De como me inicie en la zoofilia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Para comenzar les puedo decir que si parezco mas pequeña de lo que soy, en realidad mido 1.70 así que no soy tan pequeña sin embargo tampoco soy tan alta.
Desde niña siempre he sido delgada pero con cuerpo algo aceptable, piel blanca y ojos algo grandes o bueno eso es lo que me han dicho y de todo corazón se los agradezco jajaja.
Nací en la ciudad de Alvarado Veracruz en el 98 y todo transcurrían te forma normal me tocaron con buenos principios Aunque de manera muy liberal pues no está mal que los niños vayan aprendiendo todo de forma correcta para que crezcan sin prejuicios y así fue como me criaron a mí.
Durante la adolescencia asistía a la secundaria y como cualquiera tuve mis momentos de poder "encontrarme a mí misma", por así decirlo cuando el cuerpo te comienza a cambiar y empieza a sentir cosas nuevas pues me entenderán que me entraron ganas de tocarme mis compañeras también se tocaban al igual que yo y siempre me gustaba ver pornografía, aunque nunca me atreví a tener relaciones a corta edad podría decir que era muy precoz o pero todo normal.
Entre amigas teníamos ciertos secretos y también hablamos acerca de quiénes tenían novio o si ya habían tenido relaciones, (algunas ya) creo que del círculo de mis amigas yo era la única que no tenía novio ni había tenido relaciones y no porque no me gusta la o por que no fuera bonita si no porque desde siempre he sido algo exigente con mis gustos.
Y pues un día me enseñaron un video de una chica que tenía sexo con un perro y la forma en que lo disfrutaba se veía demasiado explícito y para mí fue algo que me marcó.
Y si debo admitir que al principio me dio algo de asco o no lo sé pero no me pareció buena idea pero algo dentro de mí sería volver a ver algo así así que ese mismo día al llegar a mi casa me encerré en mi cuarto y me puse a ver vídeos de mujeres siendo montadas por perros al comenzar a ver vídeos de ese tipo empece a explorar muchas cosas.
Me informé entonces comprendí que no era tan perturbador como yo creía al contrario de eso me comenzó a gustar mucho.
Me llamaba más la atención ver esa clase de vídeos que vídeos normales de mujeres con hombres.
De esta manera comencé a fantasear con ser penetrada alguna vez por un perro, aunque a esa edad no teníamos perro porque no podíamos tenerlos en la casa.
Así que solamente fantaseaba.
Así transcurrió ese periodo de la secundaria desde que descubrí el mundo de la zoofilia parcialmente podríamos decirlo pero más tarde se me quitaron esas expectativas que tenía pues comencé a tener otra clase de experiencias en la prepa, tuve mi primer novio, una relación muy duradera que me traía muy buenas recompensas, por decirlo así o experiencias, pues a mi parecer había encontrado a la persona ideal.
Y bueno todo transcurría bien durante mis años en la prepa y no fue sino hasta el tercer grado cuando más o menos tendría como unos 16 años cuando mi papá se encontró a un cachorrito de labrador en la carretera y decidió traerlo a la casa para salvarle la vida y cuidarlo a nosotros y claro que nos fascino a toda la familia a mi hermano y a mí.
Y a pesar de tener tantas fantasías zoofilicas jamás se me cruzó por la mente en ese momento de hacer algo con él.
A mi hermanito de 9 años y a mí nos encantaba cuidarlo y creo que por el toque femenino se encariñó mucho conmigo especialmente.
Yo lo llamé Kevin al cachorro de raza Labrador que teníamos como mascota al transcurrir algunos días comencé con la fantasía nuevamente de ser montada por primera vez así que desde cachorro lo empecé a entrenar en el tema.
Me informaba en internet cómo hacerlo, que necesitaba y a qué edad podían tener sexo los perros ya desde cachorro me gustaba masturbarlo y hacer que se volviera loco conmigo mientras me masturbaba enfrente de él por lo que se acostumbro a lamer la vagina de su ama.
No tenía bien claro a qué tamaño estaría listo para poder hacerme suya y con ansias esperaba el momento.
Mientras tanto sólo podía conformarme con que me lamiera y pues como no sabía su edad específicamente después de estar con nosotros unos escasos 5 meses al fin él se atrevió a dar el primer paso.
La historia es esta:
aquel día después de llegar de la escuela y como no había nadie en mi casa entre diré mi mochila al piso y enseguida él fue a recibirme hasta la puerta muy inocentemente pero yo le tenía una sorpresa preparada.
Así que me lo llevé a la sala de la casa y me quité el boxer qué traía bajo la falda mientras me sentaba en el sofá le enseñaba a al perro como me habría los labios de mi vagina fue impacientemente corriendo y comenzó a lamer me como loco, me fascinaba siempre y así con su lengua me hizo "sentirme feliz por un momento" Jeje cuando ya me sentí satisfecha decidí levantarme e ir por algo de beber a la cocina pero al querer ponerme de pie se me abalanzó sobre mi espalda y por poco me derriba, no me había dado cuenta que traía su miembro fuera de su funda y gotea va sobre la alfombra.
Con todo lo que antes habíamos hecho ya juntos el instintivamente trataba de reclamarme como suya.
Sin embargo teniéndolo a total disposición ya no me atreví a hacer algo más con él porque mi madre podría llegar en cualquier momento y pues no quería pasar un mal rato pero es impaciencia de mí can me puso muy mojada de nuevo y quería tenerlo adentro a intentarlo por fin para saber qué es lo que se siente.
Después de todo ya había esperado mucho para esto y al ser mi primera vez decidí planear algo especial.
Sin embargo no me di el tiempo suficiente para planear alguna cosa especial así que todo sucedió de manera espontánea.
Al siguiente día al volver de la escuela, cómo había bastante calor en aquellos meses de abril estaba algo sudada y acalorada.
El punto es que al abrir la puerta llegó corriendo en seguida kevin a mí encuentro y lo noté muy impaciente en ese momento él sabía lo que quería y yo también entendí su impaciencia y ya siendo un perro de tamaño adulto (aunque joven) tenía gran tamaño y con sus fuertes patas se me monto en la espalda y trataba de tirarme al suelo reclamándome como suya nuevamente, así que no me quedó de otra más que tirarme al suelo y ponerme en cuatro para ver qué es lo que hacía conmigo teniéndome así.
Mis sospechas eran ciertas, se me monto, me sujeto muy fuerte del estómago y trató de penetrarme con su pene pero no pudo porque aún traía ropa interior.
Sentir como su pene chocaba con mis nalguitas me puso a mil! Así que como pude me saqué el cachetero qué traía y me subí un poco la falda para que me penetrara; los movimientos eran muy fuertes aunque torpes pero trataba con todas sus fuerzas penetrarme no lograba meterse en ninguno de mis orificios, entonces decidí ayudarlo con mi mano y antes de que pudiera llegar a tocárselo me la clavó muy rápido en mi ano lo cual me causó mucho pero mucho dolor y no pude contener un grito tan desgarrador que si algún vecino lo escuchó habrá pensado que trataban de asesinarme.
(y quizás tendría razón Jaja.
) Y bueno ya teniéndolo adentro traté de sacárselo pero ya no me fue posible.
Me la empujaba más y más adentro por lo que me fue imposible retirármelo de mi espalda y cuando trate sentí algo tan enorme que ni siquiera podria explicar cómo se siente tenerlo ahí dentro.
Tan caliente, duro y húmedo ¡cómo explicar esa sensación del palpitar de su pene dentro de mí! Y aunque sentía mucho dolor estaba demasiado excitada como para evitar masturbarme mientras lo tenía totalmente clavado dentro de mí.
No tardó mucho más de algunos escasos 2 minutos para dejar de bombear y tratar de darme la espalda aún teniéndome totalmente sometida abajo de él.
Yo quería que no se moviera por que me doliera un chingo! pero era imposible! Me fue imposible evitar que se diera la vuelta y me sometiera aún más.
Sabía lo que podría pasar si lo hacía, así fue entonces cómo terminamos culo con culo.
Yo totalmente acalorada y hasta con mucho sudor en todo el cuerpo y el cesando como loco.
Mientras estuvimos abotonados puse en la cara sobre el piso totalmente sometida y adolorida.
Me sentía muy contenta de al fin haber logrado que me hiciera suya y de haber sido su primera hembra, desde ese momento yo sería la única hembra propiedad de él.
Y bueno parecía que el tiempo corría muy muy lento, estuvimos abotonados cerca de 10 minutos y mientras transcurría el rato yo le decía palabras como "bien hecho mi niño mi niño" "ya soy tuya" "te amo mi vida" "de ahora en adelante seré sólo para ti" "podrás hacerme todo lo que quieras".
Y no es broma lo que les voy a decir a continuacion.
podía sentir su miembro casi cerca del ombligo en la posición en que me encontraba y pues no podía despegarme de el todavía aún después de haber transcurrido esos 10 minutos, podrián creer que es algo extremo que haya aguantado tanto tiempo con él dentro de mi ano pero es que ya tenía experiencias de sexo anal pues era muy precoz a y al tener novio le pedía que me la metiera por atrás de vez en cuando, así que eso no era nada raro para mí excepto que ahora lo estaba haciendo con un perro y la verdad es que lo disfrutaba aún más que con una persona.
Volviendo al tema principal, no podía yo estar más contenta de lo que había hecho con mi amante de 4 patas y sé que él estaba totalmente complacido conmigo, sabía que le había servido muy bien como amante y mientras pensaba todo esto no vi como de repente llegó mi madre con mi hermano menor que en aquel momento tendría 10 años pero como de costumbre el entro corriendo primero en la casa mientras mi mamá sacaba sus cosas del coche y al entrar el pobre niño se puso pálido al verme pegada al perro de esa forma y no supe qué decirle sólo le dije "No dejes que mamá pasé a la estancia por favor" y salió corriendo enseguida para fuera nuevamente.
Yo me moría de vergüenza al ser descubierta en la primera vez que lo hacía por mi pequeño hermano el cual siempre me había tenido gran estima y quizás lo habría marcado de por vida.
Así que como pude trate de despegarme pero no pude, fue inútil por más que lo intente para que así antes de que entrase mi mamá no pudiera verme o quizás mi hermano ya se lo había dicho, no sé, mi mente estaba totalmente hecha bolas en ese momento y no sabía ni siquiera que pensar no sabía que hacer sólo quería que la tierra me tragara.
Con tanto esfuerzo logré zafarme por fin del y así ya estando sueltas no hubo momento ni siquiera de limpiarme un poco sólo salí corriendo a mi habitación llevando casi a rastras a mí querido amante.
Nos ajustamos un buen rato mi habitación Y aproveché para limpiarme bien y al salir me di cuenta que mi hermano había guardado el secreto perfectamente y mi mamá no se había enterado de nada sólo que le sorprendió encontrar mi ropa interior tirada casi por la entrada Jajaja.
Ya más tarde trata de inventarle algunas cosas a mi hermano ahora convertido en cómplice y él lo entendió muy bien pues éramos muy unidos así que lo entendió no sin cuestionarme muchas veces pero yo le dije que es normal y que algún día quizá lo entendería pero al ser un niño bastó con prometerle hacer algo con él para que se calmara.
Y bueno creo que eso fue todo de cómo pasó mi primera experiencia sexual zoofilica la cual la seguía llevando a cabo pero ahora con más precaución.
Con el tiempo he experimentando toda clase de cosas con mi amigo de cuatro patas al cual le tomé mucho cariño por todo lo que hacía por mí y por el vínculo que sosteníamos.
Todo esto pasó cuando yo tenía 17 años y aún estudiaba la preparatoria puede que después escribo algunas de mis vastas experiencias como chica zoofilica.
Ahora tengo 20 años y vivo en un departamento con un nuevo amante canino pues el primero tuvo que irse, pero le agradezco todo lo que hizo por mi.
Por la vida que llevo, la paso muy bien ya que puedo tener relaciones con el cuaando yo quiera ahora que vivo sola.
Increíble tu historia
Tu hermanito es muy leal
Que buen relato