El cachorro y una niña de 11, disfrutan del sexo

Otra de mis historias esta ves de como estrene a un cachorro labrador y me dio horas de rico sexo zoofilico.
Bueno me encanta saber que mis historias son bien recibidas y me excita mucho cuando un desconocido se masturba con mis relatos, así que acá va otra historia, hay 2 facetas de mi vida que quiero contar una es mi inicio con la masturbación en publico y la otra es la zoofilia, así que el relato tal ves sea un poco largo pero contaré 2 historias que me pasaron el mismo día.

Mi vida sexual había comenzado y un perro fue el que me estreno, a pesar de todo me sentía arrepentida cuando mis padres hablaban, ellos siempre mencionaban el plan de dios y el castigo de los pecadores y que yo debía hacer caso a todas las enseñanzas de dios, sin que ellos sepan mi vagina ya conocía los placeres de ser llenada con semen, pero tenía 11 años y me sentía muy mal cuando ellos pensaban que seguía siendo la niña sumisa e inocente que criaron, quería redimirme pero ya era muy tarde, mis pecados no tenían perdón, a mis 11 años, vivía con mucho estrés por todo lo que me pasaba.

No era fácil tener sexo con el perro que me estreno, era callejero y no siempre lo veía alcanzamos a tener sexo 2 veces más de una forma muy parecida a mis anteriores relatos, así que no les daré detalles de eso, solo les diré que lo disfrutaba más y mi pequeña vagina se hacia adicta al semen de perro, era niña e inocente y solo quería tener sexo con ese perro por que pensé que éramos novios, pero ante la falta de sexo y ver que las perras tienen sexo con varios perros, considere la opción de que otro perro me penetre.

A diferencia de lo que piensen todos, es muy difícil eso, la mayoría de los perros callejeros tienen miedo a las personas y cuando intentaba acercarme no podía, cada día salía del colegio con ganas de que un perro me penetre pero era muy difícil, para calmar mi calentura me volví adicta a masturbarme y no masturbarme en casa, descubrí que me gustaba masturbarme en publico, lo hacía en mi salón de clases, el patio del colegio, un parque donde me gusta jugar, esa mezcla de excitación y la adrenalina de ser descubierta me excitaba mucho.

2 semanas pasaron y solo tuve sexo 2 veces con ese hermoso macho, pero ya estaba necesitaba de semen canino, entonces paso algo increíble, esa mañana de viernes me desperté como siempre, fui a desayunar con mis papás, pero mi padre se fue rápido, me dijo que tenia un viaje de trabajo y volvería el lunes, apenas me vio y solo alcanzo a despedirse, mi madre estaba muy inquieta resulta que tenía un compromiso con la iglesia y la niñera que me cuida estaba enferma (una vieja gorda que me controla más que mis padres), me puse muy feliz por que pensé que me quedaría sola ese día y podría destrozar mi vagina a masturbadas, en casa es difícil masturbarme a gusto por que siempre me tenían ocupada haciendo eso y aquello y en la noche dormía muy rápido por lo cansada que estaba, a parte que la puerta de calle siempre estaba cerrada, pero mi mamá me dijo que nunca me dejarían sola es súper peligroso y la vieja de mi vecina acepto cuidarme toda la tarde, me decepcione un poco por que esa señora es otra religiosa que seguro no me dejará en paz, mi plan de masturbarme todo el día se arruino, igual estaba súper excitada así manosee mi vagina en el desayuno con mi madre frente a mi, no llegué a terminar por que se daría cuenta de lo que hago, pero deje bien mojada mi ropa interior, me gustaba caminar así por que soñaba que un perro note mi aroma y me penetre.

Fui a mi colegio en un bus de transporte público, se lleno muchísimo no cabía una persona yo estaba yendo parada, miraba por la ventana cuando vi algo increíble un grupo de perros echados en la calle eran como 10 y en medio de todos 2 perros bien pegados y todos esperando su turno para llenar de su leche a esa perra suertuda, me excite de inmediato, no podía creer que esa perra iba a tener sexo con todos esos perros, mi vagina estaba muy caliente pero no podía acariciarla el bus estaba lleno, era muy desesperante, el bus avanzo y solo quería bajarme subirme la falda de colegio e ir con esos perros y que me hagan el amor uno tras otro, sentir todos esos ricos penes llenarme de leche, que la gente me vea, me tomen fotos, me graben, me golpeen y humillen por ser tan puta y tener sexo en la calle a la vista de todos con esos perros, a mis 11 años pero ya tenia fantasías muy fuertes, mi vagina se chorreaba de lo excitada que estaba, sentía recorrer mis fluidos por mis piernas, no resistía tenía que masturbarme o moriría, un señor pidió bajar del bus aproveche en moverme para quedar de pie frente a la puerta, mire a mi alrededor y todos estaban muy pendientes de sus celulares, lo malo era que estaba frente a una ventana de la puerta que dejaban verme toda, saque un barbijo de mi mochila para que no me reconozcan y procedí a hacer lo mío, allí mismo frente a la ventana metí mi mano dentro mi falda, la mayoría de la gente del bus eran chicas de mi colegio y todos viendo su celular, sin si quiera imaginar que una niña se masturbaría allí mismo.

Mi mano estaba sobre mi vagina y no creía lo mojada que estaba, parecía que tuve un orgasmo pero solo estaba muy excitada, comencé a masturbarme, miraba a la calle y podía ver a la gente caminar y los autos avanzar, mientras una niña de 11 años se acariciaba su vagina sin miedo alguno, el bus llegó a un semáforo y solo cerré los ojos para recodar lo que vi, imaginaba llegar donde esos hermosos perros sin ropa interior, se percaten de lo urgida que estaba de sexo y los 10 empiecen a atacarme, destrozando mi uniforme de colegio dejando desnuda en mitad de calle, empiecen a montarme uno tras otros, mientras la gente mire horrorizada a una niña siendo penetrada y gritando de placer, el bus avanzo y abrí los ojos, estoy segura que alguien me vio en ese semáforo, el barbijo será suficiente para ocultar mi identidad?, ya nada importaba en el bus nadie me prestaba atención y no podía dejar de masturbarme, mis movimientos eran delicados e intentaba no gritar, pero era muy difícil, mordía mi labio muy fuerte para no gemir del placer que sentía, imaginaba que quedaba pegada a un perro y mientras el me llenaba de semen chupaba el pene a otro y todos lo demás perros esperando su turno, soñaba con tener sexo con los 10 perros uno tras otros hasta que estén satisfechos y hayan botado toda su leche dentro de mi, estábamos por llegar al colegio y por suerte nadie bajo sin miedo ni pudor metí 2 dedos en mi vagina y comencé a desearme duro frente a todos, mis movimientos eran muy evidentes y si alguien me veía seguro se daba cuenta lo que hacía. Apenas dure unos segundos y tuve un orgasmo riquísimo, recupere la cordura y trate de ocultarme pero ya tocaba bajar del bus, salí en medio de todas las chicas y creo que nadie me descubrió, pero estoy segura que en la calle alguien me vio.

Mi pequeña vagina estaba satisfecha, por el momento…, así que el día en el colegio fue muy aburrido, tampoco vi a mi macho me puse triste ese día tampoco me harían el amor (y que equivocada estaba), pero mi consuelo era llegar a casa y antes que lleguen mis padres mirar una porno de zoofilia y aliviar el estrés que sentía a tan pequeña edad, pero vino otra desilusión al llegar mi vecina gorda y vieja me esperaba, lo olvide por completo no podría hacer nada ese día, me dijo que me ponga a hacer mis tareas en la sala para que me controle y luego iremos a la iglesia para rezar, me llene de enojo quería llorar, tengo que rezar como 10 veces al día y ya estoy cansada de todo eso, solo pensaba en tener sexo eso me relaja muchísimo, cada orgasmo es como si me quitaran un peso de encima y me sentía en paz, pero ahora debía hacer caso a esta vieja fue muy frustrante. Entonces la vida comenzó a apiadarse con esta pequeña niña y darle su oportunidad de tener sexo, la gorda recibió una llamada era su hijo que tenía una emergencia, se la veía preocupada y me dijo “puedo dejarte sola hasta la noche, solo prométeme no decirle a tu madre” yo sonreí ante semejante noticia y le dije que obviamente si, mi vagina ya sabía lo que le esperaba así que empezó a mojarse, la acompañe a la puerta  y vi como se fue entonces escuche a un perro ladrar, corrí donde la vieja antes que entre a su casa y le pregunte por el perrito, me dijo que aun era un cachorro que compraron para su hijo y es muy inquieto, llora cuando lo dejan solo, no pude evitar mi sonrisa yo me sentí identificada con el y sabía que necesitaba, descargar toda su leche en una vagina caliente como la mía, le pedí si podía acompañarme así no nos sentíamos solos los 2, la vieja obviamente se negó, pero allí empecé a despertar y dejar de ser una niña obediente y sumisa y le dije “si no quiere le diré a mi mamá que me dejo sola” la vieja se rio y me dijo “debes ser más obediente pero por esta ves te la dejare pasar” acepto que este con su perro y yo me sentí con poder al manipular a esta vieja y así fue como un cachorrito virgen y una niña de 11 años se dirigieron a su nido de amor a tener el sexo más salvaje que sus inocentes cuerpos aguantarían.

Apenas llegue y asegure la puerta para que nadie nos moleste, cerré todas las cortinas y subí corriendo a mi habitación con ese hermoso perrito, a pesar de ser todavía un cachorro era muy grande, ahora se que era un labrador enorme, casi de mi tamaño el comenzó a correr y saltar por mi habitación y yo a quitarme el uniforme de mi colegio, seria su primera ves así que le daría el lujo de tener todo mi cuerpo desnudo a su disposición, el no sabía que es el sexo era un cachorro solo saltaba y jugaba, así que era mi obligación enseñarle todo lo que sabia

Empezamos a jugar en mi habitación para que el entre en confianza conmigo, se notaba que era un cachorro, porque jugaba alegremente conmigo era la primera ves que sentía el pelaje de un perro rozar toda mi piel, mi excitación aumentaba mientras pasaba el tiempo hasta que el quedo acostado sobre mis piernas, lo acaricie suavemente y comencé a llevar mi mano a ese delicioso pene, no hizo ni un movimiento solo jadeaba mientras acariciaba su miembro  para luego masturbarlo delicadamente, pude ver esa rica punta roja asomarse y en mi inexperiencia y desesperación intente sacar rápidamente su pene, lo cual le dolió y se levantó procedió a lamerse su pene, allí entendí que debo ser mas cuidadosa, para no lastimar a mi amante canino, fui de nuevo donde el, me arrodille y le mostré mi vagina mientras la acariciaba, era pequeña y rosita parecía imposible que un pene de su magnitud entre en mi pequeño orificio, pero la acariciaba para que se lubrique mas y más, su instinto de macho finalmente se despertó y dio sus primeras lamidas a una vagina, lo hacia con desesperación, no como mi otro macho que solo la humedecía así entraría mas fácil su miembro, el quería meter su lengua dentro de mi y beber todos mis fluidos, me sentí en las nubes, mientras ambos disfrutábamos de este placer mágico, mi cuerpo empezó a reaccionar solo, el se embriago con mis fluidos y quería mas, se levanto y me pidió abrir las piernas, yo me acosté en el piso y con ambas manos abrí mi vagina para que pueda servirse a su antojo, el tuvo el placer de meter su lengua en una vagina de una niña, ambos descubríamos los placeres del sexo oral juntos, comenzó a lamer mi vagina y fue hermoso, yo gemía de placer y con ambas manos abría mas y mas mi vagina, el dolor se mitigaba por el placer de su áspera lengua y sentía como la introducía en mi orificio vaginal.

Una carga de placer recorrió mi espalda empezando en mi hinchado clítoris y llegando en mi cabeza, solo alcance a arquear la espalda y sentir un orgasmo único, mi pequeña vagina soltó chorros de un líquido que el bebió felizmente, si amigos y amigas las niñas podemos tener un squirt, solo disfrute el momento mientras el no paraba de hacer eso, se detuvo para relamerse y tomar un respiro y de reojo pude ver que su pene salio y estaba reluciente, grueso, rojo y venoso, como tanto me gusta, a pesar de ser un cachorro ya era un macho que tenia sus deseos y el me deseaba a mi, había escogido mi vagina como la primera en recibir su delicioso esperma.

Me puse en 4 y el volvió a lamerme y muy torpemente me sujeto de la cintura e hizo movimientos muy erráticos, arañaba mi cintura, pero eso no me importaba, solo quería ser yo quien quite su virginidad, no encontraba mi entrada se subía y bajaba constantemente de mi sin saber donde meterlo, yo solo me excitaba mas y mas hasta llegar a mi limite, entonces cuando nuevamente intento meterme su rico pene lo sujete con la mano y lo dirigí a mi entrada, su pene sintió mi entrada y con una pequeña embestida entro la puntita, al sentir mi caliente y húmeda vagina, se movió por instinto y lo metió de golpe, hasta llegar a mi útero, fue doloroso pero tenia que darle la mejor experiencia a este hermoso macho, no podía doblegarme solo aguantar ese pene, dentro de mi aumento de tamaño, mis paredes vaginales estaban en su límite, no cabía ni un alfiler en mi hueco, el se movía muy rápido, me sorprendía, el perro que me desvirgo no era tan intenso como el, mis gemidos ya era gritos, era una perra en celo aullando de placer, empecé a gozar de los placeres del sexo como nunca, sus embestidas tocaban mi útero, parecía que quería perforar el fondo de mi vagina e inundar todo, comencé a sentir chorros de semen, era muy intensos, estaban entrando directo en mi útero, ese esperma canino buscaba embarazarme, sabia que no era posible pero deseaba que lo haga, cuando de repente esa bola me entro, con solo su pene estaba en mi limite y al sentir esa enorme bola fue demasiado, parecía una pelota era enorme, mi vagina se desgarraba, yo era solo una niña y no podía con tanto, lloraba de dolor pero al mismo tiempo el placer era máximo, aun con su bola dentro de mi sus movimientos no cesaron, pensé que me desmayaría, no aguantaba mire al piso y pude verlo todo empapado de nuestro fluidos, con cada metida hacia ese sonido a chapoteo que solo una vagina muy mojada puede ocasionar, estaba en el cielo, esos chorros de leche eran largos y frecuentes, era la primera ves que su semen inundaba una vagina y lo hacia en cantidad, empecé a chorrearme de lo llena que estaba, durante el sexo pierdo la noción del tiempo, parecían pocos minutos pero para mi fueron horas, comenzó a disminuir sus arremetidas y solo sentía chorros mas intensos, intento bajarse pero no lo permitiría, el tenía que quedar seco por completo, se quedo sobre mi apoyando su cabeza en mi hombro y jadeando, podría escucharlo a lado de mi oreja, el pensaba quedarse allí, así que con mucho esfuerzo conseguí quedar pegada culo con culo, mire a un espejo que tenía en mi habitación y no podía creer lo que veía, ese perro enorme y negro estaba pegado a una inocente niña, estirando para zafarse pero sin éxito, no dejaba de inundar mi vagina con su rica leche y yo tenia orgasmos constantes, acaricie un poco mi vagina, tenia que mantenerla húmeda, si no ese bola enorme terminaría desgarrando todo mi interior, algo que me fascina de los perros es que ellos pueden acabar durante varios minutos, durante el abotonamiento no dejan de botar su rica leche en pequeños chorros, el semen es lo que mas me gusta y odio desperdiciarlo yo soy un receptáculo de semen canino y mi vagina fue hecha para recibir ese rico esperma, a mis 11 años descubrí mi obsesión con el semen canino, fueron minutos mágicos, pero todo lo bueno debe terminar alguna vez y llego nuestro momento su bola disminuyo en tamaño, y de un tirón la saco de mi interior dejándome muy dolorida, solo caí al piso de costado, mientras mi vagina se desborda de leche, ensuciando todo el piso de mi habitación, casi inmediatamente me dormí.

Ahora si piensan que esto seria todo están muy equivocados, llevaba días sin tener sexo y tenía una oportunidad única en la vida de estar sola con un perro en mi casa, obviamente iba a destrozar mi vagina, además ese rico macho era joven y virgen, tenía una energía que no se pueden imaginar, éramos 2 niños dispuestos a todo y hacerlo hasta que nuestros cuerpos aguanten. Entonces en mi sueño sentí algo húmedo en mi vagina, lentamente abrí los ojos y vi a ese cachorro que me estaba lamiendo, parecía que me pedía más sexo, ya había recuperado sus energías y estaba listo para mas y yo no podía negarle eso, después de todo fui yo la que le enseño que es el sexo, así que tenía que satisfacerlo, pero ya estaba hecha una puta, si tendría mas sexo seria algo loco e intenso, le levante e hice que el hermoso cachorro me siga a la habitación de mis padres, ese sería mi acto de rebeldía, ellos siempre me prohibieron entrar en ese lugar, todo era pecado y estaba cansada de vivir esa vida que no era para mi, había descubierto el sexo y quería esa vida,  era mi oportunidad de dar el paso final de aceptar mi vida y mi felicidad, así que procedí a ser montada nuevamente por ese cachorro en la habitación de mis padres, no describiré ese lugar pero lo dejaré a su imaginación, era la habitación de unos padres muy religiosos y controladores.

Siguió sin encontrar mi entrada, pero sin aviso y de un solo empujón metió todo ese pene dentro de mi, grite de dolor pero era lo que quería, entonces comenzó con sus movimientos intensos como la primera ves, sujeto mi cintura muy fuerte me estaba lastimando, pero el solo asumía su papel de macho dominante, no podía dejar huir a su perrita sin dejarla llena de lechita,  así que debía aguantar el dolor intentaba con todas sus fuerzas introducir todo su pene sin importarle que aún era una niña pequeña y me costaba aguantar todo eso, pero gritaba como poseída, creo que soy multiorgasmica porque venían uno tras otro, era una sensación única, además de hacerlo en la habitación que siempre fue prohibida para mi aumentaba el morbo, su semen empezó a ser disparado con fuerza en mi interior pero el no disminuía su intensidad, metía y sacaba su pene con tanta fuerza que ese sonido se escuchaba por toda la casa seguramente, fue el sexo más rico hasta el momento, hasta que nuevamente quedaría anudada, su bola me ingreso entera y solo llore del dolor, pero lo gozaba, esta ves el sabía bien que hacer y se acomodo para quedar pegados como 2 amantes caninos, yo era su perra y el asumía el dominio, intentaba zafarse con fuerza pero no lo dejaría, fue un juego de quien aguantaba más el y su fuerza abrumadora o yo y mi deseo de ser inseminada, tuve que dejar caer mi cara al piso para hacer más fuerza y llevar mi mano a mi vagina para no dejar salir ese pene de mi interior, aun así no podía con su fuerza y consiguió arrastrar mi cuerpo, restregando mi cara sobre el charco de fluidos que dejamos en el piso, mi cachete se ensucio de su semen y mis fluidos vaginales y yo solo pude lamer el piso para limpiarlo, era un perra y no dejaría desperdiciar ese delicioso manjar, el finalmente entendió que no lo dejaría ir sin antes llenar por completo mi inocente vagina, con mano la acariciaba para tratar de calmar el dolor que me producía semejante bola.

Luego de varios minutos escuché un sonido como si algo se destaparía y fue su pene que finalmente salió de mi interior, ambos caímos al piso agotados el lamiendo su gran pene y yo sobando mi dolorida vagina, jadeábamos del cansancio y luego de unos minutos me levante rumbo a la cocina para beber un poco de agua, en el camino mi vagina totalmente llena seguía dejando caer gotas de su semen, no me importaba quería dejar impregnar toda esa casa de nuestro aroma, saque una botella de agua de la cocina y me dirigí a la sala a beber un poco, mi amante me siguió moviendo la colita y fuimos a la sala, me recosté en la cama y dejé que el beba mucha agua en el piso junto a mi.

Ambos nos quedamos dormidos por unos minutos y que creen aún no acaba, nuevamente me despertó lamiendo mi vagina, abrí los ojos y pude verlo en medio de mis piernas lamiéndome, preparándome para la 3era ves del día, instintivamente abrí las piernas todo lo que pude, estaba muy cansada y en este punto todos mis movimientos eran involuntarios, a pesar de todo mi cuerpo quería más sexo, empezaban unos gemidos leves mientras sentía su lengua recorrer mi clítoris, gozaba cada segundo con mi perrito y cuando sin aviso el se subió sobre mi, sus patas delanteras las apoyo en el sofá, y el intento meterme su rico pene, lastima que no pudo introducirlo porque el sofá estaba en medio de los 2 pero mi cuerpo se deslizó solo por el sofá dejando mi vagina a su alcance lo haríamos en la posición de misionero, sentía su pene frotar mi pelvis intentando hacerme suya de nuevo me abrace de su cuello mientras el jadeaba intentando meterlo y de repente pude sentirlo otra ves, ese rico pene se deslizó en mi interior, haciéndome el amor por tercera ves cerraba los ojos mientras comenzaban sus arremetidas y solo gemía de placer.

Entonces quedamos frente a frente el me vio y yo a él, el jadeaba y yo gemía y nuestras miradas eran uno solo, ambos sabíamos lo que queríamos y sus metidas fueron más intensas, cuando el comenzó a lamer mi cara, era mi primer beso y lo disfrute como nunca abrí la boca y saque mi lengua para besarnos mientras me hacía el amor, esta ves no fue sexo duro y salvaje, ahora hacíamos el amor, mi corazón latía con fuerza mientras no besábamos y su pene se movía dentro de mi, no se si fue por la posición o porque el enserió entendió lo que hacíamos pero su rico pene no entraba con fuerza hasta el fondo, llegaba al punto ideal haciéndome gemir de placer, gozábamos juntos y esta ves duro más que antes, la posición de misionero me encanta, no es nada fácil de hacerlo pero el tenia el tamaño ideal y yo estaba en perfecta posición, su pene me penetro con facilidad, ensuciábamos ese sofá con nuestros fluidos, pero no me importaba solo quería gozar lo que pasaba, su bola ingreso en mi interior y alcance a decirle “despacio mi amor es muy grande” el pareció entender y me beso para apaciguar el dolor, sin detener su movimiento, comencé a disfrutar mucho esto, esta ves no me dolía, moví mi cadera intensificando sus metidas y llegamos al clímax, creo que tuvimos un orgasmo juntos, porque me sentí en el cielo con su leche dentro de mi y cuando recobre la cordura ya se había dado la vuelta quedando pegado a mi infantil cuerpo .

Allí tenían a una niña de 11 años con las piernas muy abiertas unida por un rico pene a un enorme labrador negro, disfrutando las descargas de semen que hacía, pude levantar su cola y por primera ves ver nuestros cuerpo unidos y mi vagina muy dilatada recibiendo toda esa leche. Su bola era enorme y desde allí podía verme toda abierta con mi vagina desbordando del semen de mi amante, lleve mi mano y comencé a acariciar el clítoris para humedecer mi pequeño orificio, orgasmos diferentes inundaron todo mi ser, cuando teníamos sexo duro los orgasmos eran espasmos, violentos y repentinos. Pero esta ves eran largos y subían de intensidad hasta hacerme arquear la espalda y solo sonreír.

Varios minutos pasaron hasta que mi novio canino libero su pene de mi vagina y un chorro de leche cayó al piso, era espeso y abundante, pude ver mi orificio incapaz de cerrarse por el gran pene que estaba dentro mío por tanto tiempo, pude contraer y expandir mi vagina y ver salir aun más leche ensuciando toda la sala, me levante a lamer esa leche del piso, tenia un sabor extraño pero me encantaba, era el esperma de este hermoso perro no podía desperdiciarlo, el se subió al sofá y se durmió a mi lado, me abrace de él y nuevamente quedé dormida.

Quizás este sería el final pero recuerden soy una puta adicta al exhibicionismo así que no podía acabar esta historia sin una buena ración de adrenalina, despertamos casi juntos ya era casi de noche y en el aire un olor a sexo inundaba toda la casa, finalmente recupere la cordura y corrí a abrir las ventanas si mis padres volvían seguro me mataban o peor la vieja de mi vecina llegaría en la noche, así que debía limpiar todo, me levante a ordenar un poco la casa, cuando entré a la habitación de mis padres vi su foto en una mesita de noche y quería gritarles que estoy feliz de ser una perra mi amante entro y su pene estaba afuera, no podía creerlo aun podía más, luego de tener sexo todo el día el podía más. Comencé a acariciar mi vagina estaba cerca de la ventana y capaz alguien me vio, una descarga de adrenalina calentó nuevamente mi vagina y llegué a ese punto donde ya nada me importa solo quería hacerlo una ves más, salí con mi amante al patio, era de tamaño mediano con césped sintético, y me dirigí cerca a la entrada allí teníamos cámaras de seguridad, aun desnuda mire a la cámara con lujuria mientras con una mano acariciaba mi húmeda vagina, tenía la esperanza de que alguno de mis padres se conecte a las cámaras y vean a su pequeña hija se 11 años, dejarse llevar por el placer, abrí un poco las piernas y mi amante comenzó a lamer mi vagina, bebiendo todos mis fluidos, sin dejar de ver la cámara comencé a acariciar mis pequeños senos y poner una cara de puta disfrutando el placer que me daba ese perro, intento montarme y yo me puse de 4 en el patio de mi casa, no puedo explicar que pasaba por mi mente ese instante, solo les diré que cuando mi excitación se junta con la adrenalina, nada me importa solo despierta la perra que siempre vivió dentro de mi y solo deseo disfrutar de los placeres del sexo y deseo ser vista y humillada por quien sea, a mi tierna edad de 11 años ya tenía esos pensamientos y deseos y creo que todo fue culpa de mis padres, una vida de prohibiciones y miedos, finalmente me volvieron una perra.

Sentía un poco de miedo no lo negare mientras ese perro intentaba penetrarme de repente un pene se introdujo en mi interior y solo gemí de placer, una ves más era poseída por ese pene, que me hizo suya todo el día, mire a la cámara e imagine a mis padres horrorizados viendo como la niña inocente sumisa y fiel a las leyes eclesiásticas entregaba su cuerpo a un perro, mi padre rojo de la rabia deseando golpearme hasta el cansancio y mi madre llorando desilusionado por haber parido a la perra en la cual me convertí, cerré los ojos y solo disfrute el momento, cada metida de su hermoso miembro me movía todo el cuerpo, estaba muy agotada y mi vagina ya no aguantaba, me mordía en labio inferior mientras era penetrada por ese perro, nuevamente chorros de leche volvieron a robar mi inocencia, estaba siendo inseminada nuevamente, no limpie mi vagina todo el día y estaba con montón de semen seco pegado a mi cuerpo mis piernas mi pelvis, todo había quedado manchado muestra del increíble día que tuvimos, nuestros aromas inundaban el aire y esperaba que la gente que camine fuera oliera que allí vive una perra adicta al semen.

Mi cachorro también estaba agotado y se percato que era la última cogida del día, no se de donde saco fuerzas, pero comenzó a penetrarme con una rapidez única, mi vagina chapoteaba al ritmo de sus embestidas y yo solo disfrutaba el momento, alce la mirada y vi la mirada de mis padres en esa cámara, en mi imaginación me insultaban y me gritaban lo decepcionados que estaban de mi, mientras yo solo disfrutaba esa ración de sexo, el semen inundo ni infantil cuerpo una ves más y lleno mi útero, quería ser la madre de los hijos de este cachorro, no era posible pero deseaba quedar embarazada, fue una experiencia única cuando de repente metió su bola en mi interior y me aliste para la última abotonada del día, casi 20 minutos pegados culo con culo frente a una cámara al alcance de la vista de mis padres, solo disfrutaba el semen ingresando en mi cuerpo y esa bola destrozando mi vagina, cuando por fin nos separamos levante las piernas, no quería que se salga ni una gota de semen, busque algo y encontré un papel y lo coloque en mi vagina tapando la entrada evitando desperdiciar esa leche, si era la última cogida del día quería llevarme algo de este perrito conmigo quede recostada en el patio unos 15 minutos y recordé que la vieja volvería.

Me vestí apresuradamente con lo que encontré y comencé a limpiar toda la casa, antes que alguien llegue, estaba asustada y entró en arrepentimiento en mi (así de idiota era primero quiero ser una puta maltratada por todos pero luego me arrepiento y ruego a dios que nadie me vio, era una niña al final) estaba asustada y lo peor fue llegar a la sala, el sofá con semen de perro, fue una odisea limpiar todo y al final tome un baño, pero me percate de quedar llena de lechita.

Sin avisó esa vieja entró a casa y se sorprendió de lo limpia que estaba la casa, se extraño al verme y me dijo que huelo a perro debería tomar un baño (si supiera que olor era del semen de su cachorro) apenas se fue caí muerta se cansancio y me dormí como una piedra y si se preguntan ninguno de mis padres me vio pero fue muy excitante el peligro del momento.

Bueno espero les haya gustado una nueva anécdota de mi vida, lastimosamente luego ese día pasaron varios días y tuve que hacer otra locura para volver a tener sexo pero lo conseguí y deseo contarles a todos más de mis historias con esos hermosos perritos que me iniciaron en mi adicción al sexo, recuerden que me masturbo con sus comentarios la idea de que un desconocido se toca con mis historias me prende muchísimo, hasta otra ocasión.