EL SECRETO DE MI HIJA (PARTE I)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SAKURA18.
Hola mi nombre es Maribel y tengo 45 años. Todo comenzó el día en que mi hija Sandy iba a cumplir 15 años; ese día yo quería darle un regalo sorpresa por lo que le dejé una nota en la mesa del comedor diciéndole que me iría a hacer unas compras; pero en realidad yo me iba a esconder en su habitación para darle la sorpresa.
Después de esperar un rato, escuché que se abra la puerta de la casa y entonces yo me guardé en el armario; después de algunos minutos apareció mi hija Sandy y detrás de ella Rocky (nuestra mascota pastor alemán); cerró la puerta de su habitación con llave y se quitó la falda de su uniforme escolar y sus pantys, entonces ella se acostó en la cama con las piernas abiertas y empezó a tocarse la entrepierna mientras le decía al perro: -¡¡Ven Rocky, ven!! y el perro se subió a la cama, se acercó a mi hija y empezó a lamerle la vagina.
El perro lamía la vagina de mi hija Sandy y ella sólo le decía: -¡¡Mmm, Rocky!! ¡¡Qué rico!! Yo me quedé asombrada e inmóvil; no podía creer lo que veía. Después de varios minutos en que el perro lamía la vagina de mi hija, ella se bajó de la cama y colocó unas almohadas en el piso; después se hincó sobre las almohadas y se puso en cuatro patas como una perrita y le dijo al perro: ¡¡Ven Rocky!! ¡¡Ven y hazle el amor a tu amita!!
Eso era algo increíble, nunca en mi vida hubiera imaginado ver a mi hija en tal situación. Yo permanecí callada e inmóvil dentro del armario mientras que afuera, el perro se acercó rápidamente a mi hija, la sujetó de la cintura y empezó a moverse muy rápido; mientras que mi hija le decía: -¡¡No Rocky!! ¡¡En en mi culito no!!, pero el perro no le hacía caso y seguía moviéndose igual de rápido.
Entonces vi que mi hija le agarró su cosa roja al perro y se la acomodó en su vagina; pude ver con claridad como esa cosa entraba en la vagina de mi hija desde la punta hasta que llegaba a una cosa parecida a una bola que tenía; yo solo escuchaba como mi hija gemía y jadeaba. Habrán pasado como unos 20 minutos o más, cuando noté que el perro se empezó a mover más despacio y pensé que todo acabaría, pero no fue así, pues el perro empezó a hacer unos movimientos con mucha fuerza como tratando de meter esa bola inmensa en la vagina de mi hija. Noté que esa bola del perro tenía el tamaño de una pelota de tenis o de billar, y la logró meter completamente en la vagina de mi hija, y después de hacer eso el perro pasó una de sus patas traseras sobre el trasero de mi hija y se quedó en una posición en que parecían estar pegados trasero con trasero.
Recuerdo que oí a mi hermana decir: -¡¡Mmm Rocky!! ¡¡Volviste a abotonarme otra vez!! Yo no entendí a que se refería con eso de abotonarse, pero si recuerdo que mi hija se quedó con el perro pegados trasero con trasero. Yo permanecía inmóvil dentro del armario, pero al tratar de de acomodarme mejor hice un pequeño ruido, el perro se dio cuenta de mi presencia y trató ir hacia a mi, y al hacer esto noté que estaba como pegado a mi hija, pues cuando él trataba de caminar, arrastraba también mi Sandy junto con él. Cuando el perro se movía yo escuchaba claramente como gemía mi hija. Pasaron muchos minutos en que mi hija estaba como pegada al perro, entonces noté que el perro tiraba fuertemente de su lado y después de algunos intentos, pude ver como el perro sacó su tremenda cosa llena de un líquido blanco de la vagina de mi hija, que también tenía ese líquido y se oyó un chasquido muy fuerte. Quedé asombrada al ver el tamaño de la cosa roja del perro y me quedé pensando en cómo había podido tener dentro ese pedazote de carne mí hija. Al pasar eso, mi hija quedó tendida en el piso y el perro se le acercó y le empezó a lamer de nuevo la vagina. Después mi hija sacó al perro de su habitación y se metió al baño que tiene en su habitación.
Yo esperé unos minutos más y salí de mi escondite; dejé el regalo sorpresa de mi hija sobre su cama, salí sigilosamente de su habitación y me fui a la cocina. Después de esperar por un rato, apareció mi hija Sandy y noté que estaba sorprendida al verme y me dijo: -¿Fuiste a comprar mi regalo, verdad?- Y yo le dije: -¡Sí! ¡Pero como te estabas bañando preferí dejarlo sobre tu cama!-Entonces mi hija me dijo: -¡Lo que pasa es que llegué del colegio y me puse a hacer la tarea y después me di un baño!! Yo le dije: -¡Qué bueno que estabas haciendo la tarea y no otras cosas!- Mi hija se quedó pensativa y yo me fui a mi habitación…
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