CONOCIENDO LA ZOOFILIA

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
CONOCIENDO LA ZOOFILIA

De mi les diré que soy una mujer normal, que descubrí el mundo de la zoofilia por accidente, mi nombre es Nubia, tengo 23 años, delgada, trigueña de 170 de estatura, dicen que soy bonita, lo cierto es que al terminar mi Universidad, Salí con ansias de conseguir un trabajo, pero como ocurre en los países de América Latina, fue difícil, repartí hojas de vida por aquí y por allá, sin resultado alguno, habían pasado ya siete meses y un día en la horas de almuerzo, mi padre me dice que si quería trabajar en la casa del jefe de él, le dije si claro, me dijo el sueldo es bueno y con todas las prestaciones, entonces después del almuerzo me arregle para ir donde el jefe y así fue, entonces una vez que llego el Jefe me lo presento y le dijo que yo quería el trabajo,, entonces me dijo siga y hablamos, mi padre se fue a sus labores y yo me quede conversando con el Jefe, entonces después de conversar y preguntarme de todo, me dice, mira el trabajo que te ofrezco no es de oficina, el trabajo prácticamente es como ama de llaves de mi casa, pues no es mucho el trabajo, me arreglas la casa y hacerle compañía a mis dos pequeños que no me gusta que se queden solos porque cuando están así me hacen daños, lo que pasa es que Ángela que lleva seis años trabajando conmigo por cuestiones de estudio se va a otra ciudad en donde tengo oficinas también y entonces la llevo para allá y que siga estudiando, tu horario será como el de la oficina, le dije si señor me interesa el trabajo, entonces me dice, si tienes que hacer algo que hacer, ve y regresa en una hora y media ya que tengo una reunión y entonces de una vez vamos para que conozcas mi casa y a mis pequeños, le dije bueno y entonces Salí y fui y le comente a mi papá y el me dijo, hija pues si usted acepta, yo la apoyo y luego veremos si le sale algún otro trabajo.

Regrese después de hora y media y entonces fui a la oficina y me estaba esperando y nos marchamos a la casa y cuando llegamos, era una casa al norte de la ciudad, muy bonita y grande y entonces entramos y ahí me presento a Ángela, una chica joven como de mi edad, le dijo que me indicara la casa y las cosas que tenía que hacer, después de un rato y habiendo conocido la casa, me dice venga le presento a mis pequeños, y vaya sorpresa, eran dos perros, un Gran Danés arlequín que se llama Bruno y el otro es un Golden Retriver, llamado Lucas, me dice Bruno tiene año y medio y Lucas ya tiene ocho años, los perros ahí medio se me acercaron pero no pasó nada más, entonces me pregunta que si estaba de acuerdo, le dije que sí que me gustaba el trabajo y la verdad era un trabajo más bien suave, solo tenía que arreglar la casa, no tenía que cocinar ni nada por el estilo y el ver que los perros no hagan daños, alimentarlos y hacerles compañía, entonces me dijo le parece bien si comienza mañana, le dije si señor no hay problema, si quiere puede quedarse aquí para que se vaya familiarizando con las cosas y con los perros y para que Ángela la ponga al tanto de todo, le dije bueno y entonces se fue a su oficina, yo me quede ahí y entonces Ángela, me dice el doctor es muy bueno, el me ayudo a terminar mis estudios y ahora me ayudo para entrar a la universidad, luego ya me indico en detalle todo lo que tenía que hacer, claro está, que los perros no se me acercaban tal vez porque no me conocían, entonces Ángela me dice yo mañana viajo en horas de la noche, ya tengo todo listo, me dijo que sea bien puntual en mi horario porque eso le gustaba al doctor y usar el uniforme que se utiliza, que era un vestido entero con botones al frente más bien corto, de color azul oscuro y medias tobilleras y baletas, me pidió la talla y numero de calzado y llamo a la oficina, al rato llegaron con ellos, me los medí me quedo bien y bueno ya a eso de las cinco de la tarde me despedí y me fui a la casa, ya en horas de la noche le conté a mi papá lo que me tocaba hacer y le dije de los perros, que no eran muy amigables conmigo, el me dijo ha de ser por lo que eres nueva.

Bueno para resumir, le diré que comencé a trabajar al día siguiente ya me toco sola prácticamente, los perros seguían con su particular comportamiento, no me atacaban pero tampoco eran amigables conmigo y así transcurrió más de un mes, un día estaba en la pieza asignada para descansar, cuando en esas llego Bruno y se asomó en la puerta, lo llame para tratar de hacérmelo amigo, pero no quiso entrar, solo me miro y después se marchó, por lo general ellos se mantenían jugando en un patio trasero inmenso que había, la mita en cemento y la otra parte en grama y sembrado con unos árboles, yo les daba el alimento y los hacia jugar con unas pelotas, Bruno era el más ágil, Lucas por la edad era más calmado, se dejaban acariciar, pero era como que no me había ganado su confianza, bueno así transcurrió como dos meses más, todo era una rutina diaria, el trabajo era suave, pero un día estando en mi pieza, llego Bruno como siempre lo hacía, entonces lo llame y entro y se me acerco, le acaricie la cabeza y entonces como estaba recostada mirando televisión, me respondió dando una lamida en la cara y moviendo su cola, yo me alegre porque era la primera vez que actuaba así, bueno el caso es que los días que siguieron, fue como que me fui ganando su confianza, ya jugaba conmigo yo lo correteaba a él y viceversa, se paraba en sus patas traseras y quedaba prácticamente de mi tamaño, era un poco tosco a veces pero por lo menos ya me había ganado su confianza, un día, llego y entro a mi pieza como ya era su costumbre yo recostada mirando televisión en esas después de lamerme la cara, me lamio mis piernas en la parte de los muslos, no le dije nada, pero si me hizo erizar mi piel, fue una sensación muy especial el sentir esa lengua áspera en mi piel, y se salió, al rato regreso y otra vez me lamio las piernas e incluso lo hizo un poco más arriba prácticamente metiendo su hocico debajo del vestido, sentí cosquillas, pero estaba desconcertada por ese comportamiento y lo repitió como en tres ocasiones, no sabía qué hacer, y el por qué lo hacía, en mi casa nunca hemos tenido perros, entonces me puse a investigar en internet y me encontré con muchas cosas y entre ellas la palabra zoofilia de la que nunca había escuchado nada y vaya sorpresa que me lleve, eso me parecía asqueroso, aberrante no cabía en mi cabeza, incluso mire una imágenes y unos clip cortos que de verdad no lo podía creer, el caso es que leí un artículo en donde se decía que un perro puede sentir atraído por una mujer cuando está ovulando o cuando esta con su periodo menstrual, para mí era raro, pues ya habían pasado seis meses y había tenido mis periodos menstruales pero nunca había pasado algo así

No miento cuando digo que sus lamidas me gustaban y me hacían sentir escalofríos en mi cuerpo, yo tengo novio pero fuera de besos y arrimadas no había pasado nada más porque yo no he querido, ya que una vez casi lo hago con un novio anterior que después salió a hablar de mí, por eso me cuido mucho y tome la decisión de hacer el amor cuando este bien segura y con la persona adecuada, bueno el caso es que desde ese día que hice la investigación las imágenes y los videos, daban muchas vueltas en mi cabeza e incluso tenía sueños o pesadillas eróticas con Bruno, el caso es que Bruno comenzó a tomarse más confianza y muchas veces cuando estaba haciendo mis labores llegaba y metía su hocico debajo del vestido y me lamia las piernas y olfateaba mis partes íntimas con insistencia e incluso se paraba en sus patas y me abrazaba bien duro, muchas veces esos juego me gustaba, pero otras veces me asustaba por su insistencia, llego un día en que entro a la pieza cuando recién había llegado a trabajar, menos mal que el doctor Juan se había marchado a la oficina y yo me estaba quitando mi ropa para ponerme el uniforme, se acercó y me lamio las piernas incluso me lamio mis partes íntimas por encima de mi tanga, yo lo retire y lo regañe, pero la verdad es que me gusto y me erizo toda mi piel, ese día estaba perturbada, pensaba mucho en lo que había ocurrido y por qué Bruno me asediaba tanto, el caso es que cuando termine de mis labores matutinas, me recosté a mirar televisión y al momentico llego Bruno y nuevamente me comenzó a lamer las piernas y metió su hocico debajo de la falda, pero no lo retire y comenzó a lamerme por encima de la tanga hasta que me puso a mil, comencé a disfrutar de esas lamidas, por lo que hice a un lado mi tanga para disfrutarlo mas, hasta que me saco un gran orgasmo

Sentía como mis fluidos corrían y a Bruno era como que le encantaban, entonces hice algo que nunca debí haber hecho, me quite la tanga y me le abrí de piernas y el comenzó a lamerme incluso sentía que me metía la lengua en mi vagina hasta que me saco otro gran orgasmo que prácticamente quede tiritando, en esas el subió sus patas delanteras a la cama y trataba de arrastrarme con una de ellas, eso me asusto y di por terminada la situación, pero ese resto de día y en la noche no dejaba de pensar en lo que había pasado y hasta donde era capaz de llegar, al otro día cuando llegue, el doctor estaba esperándome, yo me asuste, pero me dijo la estaba esperando es que voy a hacer un viaje y no voy a estar en la ciudad, será que se puede quedar todo el día en la casa, yo he de llegar en la noche y en la tarde le aviso a qué horas e de llegar, le dije bueno, me dijo que pidiera el almuerzo, me dio el teléfono del restaurante donde el come y que ya había hablado y se fue, yo entre y cuando me estaba desvistiendo, llego Bruno y comenzó con su acoso a lamerme, yo o regañe porque me daba miedo que vaya a regresar el doctor, el caso que pasada una hora y estando yo haciendo el aseo, llego Bruno por detrás y me metió su hocico y comenzó a lamerme, lo deje, la verdad estaba excitada y deseaba esa lengua, incluso me quite la tanga y comencé a andar así y eso lo tenía loco a Bruno quien me lamia y se paraba y me abrazaba, fui a mi pieza y me quite el vestido y deje que me lamiera toda hasta que me saco un gran orgasmo, de verdad lo disfrutaba, pues antes de conocer a Bruno no había tenido esas sensaciones y en una de esas como hipnotizada, me agache un poco pero era para disfrutar más de sus lamidas y en esas lo siento que se me sube por la espalda y me abraza fuerte y comienza a moverse como queriendo copular, me echaba unos chorritos, no sabía que eran pero estaba emocionado, claro está que estaba lejos su pene de mi vagina, yo lo deseaba con mucha ganas, pero me daba miedo, hasta que me le agache un poquito más y en esas siento un pene duro y delgadito que me chuzaba por todo lado, eso me excito mas pero me asustaba, hasta que me apoye en la cama y me le baje un poco más pues quería sentirlo, en esas me atina en la vagina que me hizo brincar y gritar porque me dolió, pero eso fue como que lo emociono, me agarro más duro y me lo metió de una y comenzó a moverse como un loco y comienzo a sentir como ese pene delgadito se transforma en grueso y bien grande que me estaba causando dolor y comienzo a sentir algo que crecía mas en mi vagina que me dolía mucho que me hizo llorar por que no lo aguantaba, en esas se queda quieto y comienza a eyacular dentro de mi en cantidades, yo por el peso de el me arrodille y vaya error, pues estaba pegada a él y cuando me arrodille me dolió mucho, pensé que se iba a salir pero no fue así y estuve por espacio de una media hora sintiendo sus eyaculadas dentro de mi, hasta que el pene se le comenzó a deshinchar y en una de esas jalo hacia atrás y se despegó, pero me dolió y comenzó a salirme semen con sangre, yo era consciente de lo que había pasado y lo mucho que había guardado con recelo, Bruno lo había disfrutado, a pesar del dolor fue una gran experiencia que me gusto, Bruno me lamio toda como limpiando el desastre hecho y eso fue agradable, pero la sensación de abierta me duro varios días, incluso tenía que sentarme de lado para que no me doliera, y Bruno después de esto se calmó, dejo de acosarme yo en cambio tuve que investigar si había quedado embarazada de él, y una vez disipado mis dudas quede tranquila y planeando como volverlo a hacer, PUES LO QUE UN DÍA ME PARECÍA ASQUEROSO Y ABERRANTE LO HE DISFRUTADO MUCHO.
Otro día les cuento lo que paso.