MI MASCOTA Y YO

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
MI MASCOTA Y YO

Me llamo Nikky, tengo ahora 19 años y lo que les contaré sucedió cuando tenía 16 y estaba en la preparatoria, me gustan todos los animales y por esta razón mi papá me regalo una mascota exótica, era una víbora de color verde y de unos 20 cm de largo y según el veterinario crecería a lo más 40 cm y de no más de 1.5 cm de diámetro, mi mascota es tranquila como toda víbora y come insectos, me gusta jugar con ella cuando hago mi tarea o cuando salgo de la ducha, me siento en la cama y ella se acerca y se desliza por las piernas, manos, se sube en mi barriga, pero uno de esos días , al salir de la ducha, la víbora se deslizaba como siempre, cuando de repente esta se metió entre los labios de mi puchita

Sentí como un relámpago que subía desde mi coñito depilado hasta mis tetas grandes y redondas con unos pezones que cuando se paran puedo sostener mis arracadas en ellos, el caso es que ese relámpago me electrizo completamente y hizo que se me mojara mi puchita

Esta sensación que nunca había experimentado nunca, así que la tome de su cola e hice que pasara de nuevo por entre mis labios, sentía como reptaba entre ellos, como movía cada una de sus escamas entre los pliegues de mi puchita adolescente, así que desde esa noche, ella mi mascota y ahora mi mascota sexual, me ayudaba todas las noches a masturbarme pasando entre mis piernas y subiendo por entre mis labios carnosos

Después de esa noche ella dormía conmigo en la cama, enrollada a los pies o debajo de la almohada; una noche después de masturbarme con su ayuda, caí en un sueño profundo, debido a que me encontraba cansada de la clase de deportes, cuando desperté por la mañana, medio amodorrada, vi que mi víbora no estaba conmigo en la cama, me rodé para buscarla y meterla en su contenedor, cuando de repente siento que algo se mueve dentro de mí, me asuste muchísimo y mi sorpresa fue extrema cuando veo que saca su cabeza de entremedio de mi puchita, si tenía a mi víbora dentro de mi vagina, me dio miedo jalarla de su cabeza para sacármela de ahí

Me quede quieta, como congelada, no sabía que hacer al respecto solo esperar a que ella decidiera salir de mi puchita y lo hizo lentamente, reptando por entre mis labios, después de que salió, me sentía excitada, mis pezones parados y duros como rubíes, mi puchita la sentía algo hinchada y extremadamente húmeda, corrían de ella hilitos como de lechita femenina, así que la tome entre mis manos e hice que se introdujera en mi otra vez, para sentirla como se acomoda dentro, estando yo acostada, sentía sus movimientos en forma circular, hasta que de repente saco su cabecita por entre mis labios, esa imagen hizo que me viniera en un grato orgasmo, el morbo, la adrenalina de saber que mis papas podrían entrar en cualquier momento y encontrarme con la víbora dentro de mi puchita me hacía sentir cada vez más excitada

Con el tiempo ella se acostumbro a introducirse en mi vagina, yo ya lo veía como algo normal, al grado de que usaba vestidos hasta la rodilla cuando salía a la calle con ella dentro de mí, sentirla como al caminar sacaba su cabecita por mi pucha, hacia que me excitara y me escurrieran los jugos de una chica adolecente

Seguí así con ella por más de 4 años, nunca me enferme por llevarla dentro de mí, pero un día la encontré en la cochera aplastada por las llantas del carro de mi papa, y ahora que estudio veterinaria, nadie ve con extrañeza que traiga a mi nueva mascota, si una nueva víbora, pero ahora de color negro y más grande, con ella me divierto más que con la primera, y eso que no les he contado con cuantas variedades de animalitos he estado, ponis, un cerdo vietnamita, 4 perros y estoy tratando de que me monte un ganso, más delante les contare de ello, suya cachorritagolden