MI HERMANA Y EL PERRO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SAKURA18.
Hola mi nombre es Natalia, mi relato trata de cómo pude observar a mi hermana mayor, Ana, teniendo sexo con nuestra mascota llamada Lucas. Esa tarde yo salí con mis amigas a hacer una tarea.
Al llegar a mi casa, noté que había una nota en la sala donde decía que mis papás habían salido de compras y supuse que estaría sola en casa por algún tiempo. Por lo que decidí darme un baño porque hacía calor. Como la ventana de nuestro baño da hacia el patio de atrás, oí la voz y la risa de mi hermana, me asomé con cuidado y vi que estaba vestida con un bikini, jugando con nuestro perro.
Yo me quedé callada mirándola, y quedé asombrada cuando mi hermana se quitó la parte de arriba del bikini y dejó al descubierto sus senos. No entendía que era lo que trataba de hacer mi hermana pues después se quitó la parte de abajo del bikini y se acostó en el césped sobre una toalla pero con las piernas abiertas y el perro se acercó a lamerle la vagina de mi hermana. Yo escuchaba muy bien como gemía y yo estaba totalmente asombrada y en completo silencio.
Entonces mi hermana se levantó y se fue junto con el perro a una pequeña bodega que tenemos en el patio, yo no dude en salir corriendo del baño para ir a ver que era lo que mi hermana iba hacer con el perro en la bodega. Me acerqué sigilosamente y en un agujero de la bodega puede observar a mi hermana cerca del perro, tocándole entre las patas traseras una cosa de forma puntiaguda y rojiza, que después de algunos minutos se lo empezó a introducir en la boca. Me quedé atónita ante ese espectáculo, y después de algunos minutos noté como esa cosa del perro crecía a un tamaño exagerado y tenía una especie de bola también inmensa. Era muy grande ese pedazo de carne que veía, yo le calculé como unos 30cm de largo. De aquel pedazo de carne salía un líquido blanquecino que mi hermana lamía. Después de que mi hermana se sacó esa cosa de la boca, se paró frente al perro y se puso a cuatro patas, y noté que el perro rápidamente agarraba de las caderas a mi hermana como jalándola hacia él y empezó a mover las caderas con una velocidad exagerada. Noté que después de algunos minutos mi hermana tomó ese gran pedazo de carne, se lo acercó a la vagina, y el perro empezó de nuevo con a mover sus caderas con una fuerza impresionante que hasta hizo que mi hermana pusiera las dos manos en el suelo para apoyarse. Noté con claridad que cuando el perro hizo este movimiento, mi hermana dio un gritó. Mi hermana creo que sintió dolor por lo que hizo el perro e inmediatamente trató de levantarse y quitarse al perro de encima, pero el perro no la soltaba, es más, empezó a gruñirle a mi hermana cada vez que intentaba separase de él. Yo en esos momentos no sabía qué hacer y decidí esperar para ver que pasaba. Entonces noté que con mucho esfuerzo mi hermana consiguió zafarse del perro, pero al tratar de salir de la bodega se resbaló con algo y volvió a caer al suelo quedando en la misma posición. Entonces el perro se acercó rápidamente a mi hermana y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba el perro sujetándole las caderas a mi hermana y moviéndose con mucha velocidad. Mi hermana tenía una cara de preocupación y oí que le decía al perro: -¡¡No!! ¡¡Por atrás no Lucas!!-, pero el perro no le hacía caso y seguí moviéndose igual de rápido.
Noté cómo mi hermana volvió a agarrarle su cosa roja al perro y se lo acomodó en su vagina, pude ver con claridad como esa cosa entraba en la vagina de mi hermana desde la punta hasta que llegaba a la bola que tenía; yo solo escuchaba como mi hermana gemía y se quejaba. Esto tardó muchos minutos, y cuando noté que el perro se empezaba a mover más despacio pensé que todo acabaría, pero no fue así, pues el perro empezó a hacer unos movimientos con mucha fuerza como tratando de meter esa bola inmensa en la vagina de mi hermana. Noté que esa bola del perro tenía el tamaño de una pelota de tenis o de billar, y la logró meter completamente en la vagina de mi hermana, y después de hacer eso el perro pasó una de sus patas traseras sobre el trasero de mi hermana y se quedó en una posición en que parecían estar pegados trasero con trasero. Recuerdo que oí a mi hermana decir: -¡¡Maldito, volviste a abotonarme otra vez!! Yo no entendí a que se refería con eso de abotonarse, pero si recuerdo que mi hermana se quedó con el perro pegados trasero con trasero. Entonces aproveché que mi hermana estaba así para irme hacia adentro de la casa y estar pendiente de que nadie fuese a la bodega. Pero al tratar de alejarme de la bodega, el perro se dio cuenta de mi presencia y trató ir hacia a mi, y al hacer esto noté que estaba como pegado a mi hermana, pues cuando él trataba de caminar, arrastraba también mi hermana junto con él. Cuando el perro se movía yo escuchaba claramente como gemía mi hermana. Pasaron muchos en que mi hermana estaba como pegada al perro, entonces noté que el perro tiraba fuertemente de su lado y después de algunos intentos, pude ver como el perro sacó su tremenda cosa llena de un líquido blanco de la vagina de mi hermana que también tenía ese líquido y se oyó un chasquido muy fuerte. Quedé asombrada del tamaño de la cosa roja del perro y me quedé pensando en cómo había podido tener dentro ese pedazote de carne mí hermana. Al pasar eso, mi hermana quedó tendida en el piso de la bodega y el perro se le acercó y le empezó a lamer de nuevo la vagina. Yo aproveché ese momento y salí corriendo de ahí.
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