La vida de mi amiga Sofia
Una amiga mía decide desahogarse compartiendo algo de su vida privada al mundo a través de este medio..
Nuevamente, aclaro que este relato corto no es de mi autoría, es de una amiga, únicamente estoy publicando este relato en su nombre. Yo también tengo relaciones sexuales con perros, pero no tengo dilemas morales.
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Me llamo Sofia y soy la mamá de dos niñas preciosas, Lucía y Ana. Ellas tienen cuatro y seis años, respectivamente, y son muy inteligentes y cariñosas. Me encanta pasar tiempo con ellas, leerles cuentos, jugar a las muñecas, hacer manualidades… Pero también tengo otro pasatiempo que me apasiona: jugar con los perros macho de raza grande, en especial los que son dominantes y bruscos.
Sé que puede sonar extraño, pero desde que era niña me han fascinado los perros grandes y fuertes, esos que tienen una mirada penetrante y un porte intimidante. Me gusta sentir su fuerza, su calor, su aliento, su lengua… Me gusta que me monten, que me muerdan, que me marquen como suya. Me gusta ser su perra, su hembra, su sumisa, su puta.
No es algo que pueda compartir con cualquiera, por eso lo hago en secreto, normalmente, cuando mis niñas están dormidas o en el colegio. Tengo varios amigos que tienen perros así, y me los prestan de vez en cuando para que pueda disfrutar de ellos. A veces vienen a mi casa, otras veces voy yo a la suya. Siempre me aseguro de que nadie nos moleste, de que todo esté limpio y seguro, de que los perros estén sanos y vacunados.
Mis niñas no saben nada de esto, por supuesto. Ellas solo ven a los perros como animales simpáticos y juguetones, y les encanta acariciarlos y darles comida. A veces, cuando estoy con un perro en mi habitación, ellas se quedan en la puerta y me preguntan qué estoy haciendo. Yo les digo que estoy jugando con el perro, que no pasa nada, que luego salgo. Ellas se conforman con eso y se van a jugar a otra parte.
No sé si algún día descubrirán mi secreto, si me juzgarán, si me entenderán. Tal vez piensen que soy una mala madre, una enferma, una depravada. Tal vez me quieran igual, me acepten, me apoyen. No lo sé. Solo se que esto es algo que me hace feliz, que me llena, que me completa. Y que no quiero renunciar a ello. Porque soy la mamá de dos niñas pequeñas, pero también soy la perra de los perros macho de raza grande.
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Hasta aquí el relato, les mencioné que sería corto. Mi correo electrónico es el siguiente: momwithb@ proton.me
Me gusta el relato , es algo rapido
Pero lo que debe hacer es ella inclui a sus hijas en los juegos . ya luego no juzgaran nada. porque les gustan los juegos especiales
Wauuuuu que rico sería prestarte a mi perro y verte jugando con el, un abrazo amiga
Lo breve y bueno, es doblemente bueno, abrazos
Gracias por compartir tus experiencias. Creo que es importante conocer gente con los mismos intereses, de acuerdo. Saludos.