" EL MEJOR DÍA DE SOFÍA "
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Muy por la mañana me levante como de costumbre y salí a recorrer el vecindario rutinalmente como cada día, me quite la pijama y todavía muy excitada por los sueños que había tenido la noche anterior y estando desnuda frente al espejo de mi recamara, admire mi silueta y me dispuse a estrenar el coordinado tan sexy que el día anterior había comprado en compañía de mi mejor amiga Vanessa en una boutique del centro comercial, en el cual pasábamos las horas curioseando; comúnmente salgo a correr un poco, muy por la mañana, algunas veces coincido con mi prima Natalie, pero esta vez, tenía que hacer rendir mucho mas mi día, y me dispuse a hacer mi rutina de caminata diaria un poco más temprano que de costumbre; había olvidado solo una cosa, pues no alcance a hacer completo el lavado de ropa y falto mi vestuario deportivo, por más que busque en el guardarropa, no pude encontrar algo cómodo, solo estaba disponible mi uniforme de porrista del colegio, el cual usaba todos los miércoles; me detuve un momento a colocármelo y mirarme al espejo, estaba más que descubierto, sin contar que, tal vez me daría un poco de frio, pero como no tenía algo mas por el momento, finalmente opte por usarlo; tampoco atendí en ese momento que, sería demasiado llamativo para usarlo en el vecindario.
Si bien ya hacía algún tiempo que debido a las prisas por regresar a casa, y por la prontitud con la que mi madre me recogía del colegio, apenas si alcanzaba a cubrirme con una sudadera y empacar mis pompones y barras; en ciertas ocasiones al llegar a casa y bajar del auto de mamá, percibía las miradas tan fijas y desnudantes de los vecinos de la cuadra, pues hacia pocos meses atrás, entre varios de ellos se habían asociado a emprender un taller mecánico, el cual era novedad, pues el más próximo, no lo estaba del todo relativamente; aunque me incomodaba con ello, no prestaba la debida atención, e inclusive en alguna ocasión me acomode los bordes tableados de la minifalda al bajar del auto, ya que como siempre al llegar a casa, era del todo recibida con lameteos y ladridos por mi mascota Dinky, un alaska de apenas un año, a lo cual siempre atinaba a agacharme un poco frente a la reja de la casa para abrazarlo.
Aquella mañana estaba aun relativamente oscuro, al principio me dio un poco de temor salir así tan provocativa a la calle, y trate de convencerme a la vez, que estaba en un lugar conocido y donde estaría segura, pues por la mañana está muy tranquilo y no era necesaria la compañía de nadie; salí muy dispuesta, abroche mi brasier, me acomode el top, la minifalda y me coloque por ultimo los tenis, una pinza que recogiera mi cabello, tome las llaves y encendí mi reproductor de música.
Al salir, no recordé que la puerta se cerraba sola y que en ocasiones no había duplicado fuera, comencé a trotar y me dirigí hacia la esquina próxima, tras dar algunos pasos más, comencé a sentir un poco de frio en mis piernas, pero poco a poco con el ritmo fui acostumbrándome; siempre recorría dos veces la mitad del vecindario y regresaba a casa, esta vez pase una tercera vez cerca de aquel taller, y al estar frente a la reja principal, me asuste al ver que se acercaban dos enormes perros negros de apariencia muy peligrosa, me detuve un momento y al dar vuelta a la cuadra, estaba una perrita callejera que pasaría por el lugar del cual yo venía; cuando di varios pasos más adelante, escuche como aquellos perros comenzaban a aullar y tratar de salir con ella, por lo cual me detuve y mire hacia atrás como hacían alboroto al sentir la presencia de aquella hembra frente a su territorio; era más que notorio que estaban en celo y solo una reja los limitaba para tratar de llegar a convencerla de aparearse con aquellos, pensé entre mi, pobre perrita, tu tan tierna y pequeña, y estos tan dispuestos a todo; ella sola y temerosa solo olfateaba por los alrededores.
Vino a mí la imagen de cómo sería si estuvieran fuera olfateándola e intentando montarla, eso me excito un poco y sentí una punsadita en mi vagina, estaba mojada un poco de mi pantaleta, deje ese pensamiento y comencé a trotar nuevamente, y me dirigí a casa.
Oh sorpresa!, que me lleve cuando me detuve frente a mi casa e intente entrar, al abrir las manos solo tenia el reproductor y de mis llaves nada, no recordé que se había cerrado la puerta a mi salida y ahora no tenia modo de cómo abrir; que podía hacer en ese momento, pensé, –tal vez se me habían caído las llaves en algún lugar del camino y fue cuando, caminando nuevamente regrese fijándome detenidamente al suelo para ver si estaban tiradas; cuando llegaba casi al taller, ya estaba abriendo uno de los ayudantes de los vecinos, no me percate que se encontraba abierta toda la reja y fue cuando uno de los perros salió corriendo hacia donde estaba yo, pensé que me mordería, cerre los ojos y solo intente quedarme quieta sin hacer movimiento alguno, este al llegar frente a mí, me comenzó a olfatear y levanto un poco la cabeza frente a mis rodillas; abrí los ojos y este ya se dirigía hacia atrás de mí, no quise darme vuelta pues pensé que si lo hacía, este se abalanzaría a atacarme, me dio mucho miedo y seguí entonces inmóvil y deje que me olfateara; el muy listo me puso su fría nariz en mis nalguitas, di un ligero salto pues había metido su hocico bajo mi pequeña minifalda tableada; me quede helada, sabía que estaba olfateando mis sudor y mis fluidos que instantes atrás se habían impregnado en mi pantaleta; fue cuando de repente, el chico que se encontraba abriendo el taller se dirigió rápidamente hacia mí, y me dijo:
? ¡tranquila amiga!, no te muevas,
?no muerde, ? ¡no te asustes!
Tomo al perro del collar y lo jaloneo hacia el local, y cerro nuevamente la reja.
Yo aun temerosa y un poco friolenta solo atine a sonrojarme un poco por la circunstancia, y algo avergonzada, le di las gracias con un tono de voz un poco suave.
El, volteó hacia mí, y me dijo:
? ¡Discúlpame!, ? no pensé que se escapara el Dandy,
?han estado un poco intranquilos estos últimos días, ?Espero no te hayas asustado,
?se ven muy rudos pero también son –"juguetones"
Levanto su mano y la dirigió hacia mí, intentando saludarme; y dijo:
?Mi nombre es Marcus,
Lo mire, y dije:
? ¡Soy Sofía!,
Noto que mi mano estaba heladísima, y me respondió:
? ¡Hola Sofía, ? cielos! estas un poco fría,
?espero no sea del susto,
Yo respondí:
? ¡Lo siento!, ? es que salí a hacer un poco de ejercicio,
? tal vez sea por el viento.
Se quito la chamarra de cuero que traía y se dispuso a colocármela sobre mis hombros,
a lo cual solo dije :
? ¡Hay!.. Gracias, ?no te molestes…
Era más que notorio que sabía que tenía mucho frio pues estaba más que temblando, y evidente aún más, por que había notado el tipo de vestuario que llevaba puesto.
Pensé que tal vez, él podía ayudarme con el problema de mis llaves, y le pregunte:
? ¡Disculpa!, de casualidad en este rato que llevas aquí, ¿no viste tiradas algunas llaves?
Él, volteando a mirarme me respondió:
?No, eh, para nada,
Fruncí, un poco los labios, y él lo noto.
A lo cual mirándome de pies a cabeza, dijo:
? ¿qué pasa?,
Le conteste un poco resignada:
?No, nada, es que…, ? ¡ahora como voy a entrar a mi casa!
? ¡No te preocupes!, dijo:
?permíteme tomar algunos desarmadores y pinzas y con todo gusto te ayudo.
? ¡En serio!, Respondí,
?Pues muchísimas gracias, ¡¡eres un amor!!
Me miro y sonrió un poco,
Se dirigió hacia dentro y tomo lo que había dicho y me dijo:
?¡Pues vamos!, Sofía.
Camine con él hacia mi casa, él aprovecho para irme haciendo más preguntas sobre mí, mientras me miraba detenidamente; » típico«, como son los hombres siempre tratando de ligar.
Llegando a casa le dije:
?Es aquí, ya llegamos.
Se detuvo junto a mí, y dijo:
? ¡wau!, es muy hermosa tu casa,
?¡¡no tanto como tú, pero es bonita!!
? ¡Gracias! … Le dije.
Intentó abrir la puerta con la herramienta que llevaba; pero tras varios intentos, no pudo, y dijo:
?Cielos creo que no va a ser tan fácil, verdad…
?Creo que tendrás que acudir a un cerrajero.
Yo no sabía dónde podría quedar alguno, y por ello le pregunte:
? ¿No sabes dónde puede haber uno?
Dijo:
?Si… ¡mira! está un poco enredado, pero te explico.
La verdad apenas si atendí a lo que me decía, pues el frio me estaba aun derritiendo.
?Pues bueno, ¡gracias!, por intentarlo, Respondí cuando él dejo de hablar, le devolví su chaqueta y me dirigí hacia donde me dijo.
Creo, que fue tan mala idea el irme sola y no pedirle que me acompañara, pues, al pasar por un terreno baldío; me salieron tres sujetos muy feos y me rodearon. Yo intente seguir caminando de prisa, pero me detuvieron del brazo y uno de ellos a mi espalda me tomo del cuello, uno de las manos y el otro sujeto que quedaba frente a mí, me comenzó a decir muchas cosas; mientras con sus manos me tocaba sobre mi ropa, desde los senos hasta mis piernas.
Intente gritar pidiendo auxilio, pero el tipo que me tenia sujeta por detrás me presiono el cuello y sentí como iba perdiendo fuerza y visibilidad.
No sé cuánto tiempo estuve desmallada, que cuando desperté intente volver a gritar; pero algo me retenía la boca. (Tenía dentro una pelota de esponja y estaba amordazada con cinta).
Voltié hacia los lados tratando de identificar en donde estaba y que era lo que sucedía; pero no distinguía casi nada por lo muy oscuro del lugar.
Estaba atada e hincada de rodillas y no podía mover ni brazos ni piernas, y ya se me empezaban a adormecer; de pronto, entro una luz en aquella oscuridad, era alguien que a mis espaldas se dirigía al interior de aquel lugar, intente gritar, (pero eso que tenía en mi boca no me lo permitio).
Se acerco a mí por detrás y sentí como su mano se introducía bajo mi minifalda, recorrió su mano sobre mi vagina y palmeándome sobre mi pantaleta me dijo:
?Que bien que ya despertó nuestra muchachita.
? ¡Ahora sí!, ?parece que tendremos quien amine el juego que va a comenzar.
Me moví, tratando de empujarlo fuera de mí, pero, éste desabotono mi top, bajo las copas de mi brassier y tomando uno de mis senos, lo chupo, diciendo:
?¡¡wau!! ?se está poniendo rejega,
?pero ya pronto se le va a ir quitando.
Se levanto y salió, de aquel lugar, dejándome nuevamente a oscuras.
Después de un rato, se encendió una luz apenas tenue en ese lugar, comencé a llorar y por mi mente pasaban muchos pensamientos; suplicaba tanto que no me fueran a hacer daño, y pensé que se trataba de un secuestro; y que tal vez pronto me dejarían en libertad.
Estaba muy desesperada e intentaba jalarme de las ataduras en que estaba, con el ruido que produje, de pronto llegaron a esa habitación no el mismo sujeto, sino ahora los tres juntos, vestían capuchas en sus rostros, no pude reconocerlos, se acercaron todos a mí, y comenzaron a manosearme toda y a jalarme los pechos, me daban nalgadas y frotaban mis labios vaginales y mi clitoris sin compasión hasta endurecerlos y hacerme retorcer de excitación.
Soltaron las ataduras del otro extremo de donde me tenían y me jalonearon hacia una cama que estaba expuesta solo con un colchón encima de ella; también había una cosmetiquera, Me colocaron una soga en los pies que me impedía dar paso alguno.
Uno de ellos me dio una nalgada y exponiendo uno de mis pechos lo lamio y mamo tirando de mi pezón con sus dientes, aquello me dolió tanto o aun mas que la marca que me quedaria en ambos una lágrima me hizo soltar.
Desató mis manos y jalandome del cabello me llevo a un tocador de junto y me obligo a maquillarme, diciéndome que si lo hacía de mala gana me darían de latigazos y me quemarían con cigarrillos, al verlo tras de mi encendiendo su cigarrillo mientras me observaba sin detención, accedí, pues sabia que iba en serio; pero al terminar, intente dejar conmigo un lápiz delineador para ensartárselo al próximo de ellos que se me acercara; mi intento fue fallido, pues cuando me volvieron a maniatar de las manos a los barandales se dieron cuenta de lo que ocultaba y me lo quitaron a la fuerza, dándome una bofetada en cara, y ya no pude seguir oponiendo resistencia a no soltarlo.
Tras irme tocando las nalgas e hincarme nuevamente; uno de ellos me exclamó al oido:
? ¡Muy bien nena!, ?ahora estas más hermosa que cuando te encontramos.
Luego ya se acercaba uno de ellos a colocarme la mordaza nuevamente en la boca, no sin antes advertirme que si gritaba o intentaba pedir auxilio me iría muy mal.
Tuve miedo, y llorando contuve el volumen de mi voz, y le decía:
?¡Por favor, nooo!!, ?¡no me hagan daño!,
? ¡se los suplico!, por lo que más quieran, ?¡¡ no me hagan nada!!
Comenzaron a reírse y contestaron:
? ¡Jajá!! , miren como suplica esta muñequita,
?Tranquila ¡¡ nena!! ?nosotros no te haremos nada,
? ¡Pero!, dudo que ellos quieran….
— ¡¡¡Sí!!!…, ?¡mira nadamas!
?¡¡esa ropita está muuuy bien!!.., sin pensarlo te vestiste para la ocasión, ¡¡Zorrita!!.
?Y como no, pues con todo eso, cualquier chamaco se calentaría tan solo de mirarte " mi Reina"…
?es por eso que hoy vas a jugar un poco a la “animadora”.
La voz que me hablaba me parecía un poco conocida (se parecía a la de uno de los vecinos), pues un día que fallaba el carro de papá, acudió al taller, yo lo acompañaba, y me parecía recordar, que el sujeto que nos atendió hablaba muy idéntico.
Suplique, y rogué, pero estos no me pensaban dejar libre.
Llorando y aterrada, sabia que no pedirían ningún tipo de rescate por mí, y lo que querían era algo diferente.
Uno de ellos, de pronto dijo:
?Pues bueno, ya va siendo hora,
?Antes de que amanezca más y alguien se puedan dar cuenta.
? ya se están desesperando, y "esta mamacita" se está enfriando.
?¡¡Vas!! vete por ellos, pero los amarras bien.
?Yo les voy a decir el orden en que van a jugar con este “bombón”.
? “¿está claro?…
Se acerco a mí, manoseo mis senos y jugueteo con mis labios vaginales con su mano, lento y luego rapidísimo, me nalgueo varias veces, (en ese momento yo sentía una excitación muy fuerte, pero me desagradaba la forma en que me estrujaba). A lo cual intentaba cerrar mis piernas para que dejara de hacerlo.
El otro sujeto que quedaba en la habitación se dirigió hacia mí, y con un bote de agua me baño de hombros a pies.
Comencé a titiritar y a sentir mucho frio, cuando pasaba un cúmulo de saliva de la mordaza en mi boca, escuche que entraba alguien al lugar, pero se escuchaban jadeos y más jadeos. (Sabia, que me iban a violar).Un nudo se hizo en mi garganta y mi pulso se aceleraba, yo lloraba y lloraba desesperadamente.
Fue, cuando sentí como unas manos recorrían mis caderas y me colocaban unas almohadas apiladas frente a mí; uno de los sujetos se puso adelante, y me empujo de la espalda para que mi vientre quedara sobre ellas, y me dijo:
?así te vas a quedar..
?Si intentas moverte te va a lastimar, y no va a ser nuestra culpa, ? ¡eh!
Mis pechos apenas rozaban con las almohadas, mi vientre encima de ellas y mis caderas quedaban expuestas, sentí como unas manos abrían poco más mis piernas y bajaban mi pantaleta a nivel de mis muslos. (Sabia, que era el momento y que me penetrarían, aunque no sabía por que lugar).
De pronto escuche una palmada, como cuando alguien aplaude, y sentí como alguien se subía jadeando detrás de mí, justo donde yo estaba empotrada; cerré los ojos aun llorando y me puse tensa intentando safarme por vez ultima, fue cuando sentí un roce humedo en mis labios vaginales, como un lengüeteo que me hizo sentir escalofríos.
Y nuevamente, con más intensidad, así, estuvo durante varios minutos; pensé que se trataba de alguno de esos tipos que me estaba penetrando con su lengua, intentando hacerme lubricar, para el instante en que me introdujera su miembro.
De pronto sentí un golpeteo de algo duro y tibio en mis nalgas, luego en mi ano, y más en la entrada de mi vagina.
Ahí fue donde el miedo me hizo estremecer, y después de unas cuantas risas de aquellos tipos, aquello se quedo en silencio; uno de ellos con una cámara de video ya filmaba desde diferentes ángulos.
Fue cuando volvió ese brincoteo que se incrementaba, y algo peludo rozaba mis nalgas; uno de ellos levanto un poco mas de mi minifalda hacia mis caderas, y descubrió la cortina que estaba en la cabecera (a la cual yo estaba de frente); abrí los ojos e intente gritar mucho mas, cuando vi que era un enorme perro negro el que se acercaba tras de mí.
Dando cuatro intentos, intento subirse a mi espalda y era su pene el que se repegaba a mi sexo, intente jalarme pero aquel enorme animal al ver como intentaba estirarme, se acerco aún mas a mis caderas y poniendo sus patas delanteras en mi cintura, movió sus patas traseras y después de otros seis intentos dio con mi vagina y comenzó a introducir la punta de su pene en mi, inmediatamente comencé a gemir, tratando de gritar, el dolor era insoportable sentí primero algo delgado y viscoso que se metía unos cuantos centímetros.
_ ¡oohhh, wauu!.., uno de ellos decía.
_ !ya, ya ya! , ¡ya esta, dejalo dejalo!!, ya la tiene!
de pronto, aquel sujeto que tiraba de la correa de ese animal, la soltó.
Y fue cuando aquel monstruo arremetió contra de mi, senti un enorme peso empujarse con fuerza dentro de mi, ese enorme perro comenzó a penetrarme mas y mas, yo gritaba y gritaba ¡aaaaahg!, ¡aaahg!, ¡aah!,, ¡ahhh!, ¡aaaahg!, ¡aaagm!, a la vez que intentaba safarme, pero mis movimientos solo estimularán más a aquel animal, la cama se estremecia en un rechinar constante con ambos sobre ella, mientras mis rodillas se clavaban más y más al colchón, de pronto se escucho un "Cloc", sentí un enorme dolor y como corría un liquido por mis piernas; (sin duda alguna, mi himen esta vez si se había roto), trate de enderezarme, pero me fue imposible, aquella tracción y empuje bestial me estaba destrozando por dentro, en instantes se me dificultaba respirar; intente gritar con mucho más fuerza, pero aquello que intentaba decir era un terrible ¡ummmmmmmmmmmmg! tan fuerte que era casi como una señal para que aquel perro lo hiciera más fuerte y su falo intensificara su entrada.
En unos minutos aquel dolor comenzó a disminuir y empecé a sentir como me entumecia por dentro un calor recorriendo todo mi ser, mi interior palpitaba como acoplándose a aquel miembro que me poseía tan salvajemente, mi boca con aquella pelota dentro salivaba much, mientras yo intentaba morder mis labios y rasguñar con pies y manos.
Mis jadeos eran inentendibles y aquellas embestidas me estremecían toda desde las caderas hasta mi cabello, mis pezones se endurecían y dilataban y mis senos eran lo que más se zarandeaba fuera de mi brasier al ritmo de los empellones que arremetían sobre mis caderas.
Sentía como aquel animal en algunos instantes me levantaba en el aire suspendida de su falo bestial; sudorosa y llorando miraba a través de aquel enorme espejo como aquella bestia peluda y negra se aprovechaba de mi cuerpo y me desvirgaba tan salvajemente, mi primer orgasmo se hizo presente, y cuando esto sucedió, tal pareciera que aquellos sujetos sabían que estaba comenzando a desvanecer de pasión; que retiraron la pelota de mi boca; primero intente digerir el cúmulo de saliva que me ahogaba y de entre ella emití un quejido aun mas estruendoso cuando volví a sentir aquel mortal bombeo, un ¡aaaaaaaaaaaaahhhhy!.. ¡ahah!, ¡nooo!, ¡ya noooo!. (Y nuevamente la mordaza a mi boca).
Después de algunos minutos de mete y saca, aquella bestia ceso de penetrarme y jadear detrás de mi espalda, sentía como mi vagina se dilataba con aquel enorme pene dentro de ella.
Pensé que ya todo había terminado, pero no era así.
Nuevamente y con más potencia comenzó a meter aquello mas y mas dentro de mí, sentí otro orgasmo y como algo aun mas grande intentaba adentrarse a mis paredes vaginales, y mientras mis muslos temblaban al igual que mis nalgas y mis rodillas se levantaban de vez en cuando; intente detener la entrada de aquello con el empuje de mis caderas hacia atrás,(no salió como lo intente), aquel movimiento brusco permitió que ese nudo de carne se me metiera, me ardía demasiado y sentía que me destrozaba; pero pronto se acopló y entro completamente tras algunos embates más.
Yo ya no aguantaba más, sentía como temblaban mis piernas, tanto de frío por aquella mojada, por la postura en que me encontraba y más aun por aquel violento encuentro sexual.
Pensé que me desvanecía, semi desnuda con el cabello revuelto, el rimel corrido, y con el hocico de ese perro gimiendo triunfal pegado a mi cuello y mejilla; fue cuando por fin ceso aquella bestia, gruño y ceso de jadear intentando lenguetar mi rostro, intente jalarme hacia enfrente, pero aquella bola que se me había metido lo impedía; debió causarle dolor a el también, pues cada que yo tiraba, a mí me ardía mucho y el soltaba un leve quejido y se encogia sobre mi hombro.
Deje de intentarlo y tras varios segundos mas, el perro se quedo quieto unido aun a mi, mirando por el espejo y quejándome, trate de cambiar mi postura, el perro me sintió e intento tirar también, solo alcance a enderezarme un poco para quedar como en cuclillas, pero el perro jalo y me dolió tanto, que hasta me estire del dolor y mis ojos se pusieron en blanco; era prácticamente imposible, el perro se comenzó a venir dentro de mí, con tanta desesperación sentí un calor tan intenso que me hervía por dentro, (estaba eyaculando con mas presión dentro de mí, volvió a mi mente el horror de sentir sus espasmos junto a los de mi vagina y como su pene crecía dentro), poco después pensé que como ya había terminado de violarme aquella bestia, sacaría su pene de mi y se terminaría todo mi sufrimiento.
No fue así, el perro a pesar de haber vaciado su semen en mi útero, seguía enganchado a mí, y no había poder alguno que lo desprendiera de mi sexo; pase un largo tiempo así pegada al enorme animal, que seguía jadeando; pase mucho tiempo soportando el cuerpo de ese perro sobre mi espalda; las almohadas desapiladas y vencidas dieron paso a que cayera y mis senos quedaran sobre sabanas, después de algún tiempo se comenzó a mover sin darme oportunidad a reaccionar y bruscamente se levanto hacia un costado y aquel enorme miembro salió de mi tras un sonido de vacío emitido por mi vagina, haciendo encogerme y gritar del enorme dolor.
Uno de los sujetos lo bajo de la cama y lo trajo junto a mí, me tomo de la barbilla dirigiendo mi rostro hacia el lado, y esto solo para que mirase aquel perro mientras este se lamía su pene (mientras yo me adolecía recogiendo mis piernas); ya bajaban grandes cantidades de semen fuera de mi vagina abierta y palpitante.
Éste exclamo:
?Mira niña, mira entre las patas del "Dandy".
?Todo esto te comiste ¡tu solita nena!…
Miré sin poder evitarlo y era verdad, había dejado de ser virgen y sin desearlo siquiera, mi primera vez había sido brutal y no en los brazos del hombre de mis sueños, me habían forzado a tener sexo con un perro, me había violado y era el mismo que me había olfateado, y del cual me había "defendido" un chico.
Se acerco uno de los tipos y me retiro la mordaza de la boca, y me dijo:
?¡Wauuuu!. ¡¡Preciosa!!, ?pensaba que no aguantarías más de cinco minutos con el Dandy,
?pero veo que eres aguantadora.
?Eso está bien,
Lo interrumpí, y exclamando dolor, le suplique nuevamente que ya me soltara, que aquel perro me había lastimado mucho, que me dolía y que no sentía mi cuerpo.
Me recogió con una mano de mi cabello y tiro hacia mi nuca, y me dijo:
?ya pronto muñeca, ?ya pronto,
?tu aguanta, ?y déjate querer,
?" Ya viene lo mejor"…
CONTINUARA …..
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