Me ayudó a masturbarme y yo a él a encontrar novias
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Key-Q.
Tenía yo 13 años y en la escuela éramos un grupo de 4 amigas íntimas que nos contábamos de todo.
, llegando hasta incluso tocar el tema de la masturbación y cosas por el estilo.
Siendo Jo la más entusiasta en hablar de sexo y confesándonos que en las tardes cuando estaba sola en su casa tomaba prestado un consolador que su mamá mantenía oculto, el que según ella le entraba hasta más de la mitad y cuando lo ponía en modo vibración las cosquillas la hacían gozar como loca.
Invitándonos un día de la semana por la tarde a conocer dicho aparato y lo utilizó frente a nosotras, siendo Mayra la más osada que se atrevió a probarlo y compartirlo con ella.
Y efectivamente a ese aparato que medía unos 20 centímetros solo le quedaban unos 6 ó 7 afuera cuando se lo metían hasta el fondo.
, eran unas cochinas perversas que con Fran nos quedamos mirándolas como hacían de las suyas y hasta se tocaban ayudándose a disfrutar mejor de aquel dildo.
Cuando Jo asistió a Mayra para que se lo embutiera, esta se mojó con saliva su pulgar derecho y le frotó el clítoris al momento que lo ponía a vibrar.
, haciéndola chillar y blanquear los ojos de las cosquillas.
Debiendo yo reconocer por lo demás que me vi muy tentada a sumarme a ese jueguito, pero igual me aguanté las ganas tan solamente masturbándome bajo mis ropas, sin dejarles ver mi vergonzosa vaginita.
Con Fran éramos las más tímidas, pero aceptábamos y compartíamos todas las locuras que se le ocurrían a Jo y Mayra.
, si bien éramos menos atrevidas no nos quedábamos tan atrás con las estupideces que se le ocurrían a las otras dos.
Dándose la situación que un día en que estaba sola en casa por la tarde cuando mis padres aún no volvían de sus trabajos, desnuda me puse a masturbarme en la sala de estar sentada en un sillón ahí a piernas abierta.
, pero yo no era la única que estaba abierta pues la puerta que da al patio trasero también lo estaba y nuestro perro andaba merodeando dentro de la casa, no tardando en ir a husmear en lo que yo hacía.
, lo espanté pero no hacía caso solo alejándose un par de metros y en una de esas lo dejé acercarse tanto que se puso a lamer directamente mi vagina dejándome estupefacta con las inmensas cosquillas que me hizo sentir en ese par de lengüetazos que dio antes que lo ahuyentara.
Me imaginé que podrían ser tan o más intensas esas cosquillas que las que darían con el consolados de la mamá de Jo.
, y preguntándome que ¿por qué no? si nadie lo sabría y mi perro no podría contarle a nadie.
, lo dejé que me siguiera lamiendo mientras yo continuaba masturbándome, lo que resultó fenomenal pues él no paraba de saborear mi vagina y cuando me saqué mis dedos se puso como loco a engullir los fluidos que emanaban de mi interior, rozando exquisitamente mis labios menores y hasta llegando a hurguetear con su lengua en mi entrada.
, haciéndome respirar profundo y erectar mis pezones.
Fue una muy rica experiencia que no dudé en repetir al día siguiente antes de contarle a Fran, quien era a quien más le tenía confianza.
Confesión que le hice a solas, pues me daba vergüenza lo que pudieran decir las otras dos alocadas, y acordamos juntarnos en mi casa para mostrarle aquel descubrimiento, cosa que quiso probar y estando ambas desnudas de la cintura para abajo, sentada sobre un cojín en el piso con mi espalda apoyada en la pared le mostré como me lamía e inmediatamente Fran tomó otro cojín y se sentó al lado mío, cosa que mi perro entendió y se puso a lamerla en el acto, lo que la hizo ponerse colorada como un tomate como si se estuviera ahogando.
, no respiraba y se contorsionaba como una loca.
, hasta que rompió en una tremenda carcajada que asustó al perro y este se retiró de su lado para irse nuevamente donde mí.
, y cuando ya me estuvo lengüeteando muy concentrado ella se puso a gatas a un costado de él a verme como me abría mis labios para permitirle ir más adentro con su lengua.
Cosa que a mi perro creímos que le pareció extraño y se puso a olfatearla hasta que llegó a su entrepierna y se puso a lamerla así mismo como estaba en cuatro patas haciéndola respirar profundo esta vez y exclamar .
"¡¡¡Ooohhh.
, me la está metiendo adentro .
!!!" y aprovechando la cercanía de su rostro con mi vagina se puso a hacerme un oral en el que cerré mis ojos e hice mi cabeza para atrás mientras Fran devoraba mi sexo.
, lo que para ser mi primer contacto lésbico lo tomé como algo muy natural sin asustarme y solo dejándome llevar.
, hasta que le oí exclamar "¿¿AAaaaahhh.
???" en un asustado tono de interrogación y al abrir mis ojos veo a mi perro aferrado a su cintura sacudiendo sus caderas detrás de ella.
, y un par de segundos después "¡¡AaAaAaAa.
, AAAYY.
, Uuummhh.
, Aaahh, Aaahh, Aaahh.
!!" al mismo momento que un "CHACL, CHACL, CHACL, CHACL.
" sonaba en la unión de sus sexos.
Entendía que mi perro la había penetrado.
, pero no podía creer que eso hubiera pasado en tan pocos segundos ni que mi amiga no le hiciera el quite o lo hubiese dejado proseguir una vez que lo sintió dentro de ella.
Por lo que rápidamente me salí de mi posición, sentándome de medio costado en el piso y estirándome otro poco llegué a ahí detrás de Fran, en donde quedé atónita al ver que le había clavado su pene hasta los mismos testículos, pues su funda estaba totalmente arremangada entre ellos y la entrada de mi amiga, solo viéndose una delgada manguera de carne perderse para adentro entre sus labios interiores.
Quedando aún más impactada al ver que el animal se bajó para un costado tratando de pasar una de sus patas traseras por sobre el trasero de Fran, en cuya acción vi asomarse desde dentro una enorme y rosada bola que abría su entrada estirando su vagina para afuera.
Fue tal el susto, que en el acto recordé y entendí porque los perros se quedan pegados cuando se aparean.
, ayudando a mi amiga a afirmar a mi perro para que no jalara mientras terminaba de darse la vuelta, en cuya acción noté como se contraía el ano del animal a medida que iba eyaculando dentro de mi amiga.
, la que no hacía más que quejarse "¡¡¡AAaaahh, AAaaahh, AAaaahh, AAaaahh.
!!!".
, "¿¿Te duele.
??" le pregunté y me respondió.
,"¡¡¡NNooohhhh, Mmmhhh, Mmmhh.
!!!", dándome a entender que estaba gozando aún más que con las lamidas y tanto así como mi perro que ya no jaló quedándose jadeando con su lengua fuera y cierta cara de satisfacción, mientras su aparato seguía inundando de semen a Fran que no paraba de hacer sus exclamaciones al ritmo que se recogían esos testículos.
Si bien yo acabé en las dos sesiones anteriores de lamidas, miraba con envidia a mi amiga que estaba gozando de algo de mi perro que yo no lo había disfrutado aún.
, veía como en sus movimientos se asomaba esa bola que mantenía su pene trabado ahí adentro y no podía creer que con esto pasábamos a ser las mas osadas de las cuatro, estando segura que no dudaría en probar aquel miembro en mi vagina también.
, estaba tan ansiosa que me quedé inmóvil ahí esperando que se desanudaran pero cuando ese aparato salió expandió tanto la vagina de Fran que me dio miedo albergar esa tremenda bola dentro de mí y me conformé con solo meterme su tronco hasta que el nudo topo en mi entrada.
, lo que pese a no ser tan intenso como lo que hizo mi amiga lo percibí bastante agradable pues su pene era suavecito y calientito, manteniéndose eyaculando mientras esa bola estuviese hinchada aún.
Al día siguiente por la tarde estando a solas con él me saqué los calzones, lo dejé que lamiera y ambos estábamos muy excitados, yo no paraba de frotarme el clítoris pellizcándome los pezones y él pronto quería puro montarme agarrándome de los muslos o por cualquier parte, pero yo me cuidaba la retaguardia ya que me daba miedo no sabía cuanto me podría doler si me sacaba su nudo de un tirón, pues la vagina de Fran había sangrado no se si porque le hubiese roto el himen o rajado por otra parte, pero no le pregunté por masturbarme de inmediato con el pene de mi perro que salió aún con buenas dimensiones de dentro de ella.
, lo que ahora en esta ocasión me dio la idea de masturbarlo a él primero para desenfundárselo y contar con su aparato ya hinchado.
Lo que comencé a hacer tímidamente pero con decisión, no asustándome cuando le tomé su cosa y empezó a empujar rápido y con mucha fuerza, manteniendo firme mi mano y viendo como salió delgado y puntiagudo con ese cototo solo del porte de una pequeña nuez, hinchándosele en tan solo en pocos segundos que lo estuvo batiendo en la empuñadura de mi derecha y como no se lo solté, su nudo se puso tan duro como una patata y la punta donde está el agujero por donde lanza su líquido semen se perdió dentro de la hinchazón de su tronco.
, se veía realmente grotesco, pero créanme que así de feo como estaba se me hacía todavía más apetitoso y no dude en chupárselo un poco primero antes de ir a introducírmelo, pero antes que me agachara a ir por él este animal pasó su pata trasera izquierda por sobre mi antebrazo dejando esa cosa vuelta para atrás, tal como se la había utilizado el día anterior pero no tan voluminosa como ahora.
, así que se la chupé solo un poquito saboreando su semen y antes que se comenzara a deshinchar traté de tumbarlo para sentarme ahí a embutírmelo, pero él no se dejó y tuve que hacer una especie de araña apoyándome en mi mano izquierda y levantando mi pelvis para lograr mi cometido.
Cuando lo tuve dentro supuse que no se había dejado voltear porque estaba en plena eyaculación, al percibir sus abundantes y calientes chorros que me hacían delirar.
, no paraba de mover mi pelvis jugando al mete y saca con ese consolador de carne.
, era un pene real caliente y que eyaculaba sin el riesgo de dejarme embarazada.
, pero así y todo me atemorizaba el tamaño de su nudo prefiriendo dejárselo a Fran para que lo gozara dentro de ella y fuera ella la novia oficial de mi perro.
Pasando cerca de un mes en que lo hacíamos día por medio cuando no nos juntábamos con Jo y Mayra a quienes no nos atrevíamos aún a contarles, no faltando nuestras miradas cómplices con Fran al estar en casa de Mayra que tenía un perro más grande y robusto que el mío, una cruza de Rottweiler con Pitbull o algo así, pero su mamá no trabajaba y estaba siempre ahí cuando la íbamos a visitar.
Pero un día justo cuando casi nos íbamos yendo de donde Mayra su mamá salió a comprar y no volvería por lo menos en una hora o un poco más, mojándome yo en el acto al saber que estábamos las cuatro solas con el perro en esa casa y también notando la incomodidad de Fran ya que cruzaba y frotaba mucho entre sí sus muslos como si se fuese a orinar.
Y cuando las demás ya estaban buscando con qué masturbarse fui apresurada a abrirle la puerta al Perro y lo invité a entrar, lo que hizo clavando de inmediato su nariz en nuestras entrepiernas.
, las de todas pues Jo y Mayra también estaban calientes pero por el hecho de aprontarse a la masturbación grupal sin saber la sorpresa que les esperaba, lo que no dudé en iniciar al ver como se reían cuando el can les hundía la nariz en sus vaginas.
Me bajé mis shorts en conjunto con mis calzones y el animal no tardó en venir donde mí, separé mis piernas y con mis manos abrí mi vagina, la que no tardó en ponerse a lengüetear ante las miradas de asombro de su dueña y nuestra mentora.
Con mis ojos entrecerrados veía sus caras mientras Fran tras de ellas se desvestía de la cintura para abajo e impávidas se mantenían sin darse cuenta que mi improvisada cómplice se había puesto semidesnuda entre ellas.
Y luego de cerca de 3 minutos degustando mi vulva el Perro ya quería montar y buscaba treparse en uno de mis muslos, pero la novia de mi perro obviamente inducida por mí se aprontaba a serle infiel, poniéndose en cuatro patas entre nuestras otras dos amigas.
Por lo cual tomé a este tremendo animal de su collar y lo guíe donde ella.
Olfateó su entrepierna, le dio unas cuatro o cinco lamidas y procedió a subírsele.
Claramente sabiendo yo de qué se trataba, me acerqué a sus sexos y pasando mi derecha por entre las piernas de esa bestia y guie su pene para enseguida con ambas manos cargar su pelvis contra la de ella para asegurar la abotonada, y ya sintiendo el Perro su pene dentro la comenzó a bombear como loco, sacudiendo a mi amiga como si fuese una muñeca de trapo, apenas ella exclamando unos pequeños gemidos y chillidos con su cara muy roja como si se estuviera ahogando.
Siendo tan brutales las embestidas que tanto yo como las otras dos estábamos con la boca abierta, no entendía la diferencia entre mi perro y este otro animal que casi desarmaba a la pobre Fran, que la estuvo taladrando cerca de dos eternos minutos en que pensé la iba a matar, pero mi pequeña amiga resistió estoicamente hasta que esta bestia paso por sobre ella haciéndola girar sobre su eje y dejándola casi colgando tras de él enganchada a su pene.
¿Estás bien.
??? le pregunté.
, ¡¡Exceleeeente.
!! me respondió, agregando "¡¡Algo adolorida, pero bieeeen.
, riiicooo.
, Ooh.
, Ooohh.
, Mmmhh" y se quedó callada para seguir gozando de la acabada de este perro que ya se le estaba desbordando saliendo a chorritos por entre la apretada unión de sus sexos, pues la manguera de la base de su aparato quedaba bastante ajustada en su entrada y no se asomaba nada del nudo del Perro, entendiendo yo que este estaba bien adentro.
Caminaba el animal y se llevaba a la flaquita de Fran con él, por lo que con Mayra nos pusimos por delante acariciándolo y calmándolo evitando que avanzara, con lo que nuestra amiga pudo seguir disfrutando del Perro de nuestra anfitriona.
, pero pasaron 15 minutos y ni se asomaba la protuberancia del pene de esa inmensa bestia, pero cuando ya realmente me estaba preocupando alrededor de los 20 de abotonamiento, el nudo ya se asomaba y luego de 5 más la descorchada fue descomunal.
, en que ese nudo casi le reventó su sexo a la pobre Fran y cerca de una tasa de semen quedó desparramado en el piso de la sala de estar.
Pese a lo asombradas Jo se agachó inmediatamente a chuparle su herramienta al Perro y Mayra que andaba con falda se sacó los calzones acercando su sexo a ahí.
, no tardando Jo en sacárselo de la boca y apuntarlo a la vagina de Mayra, la que aprovechó que su perro estaba echado de costado y se cargó ahí embutiéndose su tronco, exhalando un lujurioso suspiro mientras le entraba enterito casi todo hasta topar con ese impresionante nudo, en el cual se puso a frotar sus labios haciendo palanquear el resto del aparato dentro de su caverna vaginal.
, gemía de una manera que hacía evidenciar la diferencia entre este pene real y el dildo de la mamá de Jo, esta última que no se pudo contener y ya estando con su sexo desnudo desplazó para un costado a Mayra introduciéndose ella misma el pene del animal subiendo y bajando sobre él jugando al mete y saca, mientras yo sin habérmelo propuesto ya estaba haciendole un oral a Fran, saboreando el semen del Perro que brotaba desde su vagina, la que inicialmente le había ido a mirar que tan dañada le podía haber quedado.
Finalmente éramos un grupo de 4 ninfómanas lesbianas zoofílicas, pues luego de limpiar rápido entre todas antes que volviera la mamá de Mayra, concertamos juntarnos al día siguiente en mi casa llevando al Perro de Mayra y al perrito salchicha de Jo, Fran no tenía mascota pero contaba con mi perro que era su novio oficial y yo me las ingeniaría con el consolador de la mamá de Jo o con el perro de la primera que se desabotonara ya que seguía manteniéndole el miedo a los nudos.
Nos juntaríamos en mi casa y saliendo de clases Jo y Mayra irían a buscar sus mascotas con el pretexto de sacarlos a pasear e indicando que pasarían de visita a mi casa, claramente para contar con más tiempo sin levantar sospechas.
Pero ya una vez las cuatro en mi casa, el salchicha de Jo le guapeaba a los otros dos poniendo tenso el ambiente y lo tuve que encerrar en mi habitación para proceder con los otros dos que se mostraron más amistosos entre ellos, mostrándose bastante tranquilos.
, pero una vez que nos comenzamos a desvestir ellos supieron de qué se trataba y moviendo contentos sus colas se fueron directo a la vagina de Fran, quien sabían era la que les había permitido se aparearan con ella anteriormente y comenzaron a empujar sus cabezas luchando por cual era el que ocupaba la mejor ubicación para lamer esa beneficiada vagina.
, pero Mayra tomó a su perro y se lo llevó para su lado e hizo que le lamiera a ella.
En eso ya Fran se estaba bajando a cuatro patas, no sin preguntarme antes si quería ser yo esta vez la perrita de mi mascota a lo que con cara de susto le indiqué que no.
, y ya pronto "CHLACL, CHLACL, CHLACL.
" le estuvo batiendo el nudo en su entrada para enseguida quedarse en el fondo.
, dejando sorprendidas a nuestras amigas al verlo cómo lo hizo por sí solo evidenciando su experiencia en ello.
En lo que el perro de Mayra se aprontaba a montar mirándola para arriba y gimiéndole para que se bajara a 4 patas, pero la agudeza de Jo se la gano poniéndose ella delante del perro ofreciéndole su trasero.
, a lo no pude evitar el ir a ayudarla, indicándole a Mayra que con ella sería mejor pues ella siendo su dueña podía controlarlo mejor para que no jalara y si la montaba a ella probablemente no podríamos controlarlo con Jo si se ponía a tirar y correría el riesgo que le rajara la vagina.
E hicimos que el grandulón la montara con tranquilidad, pero no pudiendo evitar que la sacudiera y arañara en el bombeo inicial, pues al estar completamente desnuda no se si el perro se excitó más o qué otra cosa, pero lo hizo con muchas más ganas que el día anterior con Fran y como Jo es más grande y robusta resultaba divertido ver como se hundían las manos del perro en su cintura y la forma de sacudirse de sus tremendos senos, momento durante el cual guardó silencio como aguantándose la respiración pues su cara se puso muy roja en ese corto lapso de tiempo, pero cuando el animal ya la tubo bien abotonada que solo una delgada manguera de carne se le asomaba entre sus labios vaginales y la arremangada funda al borde de los testículos del perro que ya se recogían anunciando su eyaculación.
Cuyo semen Jo recibía expresivamente "¡¡AAAAHH.
, AAAAHHH.
, AAAAHH.
!!" gritando en cada chorro que él le inyectaba.
, pero le dije que se bajara el volumen ya que no quería que escucharan los vecinos sus lujuriosos quejidos que evidenciaban actividad sexual para cualquiera que los oyera.
, y tapándose la boca comenzó a ondular su vientre mientras el perro se daba la vuelta, demostrando en cierto modo que ya estaba aprendiendo a comportarse sexualmente, pues luego de haberse girado solo tiró un par de veces para enseguida quedarse eyaculando tranquilo.
Pero en esos tirones que dio la gorda vagina de Jo se abrió bastante viéndose esos rosados labios que contrastaban con su blanca y depilada almeja, pudiéndose apreciar también desde lo profundo ese pálido gran nudo.
Estando Fran y Jo ambas abotonadas y gozando de las acabadas de los perros más grandes, con Mayra nos fuimos donde el salchicha a mi habitación, en donde el pequeño se volvió loco al sentir el olor de nuestras lubricadas vaginas, subiéndose de un salto a la cama cuando nos acercamos al borde de ella y estando ahí le quedaron a pleno alcance nuestros sexos, por los cuales no se decidía en cual quedarse lamiendo (como que los perros entran en frenesí reproductivo cuando sienten aceptación sexual), a lo cual yo reaccioné subiéndome a mi cama para estar más cómoda y poderlo dejar que me lamiera recostada a piernas abiertas e incrementara la profundidad de sus lengüetazos.
Lo que al ser su lengua más delgada, me metía esta como si me estuviera penetrando con ella, haciéndome caer en orgasmo muy pronto y cuando ya estaba pensando en su pene él como que hacía movimiento de coito y la inexperta de Mayra se entrometió levantando al salchicha y poniendo su vientre sobre mi monte de venus, con lo que la punta de su pene calzó justo entre mis labios y el perrito al sentir el calorcito se puso a empujar como loco haciendo entrar como dos terceras partes de su aparato y al empujarlo Mayra por atrás lo hizo entrar completo con nudo y todo.
UUUUuuuuuummmhhhhh.
!!! ese volumen diferente del resto de su aparato moviéndose y creciendo ahí adentro es fenomenal, y sumado a la temperatura misma de su miembro hacían asfixiarme del placer.
Todo esto coronado por su abundante eyaculación que iba calentando mi útero a la vez que lo estaba inundando.
, mi vientre se contraía involuntariamente y al no poder levantar la pelvis mi cuerpo tiritaba descontroladamente.
, dentro de mi lujurioso estado puse mis manos sobre las de Mayra ayudándole a cargar al salchicha, pero al parecer le dolieron sus caderas de tanto que hicieron para atrás sus piernas y luego de dar un chillido nos lanzó unos tarascones a los brazos, por lo que ambas lo soltamos y al darse vuelta me lo sacó de un solo tirón dejándome llorando del dolor y con mi vagina sangrando por la rajadura que se me hizo por un costado del himen.
, no podría describir la sensación de cuando su nudo salió pues fue tan rápida la acción que el dolor se vino de golpe.
Bueno que el pequeñín no se la llevó barata pues parece que también le dolió por el chillido que dio junto conmigo en esa violenta descorchada.
Pese a que su nudo es bastante más pequeño que el de los otros dos, me dolió bastante y no me quedaron más ganas de penes de perros ajenos.
, aunque el error fue mío de cargar más de lo necesario al pequeñín, cuyo pene colgando topaba en el piso debido a lo corto de sus patas.
Si a mí me dolió tanto la salida de ese nudo, no entendía cómo las otras gozaban tanto con aquello convirtiéndose con el tiempo las tres en novias de mi perro, al que podían disfrutar por las tardes de lunes a viernes antes que volvieran mis padres de sus trabajos ya que Mayra no podía traer siempre al suyo.
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