El animal que todas tenemos en casa.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por meridano.
Son la 1:00 pm y hace un calor infernal algo muy normal en esta ciudad de Mérida, estoy esperando que la licenciada nos reciba aquí en el registro civil, me llamo Maria Jose y estoy aquí, no para casarme, si no para terminar con matrimonio 2 años, también está conmigo el que pronto va a ser mi ex esposo, el se llama Rolando.
El no lo sabe pero tengo ya alguien que toma su lugar desde hace 6 meses, se trata de nuestro perro Ruffles como las frituras. Cando me case con Sergio era feliz, al menos eso creía, yo tenía 18 años y el 25, me enamore perdidamente de él, pero yo era inexperta, una niña y como tal no sabía cómo fijarme de muchas cosas que pueden hacer que un hombre sea detestable, me deje llevar y en menos de dos meses de novios, ya nos estábamos casando.
Mis padres me lo advirtieron, hija no te cases aun, estas muy joven aun, además el no es bueno para ti. No les hice caso, me case y ya. Afortunadamente no llegamos a tener hijos.
Pero al poco tiempo comenzaron los problemas, primero que nada es muy desorganizado en su forma de ser y aseo personal, es muy celoso, yo aun estudio y siempre que salía yo a estudiar con mis amigos me estaba llamando por el móvil, ¿con quién estas?, ¿Qué haces?, me fastidiaba, pero el si salía de parranda con sus amigotes, el ganaba un buen sueldo, compramos una casa den Residencial Pensiones, pero también se lo gasta jugando a las cartas, ya no sale conmigo ni me lleva a al cine, solo le interesa estar sobre mí como cerdo que es, solo piensa en sexo, otro problema con él es que ronca y tiene un problema gástrico que hace que siempre se esté pedorreando que es lo que más detesto de él. El doctor le dio una dieta de que tipo de alimentos puede comer para no tener ese problema, y también le receto pastillas anti gas, el jamás sigue esa dieta ni toma las pastillas. Le decía, hazlo por mí, ¿no me quieres?, comenzaba a tomarlas pero a los dos días otra vez volvíamos a lo mismo.
Bueno retomando el tema de Ruffles, el es un labrador negro y es regalo de mis padres. Aquí en Residencial pensiones la gente que vive aquí trabajan todo el día, son profesionistas, así que durante la mañana y parte de la tarde hay muchos robos, de hecho a nosotros nos robaron y por eso es que Ruffles está aquí, el se porta bien a pesar que cuando me lo dieron ya era adulto.
El se traía algo conmigo, hacia cosas raras, cuando mi esposo tenía relaciones sexuales conmigo, el lo sabía, no importaba en que parte de la casa estuviera, el de repente aparecía en el cuarto, de repente volteabas y allá estaba el mirándonos fijamente mientras mi esposo y yo teníamos sexo, en una ocasión me estaba bañando y se metió al baño, se puso a mirarme mientras me duchaba. También una vez mi esposo y yo teníamos sexo y yo me puse sobre de él, estábamos haciéndolo, cuando Ruffles se subió a la cama y me tomo de la cintura y me quiso montar, mi lo regañe, mi esposo comenzó a reír de una forma tonta, de esa forma que se ríen los warros, y me dijo, oye deja que el perro lo haga, eso me excita. Le pegue una bofetada y lo insulte, le dije que era asqueroso, ¡!!! Eres un cerdo¡¡¡¡¡ y además hueles igual.
Una noche, el no regreso de trabajar, se fue de parranda y me dejo sola, yo me fui a la cama, recuerdo que esa noche, tuve un sueño hermoso, soñaba que estaba yo en un bosque, lleno de animales, muy bello, y yo era un hada, era un sueño que desde niña yo tenía, de repente apareció un sapo y este comenzó a hacer un ronquido ensordecedor que se hacía mas y mas fuerte, y luego un olor pestilente lleno el bosque, entonces los arboles desaparecieron y montañas de basura tomaron su lugar, era asqueroso. Desperté y pronto me di cuenta que fue lo que cambio mi sueño a una pesadilla, mi cochino esposo había llegado y se había metido a la cama, su boca estaba junto a mi oído y se estaba pedorreando, un olor insoportable, me levante y cuando se algo la sabana salió una emanación gaseosa, fue como un golpe !!!! Por dios¡¡¡¡ exclame, pero como estaba bebido no reacciono, siguió durmiendo, me levante para ir al baño y tomar un poco de agua para quitarme el mal olor que él me dejo, en el baño estaba su camisa, no sé porque pero la revise y encontré una nota de consumo de un lugar llamado Safaris 2000, un centro de vicio donde bailan mujeres desnudas, y al que van hombres puercos como mi marido, y también vi que se gasto ¡$10,000! Pesos con una vieja de las que bailan allá, me enfurecí, que le iba yo a reclamar, me fui al cuarto pero al entrar escuche otra emanación de su trasero salir, decidí mejor no entrar, entonces me fui a acostar al las sala, en el sofá.
Cerré los ojos cuando escuche los pasos de mi perro andar por ahí, no le habíamos cortado las uñas, así que producía un sonido muy fuerte al caminas sobre el piso, bueno al menos a las 3 am todo se escucha fuerte.
Abrí los ojos y Ruffles estaba sentado frente a mí, su hocico estaba a pocos centímetros de mi cara, y me miraba muy fijamente, ¿Qué quieres?, ¿quieres comer?, le pregunte, pero se quedo así sentado, yo estaba usando solo una remera y mi ropa interior porque hacía mucho calor, yo soy alta, mido 1.70 ojos cafés, pelo corto, de piel morena clara, delgada y muy bella.
Cerré los ojos de nuevo esperando que el perro se vaya, escuche sus pasos, y de repente puso su nariz justo sobre mi panty, y comenzó a olerme, abrí los ojos de golpe le iba a regañar, pero por alguna razón yo sentía agradable sentir su nariz húmeda y fría recorrer mis muslos, sentir como sus orificios nasales hacían un poco de succión sobre mi piel cada vez que respiraba profundo al olerme.
Trague saliva, y me quede sin voz, casi paralizada, era como si me tocaran usando un cable eléctrico, Me puse húmeda el usando su olfato pudo sentir que me ponía así, casi de inmediato coloco su hocico entre mis piernas, yo ya me había puesto mas cómoda y de forma que él me pudiera olfatear mejor, mis senos estaban duros, mis tetillas se pusieron paraditas, rígidas, tanto que no pude evitar tocarme yo misma.
El perro me lamia sobre mi panty justo donde esta mi vagina, que en ese momento estaba húmeda con todos mis fluidos vaginales, mi respiración era agitada. Decidí avanzar más y quitarme la panty, el Ruffles ahora podía lamer y disfrutar de mis fluidos vaginales a su antojo, su lengua se sentía caliente, se sentía áspera, húmeda, babo sita mojadita, era un placer indescriptible sentir su lengua lamer mis labios vaginales y mi clítoris, mi esposo jamás pudo hacerme sentir así, increíble pero cierto, este perro sabia complacerme y mi asqueroso marido no.
Además me excitaba sentir el hocico del perro, mientras me lamia, sentía como su hocico frotaba delicadamente mí entre pierna, mis muslos, una parte que los hombres cuando te hacen el amor no saben que deben acariciar, es una zona tan delicada y se siente muy bien cuando te acaricia gentilmente ahí.
Pronto el perro ya no se conformaba con lamer, podía ver como se alejaba y se acercaba con la intensión de montarme, yo dudaba si me dejaba o no, tenía miedo de que me quede pegada a al, no sabía si me dolería yo de zoofilia no sabía nada.
Entonces me arme de valor, y apoyándome en el sofá, me puse de 4 patas, ahora si Ruffles, hazme tuya , disfrútame como tu perra pensé yo. Y el cómo leyéndome la mente, me monto, me tomo de la cintura y comenzó a hacer ese bailecito sensual que hacen los perritos, sentía su pene muy pequeño rozar mis nalgas y mis piernas, se movía tanto que no podía atinarme, intentándolo aserto, sentí su pene querer entrar, pero se fue de lado y la punta de su pene, que ahora sé que tienen un huesito me lastimo un poco. Auch dije, al parecer no era muy fácil que un perro te penetre, no es como dicen.
A la segunda vez me volvió a intentar penetrar pero ahora si tuvo éxito, sentó como me lo metió de golpe, su pene estaba verdaderamente muy caliente, sentía como se frotaba con las paredes de mi vagina, se movía duro y con buen ritmo, aaaa uuum,,aghhh que rico se siente, mi marido no sabe hacerme esto, era increíble este perro es mejor que tu.
Sentía como me limaba la vagina, lo hacía con mucha fuerza, no me lastimaba porque yo estaba bien lubricada, y además el me lubricaba también, pronto sentí su pene ponerse mas grueso, sentía como iba llenando mi vagina mas y mas cada vez mas.
Yo me puse a gemir, sabía que mi esposo no lo escucharía, ronca tan fuerte que no me escucharía, además de que estaba borracho, ayy ayy ayyy no dejaba de gemir, pronto sentí una bola caliente y dura entrar en mi, al principio se quedaba en la entrada de mi vagina, pero luego de un golpe aayyyyy entro, me dolió, pero fue un dolor placentero, que hizo que se me erice la piel como nunca, parecía que jamás se dejaría de mover, pero así de repente paro de moverse, no comprendía el por qué, pero le dije, ¿Qué paso te cansaste?, no sabia que eso lo hacían cuando se van a venir, y pronto lo averigüe, sentí algo caliente, liquido pero espeso llenarme, sentía como calientito, muy rico, el semen de mi esposo no esta así de caliente , ni tampoco en esa cantidad, no le dejaba de salir, pronto sentía como unas gotas cálidas de su semen corrían por mis muslos bajando por mis piernas, dejando tras de sí una estela húmeda y cálida que recorría mi piel, yo estaba cubierta de sudor, respiraba fuerte, el perro se bajo, y note que su pene no salía, y trate de sacarlo, pero me dolió, yo sabía que no seria para siempre y que era cuestión de tiempo para que se salga solito, quedamos rabo a rabo, puede verme en un espejo, me veía pegada a él, yo era su perra y el me había usado y eso me excitaba, verme así, tan pegados, tan sexy, por fin sentí que su bola se ponía mas blanda y que comenzaba a salir, poco a poco hasta que salió, cuando su pene salió, sentí como un chorro de semen canino salió de mi vagina, era mucho, me impresiono ver tanto semen y todo eso estaba dentro de mí, también vi su pene, rojo hermoso, parecía de plástico, era enorme, jamás imagine que algo así pudiera estar dentro de mí.
Pronto me di cuenta que tenía que limpiar el piso, había semen por todos lados, asi que limpie el piso de la sala, también me di cuenta de lo que quería hacer, y era desasirme de ese animal asqueroso, claro no me refería al perro, a la mañana siguiente le pedí el divorcio, después de varios meses de amargas peleas, por fin acepto, yo me quede con la casa y el perro claro, y solo falta la firma, bueno tengo que irme, la licenciada no esta llamando, es hora de firmar ese papel y ser libre de nuevo, tengo 20 años y una vida por delante.
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