mi experiencia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por soysofi.
Hola, me llamo Sofía y lo que quiero contarles a continuación es las vivencias que he tenido con mi perro toby.
Como les dije me llamo Sofía, vivo en un pueblito llamado Sabanalarga con mi esposo y mis tres hijos y mi perrito de 3 años, él es un perro corriente muy lanudo y negro de tamaño mediano. Yo tengo 30 años, soy morena, mido alrededor de 1.60 soy un poco rellenita, tengo un traserito paradito y unos pechos un poco pequeños, pero la verdad asi me siento bien.
Lo que les contare será una pequeña situación que paso con mi perrito toby, la verdad no tenía conocimiento de la zoofilia, nunca había escuchado ese término ni siquiera sabía que las mujeres tenían sexo con animales y vaya sorpresa que me lleve cuando descubrí este nuevo universo. En fin, a lo nuestro, en una tarde de febrero estaba sola en casa como de costumbre, ya que mi esposo se va a trabajar y mis tres hijos, es decir Andrés de 12, juan de 7 y paula de 16 se van a la escuela. La temperatura era alta y mi cuerpo sudaba en exceso, sentí la necesidad de bañarme pero quería primero terminar los oficios.
Mientras barría, toby empezó a ladrar de forma histérica en el patio, brincaba y quería salir a la calle, normalmente acostumbramos a mantener el perro encerrado, el pobre no tiene contacto con ningún otro perro y el pobrecito era virgen. Un poco enojada me acerque a la puerta y por medio de la reja lo regañe, bajo las orejas con tristeza y se escondió bajo la mesa.
A los 5 minutos estaba ladrando de nuevo y por más que le gritaba no se quedaba quieto, opte por lanzarle agua y ni así se pudo comportar. Sus ladridos me tenían los pelos de punta, ya no lo soportaba, así que decidí salir a la terraza a tomar aire fresco, fue ahí cuando me di cuenta de que había una perra en celo y se paseaba de aquí para allá con 10 perros detrás de ella.
No sabía porque pero desde niña me gustaba ver como los perros se montaban, me encantaba cuando se quedaban pegados y también verlos con el pene afuera. Recuerdo que una vez vi a dos perros machos montándose, literalmente me quede con la boca abierta, era algo reamente excitante. Volviendo al tema, me senté en una silla en la terraza para observar plácidamente aquella orgia canina, sin embargo algo me trajo a la realidad y era que tenía que lavar una montaña de ropa, me levante con algo de amargura y me dirigí al patio.
Toby ya no ladraba, ahora parecía estar llorando, en cuanto me vio saltaba una y otra vez, con aires suplicantes de que lo dejara salir, pero era imposible hacerlo, esos perros podían darle una paliza de muerte o incluso pegarles pulgas y parásitos.
En ese momento solo tenía puesto y un corto pantalón de tela muy suave y una blusa de tiras sin bra, estaba en casa y las mujeres me entenderán que es necesario estar cómoda, bien, coloque la ropa encima de la mesa y toby corría de un lado a otro, brincaba y me tocaba el trasero con sus patas, incluso lo llego a morder, lo amenace con una escoba pero fue inútil. Me senté en una silla, la pereza se había apoderado de mi cuerpo, estire mis piernas y mire al cielo, de repente sentí las patas de toby que raspaban mi pierna y algo húmedo y pegajoso que tocaba mi espinilla, de inmediato mire hacia abajo y me di cuenta de que toby estaba montando mi pierna.
Me hipnotizo el movimiento del perro al querer culerme la pierna, tarde como un minuto en reaccionar y la verdad no sé qué pasaba por mi mente, así que me levante de la silla y me puse a lavar la ropa, cada 10 segundos miraba a toby, este se lamia sus partes y se metía el hocico intentando masturbarse. No sé por qué pero volví a sentarme, estire las piernas pero esta vez no perdí de vista a al perro, este daba vueltas a mi alrededor, hasta que empezó a lamer mi espinilla y volvió a encaramarse, mil pensamientos pasaron por mi mente pero no sabia que significaban, mi corazón latía a mil, mientras me arrecostaba su pene yo le acariciaba la cabeza y en mi cuerpo sentía la necesidad de tocarle el cosa, sin embargo la dicha fue poca ya que se bajó y volvió a correr de un lado a otro.
Ahora era yo quien lo llamaba y colocaba mi pierna para que la montara, sin darme cuenta empecé a tocar mi vagina por encima de mi pantalón, fuertes corrientosos recorrían mi ser de arriba abajo y mi pierna se contraía lo que hacía que toby se bajara. El golpe de la puerta me trajo a la tierra, eran mis hijos que acababan de llegar del colegio, no podía creer que ya eran las 4:30 de la tarde.
Me levante rápidamente y fui a recibir a mis hijos, les prepare rápidamente algo de comer, me acosté con ellos y vimos tv, me olvide completamente de la ropa y la excitación causada por toby. Cerca de las 8 llego mi esposo y repetí la misma acción, le di de comer y juntos en familia vimos tv. Me sentía relajada pero era consiente que tenía que lavar la ropa, incluido los uniformes de mis hijos y esposo que necesitaban al siguiente día. Me di una ducha y a las 9 inicie nuevamente los oficios, que dura es la vida de la mujer.
Como todos tienen que madrugar, (sobre todo mi esposo) ya se encontraban dormidos incluido toby, abrí la puerta del patio y a la luz de la luna empecé a lavar la ropa, a esa hora solo traía puesto un corto camisón que llegaba hasta el final de mi trasero nada mas, me sentía cansada, ya me faltaba poco así que decidí sentarme en la misma silla donde toby culio mi pierna, cuando me senté un calor me invadía, quería que toby me pegara su pene en mi pierna, quería agarrárselo y masturbarlo, quería sentir la textura de su pene y por qué no también quería probar su miembro, así que lo llame y raídamente vino ami con ánimos de jugar. Lo acaricie lentamente, estire mis piernas y tocaba mi vagina mientras lo acariciaba, toby no es un perro violento, pero me daba miedo tocarle directamente el pene, quizás podría morderme, asi que opte por ir lentamente. Acaricie primero su cabeza y luego su lomo, hice que se acostara panza arriba y con las yemas de mis dedos lo tocaba suavemente. Mi paso era lento pero seguro, hasta que llegue a su pene, mi corazón latía fuertemente, toby estaba totalmente quieto, ya no tocaba su pene solo con mis dedos, ahora era mi mano la que le hacia un vaivén, una punta roja ya estaba bastante afuera, cuando una voz me helo completamente – que haces mami—era juan, mi hijo menor, pensé rápido y le dije –nada amor, aquí lavando y ayudando a toby que le rascaba la barriga. Afortunadamente es muy inocente y lo creyó todo. –y tú que haces despierto tan tarde– (eran las 11 p.m) –nada mami, no tengo sueño, te voy a acompañar un rato. Gracias hijo, le dije.
Quizás sonara malo, pero no quería que mi hijo estuviera ahí, quería estar a solas con toby, sin embargo me resigne y lo deje. Me levante a seguir lavando, solo cuando estuve de pie me di cuenta de que mi panti estaba húmeda, me había mojado mientras tocaba a toby, pensar en eso me excitaba aún más. El perro se levantó y volvió a brincar de un lado a otro, aun conservaba la punta del pene afuera, se acercaba ami y lamia mis piernas, en ocasiones apoyaba sus patas en mi y metía su hocico por debajo de la bata y lamia mi trasero, la excitación era bastante grande, ya no soportaba más, mi hijo veía todo lo que me hacia toby y se le escapaba una que otra risita. De un momento a otro le dije a mi hijo –quieres que juguemos con toby— juan contenía su pequeña sonrisa con su mano y me decía que si con un movimiento de su cabeza. Entre a la casa y verifique que todos estuvieran dormidos, apague los focos de la sala y el comedor y cerré la puerta del patio, quedándonos solo mi hijo, toby y yo. Me senté en el suelo con las piernas abiertas mi hijo se sento a mi lado y sé que me miraba la vagina, supongo que sentía curiosidad por las mujeres. Llame a toby y lo acaricie lentamente como antes lo había hecho hasta que se puso boca abajo –voy a rascarlo en la panza— le dije a mi hijo, esta vez fui más directa y toque su pene enseguida, nuevamente se quedó quieto y se dejó hacer, su pene empezó a salir poco a poco. Mi hijo veía y seguía riéndose y yo seguía húmeda. Luego mi hijo salió corriendo y toby detrás de él, yo me puse en cuatro patas al igual que juan y lo que vi me sorprendió, toby se sabio encima de juan como queriendo montarlo, juan con su inocencia solo reía y yo trataba de remplazarlo a él y que fuera ami a quien el perro montara.
–Me esta puyando con la espina mami decía en voz baja juan—luego toby se bajó tras su fallido intento de penetración y ahora me tocaba amí, me monto de una, yo alce mi bata y su pene chocaba contra mi vagina, yo soltaba gemidos, juan se puso detrás mío para ver lo que toby me hacía. Así duramos como 5 minutos. Cuando toby se bajó me di cuenta de que juan se estaba quedando dormido, lo cargue y lo lleve a su cama, Salí rápidamente al patio y tome el pene del perro e inicie una rápida masturbación, no solo le salió su estaca roja, si no también la bola que tienen ellos, boto varios choros de semen, luego me levante, cerré la puerta y me dirigí al baño a mastúrbame imaginando como me había montado el perro, sin llegar a penetrarme lamentablemente, me sentía cansada pero sabía que mañana sería un gran día.
Cuando desperté (bien temprano como siempre) me sentía desesperada para que todos se fueran de casa, todos corrían de un lado a otro bañándose, cambiándose y desayunando. En cuanto pude estar asolas con juan le dije que no le dijera a nadie de jugar con el perro, o sino el perrito tendría que irse, puso cara de tristeza, parecía comprender el asunto. Al fin todos se fueron, sin embargo quise esperar un momento para que nadie se devolviera a buscar algo que se les quedo, ya sean mis hijos o mi esposo. Los minutos parecían ser eternos, ya no podía aguantar más, asi que fui al patio y deje entrar al perro. Toby fue directamente a la puerta de la calle, el pobre pensó que lo dejaría salir, la puerta y ventana estaban cerradas pues aún era temprano, lo cual no levantaría sospechas.
Para dejarle menos espacio para que no corriera lo metí a mi cuarto y cerré la puerta, me senté y me abrí de piernas y empecé a masturbarme, el perro solo me veía, pero yo quería algo mas. Lo tome del collar y fui directamente a su pene, lo empecé a tocar hasta que le salió la punta roja, seguí tocándola y empezó a hacer movimientos de penetración, en ese momento me quite la panty y me puse en cuatro patas, me monto de inmediato pero no lograba meterla, así estuvimos como 10 minutos y ya me estaba resignando, me dolían las rodillas y las palmas de las manos, además tenía que hacer los oficios de la casa. En el momento menos pensado su pene entro e inicio un rápido bombeo, debo decir que mi vagina parece no ser muy grande y el pene de toby tampoco, lo cual me quedo como anillo al dedo ya que sin lastimarme me producía una gran sensación.
La fricción que producía era muy placentera, la excitación llegaba hasta el cielo y en pocos segundos me llegaría un gran orgasmo. Rápidamente sentí como los chorros de semen me llenaban lo cual me dio un maravilloso orgasmo, sentí su bola pero esta no logro entrar en mi, lamentablemente.
Toby se bajo de mi, me dio unas lamidas y luego empezó a lamerse su cosa. le acababa de quitar la virginidad a mi perro, era algo que me llenaba de morbo. Me levante y me senté en la cama, mi vagina botaba el semen que había recibido y rápidamente me fui corriendo al baño pues no quería ensuciar nada. Después de aquella aventura me bañe y me didique a la casa, toby constantemente me acosaba, era algo realmente excitante, traía un pantalón corto de jean, pero debido a las insistencias de toby me coloque una falda sin nada abajo. Cada descanso que me daba, me sentaba en una silla con las piernas abiertas para que mi perro me diera sexo oral, aquel nuevo mundo era fantástico en verdad, no me había sentido así hacía mucho tiempo.
Dos horas antes de que llegara mi familia lleve a toby a la habitación para que me diera otra dosis de verga, afortunadamente no tardo tanto como en la mañana.
Asi termina esta pequeña experiencia, este es mi primer relato y espero que puedan comprender. Ya vendrán otras historias, espero les haya gustado.
Que delicia de relato, de una colombiana, espero poder leer mas