JENNIFER
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SAKURA18.
Pasaron como unos veinte minutos y pasaron a recoger a mi mamá por sus amigas; yo le dije que iba a hacer las tareas que me habían dejado en el colegio y ella me dijo que llegaría un poco tarde. Después de almorzar, subí a mi habitación y me cambié de ropa, me puse un short chiquito y una blusa sin mangas porque había mucho calor. Prendí mi computadora y me puse a navegar un rato en la red; y como me encontraba sola en casa me puse a visitar algunas páginas para adultos. No recuerdo en cuantas páginas entré, pero había una que me llamó mucho la atención, ya que aparecía una chica desnuda junto a un perro y el título decía: ¡¡Las mejores fotos de zoofilia están aquí!! Yo no sabía qué significaba esa palabra; así que entré a esa páginas y aparecieron ante mí muchas fotos de mujeres que estaban teniendo relaciones sexuales con perros. Al ver eso me quedé impactada, nunca en mi vida me había imaginado que se podía hacer algo así. En casa tenemos un perro de raza pastor alemán y de tanto ver esas fotos, me puse a pensar si todo aquello que vi era real o simplemente eran fotomontajes. Así que de curiosa, dejé entrar a mi perro a mi casa y me fui junto con el a mi habitación.
Cuando entramos a mi habitación, noté que mi perro Jack me miraba como si supiera lo que tenía en mente. Entonces, yo me acosté en mi cama y me quité mi short y las pantys, mi perro se acerco a mi y metió su hocico entre mis piernas; yo las abrí con un poco de temor y el comenzó a lamer mi vagina. Nunca en mi vida había experimentado tanto placer como esa tarde; mientras mi perro me lamía yo le comencé a acariciar su cabeza. Después de algunos minutos mi perro dejó de lamerme y entonces recordando las imágenes que había visto, yo me puse en la posición en las que estaban las chicas de las fotos, o sea, de cuatro patas. Al hacer esto mi perro se me acercaba a mí, me sujetaba con sus patas delanteras de la cintura y empezaba a moverse desesperadamente; entonces yo supuse que mi perro quería tener relaciones conmigo pero a mi me daba miedo. Yo estaba muy nerviosa, y trataba de levantarme pero mi perro no me dejaba porque me sujetaba de la cintura y no me soltaba ni un momento. En uno de sus tantos intentos, Jack me sujetó muy fuerte de la cintura y al comenzar a moverse logró meterme su pene violentamente en mi vagina. Yo sentía un poco de dolor cada vez que mi perro movía su pene dentro de mí, y un rato después sentí cómo el pene de mi perro se agrandaba cada vez más y más dentro de mi vagina, tanto que sentía que me iba a partir en dos. Mi perro se movía muy rápido y parecía que no iba a dejar de moverse nunca; hasta que minutos después empezó a moverse mas lento. Sentí entonces que mi perro me sujetaba con mas fuerza y daba unos empujones muy fuertes como tratando de meter todo su pene dentro de mí; fue entonces cuando sentí que algo muy grande tenía dentro de mi vagina. Cuando sentí eso, mi perro se quedó quieto un momento, pero luego me sorprendí porque mi perro sin sacar su pene de mi vagina pasó encima de mi espalda una de sus patas traseras y nos quedamos en una posición un poco extraña, era como si nos hubiéramos quedado trasero con trasero.
Pero la verdad es que me dolía mucho, tanto que no quería ni moverme. Al ver que mi perro y yo habíamos quedado atorados por nuestros sexos, traté de todas las formas posibles de que el se separara de mi. Yo estaba súper nerviosa y tenía miedo de que mi mamá llegara y me viera así. De repente oí la voz de mi mamá: ¿¿Jessi, qué estas haciendo?? Yo no le contesté nada, simplemente tomé una almohada y me tapé la cara. Entonces mi mamá se acercó a mí y me dijo: ¡¡Relájate Jessi, estas muy tensa!! Mi mamá comenzó a acariciar a Jack para que se calmara y después de unos diez o quince minutos, mi perro sacó su pene de mi vagina y se escuchó un chasquido muy fuerte. Yo quede acostada boca abajo en mi cama sin ánimos de moverme, y sintiendo que mi vagina estaba muy dilatada . Mi mamá se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla y me dijo: ¡¡Ay Jessi!! ¿¿Qué has hecho?? Mi mamá salió de mi habitación y luego regresó con un vaso de agua y unas pastillas para dolor; me las dejó en el buró y me dijo que me diera un baño con agua fría. A mi me dio mucha vergüenza de que mi mamá me haya encontrado así con el perro; pero le agradezco que haya sido muy comprensiva.
Cuando terminé de bañarme, me fui directo a encerrarme mi habitación. En eso oí que mi mamá tocaba a la puerta y yo la dejé entrar. Ella se sentó junto a mí en la cama y me dijo: -¿¿Desde hace cuanto que tienes relaciones sexuales con el perro??- Yo me sentía muy apenada, y con la mirada hacia abajo no pude contestarle a mi mamá, pero ella me dijo de nuevo: -¿¿Desde hace cuanto que lo haces Jessi??- A mi me daba una vergüenza enorme verme cara a cara con mi mamá, así que, aún con la mirada hacia el piso le contesté: -¡¡Hoy fue la primera y única vez!!- Entonces mi mamá me dijo: -¿¿Porqué lo hiciste Jessi?? ¿¿Qué te motivo a hacerlo??- Entonces yo toda apenada le platiqué a mi mamá que en internet había visto unas fotos en donde aparecían varias mujeres teniendo relaciones sexuales con sus perros y que como teníamos un perro en casa, yo quise comprobar si todo lo que había visto era verdad. Mi mamá me interrumpió y me dijo: -¿¿Quieres decir que acabas de perder la virginidad con el perro??- Y yo con la mirada hacia abajo le respondí moviendo la cabeza afirmativamente. Entonces mi mamá me dijo: -Hija no tienes porque sentirte mal por lo que hiciste, es más, te aseguro que no eres la única chica que ha tenido relaciones sexuales con su perro- Ya mas tranquila le pregunté a mi mamá: -¿¿Conoces a otra chica que ha tenido relaciones con su perro?? ¿¿Quién es?? ¿¿La conozco??- Y mi mamá me respondió:-¡Sí, y la conoces muy bien!- Yo me quedé pensativa un momento y le dije a mi mamá: -¿¿Quién es mamá??- Entonces ella se quedó callada un momento, se acercó a mi oído y me susurró:-¡Soy yo!- -¿¿Queeeeeeeé?- Exclame asombrada, y mi mamá volvió a repetirme: -¡Yo también he tenido relaciones sexuales con un perro!! La mire fijamente a los ojos y pensando que era una broma de ella le pregunté: -¿¿Es verdad o es una broma tuya??- Mi mamá me dijo: -¡¡Claro es que es verdad, tenía mas o menos tu edad cuando lo hice por primera vez con mi perro!-
Casi me desmayo al oír lo que mi mamá me decía; simplemente no me esperaba oír tal confesión. Entonces mi mamá comenzó a platicarme que también ella había perdido la virginidad con su perro y que cuando yo me iba al colegio y ella se queda sola en casa metía a Jack a su habitación y tenía relaciones con el.
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