En el taller
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Desde que deje mi auto en taller note que tenían un gran perro cuidando el lugar, se estaba lamiendo su polla cuando lo ví, e inmediatamente recordé los videos que días atrás estaba viendo en mi ordenador, sentí como me empezaba a humedecer, y hoy cuando fui a recoger el auto me arme de valor y viendo que los mecánicos se encontraban muy lejos de ese lugar me acerque al perro
Me da miedo acercarme pero le he visto la polla tan grande que pudo mas mi calentura y el deseo de sentirlo que mi pavor a los perros, empezó a olfatearme, y como estoy por empezar a tener mi periodo tengo un aroma muy peculiar, empecé a notar un pequeño y rojo bulto entre sus patas, era tan brillante, que yo no podía dejar de verlo, no me importo estar en ese lugar, maquinalmente acerque mi mano y lo empecé a tocar, jamás había tocado a un perro con esa intención, me pareció tan interesante, y diferente a lo que yo esperaba, el perro se quedo mirándome, y permitiéndome tocarlo, cuando tenia una buena parte fuera no resistí y quise probarlo me lo lleve a la boca y me gusto el sabor, mi boca empezó a hacerle una buena mamada como si se tratara de una verga cualquiera……
mi vagina empezó a escurrir y sin pensarlo mas me subí la falda y jale mi tanga de lado, el muy obediente empezó a husmearme, tenía la nariz fría y húmeda, y sentí como la fue acercando a mi mas profundamente, oliéndome por el coño y el culo, de repente sentí una lengua, que suavemente me limpio el culo, dio tres lentas y largas lengüeteadas que sentí como un escalofrío me recorría toda la espalda, abrí mas mis piernas y su lengua empezó a explorarme mas adentro, como queriendo alcanzar el lugar de donde brotaban mis jugos, su lengua era tan rugosa y larga, sentía que cada vez que me limpiaba le esperaba de nuevo un mar de jugos, me hubiera podido pasar horas ahí, sintiendo como limpiaba cada vez mas adentro, y cada pasada que daba sobre mi clítoris me hacia estremecer. Me corrí varias veces, me había masturbado varias veces viendo esas imágenes en el ordenador, pero esto era grandioso.
Seguimos así no se cuanto tiempo me olvide del tiempo y el espacio, de repente el perro empezó a quererme montar, me asusto un poco su fuerza pero en esos instantes no había razón en mi, después de varias embestidas le atino a mi coño, su tamaño era mayor a las pollas de varios de mis amantes, y la forma de moverse dentro de mi era indescriptible, además de la velocidad había unas palpitaciones en su pene que se transmitían a todo mi interior provocándome oleadas de orgasmos, sentí como de repente algo crecía dentro de mi y un gran chorro de leche caliente me inundaba, de pronto las embestidas pararon no así las pulsaciones en su verga, en un momento mas, el perro se bajo de mi y quede allí, a cuatro patas abotonada a un perro como si yo fuera una perra callejera,
cuando me recobre un poco, sentí una mirada, voltee y un hombre mayor muy alto y gordo me miraba pícaramente, y me dice, aaahhh que espectáculo acabo de ver, una niña rica cogida por un perro, y además lo tengo grabado todo en mi celular, se me bajo la sangre hasta el piso, no sabia que decir, y el muy bastardo acercándome a mi y acariciándome la cabeza como si se tratara de su mascota me dijo, – no te preocupes, este video no lo va a ver nadie con una condición, aceptas???? Me pregunto, -si, le conteste, que otra opción me quedaba…
Ya estaba imaginándome haciéndole una mamada al asqueroso sujeto cuando de repente sonriendo me dice, esperame aquí perra, enseguida vuelvo, quería sacarme la verga del perro y correr, pero recordé el video que el mecánico tenia en su poder, resignada a mamar una polla con olor a orín y sudor me quede ahí, a cuatro patas y llorando por mi situación,
Vi. que el sujeto regresaba, y traía un enorme perro tirando de una cadena, mi cerebro no alcanzaba a comprender lo que me haría, acerco el hocico del perro a mi coño y este empezó a ponerse como loco, ladraba y tiraba de la cadena, el tipo lo sujeto fuertemente, calmándolo y diciéndole, espera un poco max, espera, lo acerco a mi y me dijo, – mámasela, con miedo y todo accedí, el perro empezó a quererse montar con su verga en mi boca, provocándome a cada empellón una arqueada de vomito ya que me llegaba hasta la garganta, cosa que al mecánico le causaba gracia, después de haberse divertido un rato con el espectáculo y notando como crecía mas la polla del perro lo jaló, y cargándolo lo acomodó atrás de mi, yo me horroricé, pues nunca había tenido sexo anal, y como el otro perro aun estaba pegado a mi, no quedaba otro orificio por utilizar en mi trasero, el perro inmediatamente empezó ha hacer intentos por enchufarme, yo estaba en un estado de miedo y excitación que no me dejaba pensar en nada mas, el mecánico continuaba grabando la escena, cuando de pronto sentí como el muy cabron le atino a mi pequeño agujero, di un grito de dolor que tanto al perro como al sujeto no les importo nada, de un empellón max me la metió hasta el fondo, yo sentía que me desgarraba por dentro, continuo fuertemente sus empellones dentro de mi hasta que poco a poco me empezaron a gustar, ahora no gritaba de dolor, yo, una niña bien, gritaba y gemía como una puta, sintiéndome llena por mis dos agujeros y estrenando mi culo con un perro, me sentía la mas sucia de todas, y con ese pensamiento me vine a un orgasmo grandísimo a la vez que sentía como mis intestinos se llenaban de un mar de liquido caliente, y como se inflamaba mi culo por la bola del perro, sentí como dentro de mi fluían mis líquidos combinados con los de los perros , estaba feliz.
Así duramos un rato mas, al poco tiempo se desprendió el perro de mi coño, y en unos momento mas también salio max de mi culo, haciendo que me corrieran por los muslos chorros de liquido caliente, notando esto el mecánico le dice a sus perros, – miren lo que hicieron, no podemos dejar que esta señorita se vaya sucia de aquí, que va a pensar de nosotros. y como si los perros le hubieran entendido, se acercaron a mi y empezaron a lamerme y limpiarme toda, yo no cabía en mi del placer que sentía, seguía sintiendo como dentro de mi seguían las palpitaciones de ambas pollas, y ahí estaba, yo siendo limpiada por esos hermosos perros, me recosté un poco sobre el suelo dejando abiertas mis piernas, para que terminaran de limpiarme, cerré los ojos y creo que me dormí unos minutos en esa posición, cuando desperté, y recordé donde estaba me levante, me vestí, y al salir de el lugar me dice el mecánico, -gracias por su visita señorita, espero que haya quedado satisfecha con el servicio, la esperamos pronto por aquí o nos recordara viendo en el Internet este hermoso video casero.
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