El perro de mis vecinos
Las vacaciones de mis vecinos me mostraron un mundo muy placentero y desconocido..
Hola mi nombre es maria, tengo 20 años, voy a la universidad y vivo sola en un departamento en medio de la ciudad. Para darles un poco de contexto hace unas semanas tuve mi primera experiencia con un perro, mis vecinos salieron de vacaciones y me pidieron cuidarlo. El se llama sombra, es un gran perro negro mestizo el cual fue criado y entrenado desde que era cachorro, es super amigable y ya lo había cuidado algunas veces en el pasado.
Todo esto empieza un jueves, sombra llega a mi casa, mis vecinos me dan las indicaciones sobre cuidado y una lista de palabras que el reconoce por sí llego a necesitarías. Todo fue normal el primer día, lo saque a pasear, le di de comer y me hizo compañía todo el día. El segundo día también iba bien, pero cuando regresamos del paseo por la tarde, me fui a bañar, sombra se había quedado en mi habitación y cuando salí de la ducha lo vi esperándome sentado en el pasillo, le salude y fuimos juntos a la habitación, cuando llegue la ropa que había preparado para ponerme no estaba, vi la preocupación de sombra en su rostro, le dije que fue un chico malo y me puse a buscar por toda la habitación mi ropa. Fui encontrado de a poco en todos lados, en mi armario, detrás de mi mesa de noche y entre las sábanas, pero faltaban mis bragas, cuando me agache a buscar debajo de mi cama las vi, bien en fondo, tuve que arrastrarme mucho y quedar casi por completo bajo mi cama para agarrarlos. En cuanto las tome sentí como algo húmedo y caliente paso acariciando mi entre pierna, sentí como si una gota de lluvia entrara por la parte de atrás de mi playera, al sentirlo miré que fue y era sombra, no le dio tiempo a decirle que se apartara antes de que empezará a lamer mi entrepierna con más entusiasmo. A duras penas logre salir y taparme, regañe a sombra y lo dejé fuera de la habitación mientras me cambiaba, no tenía miedo de que me diera alguna infección, sabía que sombra estaba vacunado y gozaba de buena salud, pero la sensación fue bastante extraña y placentera, esa noche antes de dormir me toque y admito que pensé en la lengua de sombra cuando lo hacía. Ya en el tercer día sombra parecía más nervioso que de costumbre, quería estar a mi lado en todo momento e incluso intentaba meter su hocico entre mis piernas, yo nonlo dejaba, pero los recuerdos de su lengua me invadían la cabeza. Por la noche no pude dormir, sentía curiosidad por volver a intentar sentir la lengua de sombra, pero a la vez sentía que estaba mal. Por la mañana del día 4 hice mi rutina nuevamente, me levante, fui al baño, le di de comer a sombra y me senté a desayunar, mientras comía mis tostadas miraba a sombra, me perdía en mis fantasías, tanto así que el se dio cuenta de ello, se acercó lentamente y se sentó debajo de la mesa, yo como si estuviera hipnotizada abrí un poco mis piernas mientras el acercaba su hocico, lo vi olfatear mucho, su húmeda nariz rozaba mi entrepierna y me daba un cosquilleo muy placentero, pero ese momento se vio interrumpido con el tono de mi celular. Mis vecinos llamaron, me preguntaron que tal estaba yo, sombra y si todo iba bien, claramente no les conté sobre sombra y su lenga, pero si les comenté que el estaba más nervioso, ellos me contaron que en el piso de arriba había una perrita la cual seguramente estaba en celo y sombra podía olerlo, también me dijeron que si pasaba algo como que si quería montarme o intentaba ir con la perrita, que les dijera, luego de una charla de como iban ellos colgaron. Ahora sabía que sombra quería calmar las ansias de oler a una sabrosa perrita en celo, sabía que sus instintos eran los que lo volvían así y en ese momento decidí aprovecharlo. Me pase todo el día leyendo relatos, mirando videos y buscando información sobre que tenía que hacer y me prepare para el siguiente día. El día 5 empezó igual, despertar, baño, desayuno y paseo, una vez en casa me decidí por intentarlo, ese día habíamos corrido mucho ply estaba muy sudada, pero ya no me importaba, me saque toda la ropa quedándome solamente con mis bragas, llame a sombra y le dije que se sentará, puse un poco de crema de maní en mis pesones y le di la orden para que viniera, sombra sin perder tiempo empezó a lamer mis pechos, la sensación era increíble, sin notarlo empece a mojarme. Cuando sombra termino con lo que puse en mis pechos me acosté con la intención de poner las crema sobre mis pechos, pero sombra se me adelanto, con su humeda nariz empezó a oler mi entrepierna, esta vez no me contuve, deje que rozara mis partes con su asombrosa nariz, me saque mis bragas y me abrí de piernas, sombra se acercó y empezó el espectáculo, su lengua pasaba por toda mi vagina, a veces entraba un poco entre los labios y otras pasaba por mi clitoris. Pasaron los minutos y yo ta no podía más, una fuerte sensación recorrió mi cuerpo terminado con un pequeño chorro de fluidos, sombra me había dado un orgasmo. Mis piernas temblaban y yo jadeaba de placer, me di vuelta poniéndome en cuatro para gatear, quería buscar mi ropa e irme a bañar, pero sombra se me adelanto. Todo el peso de sombra yacía sobre mi y algo rodaba mi entre pierna, asustada le di la orden a sombra para que se sentara, pero sombra no obedeció, una embestida me hizo sentir su gran miembro, intentaba penetrarme pero no podía, tenía miedo y yo intentaba escapar, pero su gran peso y fuerza no me dejaban. Tras un par de embestidas lo consiguió, un fuerte gemido indicó la penetracion de su miembro en mi vagina, yo no podía creerlo, tenía el pene de un perro dentro de mi. Sombra empezó a moverse con fuerza, yo estaba sensible por el orgasmo que tuve asi que solo sucumbi a el, su miembro imponente deformaban mi interior produciéndose placer y algo de dolor, yo me encontraba fuera de mi, mi cabeza solo pensaba en placer, en ese momento quería ser rellenada, quería estar atada a él con su nudo el cual no se hizo de esperar. Tras una sesión larga de embestidas sentí un fuerte dolor, el nudo había entrado en mi y el semen empezaba a llenarme, podía sentir como ese líquido caliente se depositaba en mi vientre y como sombra seguía embistiendo. Cuando se detuvo, se dio la vuelta dejándome cola contra cola y luego de un rato se separo, mis piernas temblaban y el semen escurría de mi interior. Los siguientes tres días fueron de puro placer, y ya en el día nueve volvieron mis vecinos, me preguntaron por su sombra y que tal se porto, yo les conté lo bien que se porto y como me encantaría cuidarlo más seguido, al día siguiente me enteré que la perrita de arriba estaba castrada y que sombra nunca sintió a nadie en celo. Pasaron dos semanas desde entonces y sombra me visita a menudo para pasarla bien por las tardes.
Espero que cuentes mas
proximamente estare contando la siguiente aventura de maria 😉
Puto relato bien jodido y caliente, me tuve que pelar al pelado con polera y le saqué la polera de tanto jalármela y casi escupo sobre el teclado de mi laptop.