Desvirgada por mi perro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Danilo.
La zoofilia la inicie desde muy joven, apenas hube entrado en la pubertad. Despues de mi primera menstruacion a los once años, mi deseo sexual comenzo a brotar como agua de manantial.
Me llamo Karen y hoy tengo veinticinco años. Soy soltera, sin pareja y vivo en un apartamento con mi fiel mascota: un perro pastor aleman de nombre Belfort. Tiene cinco años y desde que alcanzo la madurez casi todas las noches me llena de placer y mucha pija. Pero me interesa contarles como empece con esta actividad sexual llamada zoofilia.
Les contaba que cuando tenia once años me inicie como mujer. En casa de mis padres, vivia con ellos y mi hermano dos años mayor Julio. Un dia descubri entre las cosas de Julio, una revista pornografica, de esas que suelen tener a escondidas los adolescentes de esa edad. Me enloqueci viendo escenas que jamas me hubiera imaginado a esa edad. Bellas mujeres fornicando con hombres de grandes vergas e incluso en orgias enormes de varias personas en multiples penetraciones. Tome esa revista prestada y fui al baño. Mi manito se fue a mi conchita, con algun pendejito que estaba creciendo, y descubri la masturbacion frotando mi clitoris y labios vaginales. Incluso llegue a penetrar algun dedo, pero no alcance a romper mi himen.
A partir de ese dia me dedique, cuando podia, a hurtar prestada alguna revista de sexo que mi hermano escondia de nosotros en casa, y mis pajas se hicieron practicamente diarias. Un dia consegui una revista que era muy diferente a las demas. Esta se trataba de mujeres con animales. Pude observar boquiabierta como bellas hembras eran penetradas como perras por hermosos perros bien pijudos. Nunca imagine que las revistas de relajo llegaran a tanto. Toda la revista trataba de esa tematica, mujeres cogiendo con perros, burros, caballos, cerdos e incluso se metian serpientes en la concha y el culo.
Mi morbo se sobreexcito y las pajas con esa revista eran de puta madre. A partir de ese dia, empece a mirar distinto al perro que teniamos en la casa, Neron, un dalmata de dos años, que papa compro en la veterinaria de la ciudad. Cuando podia a escondidas, me acercaba a Neron, lo observada detenidamente, sobretodo su verga, y me parecia imposible como los perros tienen una pija como las que vi en las revistas y la de Neron, esta chiquita y en su forro natural.
La verdad que a mis once años, mi confusion sexual era total. Un dia mis papas llevaron a Julio mi hermano hasta una colonia de vacaciones, a varios kilometros donde viviamos. Mi mama me pregunto si queria ir, pero como hacia un calor impresionante, desisti de hacerlo y le pedi si podia quedarme en casa. La convenci que era casi una señorita y que podia quedarme sola en la casa. El viaje de mis padres demandaria unas seis horas ida y vuelta, asi que con el beneplacito de mis padres me quede en casa solita. Partieron a eso de las nueve de la mañana, y a esa hora me levante porque el calor ya se hacia sentir. Desayune como de costumbre, ordene mi dormitorio y me puse a ver television. Al rato me aburri, y como no tenia nada que hacer, me acorde de las revistas que mi hermano siempre escondia.
Fui a su habitacion, pero el muy ladino no me dejo ninguna: evidentemente se las llevo a la colonia de vacaciones. Con una bronca barbara, sali a hacer un mandado al supermercado a la vuelta de casa. Cuando iba pude ver atonita a un perro cogiendose a la perra de la vecina. El animalito la penetraba violentamente, y la perra que seguro estaba en celo se quedo quietita, mientras el macho le metia una tranca respetable en la concha de la perrita. No podia quedarme viendo como una tarada como los perros cogian, segui al supermercado y cuando regreso, me encuentro que los perros que antes estaban cogiendo, se quedaron pegados culo con culo.
La verdad no entendia nada y era la primera vez que veia algo asi. Mire un ratito, confundida, cuando sale la vecina con un balde a agua, puteando porque le cogieron la perra. ¡Perra puta de mierda!- grito mi vecina, al momento que volcaba violentamente agua sobre los animales, que forzaban por separase y lo que hacian era solo arrastarse uno al otro y llorisquear. ¿Que pasa doña Norma?- pregunte inocentemente. ¡Es que se me alboroto la "Canela" (era el nombre de la perra) y este cuzco callejero desgraciado me la va a preñar!. ¿Porque quedaron asi?- volvi a preguntar inocentemente. ¡Ah , eres muy chiquita para estas cosas!- me respondio la vecina, ¡pero esto se llama abotonamiento! – agrego inmediatamente. ¿Es para siempre?- nuevamente pregunte como niña inocente que era. ¡No mi hija, solo dura un rato! ¡Lo que pasa es que con el agua los despegare mas rapido!- me respondio Norma. ¡Ve a tu casa niña, que hace un calor muy alto para que te quedes mirando a estas bestias!- me sugirio imperativamente.
Regrese a casa, pero no de la misma forma que habia partido. Corri al baño, me desnude y empece a hacerme una paja de aquellas. En mis delirios de sexo y masturbacion, me imaginaba a los perros fornicando. Recorde la revista que habia visto hacia unos dias, y me imagine como podia ser yo la que estuviera siendo cogida como una perra. No dude un instante mas y fui a buscar a Neron. Lo meti en la sala, y la bestia me movia la cola. Lo acaricie, me agache y tome su peludo capullo con mis manitas. Podia notar la firmeza de su miembro, y las caricias que le propinaba lo ponian mas duro aun. Lo empece a pajear y este comenzo a hacer los movimientos del coito animal, al tiempo que asomaba paulatinamente su verga, roja, gruesa, nervuda y chorreando liquidos y orines.
Salio todo esa tranca de su forro, y acerque mi cara para oler esa pija, la primera que tocaba en mi vida. Su olor era fuerte, pero no desagradable, y un impulso me hizo estirar la lengua y probar los liquidos que manaba. Era de sabor salado, y prosegui con esa tarea, introduciendome la verga del perro en mi boquita. Empece a chuparle la pija a Neron, como lo habia visto en las revistas. Chupe y chupe esa verga, al tiempo que el perro me lamia la espalda con su lengua aspera. De pronto su tranca estaba enorme y pulsante y chorro de leche se metio profundo en mi garganta.
Estaba loca de sexo, era la niña perra mas caliente del mundo. Saborie todos esos jugos que la pija del perro manaban. Cuando lo deje de lamer y chupar, su polla media como quince centimetros de largo, gruesa como una salchicha, y al fondo contra su forro, una pelota de carne, del tamaño de una mandarina. Los jadeos del animal eran indescriptibles. Me tire en el suelo, desnudita, con mi concha de poquisimos vellos, mis tetitas en formacion como diminutos volcanes, a los cuales los masajeaba con mis manitas. Abri mis piernas, flexione mis rodillas y permiti que Neron me pasara la lengua por toda mi raja. ¡Ah, que placer!. Su lengua lamia mis jugos, los primeros que un macho me los sacaba (aunque fuera un perro), lamia y lamia y tuve un orgasmo tras otro. De pronto no resisti mas. Me puse en cuatro patas como la perra de la vecina. Neron lamia mi concha de detras, empuje contra el, tratando de colocarme entre sus patas delanteras. Se ve que entendio lo que yo queria y tambien era lo que el queria.
Me monto como lo hacen los perros. Sus patas delanteras se afirmaron a mi cintura, al tiempo que sentia como con su badajo, firme y asomando la punta del capullon trataba de ensartarme torpemente. No podia ponermela, no lograba que me penetrara, asi que flexione mi codo izquierdo, me apoye sobre el, al tiempo que con mi mano derecha, tome su verga y la apunte a mi concha. Cuando la puntita me calzo dentro lo solte y me apoye en mis cuatro extremidades. Ahi si que se me vino el mundo abajo. Me penetro tan violentamente, que fue imposible no gritar: ¡Ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyy!- grite llorando casi. La verdad que en ese instante me llego el arrepentimiento por lo que estaba haciendo. Me estaba entregando por primera vez al sexo con el perro de mi casa. Era la primer pija que entraba en mi virginal orificio. Neron me estaba haciendo mujer (o perra desde su punto de vista). El dolor era muy fuerte, pero poco a poco, ese dolor paso a ser placer, agradable placer sexual. Gozaba como una perra, sitiendo cada centimetro de la verga canina de Neron. Su tranca deslizandose en mi canal vaginal, al tiempo que mi concha estaba toda mojada.
Mis jugos y los jugos del perro se mezclaban como fluidos para lubricar la penetracion. Senti liquidos correr por dentro de mis muslos, agacho mi cabeza y me asusto: era sangre. Trate de safarme, pero era imposible, pues Neron me tenia bien sujeta. El animal no permitiria que su hembra se le escapase y aumento aun mas sus embates, tratando de meter toda su pija dentro de la virginal concha de su mujer-perra. Empujo y empujo, y senti que tenia toda la pija del perro dentro de mi conchita de niña. De pronto acelero a toda potencia sus movimientos coitales, golpeando sus caderas contra mi trasero, metiendose en lo profundo de mi ser. El perro alcanzo un orgasmo bestial, al momento que yo tambien acababa, empujando mi culo contra su miembro, queriendo que toda esa verga canina se quedara dentro de mi. Neron estaba acabando dentro mio, senti el esperma del perro, caliente, lechoso, metiendose en mi inmaculado utero. El perro jadeaba sobre mi espalda, goteando saliva en ella, llorisqueando de placer.
Yo rendida de tamaña cogida, con el perro encima mio, unidos por nuestros sexos. Neron trato de salir de mi pero no pudo: me habia metido la bola que se le forma en la pija en lo profundo de mi concha. Tiro y senti que me dolia. Palpe con mi mano que sucedia. Los labios de mi maltrecha y sanguinolienta vagina no permitia el paso de tremenda bola. Ahi recorde lo que habia visto con la perra de mi vecina: habia quedado abotonada con Neron. Este siguio unos minutos, con su verga incrustada en mi sexo,vertiendo despacito semen de perro, tratando de fertilizar a su perra, siguiendo sus instintos, tratando de perpetuar su especie en la primera hembra que se le ofreciera: su niña dueña. Al ratito, mientras jadeabamos de gozo, Neron se bajo de mi, y cruzando su pata trasera izquierda por sobre mis nalguitas, se quedo culo cono culo, unidos por su pija enorme, anclados por su bola y mis pequeños labios vaginales.
Podia sentir como su verga palpitaba en mi interior, vertiendo en cada pulsacion un chorro mas de su fertil semen. Ahi me encontraba yo, abotonada al perro de la casa, entregando mi virginidad a Neron. La confusion era maxima: una hembra humana, virgen, cogida y abotonada a su perro, entregandose al sexo en la forma mas primitiva y salvaje. Trate de colaborar para salir de esa situacion, tirando de Neron, queriendo que su descomunal bola traspasara mis labios vaginales. No se podia, estabamos bien enganchados. Pense que bueno seria que mi vecina nos echara un balde de agua encima, ayudando que nos desengancharamos. No habia remedio, habia que esperar que Neron culminara con su faena fertilizadora, que todo el semen de sus huevos se derramaran dentro de mi vagina. A los minutos pude sentir que su pija comenzaba a deshincharse paulatinamente, y su vertimiento de semen estaba terminando.
El perro, comenzo a tirar, queriendo sacar su verga del interior de mi conchita. Colabore tirando en forma opuesta, y una sensacion de vacio fue llegando a mi conducto vaginal. Su verga se estaba deslizando en mi interior, y su bola, no sin esfuerzo, pudo traspasar la trampa de mis labios. Un extraño ruido, como si fuera una sopapa, casi sordo, se escucho cuando toda su polla desocupo mi concha. Nos habiamos desenganchados. La pija de Neron lucia monstruosa, grande, nervuda, goteando fluidos, los de el y los mios, los de su hembra de turno, ensuciando de semen y sangre de mi virginidad el suelo de la sala. Yo me quede quietita, en cuatro patas, apoyando la cabeza contra el suelo, cerrando mis ojos, disfrutando de tal sesion de sexo, mi primer cogida, una cogida animal, la de Neron la de mi propio perro de la casa.
Neron se echo a mi lado, lamiendo su polla, acariciandola con su lengua. Me tire sobre el piso, desnuda, sin virginidad, habiendome entregado al perro, llena de semen perruno en mi entrañas. Me acaricie, masajie mis pequeños senos, y Neron agradeciendome lamia los restos de su corrida sobre mi concha. Me levante, saque a Neron fuera de la casa, y fui al baño a ducharme. Sali del baño, me acoste en mi cama a descansar de tal tamaño de pija. Me desperto la llegada de mis padres. Ya habian pasado seis horas desde que se habian ido. Mama me pregunto como me habia portado. Yo le dije que bien, pero nadie sabe, solamente ustedes ahora, que ese dia, Neron, el perro de la casa, habia desvirgado a la niña de la casa. Esta es la historia de mi inicio en la sexualidad y en la zoofilia.
Desde ese dia, cada vez que podia, me entregaba a largas y animales sesiones de sexo con Neron, mi perro bien pijudo y llenando de leche mi concha. Otro dia les contare mis aventuras sexuales, que son varias, como por ejemplo, cuando un perro doberman me rompio el culo, la vez que soñe que habia quedado preñada de mi perro, la orgia con una amiga embarazada y su perro policia, o cuando en una orgia con unos amigos, me cogieron cuatro tipos y culminaron conmigo encerrandome con cinco perros en celo, que me penetraron todos los orificios de mi ser.
Si quieren conocer esta y otras historias, me lo piden a mi direccion: allimite2002@yahoo.com
Autor: Danilo (allimite2002@yahoo.com)
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