitaba.
De regreso a la cama comencé a acariciarme con violencia, los jadeos eran cada vez mas fuerte sobre todo cuando el consolador se abría paso dentro de mi, utilizaba ambas manos para proporcionarme placer, quería sentirlo de forma salvaje. A la vez que disfrutaba con el roce del consolador entrando y saliendo de mi bagina con la otra mano acariciaba mi pene que estaba potente, y ansioso de placer, las ráfagas de placer que sentía en cada caricia se me transmitían de un sitio a otro, empapada en sudor comencé a entrar en una especie de trance de donde salí con una explosión de orgasmos los cuales me hicieron perder el sentido durante unos instantes, cuando me repuse la cama estaba perdida y mis padres, a los gritos subieron alarmados para ver que me pasaba, mi madre se dio cuenta en seguida y le dijo a mi padre, que creo que también se dio cuenta, que se quedaría para tranquilizarme. Cuando nos quedamos sola mi madre me miraba con una sonrisa perversa y no paro de preguntarme hasta que le conté lo que había hecho, en toces nos reímos mucho por que mi madre me dijo: hija mía tu juegas con ventaja te corres por partida doble, tras continuar bromeando de mi condición de hermafrodita me dio uno de esos besos calidos, llenos de amor y se marcho. Me quede un rato despierta saboreado la locura que había vivido y pensé si seria verdad que por tener los dos sexos el placer era mas intenso, mas adelante pude comprobar que era verdad , que debía tener un poco de cuidado por que llegaba a desmayarme. Con el recuerdo de mi hermana me quede dormida.
Algunos fines de semana mis hermanas venían a casa, todo era diferente, la casa cobraba de nuevo su ajetreo perdido, con cuatro mujeres de un lado para otro. A mi padre le gustaba mucho llevarnos a la pequeña ciudad donde vivíamos, que a pesar de su tamaño tenia mucha vida, conocía a todo el mundo y todos lo saludaban con afecto le encantaba que le dijeran lo guapa que eran sus chicas, como el nos llamaba.
Tenia muy pocas oportunidades, de estar a solas con mi hermana pero no faltaba algún momento en el que nos comíamos a besos me encantaba que me contara lo que hacia en la Escuela de Vuelo, sus progresos en los estudios y lo pronto que empezaría a volar, también me contaba lo guapos que eran algunos de sus compañeros y de cómo se la rifaban para invitarla en los ratos libres y sobre todo de lo mucho que pensaba en mi, le conté la noche que me descubrió mama y de las cosas que me dijo por lo que nos reímos mucho.
Mi hermana mayor ya estaba en el segundo año de su carrera de Medicina y cada vez que venia a casa me desnudaba enterita para ver la evolución que iba teniendo, en una ocasión y como ya tenia bello púvico, me afeito y me lo dejo como un bebe, a partir de ese momento nunca mas deje que me creciera el bello, nuestra madre se partía de risa y nos confesó que mi padre se lo recortaba , arreglaba y perfumaba por que le gustaba así y ella se lo hacia a el. Mi hermana me saco fotografías en todas las posiciones, por supuesto solo de la zona genital ya que iba a escoger la especialidad de Ginecología y quería investigar sobre las personas hermafroditas. Entre risas y bromas mama le comento el tamaño de mi pene cuando estaba erecto y que parecía mentira que una cosa que prácticamente estaba escondida se pusiera del tamaño que se ponía, me pidió que me acariciara para que lo pudiera ver ella, tome la mano de mi hermana y la lleve al punto donde debería acariciarme, al momento comenzó a crecer hasta que alcanzo su tamaño de guerra, se quedo asombrada, me tomo varias fotos y continuamos con nuestras bromas, le pedí que continuara ya que estaba fuera, las dos jugaron con migo hasta que un chorro de semen salio disparado poniéndolas perdida.
Algunos pueden pensar que éramos una familia de depravados pero había que conocernos para comprender con la naturalidad que lo hacíamos y decíamos todo, incluido mi padre, no había tabúes para ningún tema todo se hablaba con naturalidad y sin falsos pudores en varias ocasiones, mi padre o mi madre sacaban el tema de los chicos, dirigiéndose a mis hermanas para que tuvieran cuidado con quien se acostaban y las medidas que tenían que tomar en esos momentos, solamente la relación que mantenía con mi hermana al principio les choco un poco pero después no le dieron la mayor importancia y pensaban que ya senos pasaría.
Esta actitud, sin duda, fue consecuencia de mi llegada al mundo que cambio todos sus esquemas todo para que no me sintiera en ningún momento como un bicho raro, si no simplemente diferente.
Un dia mis padres me dijeron que iríamos a Lión para ver al Catedrático de Ginecología de mi hermana no me gusto la idea, las exploraciones no me gustaban pero estaba a punto de cumplir los dieciocho años y era conveniente que empezara a cumplir con las responsabilidades de una mujer.
Una de las cosas que mis padres querían saber era si había posibilidad de quedarme embarazada por mi misma y a la vez si yo podía dejar embarazada a otra mujer. En mi casa había muchos tratados, científicos, sobre hermafroditas, que como es lógico yo consulte y leí en muchas ocasiones pero todos llegaban a la conclusión que no había dos iguales, así que era mejor saberlo en mi caso concreto.
Cuando llegamos a Lión en la consulta estaba mi hermana esperándonos lo que me alegro y tranquilizo al saber que participaría en mi exploración. Cuando entramos y vi al medico me quede helada, era un hombre alto, con una figura atlética y muy guapo con unos ojos preciosos color miel de mirada muy dulce, con una risita irónica le dije a mi hermana que por que no me dejaba a solas con el y acercándose me dijo: POR QUE ES MIO.
Por ser fuera de hora de consulta y para evitar comentarios, no había nadie con el guapo doctor solo mi hermana aria de su ayudante, como era de esperar lo primero que había que hacer era quedarse desnuda y sin ningún pudor y con la mirada cómplice de ella me quede cómo mi madre me trajo al mundo, tengo que decir que sentí una especie placer al estar desnuda delante de semejante hombre, la exploración fue exhaustiva y no quedo un rincón, tanto dentro como fuera, de mi sexo de mujer que no fuera explorado. Lo siguiente era explorar mi órgano masculino, le llamo mucho la atención el tamaño en reposo ya que prácticamente no se ve.
Se coloco un guante, se unto un dedo con cremita y me lo metió por el ano, acababan de profanar el agujero que me quedaba virgen y me resulto incomodo pero no se donde toco que mi pene comenzó a crecer de una forma desmesurada, lo que me provoco que se me subieran los colores, cuando llego a su plenitud le vi cierta , cara de asombro, de forma maliciosa pensé : a que te gustaría tenerlo así. La vedad es que me siento muy orgullosa de mis sexos pues me proporcionan un placer grandísimo. Me entregó un vasito estéril y me invito a que pasara a un cuartito para que me masturbara y lo echara en el baso sin tocar dentro, tras un rato salí sin poder conseguirlo, me pregunto que si tenia problemas para llegar a la eyaculacion le dije que creía que no lo que pasaba es que estaba muy sola en ese cuarto, se partía de risa, mi hermana decidió acompañarme y nos encerramos las dos en el cuarto, la juerga fue mayúscula no parábamos de reír y yo sin poder correrme, asta que se puso seria y empezó a acariciarme con un vaivén muy rico empecé a acariciar mi clítoris y los labios que se pusieron inflamados y por fin tuve un orgasmo intenso no sin escaparse algún grito, la eyaculación fue muy grande salpicando las bata de mi hermana que rompió a reír. Cuando salimos las caras de juerga eran muy divertidas.
Nos fuimos no sin antes felicitar a mi hermana por la elección de aquel hombre, pasado unos días nos darían los resultados, no sin antes pedirme que no le dijera nada de lo de su Catedrático.
Pasados unos días, en un fin de semana se presentaron los dos en casa, lo que alarmo a mis padres pero mi hermana los tranquilizo.
Los resultados, comenzó diciendo, eran muy buenos, mis sexos estaban muy sanos, en cuanto a la posibilidad de auto embarazo no había ninguna ya que mi esperma no era apto para la reproducción a demás de comprobar con la ecografía y la exploración anal que me faltaba la próstata sin embargo con un leve tratamiento podía quedarme embarazada sin ningún problema y de forma natural no obstante aconsejaba que tomara precauciones si tenia relaciones sexuales.
Mi hermana anuncio su compromiso con el Catedrático a mis padres que recibieron la noticia con alegría y echando de menos a su otra hija que al final no pudo venir ese fin de semana.
Esa noche el novio de mi hermana, por discreción, durmió en otra habitación , pero al poco de acostarse el se cambio de cuarto, desde mi cama pude oír los gemidos de ella. Yo me quede dormida acariciando mi feminidad y dichosa de pensar que podía ser madre y de que era una mujer completa, un tanto particular pero mujer.
Por la mañana al ver que no se levantaban mi madre llamo a la puerta y medio dormido respondió el, fue muy divertido.
Mi vida continuaba con mis clases diarias y mis clases de equitación a las que acudía tres días en semana. Un día que fui a equitación, mi profesor estaba enfermo y me quede dando una vuelta por las cuadras viendo los caballos cuando de repente vi un caballo blanco entero precioso me acerque a el para acariciarlo y el me correspondió olfateando mi mano y empujando con el hocico para que lo acariciara, era de pelo suave y limpio, cuando le estaba rascando el cuello veo que de repente comienza a salir su pene asta que llego a un tamaño descomunal de un negro brillante muy intenso, me fui de allí por miedo a que llegara alguien, continué con mi paseo viendo y acariciando los demás caballos que sacaban sus cabezotas al oírme llegar
De vuelta me acerque de nuevo a ver el caballo blanco que enseguida se acerco, comencé con las caricias y al igual que antes saco su descomunal pene.
Durante todo el resto del día no conseguía quitarme de la cabeza la belleza del caballo y su descomunal miembro, asta el extremo que mi padre me pregunto si me ocurría algo pues prácticamente no probé la cena.
Me fui pronto a mi cuarto y me acosté, al momento de apagar la luz entre en una especia de ensoñación que llevo mis pensamientos hacia aquel caballo, me veía montada sobre el sin montura ni bocado completamente desnuda el me llevaba al galope sin rumbo por el bosque cercano al río, disfrutando de la calidez de su suave pelo en mis nalgas, así continuamos sin tener conciencia del tiempo viendo pasar lugares muy hermosos que parecía quererme enseñar. De repente llegamos a un remanso del río donde se paro y me pareció que me indicaba que me bajara comencé a besarle su bonito cuello y a desenredar sus crines con mis dedos sin saber por que me notaba completamente mojada y el parecía percibir el aroma de mi sexo acerco el hocico y comenzó a olfatear mis olores, vi como su pene comenzaba a salir, me acerque lo tome entre mis manos y comencé acariciarlo, besarlo y lamerlo para percibir su sabor de macho. En un momento determinado parecía que me empujaba hacia unas rocas que sobresalían del suelo, intentando interpretar sus indicaciones me acerque a una de las rocas y apoye mi pecho sobre ella con su hocico trataba de indicarme que abriera las piernas le deje mi sexo totalmente al descubierto, como hacen las yeguas en celo, se alzo de manos y las apoyo sobre la roca avanzando lentamente asta colocarla a la entrada de mi bagina, temblaba de pánico temiendo que rompiera en dos, con sus calidos resoplidos parecía que me indicaba que no temiera y así fue me relaje y me entregue a el sabiendo que no me haría daño. Lentamente fue empujando y abriéndose paso en mi interior, notaba la presión de aquella descomunal barra, el dolor era intenso pero me producía un placer indescriptible, poco a poco comenzó a moverse, no se cuanto tenia dentro de mi pero yo empujaba para que me entrara lo mas posible, continuo con suaves movimientos y notaba como se iba acercando mi orgasmo, en un momento determinado acelero, ligeramente, sus movimientos y me vino un orgasmo muy intenso, continuo con mas rapidez y los orgasmos se encadenaban uno tras otro entre dolor y un fuerte placer en un momento determinado perdí la noción del tiempo y en esa sucesión de placer derramo dentro de mi un gran chorro de semen que me quemo las entrañas y se desbordaba por los laterales de mi bagina mi amante soltó un gran relincho y se quedo quieto, no se el tiempo que estuvo dentro de mi pero mis sentidos se desbordaron y me quede paralizada, lentamente salio y su semen manaba a borbotones.
Durante un buen rato cualquier parte de mi cuerpo que rozara notaba una hipersensibilidad que me estremecía, me notaba tumbada en la hierba y mi amante me acariciaba las mejillas con su hocico. Lentamente y con aquellas sensaciones, entre en un profundo sueño.
A la mañana siguiente cuando desperté, completamente aturdida, aun tenia las sensaciones vividas la noche anterior, los recuerdos claros en mi mente, mis sexos con los restos de lo vivido y las sabanas manchadas
Mi madre, con una sonrisita me dijo que procurara no formar tanto jaleo la próxima vez, le pregunte que había dicho mi padre y me respondió que envista de lo cual decidió unirse al banquete y la tubo despierta gozando como locos.
Conté a mi madre lo que me había parecido vivir y no daba crédito, con uno de sus dulces besos me invito a ducharme.
La próxima vez os contare mi partida para comenzar a volar.
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