En la ciudad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En la ciudad
Escena uno:
Hola, la ultima vez que escribí fue acerca de la aventura que sostuve con un Rottweiler, dejábamos las sabanas de la cama lavadas en sudor y líquidos que salían de mi vagina y ano cada vez que él me penetraba con su enorme y hermoso mástil que me hizo gritar de placer tantas veces.
Pero, como todos los machos, un día amaneció y no volvió a aparecer por mi casa de verano; afortunada de mi, pues el verano terminó y era hora de volver a la fría ciudad, tengo un apartamento en el centro de la ciudad con tres habitaciones.
así que decidí volver a ella con los mas sensuales recuerdos de mis vacaciones en la casa de verano y un libro escrito acerca del amor entre humanos y animales.
Un día, salí a correr temprano, hacia bastante frío así que no podía correr por mucho tiempo, de vuelta a mi apartamento, me percaté de una casa que se encontraba abandonada, era de tres niveles y no tenia reja que prohibiera el ingreso, de ella salían aullidos similares a los de un lobo, pero tenían dolor en su sonido; decidí mirar de que animal provenía ese sonido; pero al acercarme a la puerta, una manada de perros salieron corriendo del lugar; afortunadamente, no me empujaron al suelo, únicamente me lleve un gran susto, lo escalofriante ocurrió después; en la oscuridad de la casa sentí que respiraban, me quede paralizada viendo la oscuridad que respiraba fuerte.
Hasta que caí en razón y salí corriendo de aquel lugar.
En la noche de aquel día, me di cuenta que en desde la ventana de mi apartamento, se observaba aquella casa a o lejos en la calle, me compré un telescopio e intente observar sin lograr ver alguna cosa; claro esta que solo fue por esa noche, una semana después vi algo extraño, era como si hubiera una fogata adentro de la casa, observe por el telescopio y para mi sorpresa era una pele de perros, había un grupo de personas alrededor de algunos perros.
Indignada por ello, decidí llamar a la policía, cuando los vi llegar me puse una sudadera y fui a ver que ocurría; fue una mala decisión.
Cuando llegué vi a los policías hablando con aquella gente así que me acerque mas para ver de que hablaban.
– ¿Que hace usted en este lugar señorita? -dijo el policia-
– Fui yo quien llamó para que detengan este acto ilegal.
– Pero señorita, -dijo el policía- no se esta cometiendo nada ilegal, si quiere pase y mire
Así que subí y mire lo que ocurría y vi la fogata encendida, no había nadie pero se escuchaba los perros en e siguiente cuarto, así que fui a ver, cuando los vi habían algunos con sangre y otros irritados me ladraron con furia, habían cerca de 10 perros grandes de pelea, me enoje y cuando me gire para salir de aquel lugar sentí que golpearon en la nuca.
No se cuanto tiempo dure inconsciente, cuando abrí mis ojos vi de frente cabeza de un perro, era la de un Doberman, era gigante pero delgado.
Estaba solo ahí mirándome fijamente, cuando volví en mi misma, me di cuenta que estaba en el suelo, con el abdomen levantado sobre una banca y mis pies y manos atados al suelo, no podía levantarme y el banco no dejaba mis rodillas caer al suelo.
cuando miré a los lados habían unos cuantos hombres, comencé a gritar pero no se movían, tenían mascaras y de repente llego el policía con un antifaz.
– Tranquila señorita, todo va a estar bien -dijo él-
– ¿Que hacen?, suelten mis manos, déjenme ir -grité-
Pufff, mi rostro giro repentinamente y con rapidez, me había golpeado con su puño, luego puso su mano sobre mi rostro con cariño y dijo.
– No se asuste que la va a pasar bien.
Cuando terminó de decir eso, sentí unas manos bajando los pantalones de mi sudadera, pero él se quedó en frente mirándome llorar.
De alguna forma rompieron mi sudadera completa y me dejaron solo en interiores, hacia mucho frío y mis pezones se endurecieron; aun así no podía dejar de llorar.
– Te voy a presentar a mi amigo -dijo él- se llama Tom y es uno de los dos perros guardianes mas fuertes que tenemos en la estación, son casi invictos y me han dejado mucho dinero.
Cuando dijo eso, el Doberman -Tom- se acercó y me lamió el rostro, en ese momento no pude evitar recordar a Blacky, lamia mi rostro y media su lengua en mi boca y nos besábamos apasionadamente, la lengua de Tom era áspera y larga pero delgada; sin embargo, cuando su lengua tocó mi labios, no pude evitar abrirlos y sentir su hocico, Tom se dio cuenta de la apertura y se concentro en mi boca introduciendo su lengua por mis labios, su lengua era larga y se sentía caliente, mi lengua rozaba la suya y su saliva llenaba mi boca de placer, mi cara estaba emparamada en su saliva y sin darme cuenta, disfrutaba el beso de Tom.
– Veo que te gusta, eso esta bien -dijo el policía-, Aun falta Can que te va a besar en donde te gusta más.
En ese momento no entendí muy bien lo que me dijo, la lengua de Tom era alucinante, ella tocaba mi paladar y llenaba mi boca, mi coño estaba mojado de recuerdos y del placer que Blacky me brindó en verano; aun así, mi mirada se perdió cuando entendí lo que el policía me dijo, una lengua probaba los jugos de mi coño, gire la cabeza para mirar y vi a otro Doberman, era Can.
Los otros perros estaban locos pero los habían amarrado.
– Terminemos con los Doberman .
-dijo el policía-.
En ese momento sacó una navaja y me corto el sostén y otro me corto los interiores, en ese momento la lengua de Can se introdujo fácil en mi coño por lo jugos que emanaban de ella, di un grito de placer y en ese momento Tom siguió besándome, era un orgasmo su lengua, Can lamia desde mini ano hasta mi clítoris rápidamente, sentía mi coño en fuego.
En ese momento mi cuerpo estaba sudando y olvide los demás hombres de la casa, mis senos colgaban del banco pero estaban duros del placer.
Tom detuvo su poderosa lengua, y me miro a los ojos, yo sabia lo que él quería y en mi mente yo también lo quería; así que, se levanto en dos patas y las puso sobre el banco dejando al frente de mi cara su roja verga desenvainada, era larga y mojada, sin perder tiempo novio sus caderas y me penetro en la boca, cerré mis labios alrededor de su verga con fuerza para que se evitara aun más, enrolle mi lengua en su cosa y se sentía deliciosa que llegaba hasta mi garganta, el policía se dio cuenta de ello y solo mis manos, yo solo quería esta verga así que con mis manos sueltas agarre a Tom de sus piernas traseras y las agarré con fuerza para que empujara con mas fuerza su verga, podía sentirla más grande y su cuerpo golpeaba mi cara, mis manos sentían sus piernas y mis dedos su ano, no me dio asco sino placer, crecía en mi boca, y mi lengua no hace mas que rodar su verga jugosa y grande.
mis labios fueron abiertos a su máximo, mi boca no podía obtener semejante verga que salían y entraba con rapidez.
Por otro lado, Can ya tenia abierta mi vagina de par en par, su lengua se metía por mi ano mi luego por mi coño a un ritmo similar al de Tom.
Cuando Tom empezó a venirse, Can puso su patas sobre mi espalda y con una gran puntería atravesó mi ano sin compasión, los dos crecieron a su máximo, y mi ano estallaba en fuego, podía oír mis nalgas ser cacheteadas por ese animal y eso me excitaba, ambos Doberman se vinieron al mismo tiempo.
Tom lleno mi boca de su semen que sabia delicioso y de mi ano escurría el semen de Can, había sido violada por dos perros esta ves.
Estaba en shock tirada en el banco, completamente mojada.
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