Dido II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Bizarrot.
Habían pasado 2 meses ya del incidente yo me había negado a salir estos meses durante los fines de semana alegando cansancio, ella no había entendido porque.
Al final me convence de salir un viernes a la noche. Bien pintada y ataviada con un atrevido minivestido que simula los colores y franjas den tigre, volvimos a rondar los mismos locales de antes y para mi sorpresa nos cruzamos con los dos perpetradores de aquella vez. No supe si acudir a la policía o huir. Mi mujer solo los reconoció como los chicos pesados y bordes del Pub. Ellos se acercan con la intención de hablar, no escapan ni demuestran violencia y no parecen estar drogados.
Llegan a nosotros, se presentan como Luis 29 años y Miguel 33 años, con gran arrepentimiento y casi con lagrimas en los ojos nos piden disculpas y no quieren que los denunciemos que harían lo que sea para redimirse achacando lo sucedido a el abuso de drogas, mi mujer no entiende nada le cuentan parcialmente la verdad(omiten lo de mi golpe y del chucho), ella no les cree, hasta que le dicen donde tiene un lunar en la parte interior del glúteo y otro contra un pezón, también le preguntaron si no le dolía la cola y el coño. Ella me mira asustada yo asiento con la cabeza. Hace silencio no sabe qué hacer, furiosa de deshace en insultos. Pero ella es de gran corazón y el arrepentimiento de ellos es convincente, poco a poco se calma dentro de su cabeza las imágenes de ella siendo poseída por dos hombres se hacen más claras, eso la excita, trata de reprimir esos deseos, lujuriosos, bizarros. Nos invitan unos costosos tragos esto nos relaja a los cuatro. Media hora más tarde ya no hay rencores. Luis el más guapo según mi mujer ya baila en la pista con ella, música tropical cuerpo contra cuerpo, las manos del hombre recorren su cintura y aprovechando la oscuridad reinante pasan por debajo del mini vestido acariciándole las nalgas que una minúscula tanga blanca de encajes no puede cubrir.
Salimos los cuatro a otros bares, donde también mi mujer charla animadamente con Miguel. Ella está notoriamente cachonda, lo noto la conozco, la bebida y una fantasía conocida de ella lo provocan. Las manos de los chicos desaparecen bajo las mesa, ella se ruboriza, humedece sus labios y acomoda su pelo, parte de ella ir a casa a tomar algo los cuatro. Los acompañamos al estacionamiento donde entran ambos en un todoterreno, dentro hay un perro ya conocido para mí, se lo presenta a mi mujer como Dido, un Golden de 2 años, enorme ,amistoso perro, le encanta y piden permiso para llevarlo pues nunca salen sin él .Nos vamos, ellos ya saben la dirección.
Llegamos ponemos música suave, hacemos café, ellos llegan, entran, el perro se acuesta tranquilo sobre la alfombra. Mi esposa baila sensualmente para nosotros al lado del equipo de audio. En un momento dice -“Vuelvo en un ratito me voy a poner cómoda”- y sube a la habitación, minutos siguientes se escucha la ducha del baño en suite de la habitación. Mientras bebemos unos cafés bien cargados para espabilar, aparece ella en el descanso de la escalera, envuelta en una toalla con el cabello mojado, nos mira ríe y deja caer la toalla mostrándose íntegramente desnuda sin un bello, a nuestros invitados, luego dice-“¿No vienen? , desapareciendo dentro de la habitación. Ellos responden –“Si eso quiere vamos, no iremos a defraudarla”-Subimos…
Acostada en la cama, desnuda boca abajo, apoyando la cabeza sobre sus manos con sus antebrazos doblados y piernas flexionadas hacia atrás tocando con sus talones las nalgas, espera. En el suelo han quedado sus zapatos el minivestido y tanga blanco. Miguel me susurra al oído-“¿Tienes una videocámara?, esto va a estar bueno”-Le digo que ella normalmente no aceptaría ser filmada, Miguel me responde,-“Luego me la das”- Nos desnudamos los tres y ella se relame viendo tres pollas para ella solita. Uno de ellos saca una bolsita y esparce una líneas de polvo blanco en la mesa se luz, saca un billete hace un tubito, Luis y Miguel esnifan el polvo. Para mi sorpresa mi mujer dice-“Yo quiero, pero no podría aspirarla”- Miguel le responde -“La otra forma es inyectarla, pero es peligroso si nunca lo has hecho, pero Luis puede inyectarte es enfermero en el Saint Paul, ¿quieres probar?”-“SÍ”-responde ella. Yo trato inútilmente de convencerla de lo contrario explicándole el efecto adictivo de las drogas y su peligrosidad, dependencia, mientras Luis saca los implementos necesarios para la acción, una vez calentado y fundido el polvillo llena una jeringa de 1ml, saca del baño alcohol y algodón. Se dirige a la cama donde esta ella se le acerca por detrás y le dice-“Bien, estas lista, baja las piernas, relájate y ábrelas”-Ella abre los ojos y pregunta sorprendida-“¿Do…donde vas a inyec…me? Luis responde -“En tú coñito, no puedo inyectarte en los brazos no traje ligadura”-Mi esposa traga saliva y pregunta.-“¿Dolerá?”-Luis responde, -“Sí, mucho, pero la dosis será baja para que duela menos y solo te acrecenté los sentidos, es un lugar que garantiza la acción de la sustancia, tú decides”-Ella duda, luego, baja las piernas y las abre susurra -“Hazlo rápido, antes que me arrepienta, tengo miedo”-
Luis moja el algodón en alcohol, luego observa, el coño rosa, estrecho, húmedo, él está desnudo y esa vista de la rajita de ella desde cerca lo excita y le provoca una terrible erección, desinfecta el exterior del coño y afirma -“¿Estas lista?” ella cierra los ojos y prieta los dientes, él apunta la jeringa con aguja y zap la clava hasta el fondo en la vulva, ella emite un estruendoso -“Hayyyyyyyy ,hay, duele” el embolo es bajado y el contenido entra, sacándole lagrimas a ella que gimotea -“Arde, como fuego”-Luis retira la aguja y dice -“Listo en unos segundos notaras el efecto ”Miguel me mira y me dice “!La cámara!”-Se la doy y la coloca sobre la cómoda en rec y dice, -“Esta colocadísima y ni cuenta se dio”-El experto Luis contaba mentalmente treinta segundos, mientras le acaricia las nalgas a mi dolorida mujer, luego le dice que se ponga en posición perrito, sus dedos penetran el coño y ano de ella, cuando la nota ,mojada se pone detrás de ella, apunta su pene erecto a la vulva de ella, apoya su gran glande y empuja la resistencia inicial del coño es vencida y el miembro la penetra inaugurando así a mi mujer esa noche. Mientras Luis la penetra, yo y Miguel nos turnamos dándole de mamar a ella nuestros cipotes.
Escuchamos los “Hummmmmmmm” de ella, chupa y chupa sin parar como desesperada, me corro en su boca lo traga y sigue hasta que me duele, cambio con Miguel que la alimenta con su leche, la cama suena a fuelles, un rato después ella grita un sonoro orgasmo -“Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh”, Luis excitado consuma el coito y se corre dentro de ella en forma simultánea, dejándola chorreando , pintando de blanco el coño, las primeras gotas de esperma de un extraño asoman y se dejan caer sobre las sabanas profanando así el lecho matrimonial.
Ella suda a mares y le ha subido la tensión arterial, Miguel y Luis se la llevan a la ducha por prevención, pero aprovechan para fornicarla ambos juntos, puedo ver como Miguel saca una crema Ponds del botiquín y unta su verga recién erecta, luego veo la imagen difusa a través del cristal fantasía de la ducha, de cómo ellos de pie y ella que trepada a la cintura de uno de los muchachos abrazándolo con sus piernas ofreciéndole su sexo abierto , con sus manos sujetas al cuello del chico, por detrás era Miguel, que apuntaba su polla erecta al ano de mi mujer a la vez que Luis la penetraba por su coño.
Bajo el ruido del agua de la ducha se dejaban oír primero un -“Hayy, despacio-” después los gemidos de ella y cada tanto decía –“!Ahhhh, que rico, ahhhhhhhhh!”-Un par de rugidos masculinos indicaron el fin de la cabalgata y una nueva inseminación con el líquido de vida de los chicos.
Unos minutos ellos vuelven al lecho con sus miembros ya flácidos, comentaban que ya estaban agotados, secos. Mi mujer demora un ratito por el uso del bidet. Pero ella quiere guerra aún, se me acerca y masajea mi pene, lo mete en su boca y chupa hasta conseguir la erección, ríe ,sus ojos dilatados e inyectados en sangre, indican su estado, colocada, súper-excitada y acelerada, me monta y mueve sus caderas como nunca, mientras Miguel ah aparecido con hielo de algún vaso y lo aplica en los pezones de ella hasta dejarlos hinchados y duros, luego los muerde, chupa, Luis que ha subido a la cama la besa en los labios le come la boca.
Termino derramándome dentro de mi mujer en el mejor polvo que le echado, su raja burbujea. Luis y Miguel desean descansar pero ella sigue activa, así que Luis le propone, -“¿Quieres probar algo nuevo extremo, no te hará daño?”-ella ríe y le dice -“Estoy drogada gracias a ti, no me arrepiento, sino hace daño dale”-.Luis dice -“Ya vuelvo” aparece uno segundos más tarde con el espray ámbar.
Ponen dos almohadas una sobre la otra atravesadas a lo ancho de la cama, le dicen a ella que se ponga sobre las almohadas en posición perrito, cómoda esto llevará tiempo, estratégicamente de espaldas a la puerta. Luis toma prestado unos calcetines y baja, Miguel aplica el espray sobre el coño de mi esposa, que reclama -“Está helado, ¿Qué es?”-Miguel le responde -“Disculpa esta frío por guardarlo en el refrigerador”-Luis sube con Dido y le ha puesto los calcetines en las patas, el chucho obediente se queda sentado en la puerta esperando ordenes de su amo, Luis y Miguel le sujetan las piernas abiertas a ella y le dicen -“Es para que no te lastimes”-.Luis susurra, -“!Dido!”-
El perro sube a la cama detectando el aroma de hembra de su especie en celo, lame el coño ,se excita, mueve el rabo y luego sube las patas enfundadas sobre la espalda de ella y trata de acertar su pene erecto al lugar de donde proviene el olor. Mi mujer apoya la cabeza en el colchón, con el culo en pompa no puede ver hacia sus espaldas le estorban la visual las almohadas pero por el rabillo trata de ver que pasa y que es esa manta que le ponen arriba, cuando identifica que es el perro ya es tarde y exclama, -“¿Qué?!Noo!”-Miguel rápidamente sin soltar la pierna de ella, que forcejea negándose a ser fornicada por el perro, toma el rojo, duro, erecto, pene de Dido y lo apoya sobre la vulva entrando rápidamente, ella reclama, -“! No, no! ¿Qué hacen?!Que lo saque!”-una vez dentro la anatomía del chucho hace que su pene se hinche hasta tres veces su tamaño y no sale quedando abotonado a ella. El animal bombea con frenesí, ella gime -“Nooo!,ahhhhhh!,!ahhhhh!”- no puede reprimir sus orgasmos que son muchos y largos, intensos, el sentir dentro de su vagina 15 minutos después, un chorro muy caliente de semen de can, la hace llegar al orgasmo más largo e intenso que le he escuchado gritar desde que nos casamos, se pone tensa pone los ojos en blanco y convulsiva gime -“! Dios…ya viene, ya, ahhhhhhhhhh!”-, eso nos excita a todos, Miguel y su amigo sueltan las piernas de ella, esta no lucha, ignora al perro y se concentra en gozar, tras tener el pene del perro 30 minutos dentro, ruega- “No doy más, sacadlo!”-pongo mi polla en la boca de ella, que la mama si parar hasta beber mi leche, Miguel le baña toda su cara. Luego de 40 minutos el perro se separa, dejándola agotada, llena de esperma desde vulva hasta el interior del útero. Luis se acerca examina la vulva abre el coño para ver una cantidad enorme de espera equivalente a cuatro hombres. Luego la folla por el culito ayudado por un poco de crema, terminara por inyectarle un poco se semen en los intestinos al cabo de minutos. Ella pide cuartel, -“! Ya chicos, no mas he quedado…completita!, me duele el coño y mi colita”-Agotados como podemos y donde podemos nos dormimos. A las siete de la mañana Luis me despierta, ellos se van, vestidos ya se retiran, antes me da su tarjeta y me dice -“Esta vez va por mi cuenta la merca, te dejo mi tarjeta, llámame quiero presentarles dos amigas”-.
La habitación huele a sudor y semen, ella yace dormida desnuda de costado, puedo ver gotones de semen que intentan salir de su vulva y ano, eso me hace revisar su mesa de noche y ver si tomo su píldora (AO) de ese día .La cámara aún graba, miro que grabo ,casi todo estaba grabado , finaliza como se levantaban y se iban los chicos no sin antes darle una mirada final a ella y comentar -“Le pondría mi polla dentro y no se la sacaría nunca, que buena está!”- me río y la apago. Mi esposa se levanta se baña y baja, desayunamos, le pregunto si se siente bien, parece que ya elimino la sustancia del cuerpo, me responde riendo-“Relajada, feliz, mejor no he estado nunca, fue intenso, hasta extraño y bizarro pero nunca he gozado tanto, me duele el pinchazo ahí abajo, pero sarna con gusto no pica”-No hablamos del perro. Pero una vez abrí su ordenador estaba encendido y sin cerrar vi que había entrado en páginas de zoofilia, había hecho preguntas de novata como si podía quedar preñada aunque no llegara a término, enfermedades, etc. No sé qué será lo próximo que nos vamos a animar a probar. Solo espero que no coquetee más con las drogas pesadas.
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