El Destino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por zookarina.
A continuación les contare, como sucedió todo:
Como olvidar ese día, pues era un martes laborable y yo tenia que ir al cumpleaños de mi mejor amiga, pero por motivos de trabajo no podía ir a la hora indicada, así que la llame y le dije que me disculpara que por motivos de trabajo llegaría mas tarde.
Pero las cosas para mi no seria muy buenos, pues mi jefe justo cuando ya me retiraba me llamo y me pidió que le ayudara a empaquetar unas mercancías, pues eran de suma urgencia ya que eran para el día siguiente muy temprano; cosa que no pude negarme pues hace mucho esta pretendiendo hacer meritos para un acenso y no tenia que dar mala imagen, así que acepte sin ninguna duda.
Después de un par de horas, por fin terminamos de empaquetar todo, así que sin perder mas tiempo me despedí y me fui al cumpleaños.
Tome un taxi de inmediato y me dirigí al la casa de mi amiga, pero cuando llegue me di con la ingrata sorpresa de que ellas se había ido a un videopad con unos amigos, le pregunte a su padre donde habían ido y el me respondió:
– No se, salieron hace media hora y no me dijeron donde irían
Entonces yo le marque a su celular para preguntarle donde estaba, pero nadie me contesto la llamada. Así que solo le deje un presente a su padre para que le entregara y que le dijera que por motivos de trabajo no pude llegar a tiempo, y luego me despedí y me fui a mi casa caminando, pues solo eran tres cuadras de distancia.
Mientras caminaba, no te que todas las calles estaban muy silenciosas, puesto que eran mas de las 10:30 y el frio aumentaba cada instante, así que apresure mis pasos, y justo cuando estaba a una cuadra pude observarlo por primera vez, me llamo mucho a atención puesto que era un perro muy grande y hermoso, y que nunca antes lo había visto.
No se porque, ni como se entablo una cierta comunicación entre nosotros, pues cuando lo vi sentí que aquel animalito eran completamente inofensivo y que me miraba fijamente con aquellos tiernos ojos negros, y aunque debí tener miedo por el tamaño, sentí compasión por el.
Y aunque debí seguir caminando, me detuve, no se porque y sin pensarlo lo llame, y el sin dudar se me acerco con un paso lento, pareciera que siempre nos habríamos conocido, pero no era así; era la primera vez que nos estábamos viendo.
En ese instante algo raro paso dentro de mi, todo fue tan extraño que no podría explicarlo aunque quisiera, solo sentí, como si algo me empujaba a el, y creo que a el también le paso lo mismo, porque no dejaba de mirarme; eso me hiso sentir un miedo como nunca antes lo había sentido, y no era porque el me pudiera hacer daño, sino que tal comunicación que había habido entre los dos escapaba de mi razón, así que comencé a caminar lentamente para observar que actitud tomaría aquel animalito cuando yo me alejara de el; mi sorpresa fue mas grande al ver que mis sospechas eran mas fundadas, que aquel perrito había entablado no se como una comunicación y un afecto hacia mi casi sin conocernos, porque aquel perro comenzó a seguirme hasta llegar a mi casa, esta actitud de el perturbo mas mi mente, y si aun tenia algo de sentido de mi mente esta fue completamente ocupada por un deseo extraño de conocer mas aquel extraña sensación que mi cuerpo quería descubrir, así sin mas abrí la puerta y cuando entre deje que el también pasara a mi casa.
Era raro todo, pues lo que había empezado hace poco se había convertido sin duda en algo muy fuerte y si algún momento pensé que era una mujer normal, en ese momento descubrí que no era así, que en mi había escondió un volcán, y que raramente ese animalito había podido encender.
No podía ya tener control de mi cordura, pues con solo observarlo, mis deseos crecían más, y el no se quedaba atrás, pues sus actitudes demostraban un inteligencia que nunca había observado antes en un animal, y eso hacia que yo no aguantara mas y sin mas me puse a su altura posándome de arrodillarme y con caricias hice sentir a mi cuerpo sensaciones que antes no sentía. El en cambio comenzó tranquilo pero poco a poco mis caricias empezaron a excitarlo pues note que su pene crecía y mis ansias de ser poseída por el eran cada vez mas incontrolables.
El éxtasis crecía cada instante, y mi excitación dominaba más mi ser, mi ropa era como una prisión que yo no aguantaba, así que como pude me quite el vestido que tenia puesto, y sin medir consecuencia hasta rompí lo demás, así desnuda me tumbe al suelo y con mis senos mirando para arriba me aferrándome a aquel pene majestuoso, y con mis dos manos lo tome y me lo metí en la boca. Todo paso en un par de minutos de pura excitación, le chupe el pene tan rápido y succione tan fuerte que el término llenándome la boca de su semen.
Y aunque aquel semen tenía un sabor muy raro y hasta asco me dio, no me importo mucho tomármelo todo.
Pasado unos minutos y echada todavía donde todo paso, sentí una sensación muy fea por lo que había hecho, me sentía tan sucia por lo que había sucedido, pues sin pensarlo había llevado todo muy lejos, y aunque el animalito estaba tiernamente echado a mi lado, yo no podía concebir aquella actitud mía, así que me levante con una gran sensación de culpabilidad, toda sucia con gotas de semen en todo mi cuerpo, y enojada con migo misma me fui a darme un baño, y aunque aquel perrito también quiso seguirme, yo le reñí y me fui sola, quedándose el solo en la sala.
Ya en el baño, desconsoladamente me puse a llorar, reprochándome por todo lo que yo había hecho me sentía tan sucia que jure que no volvería a pasar eso nunca mas. Así que al salir me cambie y luego eche aquel perro de mi casa y me fui a dormir.
Pero no paso mucho tiempo, cuando unos ladridos suaves me despertaron; era aquel perro que de una forma que desde la calle me llamaba, y yo no podía hacer nada, pues temía mucho que mis vecinos notaran eso también, así que baje rápidamente y dudar le deje entrar nuevamente a mi casa, cuando el entro se noto muy alegre pues me movió la cola y me miro tan cariñosamente como si yo fuera su dueña. Eso me acuso ternura, pues pensé que el no era el culpable por lo que había pasado y que yo era la única quien debió tener el control, así que le deje que se quedara, pero el muy inteligente comenzó a lamerme las manos, esto causo nuevamente esa extraña sensación que sentí la primera vez, y aunque quise alejarlo de mi no pude, mas aun comencé a acariciarlo nuevamente, esto hizo que su pene creciera rápidamente logrando en mi un descontrol total de mi ser.
Es en ese momento comencé a entender que las cosas en mi había cambiado completamente, y que era tonto ya negar que estaba atada a el, así que sin pensarlo mucho me entregue a la pasión, llevándolo a mi alcoba donde nunca mas volvería a negar mis sentimientos y darle a aquel perro todo lo que el quería.
Ese día deje de ser mujer para convertirme en su hembra, pues fue tan incontrolable todo que no dude en quitarme la ropa que solo estorbaba, y comencé a comportarme como el quería que fuera, su perra.
Fue tan candente todo, que yo la pase en suelo arrodillada, dando vueltas en cuatro patas, acariciándolo su cuerpo y su pene; deseando sentir ya lo inevitable, sentir su pene dentro de mi vagina, el calor de su semen y la fuerza de sus envestidas.
Pero no fue hasta que el quiso hacerlo, y eso me volvía loca, yo entregándole mi cola y solo lamia la espalda, y eso me excitaba mas, pues cogía sus patas y lo ponía encima mío y nada, así paso varios minutos hasta que de un momento el solo se subió encima mío, siento yo por fin su peso en toda mi espalda, sus uñas arañándome la cintura, su pene tocado los alrededores de mi ano y mi vagina.
Yo solo le decía:
– Métemelo de una vez
– Hazlo, hazlo ya
Y en cada movimiento me sentía mas una perra en celo.
– Soy tuya, métemelooooo
Hasta que de un golpe, sentí ese hermoso pene, todo dentro de mi, y yo no pude aguantar y grite fuerte.
– Ahhhhhhhhhhhh
Y comenzó a copular dentro dumio como si fuera su perra, lo hizo con tal fuerza arranco de mi orgasmos inmediatos y unos gemidos constante
– Ahhh ahhh ahhhh, siii, siiii ahhh
Hasta que termino dentro mio metiéndome toda su bola, y aunque sentí un dolor muy fuerte me sentí feliz que deje que hiciese conmigo lo que quiera, y así fue que al acomodarse comenzó a tirar jalándome unos metros, fue tan fuerte que arranco de mi gritos de dolor, pero estábamos tan pegados que no pudo salir de mi hasta unos 20 minutos. No se si mi vagina es pequeña o su pene es grande solo se que mi vagina y su pene son uno para el otro.
Desde esa noche, ya no me culpe mas, tampoco volví a cuestionarme; entendí que esa primera mirada que nos dimos era el destino, y si no fui a esa fiesta fue porque las cosa entre nosotros tenia que pasar. Ahora el vive en mi casa y esta mas grande y gordo porque lo mantengo bien alimentado, y tampoco le falta sexo porque siempre le doy placer y trato que cada vez que me coge hacerlo sentir bien sea oral, analmente o vaginalmente.
Cada vez que pienso en las cosas que paso, solo pienso que yo soy una perra humana!
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