CONOCIENDO LA ZOOFILIA 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de mi primera experiencia con Bruno y aquella sensación con la que quede que me duro casi quince días, el solo pensarlo me excitaba mucho, pero Bruno era totalmente indiferente conmigo, incluso un día volví a repetir el andar sin tanga haciendo mis labores y Bruno no se inmuto para nada, eso me tenía desconcertada y entre mis locas ideas pensé, este es igualito a los hombres que después que tienen lo que querían, se echan al pierdo, trate de seducir a Lukas, pero con el perdí el año, no me hizo absolutamente caso.
Bueno en resumidas cuenta paso casi dos meses, yo jugaba con Bruno pero no me hacía caso en lo sexual, un día leyendo unos relatos de zoofilia, ya que desde que hice el amor con Bruno y en la página que aquella vez mire, habían relatos y entonces me he vuelto una gran lectora de ellos, y en uno de ellos, titulado Desvirgada por mi perro, daba una explicaciones de como seducir a un perro por lo que me propuse poner en práctica, lo que ahí había leído.
Ese día no hice nada, pero en la mañana siguiente apenas llegue y después de cambiarme de ropa, hice todas mis labores rápido y bien hechas para tener tiempo y poner en práctica lo leído, me quite la tanga y después de masturbarme un rato, introduje mis dedos a mi vagina, y una vez bien untados de mis fluidos, fui en busca de Bruno y le pase la mano por su hocico, el lamió y obtuve su atención, entonces comencé a correr y el a seguirme y cuando me alcanza, insistía en lamer mi mano, como tenía ya su atención, me dirigí a mi alcoba y me recosté, pero el seguía olfateando y lamiendo mi mano, por lo que poco a poco la fui bajando hasta llegar a mi vagina y ahí ya se concentró en ella y comenzó a darme unos lengüetazos que al momentico me sacaron un gran orgasmo y me di cuenta que se interesó más en mis fluidos, entonces aproveche para incorporarme y salir corriendo de mi pieza y el comenzó a seguirme y cuando me alcanzaba, se paraba en sus patas traseras y me abrazaba y me lamia la cara, el cuello, ya había conseguido tener su atención y apenas se bajaba, metía su hocico bajo el uniforme y comenzaba a lamerme y cuando lo hacía, le comencé a decir mi Brutus , ya que era un consejo que había en el relato leído, decía que uno debe decirles una palabra, que eso servía para irlos adiestrando y que cuando ellos la escucharan asimilaba la situación pero que no debía ser muy común, y así comencé, me le quitaba y cuando se me acercaba a lamerme, le acariciaba y le decía mi Brutus, bueno el caso fue que ese día me saco como tres orgasmos lamiéndome pero no hice nada, quería irlo educando para no tener sorpresas desagradables delante del doctor.
Así paso como una semana y Bruno ya había aprendido que cuando le decía Brutus, me dejaba lamer y él se emocionaba todo, porque si no le decía la palabra, no me hacía ni caso, no pensé que fuera tan inteligente y que fuera aprender tan rápido.
Pero ahora tenía un problema, el cual era contar con bastante tiempo para volver a hacer el amor con Bruno, pues ya sabía todo lo que uno se demora, pero pasaron diez días, hasta que el doctor, me dijo que se iba para la ciudad capital y que estaría por allá cinco días, por lo que me dijo si no había problema y si era posible quedarme esos días, de día y de noche en la casa, le dije voy a preguntarle a mi papá y le digo, y eso hice, le pregunte a mi papá y el me dijo yo no tengo problema, y usted, le dije no señor, entonces mi papá hablo con el doctor para quedarme esos cinco días, las cosas se me habían dado como en bandeja de plata, el doctor Juan me dijo mañana me voy en el vuelo de la mañana, en el restaurante ya esta todo concretado para que le traigan el almuerzo y la cena, además me dejo un dinero si se presentaba algún imprevisto y cualquier cosa llamara a la Secretaria de él a la oficina, esa noche pasaron miles de pensamientos en mi cabeza y estaba toda ansiosa ya al otro día como de costumbre me levante y me fui a mi trabajo, llegue y pase a mi cuarto a cambiarme de ropa y ponerme el uniforme, revise la casa para cerciorarme de que no hubiera nadie, una vez hecho asegure las puertas de la entrada y me puse a hacer mis labores, una vez termine, dí rienda suelta a mis ideas, lo primero que hice fue quitarme la tanga, Salí al patio a jugar un rato con Bruno y Lukas que por su edad es mas calmado
Bueno el caso fue que pude conseguir la atención de Bruno y comenzamos a jugar, yo corría, el me alcanzaba y se me abalanzaba, claro es un poco tosco pero soportable, después lo lleve a mi cuarto y ahí comencé a acariciarlo y a decirle mi Brutus y de una reaccionó y comenzó a tratar de meterme su hocico debajo de la falda y yo a no dejarlo para hacer la situación mas interesante, luego lo deje que me lama, hasta que me saco un gran orgasmo, por lo que decidí pagarle esos favores, me desvestí totalmente y me le arrodille poniéndome en la posición de cuatro o perrita, el comenzó a lamerme y dar vueltas al mi alrededor, en una de esas se me subió por la espalda y se aferró duro a mi cintura, claro que me lastimo los costados con las uñas y comenzó con sus movimientos, me echaba chorritos en mi espalada y de pronto comencé a sentir su pene puyar en mis nalgas, yo le alce un poquito y cuando me le acomode, de una acertó en mi vagina y me metió su pene de una sola estocada que me hizo gritar, y comenzó con sus movimientos rápidos y comencé a sentir su verga engrosarse junto con su bola dentro de mi vagina y sentir los chorros de semen calientes dentro de mí, en una de esas se quedó quieto y sentía el palpitar de su pene y de cómo esa bola se agrandaba más y más que dolía pero era un dolor soportable y agradable hasta que dejo de crecer y se bajó por el lado derecho mío y paso su pata trasera por encima de mi espalda y hemos quedado pegados
Cuando Bruno ejercía presión jalándome, eyaculaba en cantidades y lograba arrastrarme por lo que me tocaba caminar en reversa, la situación era genial y me gustaba, dolía un poquito pero era soportable, el sentir el palpitar de la verdad me excitaba en cantidades, por lo que me acaricie mi clítoris y rápido pude sacarme varios orgasmo, pero lo que yo mas quería era disfrutar el estar pegada y que Bruno me jalara, otras veces yo ajustaba bien duro mi vagina y lo jalaba a él, estuvimos así exactamente por espacio de veintiséis minutos, hasta que se le fue deshinchando la verga y después de un jalón suave salió, junto con la cantidad de fluidos tanto de Bruno como míos, ese día lo volvimos hacer en horas de la tarde y en la noche lo hice de frente en donde también me quede pegada, pero fue bonito porque lo tenía de frente y lo podía acariciar y el me lamia la cara y mis senos, estos cinco días fueron los más maravillosos que he pasado y no les miento, me he vuelto adicta al sexo con Bruno, el sentir esa gran vergota dentro de mi que me llena total, sentir sus eyaculaciones en cantidades y ese palpitar cuando estamos abotonados es lo máximo, lo hicimos todos los días y hubo un día que lo hicimos cuatro veces y todas las veces abotonada a Bruno
Nunca pensé que tuviera tanto aguante un perro, pero ha sido demasiado lindo, ahora que ya esta el doctor, las cosas han cambiado y solo hemos tenido lamidas nada más, pues me da temor hacerlo y de pronto ser encontrada así, ojala nuevamente se den las cosas, Lukas se enfermó le dio una neumonía y no lo pudieron salvar, estuvimos todos muy tristes, lo bueno es que dicen en la oficina que le van a regalar otro perro al doctor, ojala sea grande bien activo, si esto se da, ya les he de contar lo que suceda, por ahora le mando un beso a todos y decirles que soy muy feliz con Bruno.
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