me daba miedo ahora soy la mujer mas feliz del mundo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi esposo y yo siempre hemos sido fuego en la cama!!! Así que el siempre está inventando cosas nuevas que hacer….
Mi esposo se fue a trabajar por 15 días al esterior siempre nos comunicamos por mensajes y me escribía cosas que me exitava mucho hasta el punto que me masturbaba y le mandaba los vídeos a el cosa que nunca hacia pero el me enseño
Cuando regreso del trabajo tuvimos sexo toda la noche me hablo de querer hacer realidad una fantasía que desde hace tiempo le recorrió la mente….
Mientras me hacía el amor con pasión, me contaba cual era… quería que hiciéramos el amor con un perro !!
Le dije que no que si estaba loco, pero con la calentura me puso en posición de perrita me dijo soy tu perro imagínate que te esta cogiendo un perro les confieso me gusto mucho tuve un orgasmo placentero por lo que pasaba por mi mente
Cada vez que él podía me hablaba del tema, y yo cambiaba la conversación o simplemente le decía que estaba loco, un día haciendo el amor me amarro las manos y me vendo los ojos yo sinNer que estaba haciendo cuando me de repente me puso en 4 y me hacho chocolate en mi vagina y de repente sentí que me estaba haciendo sexo oral pero no era igual la lengua era áspera muy rica me percate y era nuestro perrito el que me la estaba mamando toda y les confieso me dege llevar por el momento era algo distinto que me hiso estremecer y tuve mi primer orgasmo con el perro mamandome la vagina y luego se lamió todos mis jugos luego mi esposo me lo metió asta el fondo y por mi mente paso que era un perro y me gusto mucho esos pensamiento.
Pasaron los días y no borraba de mi mente esa sensación tan rica que sentía con el perro esa lengua áspera cada vez que me imaginaba me mojaba toda.
Por curiosa busque información por internet consecuencias relatos lo que me quede con la boca abierta fueron los videos esas mujeres siendo cogidas por un perro como gemían siendo penetradas por un perro como introducían su nudo y como le escurría el semen por todo su vagina me exitava mucho un día me masturbe viendo un video y tuve dos orgasmos.
Un día mi esposo me calentó demasiado y en medio de la calentura me propuso nuevamente tener relaciones con un perro yo tenia muchas ganas y le dije que si pero la sorpresa mía fue que el trajo un perro labrador de un amigo de el y lo tenia en el patio lo trajo a nuestra habitación
me dijo que me pusiera como una perrita en cuatro patas y embarro mi conchita con miel, se acerco a olerme, eso de por si me calentó muchísimo, luego comenzó a lamerme suavemente y sentí la diferencia su lengua era mas larga y fuerte que la de un hombre además tenia una aspereza enloquecedora y una rapidez excitante, no me aguante y gemía como una poseída, el placer me había invadido y quería mas, n jugueteaba con mi clítoris y a cada momento también me lamía el culo los muslos, las nalgas n excitado como yo al verme como me retorcía de gusto.
La miel se agoto y comenzó a lamer todo el jugo que fluía de mi sexo,
mantenía en esa posición, a la espera del acontecimiento definitorio, con mi corazón palpitando bastante acelerado, montándome más de un par de veces, para luego bajarse, mi respiración se hacía más entrecortada, previo a estos preparativos, Juan no dejaba de acariciar mi cuerpo, creo que tan o más expectante que yo.
Por fin, me montó, sintiendo su verga rozar entre mis glúteos, intentado introducirme su verga, en un alocado bombeo donde no llegaba a acertar con el objetivo deseado, hasta que hábilmente Juan lo ayudo, con cierta impaciencia, cuando sentí como mi cavidad era profanada por su pene animal.
Mi respiración parecía estremecerse cada vez más, ante esa nueva sensación, mientras Joey iniciaba una serie de movimientos para intentar acoplarse.
Apenas su verga, estaba en mi aposento, al sentir su contacto, previo a su fuerte impacto, gemí asombrada, sintiendo su calidez, y una alocada fricción sobre las paredes de mi membrana.
Sus patas se aferraron a mi acrecentada cintura, aumentando su agitación sobre mi contextura, a la vez que percibía como si su verga aumentaba su volumen, apoderándose de mi útero, mientras sus empellones parecían enardecerse a medida que se iba efectuando el bombeo, movilizando tanto mi cuerpo como mis abultadas tetas.
Sentía muy cerca de mi cara, el ritmo que producía su jadeo, a la vez que sus patas me apresaban más fuertemente como para evitar que me escapase, proyectándome a un clímax muy especial.
Cuando su verga llegó a su máxima expresión, los movimientos mermaron aunque me producía la impresión que querer adsorber mi matriz, no tenía dudas que el crecimiento de su verga había tomado posesión de mi interior, comenzando al sentir ese contacto.
Me sentía totalmente poseída por esa furia sexual e incontrolable, su verga parecía seguir creciendo en mi útero, apropiándose cada vez más, su bola que había llegado a la totalidad de su volumen, impedía su salida, quedando apresada en el interior de mi vagina, los movimientos se hicieron más lentos, fue en ese momento que su esperma cálida y cuantiosa comenzó a regar mi seno, en donde una ola de orgasmos comenzó a estremecerse en mi interior.
No me cabían dudas que era su hembra, y me encantaba reconocerlo, cuando un orgasmo arrebato mi cuerpo ensamblado.
Su baba caía sobre mi espalda, cuando su esperma comenzó a regar mi claustro, me sentía algo deshonrada, por la situación, al sentirme abrazada por el animal, mientras me fecundaba con su simiente.
No podía creer que me estaba sucediendo, Joey no dejaba de poseerme como si fuese su par, era una escena totalmente obscena, salvaje e inmoral, pero a pesar de eso, llena de lujuria, tanto de la parte del perro, como mía al entregarme a su rudo instinto.
Traté de contenerlo, pero apenas acabó en mi interior, intentó salirse, no fue fácil, pero después de un esfuerzo su bola zafó de mis labios vaginales, acompañado de una cascada de su semen, cayendo al piso.
Lamio mi vagina, y posteriormente su verga roja, la agitación hizo que me mantuviese quieta intentando recuperar energías, pero Juan estaba demasiado excitado al ser espectador de esta loca escena, así que sin darme respiro, aprovechando mis aberturas ostentadas, me fue incrustando su verga, y me acabo como nunca me dio las gracias por cumplir sus sueños ya tenemos 2 años teniendo relaciones intensas con un perro que compramos tres veces a la semana no e tenido ninguna enfermedad porque esta bien cuidado
Espero que le sirva de ayuda avlas mujeres que tienen miedo y que quieren tener relaciones con su mascota
Me encantó su historia.