EL PERRO, MI MARIDO Y YO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
UN día mi eposo llamado Carlos trajo a casa un cachorro de pastor alemán de 3 meses, porque siempre nos gustaron las mascotas.
El tiempo fué pasando y alrededor del año, un día de mucho calor ël me dijo de bañar al perro, así que agarramos la manguera y empezamos a mojarlo, y mientras el lo tenía yo empecé a enjabonarlo, le mojé el lomo, los costados y le daba hasta que formaba espuma, él entonces me dijo que en la parte baja es donde más juntan olor, que no tenga reparos y lo enjabone bien, y embromando le dije : – dale, querés que le lave la pija y los huevos?
Y para mi sorpresa, él me dijo que sí, entonces empecé a lavarlo, al principio con desconfianza porque no sabía como podía reaccionar el perro, pero se quedó tranquilo, y lo manoseé un buen rato, sentía otra pija que no era la de mi esposo en la mano, sentía cerca de los huevos algo redondo como una bola, no muy grande pensé (¡¡ qué sorpresa me llevaría después !!).
Después tuve que secarlo mientras Carlos me miraba con una sonrisa morbosa, y no lo defraudé, ni a él ni a nuestra mascota.
Tomé la toalla y empecé a frotar su cuerpo con vigor hasta que fuí acercando mi mano a su pija, ahí lo sequé despacio, acariciando su pija y sus huevos sin pudores mi esposo a todo esto ya estaba en bolas.
Lo masajeé y como ya estaba casi seco, ahí sí se le empezó a parar y a moverse como si tuviese una perra debajo.
Mi marido me dijo que me ponga en 4 patas (que es una de las poses que más me gusta) y con ayuda de él mi perro se me montó a la espalda, sintiendo al principio sus uñas lastimandome, el perro se movía sin embocarla hasta que mi marido la guió hasta el agujero del culo, y una vez que metió la punta empezó a moverse como loco.
Al principio era muy dura y finita, pero a medida que me cogía se le iba agrandando, a todo esto mientras el perro me cogía yo se la chupaba a mi esposo
¡¡¡ Que sensación sentir la pija del perro dentro mío !!! sentir la violencia de sus movimientos y toda esa pija entrando y saliendo hasta que me dí cuenta que algo se empezaba a hinchar mucho en la puerta del culo.
Ahí Carlos me sacó la pija de la boca y agarró la pija del perro por detrás del botón (que ya era como una pelota de tenis) y para que no me la saque me dijo que iba a seguir moviéndola. Así que me mandaba la pija del perro hasta el tope y la sacaba casi toda y otra vez la metía y así me tuvo haciéndome acabar no sé cuantas veces, ya tenía el culo lleno de leche y esa pija entrando y saliendo me tenía muy loca.
Así estuvimos media hora meta y ponga, hasta que el perro ya no quería más, fué entonces cuando la sacó y se hechó a un costado a lamerse, entonces mi esposo me dijo que todavía esto no había terminado y la metió el también en mi culo que chorreaba leche de perro, (mi esposo tiene una muy buena pija, sobre todo es gorda, pero la sensación de una pija de perro es algo tan distinto!!!! ).
Desde hace varios años seguimos disfrutando, incluso cada tanto se nos une alguna amiga que busca exactamente esto, y entre caricias y mimos también gozo con ellas.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!