Deseos Incontenibles (con perro callejero)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por zookarina.
La curiosidad quizás jugo un papel muy importante, puesto que un correo extraño apareció en mi bandeja de entrada el cual tenia varias direcciones de videos y la mayoría eran de zoofilia.
Zoofilia, dijo ella, con curiosidad de saber que era eso, y al ver el primer video se sorprendió mucho por lo que veía y aunque indignada al comienzo la curiosidad hiso que viera uno, otro y otro de los videos que las direcciones estaban anotadas y cada vez el asombro y la indignación se fue convirtiendo en curiosidad y porque no en algo de excitación.
No paso mas de media hora, que Jessica, así se llamaba ella se observo mas de 30 videos y todos del mismo tema, esto quizás fue cambiando muy dentro de ella los aspectos censura que muchísimo tiempo ella tenia con respecto a lo prohibido.

Después de indagar mas, quedo como hipnotizada sobre el tema y no podía dejar de imaginar todos los videos que vio, así ella apago su computador y se fue a dormir.
Pero dormir no pudo, puesto que no salía de su mente la idea de sexo con animales, así que poco a poco fue calentándose e inquietándose, al punto que desear tener la experiencia propia de saciar ese deseo sexual.
Era difícil conciliar el sueño, ya que se acostó a las 12:00 y eran casi las 3:00 y cerrar los ojos no pudo, más la calentura subía y subía cada vez más.
Su vagina estaba muy mojada y sus dedos también pues desde hace un par de horas sus deditos no dejaron de moverse dentro de ya jugosa y mojada vagina.
3:15 de la madrugada, sin más y con un acto casi loco ella se levanto de su cama y se fue a la ventana y se quedo viendo si algún perro pasaba por ahí, esto quizás para masturbarse un poco mas pero con la visión de un perro.

Su espera no tardo mucho, puesto que ella vivía en la zona alejada de la ciudad y casi por aquel lugar, muchos criaban perros, y de los cuales habían muchos callejeros.
Y observo cuando uno pasaba olfateando un basural que al frente había, tal desperdicio fue dejado por la vecina del frente de su casa.
Aquel perro, hambriento de detuvo y con tal inteligencia fue desasiendo aquel basural sacando poco a poco restos de comida que ahí había. Esto sirvió para que ella se masturbara viendo aquel animal.

Metiendo su dedo en su vagina dada vez mas frenéticamente y al mismo tiempo mordiéndose los labios como deseando ser poseída por aquel animal.
Y no fue mucho de esperar, ya que cada vez su corazón latía mas y mas, y su mente era dominada por el calor de su cuerpo y su vagina cada vez pedía probar el pene de aquel perro; y aunque no conocía que sensación podría causarle, o que daño podría ocurrirle… solo con la mente emborrachada de deseo bajo hacia la puerta principal de su casa y abriendo observo de mar cerca aquel perro.

Ella lo llamo en voz baja y aunque el perro no le hiso caso, quizás por la distancia y lo ocupado que estaba, que ella le lanzo una piedra para hacerse notar y no contando que aquel perro pensara que lo estaba botando se fue sigilosamente; dejando a ella desilusionada.
Pero esto no quería que se quedara así, ella se fue tras el y aunque el se alejaba mas ella no quería dejar la oportunidad pasar.

Lo siguió 3 cuadras hasta que aquel perro se metió a un canchón abandonado, ella sigilosamente también entro tratando de lo mas cuidadosamente posible de no asustar mas al perro; su objetivo era ganar su confianza lo mas que pudiera, así que hablándole bajito lo llamaba y aunque este perro parecía no entender nada, poco a poco logro acercarse a unos 3 metros de distancia.
Eran casi ya las 4:00 de la madrugada y el frio era terrible, pero a ella parecía no importarle y mas cuando solo tenia puesto un sacón y debajo solo su ropa interior.
Ella no podía dejar pasar mas el tiempo, no quería dejar que las horas pasaran mas y que la mañana malograra aquel momento, y es así que sin duda alguna de lo malo que pudiera estar haciendo es que se quito el sancon y quedando solo en ropa interior se acerco aquel animal que por el momento estaba echado en una esquina de aquel canchon.
Ella se acercaba y poco a poco se fue inclinando hasta tomar la postura de perrito. Así ella se quito la bragas ya mojadas de los jugos vaginales y echándoselas aquel perro hiso que aquel animal le diera poco a poco mas su confianza. Quizás por el fuerte olor de mujer en celo.

Al llegar a 10 cm. Del perro y logrando que el le aceptara, dirigió su mano a su pene, y frotando suavente hiso entender aquel animal lo que ella pretendía, asi que el se levanto y viendo ella en posición comenzó a girar sobre ella un rato.
Era mágico para ella, pues había logrado llamar la atención y que el la viera como una perra en celo. Solo esperaba que de una vez la montara.
El la miro un rato, estudiando quizás la reacción de ella, asi se paso unos minutos hasta que de un momento a otro decidió embestirla y subiendo sus patas en la cintura de Jessica logro ponerse en posición coito.

Eran casi las 4:30 de la madrugada, y los intentos fallidos del perro en penetrarla hacia cada vez que ella se exitara mas y mas, al punto que todo esos minutos para ella eran exelentes, pero mas fue cuando el logro penetrarla y sujetándola con fuerza metió todo su pene, era brutal como el la cogía a ella, pero a ella no parecía importarle, puesto que en ese momento se sentía mas perra que nunca.
El la penetro, una, dos, tres….. mil veces le pareció a ella, hasta que de un estuque le metió toda su bola y todo su semen, quedándose quieto y ella quieta, disfrutando aquel fría noche de ardiente placer y sexo

Asi se quedo ella, sometida a el, dejando que todo pasara con relativa calma, que sacara su pene cuando quisiera, mientras ella disfrutaba estar llena de el.
Depuse de 10 minutos, el la soltó, dejando libre de el a ella, ella se paro lo acaricio y caminando como pudo, sin fuerzas en los pies, por soportar tal peso , y temblando de placer fue así casa.
Y aunque al dirigirse, vio personas ya yendo a sus trabajos no le importo, era el momento mágico y el chorro de semen que discurría por sus piernas era el trofeo de una gran faena que estaba segura que volvería a ocurrir.