Mi Obseción por las Selfies
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Key-Q.
Tenía yo 16 años y había comenzado con esto a los 12 cuando me regalaron mi primer aparato celular, el que no tenía cámara frontal y me acostumbré a sacármelas frente a algún espejo, de preferencia grande para fotografiarme de cuerpo completo.
En un principio eran fotos relativamente normales como para la niña preadolescente que era, pero al poco tiempo de haberme iniciado como modelo de Selfies ya comencé a hacer poses más coquetas poniéndome una mano en la cintura y parando mi trasero para un costado.
No tardando en ir haciendo cada vez algo nuevo.
, maquillándome, mordiéndome un dedo y hasta jalándome el cuello de mi camiseta para abajo como queriendo simular un escote y mostrar algo de mis aún insípidos senos.
Y así con el tiempo fui aumentando mis osadías.
, levantaba mis blusas para mostrar mi vientre en las fotos, también me jalaba el costado de mis shorts para mostrar mis caderas.
, pero todo esto me duró hasta que mamá me vio las fotos en mi teléfono y me prohibió seguirme retratando de esa forma.
, a lo que obviamente le dije que si, pero seguí haciéndolo a escondidas y guardando mis imágenes en una memoria micro-SD distinta a la que traigo habitualmente en mi celular, destinándola solamente para eso y guardándola en un lugar secreto, lo que también servía en caso que se me perdiera mi aparato o me lo robaran.
Ya haciéndolo en privado solo cuando no había nadie más en casa, me puse más atrevida primero tomándome las fotos en traje de baño, bikini y cuando ya tenía quince mis senos estaban bien desarrollados comenzando a sacar tímidamente un pezón.
, me excitaba mucho y hacía poses muy sensuales, demorándome poco en fotografiarme en topless y luego al siguiente paso de hacerlo totalmente desnuda.
, lo que me excitaba todavía más y lo fui haciendo en innumerables poses hasta que con el paso de los meses llegué a algo de contenido más sexual.
, levantándome los senos para lamerme los pezones, tocándome la vagina o abriéndome un glúteo para que se me viera el ano al retratarme por atrás.
Me calentaba bastante en cada sesión fotográfica.
, que hasta incluso me fotografié masturbándome y no solo con mis dedos, también lo hice con el mango de un cepillo de pelo, el mango de un paraguas y hasta una banana pequeña me metí de lo libidinosa que me ponía.
Siendo mi pose preferida para retratarme en cuatro desde atrás en donde se me vieran naturalmente mis dos agujeros con mi trasero bien paradito.
Había en casa un gato y un perro de raza indefinida, un mestizo cualquiera con la inteligencia que los caracteriza y por lo general siempre estaban jugando al interior de la casa, saliendo al patio solamente a hacer sus necesidades.
Yendo tanto el cántaro al agua.
, que un día en que me estaba fotografiando en el espejo de la habitación de mis padres y al estar con la puerta abierta el perro con el gato entraron ahí a pasearse e interrumpían mis instantáneas atravesándose entre el espejo y yo, pero me armé de paciencia esperando que pasaran continuaba con la siguiente imagen.
, pero al estar yo retratándome desde atrás y en cuatro patas, el perro al parecerle familiar mi posición se quedó ahí mirándome no tardando en ir a oler mi ya jugosa y mojada vagina.
, a lo que reaccioné bajando mi celular y esperando que se fuera para proseguir.
, pero este animal al ver que no lo ahuyentaba se tomó la confianza de lengüetearme directamente entre los expuestos labios interiores de mi vagina.
, haciéndome dar un chillido de las intensas cosquillas que eso me produjo.
Mi reacción luego de ese par de lamidas fue echarme para adelante sentándome de costado en el piso.
, y el perro se quedó ahí mirándome mientras me movía la cola.
, la percepción de esas cosquillas pese a lo extraño e inesperado me pareció bastante agradable, lo que sumado a que el perro se agachó a oler mi ladeada entrepierna y dichas lengüeteadas hicieron mojarse aún más mi confundida caverna vaginal, volví a levantar mi trasero dejándolo que saboreara mis abundantes fluidos hormonales.
, lo que hizo gustoso y ansioso a la vez, pues comenzó a mover más rápido su cola e incrementaba la velocidad y profundidad de sus lamidas.
, lo que muy pronto me hizo caer en un sabroso orgasmo no pudiendo controlar los espasmos de mi vientre e inevitablemente llevé mis dedos medio e índice a frotar los costados de mi endurecido clítoris mientras el antebrazo de mi otra mano lo usé para apoyar mi frente.
Mi perro se puso tan efusivo y ansioso cuando probó el sabor de mis fluidos, que luego de que prácticamente me penetró con su lengua cuando fue a buscar los jugos que aún estaban al interior de mi vulva, se puso a gemir como un cachorro cuando te pide algo.
Y yo estaba tan extasiada que le hablé cariñosamente "¿¿Quéee le passhhaa mi regalón.
??".
, lo que pienso tomo como una aceptación a lo que estaba solicitando y se me subió por atrás tomándome de las caderas con sus patas delanteras, haciendo movimiento de coito y tratando de cogerme cual perrita en celo.
, a lo que pese a verme sorprendida no reaccioné y me quedé ahí sin importarme si le acertaba a mi sexo o no.
, pero luego de puntear un rato en el aire mi perro se me bajó traspasándome toda su ansiedad a mí, pues en ese preciso momento me di cuenta que sí quería que me penetrara.
, y estaba totalmente deseosa de albergar un pene en mi vagina por primera vez.
, sin importarme que fuera el de él, necesitaba sexo real ahí y en ese mismo instante.
, no podía esperar un segundo más.
Ya me había apoyado en la palma de mis manos e ideado en mi mente la opción de ponerlo de espaldas y auto encajarme su pene que no tenía idea de cómo era, pues siempre se lo había visto guardado en su funda.
, pero antes que saliera de mi posición de cuatro patas se me volvió a montar, agarrándome esta vez por la cintura y punteando muy cerca de mi entrepierna, por lo que me cargué en mi codo izquierdo y con la derecha por entre mis piernas fui a buscar su aparato para ayudarlo a que acertara.
, pero antes que diera con él, ya me lo estaba clavando.
, eso sí que solo fueron unos cinco o seis puntazos que al acelerar sus movimientos se salió frotándolo una cantidad similar de veces entre mis glúteos para luego bajarse nuevamente.
Sabiendo ahora que sí atinaría, me quedé esperando el tercer intento y repetí lo de recibirlo con la espalda en horizontal y luego inclinarme para adelante, levantando ahora lo más que pude mi trasero al momento que sentí entrar la primera estocada.
, lo que le ayudó a profundizar su penetración haciéndome sentir algo un poco más grueso cruzar el umbral de la entrada a mi sexo y algo puntiagudo picotear en mi cuello del útero.
, todo ello a un mismo ritmo que iba incrementando su frecuencia y potencia a medida que percibía su aparato cada vez más grande y caliente.
, mi primera vez estaba siendo con un perro y lo sentía fenomenal, el orgasmo en curso que aún no se apagaba duplicó su clímax y me oriné al sentir su caliente miembro hinchado al máximo mientras inyectaba su hirviente semen al interior de mi complacido útero.
, UUuuuufffff.
, ya no daba más de placer.
Mi vida sexual se resumía en esos pocos segundos en que había llegado a la gloria.
Mi ahora "querido perro" (al que nunca antes lo había tomado mucho en cuenta) me tenía agarrada con fuerza por la cintura y me tenía clavado su preciado aparato muy en lo profundo de mis entrañas.
, ya no sacudía sus caderas solo manteniéndomelo bien adentro, permitiéndome percibir como latía con cada chorro de semen que lanzaba.
Ya estaba totalmente extasiada en el minuto y medio o dos que llevábamos de coito.
, disfrutando a cabalidad de su palpitante aparato, cuando de improviso se bajó para un costado haciéndome sentir de inmediato que su pene se había trabado en mí, pues esa parte más gruesa estaba tan hinchada que ahora no salía y estiraba el contorno de mi vagina para afuera.
, haciéndome sentir que me destriparía por ahí al momento que paso su pata trasera sobre mis nalgas y terminó de voltearse.
En el mismo espejo que me estaba fotografiando vi como se deformaba mi vulva en cada tirón que daba mi perro con esa tremenda bola asomándose desde adentro estirando mis labios interiores a su máxima capacidad.
, a lo que atemorizada reaccionaba apretando lo más que podía mi esfínter hasta que atiné a agarrarlo por la cola, para lajándolo con fuerza evitar que siguiera estirando mi sexo, con lo que pude seguir disfrutando de su interminable eyaculada que luego se estuvo desbordando filtrándose por la unión de nuestros sexos y escurriendo por las paredes interiores de mis muslos.
No daba más de placer y tuve que gozar por unos siete u ocho minutos más de su caliente aparato, que apenas terminó de eyacular se empezó a deshinchar lentamente y en un descuido que solté su cola de un solo tirón me lo sacó, produciéndome una extraña sensación al expandir de tal modo mi inexperta vulva e impresionándome excesivamente al verle colgando entre sus patas traseras ese tremendo y deformado pene.
, ese cototo que no lo dejaba salir era casi tan grande como mi mano empuñada y aún botaba algo de su cristalino semen.
, no pudiendo evitar el ir a tocárselo, acariciárselo para finalmente terminar chupándoselo y tragando el esperma que continuó lanzando al reactivar su acabada mis insistentes mamadas.
Quedé tan satisfecha que cuando ya me estaban dando ganas nuevamente justo llegaron mis padres y no lo pude repetir.
Pero al día siguiente poco antes de llegar de la escuela a casa ya venía toda mojada y mi calzón muy empapado con la lubricación de mi ansiosa vagina, lo que entiendo mi perro inmediatamente percibió, pues no alcancé a abrir la puerta y me estaba esperando tras de ella con mucha ansiedad, saludándome como nunca muy efusivamente, saltando, moviéndome la cola y lamiéndome las manos.
, no tardando en ir a husmear bajo la falda de mi uniforme, a lo que obviamente reaccioné levantándomela y corriendo mi tanga para un costado permitiéndole lamerme directamente de frente, cuyo roce excesivo en mi clítoris me hizo pronto ondular el vientre y flaquear las piernas, por lo que me senté en el sillón más cercano y aproveché de sacarme las bragas quedándome a piernas totalmente abiertas.
, lo que él poco aprovechó para lengüetearme a destajo mientras me abría la cochorocha a dos manos, pues más que pronto se subió a uno de mis muslos haciendo movimiento de apareamiento.
Recordándonos nuestra ansiedad inicial y en el acto me bajé al piso en cuatro patas volteándome la faldita de mi uniforme para arriba, no tardando mi ahora "amado perro" (la forma de latir de mi corazón así me lo hacía sentir) en tomarme firme y meterme su pene ya con su nudo en formación y haciéndolo chasquear en cada introducción al traspasar el umbral de mi extasiada vulva "CHACL, CHACL, CHACL, CHACL,,,,", hasta que ya no salió más y se quedó empujándolo en lo profundo.
Esta segunda vez pese a la desesperación de ambos por volver a disfrutar algo que sabíamos lo rico que era, logramos el acople de inmediato en el primer intento y ya en muy pocos segundos estaba recibiendo su abundante y caliente semen, en cuyo orgasmo mi vagina tuvo múltiples espasmos que iban ordeñando ese bendito aparato que no paraba de darme placer, hasta que percibí que me dolía un poco la frente y noté que estaba apoyada en ella, teniéndole con mis manos sujetadas sus patas delanteras a mi perro que claramente no se había bajado por eso.
, cuando repentinamente escuché "¡¡¡OOhhh.
, perdón.
!!!" y al voltear mi cabeza veo a Matías el jardinero saliendo de la sala de estar.
, que por el ángulo en que me vio, obviamente me captó plenamente ensartada con mi perro y no podría inventar algún tipo de excusa como de que solo estaba jugando o que me había pillado descuidada.
Terminando muy afligida y contrariada ese segundo encuentro sexual con mi perro, que había empezado tan bien.
Nos desabotonamos y rápido me fui a lavar para cambiarme de ropa, con la intención de esperar a Matías en la cocina ya que debía pasar por ahí antes de irse, puesto que no me atrevía a ir yo a hablar con él a darle o pedirle explicaciones, yo por la bochornosa situación en que me había sorprendido, y él por haber entrado al interior de la casa si solo se le tenía permitido usar la cocina y el baño de servicio, además que a esa hora no debía estar ahí porque solo trabajaba en las mañanas tres veces por semana.
Cuando entró yo tiritaba de los nervios y él no se atrevía a levantar la mirada.
, diciéndome que mamá lo había llamado solicitándole que se quedara hasta que yo llegara para que hubiera alguien en casa ya que quedaba un par de semanas para el periodo de vacaciones y en algunas casas del barrio el verano pasado habían entrado a robar.
Y yo le comenté que Pluto (mi perro) me había botado al saludarme e hizo su vulgar jueguito ese cuando me estaba poniendo de pie, como simulando o insinuando que no me había dado cuenta que me sorprendió infraganti y podría creerme eso.
En casa solo somos los tres con papá y mamá, no considerando tener empleada doméstica porque mamá compra el almuerzo el día anterior y entre tantos electrodomésticos no es necesario, solo yendo una señora a hacer el planchado los viernes por la mañana, siendo solo Matías el empleado de confianza de la casa.
Mi mente no paraba de darle vueltas a ese asunto y no sabía como comprar su silencio, más que no tenía dinero para aquello quedándome solo la alternativa más alcanzable de hacerlo cómplice de esa supuesta aberración, la que para mí recién habiéndome iniciado ya era todo un vicio y no la podía dejar ni parar de hacerlo.
, era solo los lunes, miércoles y viernes que Matías estaría ahí en casa esperándome, habiendo 10 ó 15 minutos en que estaríamos juntos para luego el marcharse.
Tenía unos 38 ó 40 años, casado con dos hijos y cuya familia entiendo no querría perder y sería el motivo de mi chantaje si lograba involucrarlo en esto e ideé la manera de hacerlo.
Temía más a que le fuese a comentar algo a mis padres, a que me viera nuevamente haciéndolo con mi perro o paseándome desnuda en la casa por mis Selfies, que fue precisamente por lo que partí al viernes siguiente.
Apenas llegué del colegio encerré a Pluto en mi cuarto y me desnudé quedándome solo con mi celular en la mano, poniéndome a sacarme selfies en la cocina hasta que el entró.
, lo que fue muy divertido al ver su rostro de asombro e inmediatamente le increpé que por qué no había golpeado la puerta, tapándome mi pubis con el respaldo de una silla del comedor de diario y los senos con el antebrazo de la mano que me quedaba libre, di vuelta mi teléfono y le saqué un par de fotos comentándole que era adicta a sacarme retratos así, pero él se quedó mudo e inmóvil lo que aproveché para darme vuelta y dando un par de pasos para el mismo costado en que estaba antes que entrara, le permití ver mi trasero y enfocándonos a ambos disparé múltiple bajando mi mano, con lo que obtuve tomas de todo mi cuerpo con Matías de fondo clavándome la mirada, y luego repetí la operación poniéndome medio de costado dejándolo verme los senos y pubis.
"¡¡¡YA.
, ESO NOMÁS.
, que será parte de mi colección.
!!!", le dije volviéndome a tapar, lo que lo hizo reaccionar y me preguntó "¿¿Desde cuándo hace eso.
??".
, "Las selfies desde los 12 y desnuda como hace un año y medio" respondiéndole la verdad.
, "¿¿No le da miedo que le pillen las fotos??" replicó, "No porque las guardo en una memoria exclusiva para ellas" le contesté, agregándole que ya se podía retirar y gracias por esperarme.
, sacó sus llaves del portón lateral del portallaves y se fue a duchar pues aún estaba con su overol (mameluco o enterito) el que evidenció su erección al momento de girarse e intuí que ya lo tenía en mis manos.
Salí sigilosamente un poco después que él y cuando escuché correr el agua de la ducha del baño de servicio me di la vuelta por atrás y entré al cuarto de herramientas que es contiguo a ese baño y no tiene cielo, me trepé sobre el mesón de ahí y llegué a una rendija que hay entre el tabique divisorio y el cielo del baño.
Husmeando antes por ahí había visto esa rendija y todo lo demás se me ocurrió en el momento improvisando aquel retorcido espionaje, jamás había hecho algo así, no se si quería más evidencias de él o me interesó que se excitara por mi desnudes.
Ya estaba desvestido e ingresaba al receptáculo de la ducha con su pene bastante erecto levantándose algunos grados sobre la horizontal.
, se jabonó las manos y bajo el agua tibia comenzó a acariciárselo echando totalmente su prepucio para atrás dejando salir todo su glande se lo jabonó y enjuagó cortando luego el agua, se ordeñó su cosa haciendo salir un líquido cristalino que recibió en la otra mano embadurnando su pene con el y luego lo hizo de nuevo con otro poco de eso que continuó saliendo, lo apretó firmemente comenzando a pasarlo lento por su empuñadura.
, cosa que ya estaba grabando con mi teléfono obviamente con el flash desactivado.
, y a medida que aceleraba su movimiento comenzó a repetir mi nombre, lo que casi hizo que me orinara al ver lo tanto más que le creció y lo rojo e hinchado que se puso su glande.
, estuvo cerca de tres minutos batiendo su pija que se puso casi toda colorada antes de lanzar esos tres espesos y blancos chorros de semen, más un cuarto que quedó colgando de ahí mismo.
Me dieron una especie de puntadas en mi vagina que me hicieron sentir que esa acabada realmente hubiera sido dentro de mí y no pude evitar masturbarme mientras él seguía apretando su pene y estrujando las últimas gotas.
Luego cuando se comenzó a duchar y su miembro a bajársele, me fui al interior de la casa a darme una ducha muy rápida solo para sacarme el polvo de pies, rodillas y antebrazos que se me pegó en ese cuarto.
Para enseguida abriendo las cortinas del comedor principal me senté en un sitial de frente al ventanal que da al estacionamiento y me puse a fotografiarme esperando que pasara Matías, el que claramente pasó lento al ver las cortinas así y yo traviesamente abrí mis piernas al verlo y simulando que no me percaté de su presencia hasta que se fue.
, luego masturbándome intensamente mentalizándome en la que él se había dado en mi honor y cuando ya no daba más liberé a Pluto y bramé al momento que derramaba su eyaculación en mí.
, jamás me sentí tan estimulada sexualmente, fue un orgasmo explosivo casi se me salió el corazón por la boca de lo excitada que estaba.
, hubiera recibido todos y cada uno de los penes que me pusieran por el frente en ese momento.
Después de ese lujurioso coito con mi perro me puse a meditar que ya tenía un par de evidencias contra Matías como para obtener su silencio, el set de fotos con su vista clavada en mi desnudes y el video masturbándose repitiendo mi nombre, con lo que no tenía necesidad de involucrarlo en mi relación con mi perro para que no me delatara de ello.
Pero el haberlo espiado en la ducha produjo una extraña sensación en mí que ni yo misma me lo podía explicar, si bien no era un Adonis ni un joven de mi edad que incluso podría ser mi padre, pero su rostro de placer y la fuerza con que empuño su pene al acabar por mí, algo me hizo sentir.
Es más como todo el fin de semana estuvieron mis padres en casa y no pude hacerlo con Pluto, por las noches al masturbarme en mi cama reproduje su video y era casi como estarlo haciendo con él.
, retorcía mi pelvis para arriba al momento que mis dedos medio e índice entraban y salían con violencia de mi desesperada vagina.
El lunes me fui muy pensativa al colegio que casi no me despido de mis padres al bajarme del auto y muy atrevidamente me hice la enferma para que me dejaran volver temprano a casa, lo que conseguí pero me condicionaron que me debía ir con un inspector de patio para que me dejara en casa y llamarían a mamá para que me recibiera en casa, a lo que aludí que ella trabajaba pero había personal en casa que me podía recibir y que tenía dinero para un taxi, pero igualmente llamaron a mamá y al hablar yo con ella le dije que no era tanto solo un dolor de vientre que me tomaría un agua caliente y un antiespasmódico, con lo cual todos accedieron y tuve el camino libre para hacer de las mías.
Llegué a casa y entrando me desnude abriendo inmediatamente todas las cortinas, paseándome por las ventanas y ventanales por donde veía trabajando a Matías, pero ignorándolo a la vez solo buscando espejos para auto-retratarme y después de un rato abrí la puerta de la cocina y llamé a Pluto que andaba en el patio, para aprovechar que me lamiera frente a él que estaba retocando unas jardineras que estaban en el vitral de la sala de estar y me senté a piernas abiertas dejando que mi perro degustara los fluidos que emanaban de ella.
Matías sabía que yo estaba ahí y simulaba que no me veía, por lo que le lancé un cojín del sillón en que estaba sentada al vidrio y cuando levantó la cabeza le guiñé un ojo, lo que lo hizo sonreír antes de retirarse de ahí y evidenciando su erección al ponerse de pie, por lo que pensé que vendría para adentro a hacer algo.
, pero pasaron los minutos y no vino.
Pensé entonces que al ser yo menor de edad temía que lo pudiesen acusar de violación, aunque yo tenía entendido que el sexo consentido no tenía penalización.
, por lo que me fui con Pluto a la cocina y me puse a cuatro patas para que me abotonara.
, y así poder llamarlo para pedirle ayuda.
Pero mi apuro por quedar abotonada me pasó una mala jugada, pues no me agaché como las otras tres primeras veces, reclinando mi trasero para atrás envés de levantarlo y el ansioso de mi perro me clavó su pene en el ano yéndose hasta el fondo de una con nudo y todo, haciéndome sentir como se le hinchaba dentro de mi recto, a la vez que su hirviente semen calentaba mis vísceras.
Era algo extraño pero no doloroso, no tan agradable como por la vagina, pero algo me hacía intuir que daría para bastante rato.
Pluto se dio vuelta y comencé a llamar a Matías "¡¡¡MATIAS.
AUXILO.
POR FAVOR AYUDAME.
!!!".
, a lo cual llegó luego del segundo llamado "¡¡¡Pero mi niña!!!¿¿¿qué le pasó???¿¿¿le duele.
???.
,¿¿¿cómo la ayudo.
???" mientras me tomaba por todos lados entre manoseándome y tratando de ayudarme, primero agarrándome los senos al tratar de levantarme y luego algo que me gustó más metiendo disimuladamente uno de sus dedos en mi vagina al tratar de separarme de Pluto, pero mi quejido lo hizo desistir de aquello y me volvió a preguntar "¿¿Entonces cómo la ayudo mi niña.
??" a lo que yo estúpidamente y esbozándole una sonrisa le dije "¡¡Sácame una foto porfiss.
!!" pasándole mi celular que aún lo tenía en mi mano.
Con lo que al ver su cara de fastidio le repliqué "¡¡¡Ay no sé.
, llévame a un sillón o ayúdame a ir a uno para estar más cómoda porque a Pluto definitivamente no me lo puedo sacar de ahí!!!".
Y nuevamente me tomó los senos al pasarme la mano por abajo al tratar de levantarme así como estaba en cuatro patas, pero el pene del perro trabado en mi ano no se lo permitía pues yo me quejaba al sentir mi pequeño agujero estirándose.
, "Mejor guía a Pluto y yo lo sigo a gatas para atrás a la sala de estar" le dije y de ese modo avanzamos los casi 12 metros que había hasta allá.
, en cuyo trayecto Matías tomó al perro de la cola y el collar no sacando su vista de mi trasero.
, y ya en el sillón principal primero me tiré de vientre sobre el para luego girarme boca arriba, que en dicha acción Pluto dio un chillido al torcérsele su pene que ya estaba volteado para atrás, pero estando ya posicionada sentí como su ovalado nudo se giró dentro de mi recto volviendo a su posición.
, quedando yo con medio trasero apoyado en el borde, mis piernas abiertas por estar el perro entre ellas, la espalda algo curvada por el respaldo del asiento mismo y Matías sentado a mi izquierda sin dejar de recorrer mi cuerpo con su mirada, especialmente mi unión con Pluto y expuesta vagina.
Mantenía levantada la cola del perro no ocurriéndosele nada más, por lo que decidí tomar la iniciativa e indicando el ano del perro que se contraía rítmicamente le dije "¡¡Mira como está aún eyaculando.
!!", luego cerrando mis ojos y echando mi cabeza para atrás, con mi mano izquierda tanteé su pierna hasta llegar a su pene.
, "¡¡¡Uuuyy, que cosa más duuuraa.
!!!" y con mi derecha tomé la suya llevándola a mis senos.
,"¡¡¡Mmmmhh, que manos tan grandes y fueeertes.
!!!" le comenté y él "Bu, bu, bueno.
, y y y u-usted tiene muy.
, lindos pezones", tartamudeando me respondió, ante lo cual abrí mis ojos y le sonreí, lo que lo alentó a seguir y girándose un poco llevó su izquierda a mi vagina y me dijo "¡¡Y ni hablar de estos rosados y jugosos labios.
!!!" sacando algo de personalidad.
, a lo que respondí mirándolo directamente a los ojos y agachando una vez mi cabeza como asintiendo o invitándolo a acercarse más.
A lo que Matías reaccionó metiendo su dedo medio hurgueteando en mi interior y amasando mis tetas jugando a la vez con mis pezones, mientras yo no paraba de apretar su pene y palanquearlo no convenciéndome de su dureza, pero quería tocarlo directamente y no por sobre la tela de su overol por lo que fui a buscar el cierre (cremallera) cerca de la parte alta de su esternón, con lo que él se puso de pie y se desvistió en solo cuatro movimientos sacándose los zapatos inclusive.
, rápido puso sus piernas a los costados de Pluto reclinándose sobre él a chuparme y lamerme mi ya extremadamente lubricada almejita, alternando con juegos de sus dedos entremedio, metiéndome su lengua y masajeando mi clítoris con su pulgar o metiéndome un par de dedos y lengüeteándome intenso el clítoris, o succionándomelo.
Estaba que explotaba con esas caricias y el pene de Pluto todavía encajado en mi ano.
, no paraba de acariciar su cabeza y pellizcar mis pezones.
, pero luego se enderezó y avanzó acercando sus rodillas a la parte interior de mis muslos, ante lo que yo abrí todo lo que pude mis piernas para que se acercara más, lo que hizo hasta que se toparon nuestras piernas pero ahora la cola del perro caía sobre mi vagina tapándola, por lo que Matías levantando mi pierna izquierda pasó la cola tras mi muslo y me dijo "Sujétela", lo que hice también con su pene ahora desnudo para no quedarme con las ganas y lo jalé hacia mí, haciendo que él se saliera de entre mis piernas y se subiera al sillón con sus rodillas a mis costados.
Nunca había visto directamente a un hombre desnudo, tampoco masturbándose, ni menos agarrado un pene.
Esta era mi primera vez y al tenerlo a escasos centímetros de mi rostro vi que un cristalino líquido emanaba suavemente desde su uréter empapando los mofletes de su glande y no dudé en pasar mi lengua por ahí saboreando esa ácida y babosa lubricación que percibí muy jabonosa en mi paladar, luego lengüeteé varias veces para sacarla toda pero seguía saliendo y despreocupándome de ello me eché todo su glande en la boca masajeando con mi lengua su parte inferior, me lo saqué y lo volví a chupar con más ganas, cargándome esta vez en él hasta que topó en la parte blanda de mi paladar y repetí esa acción varias veces masturbándolo con mi boca.
, me salí volviéndole a lamer su glande pero esta vez por los costados y en el siguiente ataque lo tragué hasta que me dio arcadas manteniéndome jugando tan profundo en mi garganta que me lagrimeaban los ojos.
, hasta que me eche para atrás a recuperar el aire para poder seguir devorando ese hermoso pene que se me hacía más agradable que el de mi perro en la boca.
Pero Matías se bajó del sillón volviendo a su posición anterior, repitiendo la acción de pasarme la cola de Pluto que pese a ya no estar eyaculando todavía su pene estaba atrapado en mi ano, luego me levantó la otra pierna y comenzó a flectar las suyas buscando la altura de mi vagina, en lo que le quise ayudar tomando su pene tratando de doblarlo apuntando a mi entrada, pero estaba tan duro que apenas podía llegar a dejarlo horizontal.
, a lo que él me dijo "¡¡Tranquila mi niña.
!!!" y levantando aún más mis piernas se puso mis tobillos en sus hombros, tomando él la cola del perro con una mano y su pene con la otra, doblándolo en el ángulo perfecto y acercando su pelvis a la mía lo fue metiendo lentamente hasta que se toparon los huesos de nuestras pelvis.
Y pese a estar casi en estado lujúrico a punto de alcanzar la gloria, en un tono algo estúpido le pregunté "¿¿¿Tienes condones.
???".
, a lo que respondió preguntándome "¿Cómo anda de su regla, cuando fue la última vez que le llegó?" , a lo que respondí que debía llegarme dentro de la próxima semana junto con la luna nueva.
, "¡¡No se preocupe entonces, que ya pasó su periodo fértil mi niña.
!!" y se puso a bombearme moviendo lento sus caderas, raspando con su duro aparato mi hueso produciéndome ese agradable y eléctrico cosquilleo que desde mi vagina se disipaba a todo el resto de mi cuerpo.
La mezcla de ambos penes en mi interior estaba dando paso a un nuevo tipo de orgasmo, la temperatura y volumen de Pluto sumado a la dureza y habilidad del de Matías, generaron una bolita de energía que crecía más y más con cada estocada que me daba Matías e iba acumulándose a espera de su liberación.
, y al parecer él notaba los picks de dicha energía e incrementaba o disminuía la velocidad o fuerza con que lo hacía manteniéndome en un punto preciso durante unos 5 ó 7 minutos en que mis mejillas me ardían de lo caliente que estaban y mis senos parecían gelatinas de tanto que se zangoloteaban.
, ya no daba más y estallé en un libidinoso grito que anunció el clímax de mi orgasmo e incentivó a mi humano amante a alcanzar el suyo.
Sentí su pene tan duro como un palo y me dio unas embestidas descomunales en cada chorro de semen que lanzó.
, fueron tales sus empujones que en el segundo de ellos el pene de Pluto se salió de mi ano dejando salir su esperma mientras yo seguía recibiendo los tres o cuatro chorros restantes de Matías, que pese a no quedarle más municiones me siguió apuntalando por un momento más aprovechando la dureza de su aparato.
Aunque quedé totalmente agradecida y creía sentir algo en mi corazón por él, de todos modo di vuelta mi cara cuando me quiso besar en la boca, argumentándole que solo se trataba de sexo y no debía serle totalmente infiel a su esposa, que no esperara nada más de mí, por lo que terminó lamiendo y succionando mis senos mientras con sus firmes manos recorría todo mi cuerpo.
Fue muy divertido cuando se puso de pie.
, no podía parar de reírme y él me miraba con cara de extrañado como si yo estuviera loca.
, pero cuando le apunté a sus testículos se dio cuenta que los tenía todos amarillos con la mezcla del semen de Pluto y mis fecas que salió a chorros en la desabotonada en que él me estaba clavando a fondo.
, lo que lo hizo sonreír y romper su timidez pasando a preguntarme que desde cuando lo hacía con mi perro, lo que respondí con la verdad indicándole que cuando me sorprendió esa era mi segunda vez, que eso era algo que había descubierto recién y que la abotonada anal había sido solo un accidente.
Agregándole mis agradecimientos por el tan buen sexo recibido, con lo que se quedó mirándome con cara de enamorado y aprovechando que estaba sentado a mi lado me senté sobre sus piernas tomando mi teléfono sin que se diera cuenta para sacarnos una selfie cuando me tuvo agarrado un seno mientras con la otra mano hurgueteaba en mi entrepierna, lamiéndome a ojos cerrados el cuello y detrás de una oreja, reaccionando solamente con la luz del flash.
, "¡¡¡Oiga no haga eso, que me pueden acusar de violación si pillan esa foto.
!!!", respondiéndole yo "¡¡No te preocupes que es para mi colección personal y las tendré bien guardadas.
!!", y al ponerme de pie me fui contoneando mi trasero indicándole que podía seguir con sus labores, que yo me iba a bañar.
Y al salir de la ducha solo me sequé quedándome desnuda tal cual antes, poniéndome a deambular por la casa y notando que Matías ya había limpiado el piso de la sala de estar que se había ensuciado con la mezcla que ya les dije, estaba impecable y aromatizado.
Luego aproveché de guardar los archivos en mi memoria especial para ello encerrándome un rato en mi habitación, aprovechando de meditar en lo recién sucedido y llamar a mamá para contarle que ya me sentía bien que no se preocupara, por si se le ocurría venir a verme.
Luego salí muy contenta y puse música a un volumen algo elevado, fui a comer algo y continué sacándome selfies hasta que sonó un tema movido de Shakira y me puse a bailarle frente a un ventanal a Matías que andaba por ahí.
, ya habiendo pasado lo anterior ahora no se hizo el desentendido y a brazos cruzados se puso a mirarme con cara de satisfacción haciendo gestos de aprobación a cada instante con su cabeza, no tardando en notársele una buena erección bajo su mameluco.
, no dándome cuenta que en el último par de estrofas estábamos uno a cada lado del vidrio que nos separaba y al terminar la canción ambos nos dirigimos en dirección a la cocina.
Pensaba que solo pasó poco más de una hora del coito anterior como para que ya estuviera repuesto al 100% y me detuve a un costado de la mesa del comedor de diario, pero él entró directo a mí, abrazándolo yo cuando chocaron nuestros cuerpos sintiendo su pene punzar en mi ombligo pues Matías mide como un metro ochenta y yo solo 1.
65, yéndome directamente a bajarle el cierre de su enterito cuando dejé de rodearlo con mis brazos, él se lo soltó de las mangas y lo dejó caer hasta sus muslos sorprendiéndome esta vez al quedar inmediatamente a la vista su empalado pene, pues andaba sin calzoncillos y percibiéndolo como un imán para mi vagina me colgué de su cuello queriéndome trepar para montarme en él.
Pero en dicho intento con su antebrazo enganchó mi pierna por la parte de atrás de la rodilla e instintivamente subí la otra del mismo modo, levantándome Matías con mi rostro a su altura o un poco más y mirándome directo a los ojos me dejó bajar haciéndome sentir como entraba su pene lentamente sin desclavar sus pupilas de las mías.
Comenzó a bombearme haciendo palanca con su duro aparato en mi pubis rozándome deliciosamente el clítoris y nos sonreímos mutuamente estando yo apunto de besarlo, pero me contuve echando mi cabeza para atrás y mirando el cielo raso, dedicándome solo a sentir mi cuerpo y sin pensar en nada.
Luego me acostó en el borde de la mesa con mis piernas apoyadas en su pecho y antes que me volviera a penetrar saqué mi teléfono sobre el cual me había puesto, pausa que aprovechó para terminar de sacarse su overol y ya con sus manos libres retomando la posición me tomó de la cintura al momento que lo introdujo para luego acariciarme los senos mientras hacía el mete y saca, situación que teniendo mi celular a mano pude contenerme de inmortalizar ya que lo vi tan concentrado que no lo quise interrumpir, pero le pedí que no acabara aún.
Y cuando lo tuvo extremadamente duro al punto de eyacular, se salió y doblándoselo para abajo respiró profundo evitando llegar a su orgasmo.
Lo que le agradecí y bajándome de la mesa lo tomé de la mano llevándomelo de carreritas al dormitorio de mis padres donde está el espejo más grande de la casa.
, ahí enfoqué con la cámara de mi aparato en modo video y con el flash encendido, mientras con la mano que me quedaba libre me apoyé reclinada sobre la cama parando y respingando lo más que pude mi trasero, diciéndole "Ahora sí.
!!!".
Oferta que pese a estar grabándolo no dudó en aceptar y separando bastante sus piernas para dar en la altura, me lo metió rápido bombeando un poco para luego salirse y tomándoselo con un par de dedos azotar su glande contra mi ano.
, acción que volvió a repetir un par de veces más para enseguida comenzar a hundírmelo en mi pequeño agujero.
, cosa que no me gustó mucho pero al ver su cara de satisfacción a medida que iba entrando lo dejé continuar.
Pero su miembro que mediría unos 16 ó 18 centímetros solo entró como hasta la mitad y manteniéndolo ahí metió un par de dedos en mi vagina, batiéndolos un poco dentro y al sacarlos untó los jugos en el contorno de lo que quedaba fuera de su aparato y las orillas de mi ano, con lo que volviendo a empujar entró todo y se puso a culearme suavecito, agachándose un poco y estirando sus manos para acariciar mis bubies.
, hasta que repentinamente sin haber acelerado sus movimientos ni sentir algún cambio en su dureza largó su eyaculación manteniéndose en el fondo y apretándome con fuerzas mis caderas.
Reconociéndole yo que estuvo bueno pero que de todas formas prefería y me gustaba más en forma vaginal, ya que así lo encontraba poco natural y antihigiénico, también confesándole que fue ahí mismo mi primera vez con Pluto.
, a lo que me preguntó si lo haría para él con el perro para vernos del principio.
A lo que no le respondí, saliendo de inmediato de esa habitación rumbo a la cocina y abriendo la puerta llamé a mi mascota y me puse a cuatro patas justo cuando venía llegando Matías.
Me lamió un poco ambos agujeros y enseguida se me subió, pero no le atinó a la primera rosando solo un par de veces su pene contra uno de mis glúteos y se bajó para un costado lengüeteándose sentado su aguda punta que le había quedado desenfundada, pero enseguida se vino por el segundo intento, a lo que le esperé con mi derecha por entre mis piernas y como una verdadera experta se lo tomé de su funda orientándolo a mi entrada.
, con lo que Pluto bombeó alocadamente haciendo pasar su nudo en formación algunas veces por mi umbral para rápidamente quedarse empujando en lo profundo, permitiéndome sentir cuanto y que tan pronto se hinchó ese cototo ahí adentro.
A lo que Matías estaba agachado a un costado mirando con la boca abierta y cuando sentí que a mi perro no le crecía más, le dije que lo ayudara a darse vuelta y lo afirmara para que no jalara .
, lo que hizo y se quedó observando ahí afirmándole la cola para un costado, lo que aproveché para pedirle que me grabara pasándole mi celular ya listo y se puso a enfocar en primer plano.
,"¡¡No se ve como cuando la tenía dentro de su ano, ahí esa bola no se apreciaba.
, pero ahora se asoma un poco desde adentro.
!!" me comentó y se alejó un poco para tomarme de cuerpo completo y como vio que Pluto se quedaba tranquilo, lo soltó de su izquierda y se filmó dicha mano acariciándome las tetas, luego sobando mi trasero y a continuación la paso entre mis piernas para acariciarme el clítoris.
, hasta que luego de unos minutos se aburrió de manosearme y me preguntó "¿¿¿Y cuanto se demora en acabar este animalito.
???".
, "¡¡¡No si ya casi está listo, apenas siento escupir su pene, solo que su nudo se demora en deshincharse.
!!!" le respondí.
Y luego de un momento de observación me replicó "¡¡Se me ocurre que si usted puja esa cosa se sale, pues su vagina es más ancha que su ano y bastante que se asoma esa cosa mi niña.
!!", en lo que le hice caso y le dije que probáramos, resultándonos en el primer intento en donde sentí como se expandía mi himen (o lo que quedaba de el) a medida que él ayudaba a jalar al perro.
, y luego del ""SSSSHHFFLOOAPT"" de la descorchada "¡¡GUUUAAAUU.
, que bola.
!! ¿¿No le dolió eso.
??" comentó y preguntó Matías .
"Más que dolor es miedo a lo extraño de la sensación de como estar defecando por la vagina o que me estén destripando por ahí.
, pero cuando está eyaculando se siente muy rico y su pene es más caliente que el tuyo, al igual que su semen" le respondí.
Y se quedó mirando el miembro le Pluto que le colgaba entre sus piernas.
"¡¡Es tan largo y grueso como el mío, pero esa bola es enorme.
, sabía que se quedan pegados con sus perras pero jamás había visto un pene así.
!!" me comentó y agarrando al perro y su pene me lo volvió a embutir jugando al mete y saca un poco dándome un momento más de placer.
Pero debo reconocer que esta vez siendo observada apenas logré un atisbo de orgasmo no siendo tan placentero como las ocasiones anteriores.
, fue más rico en la cocina a solas con mi amante humano, al que luego cuando se iba ya con ropa de calle (no de trabajo) pasó a buscar sus llaves y me despedí haciéndole un rico oral que casi lo hizo acabar de nuevo.
Recapacitando después no era capaz de creer que había pasado de ser una inexperta jovencita que se auto-complacía fotografiándose y masturbándose, a convertirme en una verdadera perra y puta amante de un hombre mayor comprometido.
, pero no me importó porque esos días lo había pasado genial y tenía a ambos amantes (humano y animal) a pleno alcance y en mi propia casa.
, viniéndose muy luego mis vacaciones en las que tendría tiempo para reventar mi sexo si así se me daba la gana.
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