LA SORPRESA QUE ME LLEVE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
LA SORPRESA QUE ME LLEVE.
Hola mi nombre es Patricia, tengo 19 años, estatura normal, delgada, Blanca y recién acabo la Universidad, siempre había querido tener un perrito y nunca mis padres me dejaron, tengo un hermano mayor tiene 27 años y el día de mi grado de la universidad, me regalo un hermoso perrito basset hound o hush puppies tenía cinco meses de edad, yo al mirarlo me emocione mucho y se lo agradecí a mi hermano, mis padres aceptaron aunque de no muy buena gana, pero no importo, le puse el nombre de príncipe, bueno el caso es que lo cuidaba mucho y andaba con el para todo lado, en las noches dormía en el cuarto donde le tenía una camita, pero por lo general siempre terminaba conmigo en la cama, bueno lo cierto es que paso el tiempo cumplió un año y creció un poco más, el mirarle esos ojos tristes y sus orejotas, se ganó el cariño de mis padres quienes aprendieron a quererlo y me ayudaban a cuidarlo y a pasearlo cuando yo no podía, pero por lo general me he dedicado mucho a Príncipe tanto así que tuve un novio con el cual termine por el, pero no me importo, bueno el caso es que siempre que llego a mi casa después del trabajo, me pongo ropa cómoda, un short y blusa y juego, miro televisión mejor dicho a toda hora estoy con Príncipe, me gusta hacerlo correr y verlo con se defiende con esas paticas corticas y por lo general los fines de semana me la paso en la casa, o salgo con príncipe a darme mis vueltas, pues mi padres por lo general se van a pasear con sus amigos cosa que a mi no me gusta, lo cierto es que un fin de semana nos quedamos como siempre con Príncipe solos, lo saque al parque a pasear y como el sol estaba pegando duro, después de hora y media nos regresamos a la casa, le di agua y yo subí a mi cuarto después de arreglarlo todo, me recosté boca abajo en mi cama a chatear en el portátil, al rato llego Príncipe y como no puede subir a la cama, lo ayude y yo seguí en lo mío, él se echó a mi lado, estaba todo juicioso ahí, pasaría como una media hora y yo chateaba con una amiga que me contaba una de sus tantas aventuras que había tenido con un chico, eso digamos me tenía un poco excitada, cuando en esas siento que Príncipe se levanta
Pensé que se iba a bajar ya que eso si puede, pero no, para mi sorpresa comenzó a olfatearme mi cola y mi entrepierna y me lamia, yo no le di importancia y seguí en lo mío y el comenzó a lamerme los muslos cosa que me gusto, pues me hacía sentir más cosquillas de las que ya estaba sintiendo, en una de esas metió un poco su hocico por una de las mangas de mi short y dio una lamida muy cerca de mi vagina, a lo que reaccione y me di vuelta y le dije que te pasa chiquito y el me miraba y movía su cola, cuando me di vuelta, recogí mis piernas y el de una metió su hocico en medio de mis piernas y olfateaba mis partes íntimas, yo me reí y no me cabía en mi cabeza que mi perro había sentido mi excitación y me deseaba, yo de mirar tanta insistencia por parte de él, se me ocurrió darle gusto y me quite el short y la tanga y me volví a recostar boca abajo a seguir chateando, el comenzó a lamer mis nalgas y metía de hocico y alcanzaba a lamer mi vagina, eso me gustó mucho, tanto así que instintivamente comencé a alzar mis nalgas para facilitarle las cosas a príncipe, ahí llevaba un rato dándome el mejor sexo oral hasta que me saco un gran orgasmo, que me hizo gritar , él se asustó y se retiró, pero yo reaccione y lo abrace y lo bese como siempre lo hago y entonces el quedo encima de mí y comenzó a lamerme la cara el cuello, mejor dicho mi Príncipe había logrado lo que mi novio antes de terminar no había conseguido, excitarme al máximo, yo de verlo así, termine de chatear y apague el portátil, lo puse en la mesa de noche y me dedique a príncipe, y me le desnude, el al verme así comenzó a lamerme toda, mis senos, mi cara el cuello mis piernas y por ende lo que más le gustaba i vagina, tanto así que me tenía en las nubes, me había vuelto a sacar otro orgasmo y eso a él le agradaba, pues me había corrido bastante y mis jugos le gustaban
Pero lo que paso después me dejo atónita, el subió sus cortas paticas delanteras a mi estómago y movía su cuerpo como queriendo copular, yo me reí, no lo podía creer, había excitado a mi perro a tal punto que me quería coger, yo quiero mucho, mejor dicho adoro a mi perro, pero nunca se me había pasado algo así por la cabeza, hacer el amor con él, es más me parecía algo inverosímil, no sentía asco ni nada por el estilo, ni miedo, lo único que pensaba es que esa ternurita podrá?, pues cuando lo baño había tocado su pene dentro de esa bolsita y además de delgadito es pequeño, pero por la situación y el estado de excitación en que me encontraba, me dije que puede pasar, démosle gusto, entonces después de pensarlo un rato, coloque una almohada debajo de mis nalgas para quedarle un poquito más altica a él y nuevamente lo invite a que suba sus paticas delanteras a mi estómago, lo agarre de ellas y acerque más su cuerpo a mí ya que él es larguito, entonces, sentí como su bolsita donde guarda su pene pego con mi vagina y cuando lo hizo, el se comenzó a mover y sentí entrar en mi vagina la punta de su pene, él se aferraba a mi estómago con sus paticas y me estaba aruñando mucho y me dolía, entonces lo agarre de sus paticas y al sentirse firme comenzó a moverse y comienzo a sentir como su pene entraba cada vez más y más en mi vagina y como iba creciendo, creciendo y creciendo hasta que sentía que ya no alcanzaba, se sentía muy rico
Tenía un dolorcito, pero era soportable, en esas comienzo a sentir el palpitar de su pene dentro de mi vagina que me gustó mucho y como comienza a eyacular en cantidades dentro de mi y ese palpitar y la presión que ejercía en mi entrada vaginal, nuevamente me saco un orgasmo y oh sorpresa, estaba pegada a él, pues cuando recogí mis piernas pensé que se iba a salir y no fue así, ese dolorcito era porque estaba pegada a él, mejor dicho me había convertido en su perra, entonces baje con cuidado mis piernas y deje que el acabara, pero vaya, era como una manguera abierta, que forma de eyacular, después de estar así, por espacio de unos veinticinco o media hora, sentí como su pene se adelgazaba y en un jalo que dio, lo saco, y vaya sorpresa que me lleve, lo que pensaba que era delgado y pequeño no se parecía en nada, a ese pene largo, rojizo lleno de venas y grueso que había sacado dentro de mí y eso que ya se le había adelgazado, me acerque a el y lo cogí entre mis manos y le di un buen beso, mejor dicho una pequeña mamada, el olor era un poco fuerte a sexo, pero sexo perruno, después de descansar un rato abrazada a mi príncipe, me levante y cambien de tendidos lo que puse a lavar, no quería más sorpresas por el olor, pero desde ese día, les juro que he encontrado el mejor amante, y entre semana lo hacemos unas dos veces, pero los fines de semana cuando quedamos solos, nos descontamos, lo bueno es que por su tamaño, no me ha hecho pasar ninguna vergüenza y desde ese día, lo quiero y lo cuido mucho más, pues demás de mi amigo, es mi confidente y mi amante que más le puedo pedir a la vida.
Lo único fue que descubrí fue, que por ser pequeño, su herramienta no es igual jajajaja, Escribí este relato totalmente verdadero, después de investigar en la web y saber que no soy la única.
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