Mi mascota me conquisto, ahora soy su amante, su perra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por rosarioarequipa.
Se que no es normal que esas cosas puedan agradar a una persona, pero no se porque a mi me comenzó a gustar que mi perro se desfogara sus instintos sexuales en mi, siento como que el desde que entro a la edad sexual se hubiera propuesto conquistarme, al punto que yo accediera a sus instintos sexuales, cosa que logro pasado unos meses.
No puedo explicar como y cuando paso, solo recuerdo que la primera vez por la calle había un grupo de perros siguiendo a una perra en celo, y mi perro se pasaba casi todo el día pegado en la puerta de la casa, un día cuando yo estaba sentada viendo la tv, siento que el seme acerca como siempre, subiéndose entre mis piernas para que yo le de cariños, pero cuando es se subía se sujeto de mi pierna y comenzó a hacer sus movimientos coitales, eso me espanto y me causo algo de repulsión así que lo bote de mi lado, el solo se fue asiendo caso a mi reproche, pero eso no seria la ultima vez, mas bien seria el comienzo de una costumbre que poco a poco ya dejaba de tener control, control que yo también perdía porque algo dentro de mi estaba comenzando a cambiar, no se a que puedo atribuir pero ya en los sueños que tenia yo sentía su presencia, y en las mañanas no dejaba de sentirme nerviosa al ver cuando el se me acercaba, pues era a mi a quien el buscaba para montarse en mi pierna, creo que lo hacia intencionalmente no lo se, pero dentro de mi ya me decía que el quería conmigo.
Un día cuando quede a cargo de mi casa porque mis padres se fueron de viaje, no pude evitar sentirme nerviosa en quedarme a solas con el, me sentía como si el me estuviese observando, así que intente evitar en lo mas que pude, echándolo del lugar donde estaba, que se mantuviera en su distancia, cosa que hiso caso sin duda alguna, ya mas tranquila me fui como de costumbre a darme un baño antes de dormirme, cosa que fue normal hasta que en medio baño siento que el entra y aunque yo le decía que se fuera, solo se me acercaba, en ese instante no podía hacer nada mas que salir de ducha como estaba para votarlo, pero creo que eso fue el detonante que hiso que las cosas cambiaran completamente nuestras vidas, pues al acercarme el salto sobre mi, y se sujeto en mis piernas tan fuerte que sentí como sus uñas me arañaban la piel, en entonces cuando comienza a moverse de manera como cuando los perros tienen sexo, y yo me quede al principio sin reacción, solo mi corazón empezó a latir fuertemente, quizás porque ahora a diferencia de otros días solo estábamos los dos, y así iba estar toda la noche.
Yo ahí parada completamente desnuda y el meciéndose en mis piernas, solo logro que una excitación extraña se apoderada mi ser, comencé a entender como el había sentido una atracción especial por mi y como hace tiempo me estaba tratando de decir que quería mas que solo masturbarse en mis piernas, pues desde que empezó todo era a mi, a quien buscaba para hacerlo, y yo aunque trataba de ignorarlo ya había aceptado su proporción, solo el momento hasta ese entonces no se había dado, pero esa noche era el momento justos, así que en vez de quitármelo, accedí a sus deseos, arrodillándome frente al, el entendió y sin mas soltó mi pierna y se quedo quieto solo mirándome, yo por mi parte me quede arrodillada frente a el, ahora no para votarlo sino para llamarlo, para que ya no hubiera entre nosotros un distanciamiento, sino que ahora era el momento de que nuestros cuerpos se junten, que nuestros sexos que ya mucho tiempo se pedían por el uno al otro se fundiese en el calor del deseo, así que no hice mas que seguir mis instintos, el no hiso mas que poner en practica todo lo que hasta ahora había practicado con mi pierna, ahora era el momento de sentir mi vagina y yo su pene, pene que hasta ese instante lo tenia completamente fuera y era de un tamaño que con solo verlo hacia que mi corazón palpitara mas y mas, quirie sentirlo, quería que de una vez me hiciese suya, asi que me agache poniéndome de rodillas y con los brazos al suelo y así comencé a caminar, primero porque se que eso le iba a gustar a el, ver como su futura hembra virgen coqueteaba con el, por su parte el me miraba con ansias de empezar, pero no, el también quería que yo disfrutara del momento, así que los dos comenzabas a dar vueltas uno del otro buscando el mejor lugar para empezar hacer el amor, no fue hasta que paso como 5 minutos con ese juego de seducción que el de un salto, sujeto con fuerza mi cintura, no fue hasta esos 5 minutos que yo de deje desvanecer mis brazos y subir mi culo lo mas alto para que el no tuviese problemas al penetrarme, que empezó a hacer sus movimientos de perforación, no fue fácil al comienzo porque mi virginidad no le permitía que su pene entrara fácilmente, pero el era insistente, y no dejaba de preformar, yo quería que el dejara de moverse, quería sentir todo su pene dentro de mi, así que como puse ancase un jabón que había y poniéndolo como lubricante, le puse en la entrada de mi vagina, eso hiso que el pene de mi amante encontrara mas facilidad para su penetración, así, lo que sentí fue algo totalmente nuevo y agradable que no quería que acabase nunca, y el sin dudar un segundo comenzó a bombear su pene dentro de mi, fue algo excitante, que al momento de que estaba enzima de mi, yo pude observarlo mediante un espejo que en ese baño había.
No se cuanto duro, pero fueron momentos mas especiales de mi vida, sentir como chorros abundantes de semen llenaban mi vagina, y al mismo tiempo como su bola crecía dentro de mi, yo no quería que se saliera así que sujete sus patas como pude hacia mi, hasta que sentí casi reventar mi vagina.
Estaba bien abotonada, éramos uno, mas que eso, veía en el espejo como ese perro estaba unido por medio de su sexo a mi, tal el abotona miento que cuando el intentaba salir de mi, veía como mi cuerpo lo impedía, así que los dos nos quedamos así abotonados, echados en ese baño, no se por cuanto tiempo, pero solo se que todo lo que duro fue único y especial.
Cuando nos separamos, yo lo lleve a mi dormitorio, porque esa noche el no dormiría en su casa del patito, dormiría en mi cama como debe ser, el era ya mi amante y yo su perra.
Los dos echados en la misma cama, juntos, yo abrazado a el, el quieto junto a mi, nos dormimos. Pero no fue mucho, porque cuando todavía era de noche, el me despertó la miedo mi vagina que para ese momento estaba con resto de su semen, fue rico sentir su lengua que no hice nada mas que dejar lamer y lamer mi vagina, pero eso no era todo lo que el quería porque en un acto que me sorprendió mucho, comenzó a ladrarme en una forma suave y baja, como que si el me dijera en forma cariñosa que quería estar nuevamente con migo, y yo no iba a desairarlo mas aun me gusto mucho que para ese entonces mi macho, me pidiera que fuera su perra nuevamente, asi que nuevamente me puse en cuatro patas, y el sin dudarlo un poco se subió enzima de mi, pero eso si, estaba vez no necesito ninguna ayuda de mi, fácilmente como si conociera la entrada de mi vagina el me penetro rápidamente, y sin mas comenzó a penetrarme nuevamente, lo hacia esta vez mas despacio pero con mas fuerza, sentía como el estaba bosando de mi, pues sentí sus jadeos y gotas de su saliva en mi espalda, yo solo deje que el pe poseyera como el quisiera, así que termino por llenarme la vagina nuevamente de semen caliente y abundante, todo esto mas su rica bola que hasta ese momento era lo mas importante para mi, sentir como estaba llena por dentro.
Quedando abotonados por mas de 20 minutos, hasta ese entonces era dos veces que ese perro me había poseído ya, y yo cada vez mas con las ansias locas de sentir mas y mas ese pene que me estaba volviendo loca, asi que nos quedamos un rato echados los dos, no se por cuanto tiempo, pero ya no podía dormir, asi que me levante, agarre a mi perro de sus dos patas y jalándolo me eche boca arriba en mi cama, y dirigiendo su pene a la entrada de mi vagina hice que me penetrara de esa manera, el no puso resistencia, tampoco dejo de penetrarme como la primera vez mas a un, sus envistes eran mas fuertes que sentía su pene tocar el fondo de mi vagina, ha si le hice que me penetrara mientras yo le miraba a los ojos, y el me miraba, no podía aguantar las ansias de me metiera nuevamente su bola dentro mio, pero fue mas las ganas de saber que sabor era su semen, así, me deslice hasta llegar mi cara a su pene y comencé a chuparle el pene como si fuera una mamadera, hasta sacar toda la leche que tuviera dentro, y el no me decepciono porque lleno mi boca de mucha leche que en parte me la trague.
Fue una noche de deseo sin frenos, que al dia siguiente nos quedamos los dos dormimos hasta muy altas horas de la mañana, pero ya no como dueña y mascota, sino como dos amantes enamorados.
Cuando llegaron mis padres, todo era normal frente a sus ojos, pero dentro de nosotros todo había cambiado, tanto que no duro mucho tiempo para independizarme y llevarme a mi perro a mi departamento, donde ahora es nuestro nidito de amor, y pase el tiempo que pase, mi vida ahora le pertenece al mundo zoo!
Excelente de aqp