Mi Perro Amante!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ya van 4 semanas que vengo entablando una relación con un perrito que siempre me visita por las noches, es como si al también buscara lo que yo, lo he llamado MIO, porque así lo siento, pero quiero contarles como lo he conocido y como fue nuestro primer encuentro.
El fue uno de todos los perritos que en mi barrio he conocido, pero a diferencia de los demás el siempre vienen a visitarme, yo le he ganado mucho cariño, porque aparte de ser un buen amantes, es muy inteligentes y muy amable, siempre que me voy a trabajar me acompaña y cuando regreso a casa lo veo ahí siempre pendiente de mi, siento que me cuida mucho y yo le agradezco dándole una especial atención, lo único malo es que no he conseguido que se quede en casa, tiene un alma libre alto rebelde pero eso no me importa porque en mi siempre tendrá alguien que siempre vea por el si le de alimento.
(Primer encuentro)
Me acuerdo cuando lo lleve a casa por primera vez, se sentía tan asustado y hasta me gruñía en varias ocasiones, fue un tanto difícil ganarme su confianza, pero con paciencia a amor logre, era tan lindo, y a la vez infundía mucho temor, todo era tan distinto que los otros perros, era como si el pensara mas, logre que entendiera lo que pretendía en muy corto tiempo, pues si bien la comida que yo le daba no se parecía tan agradable, fue lo contario cuando me sometí a el, quitándome la ropa y poniéndome en cuatro patas, sentí desde el primer momento como llegaba a entender, nuestra comunicación desde ese instante fue perfecta.
Era como si nos comunicáramos mediante nuestros cuerpos, el aprendió mucho ese misma noche, palabras, señas y hasta algunos gestos, era raro pero era como si entendiera todo, pues era diferente que los todos los perritos que he estado, el me trataba muy distinto, y sin mentirles pareciera que no quería hacerme daño, sentía su delicadeza y al mismo tiempo su fuerza, y sin mentirles esa noche con el he llegado a tener innumerables orgasmos. Lo malo fue que después de un rato de estar junto conmigo, el busco nuevamente su libertad, yo no podía hacer nada, mas que dejarlo libre…
(Segundo encuentro)
Después de casi una semana de no saber nada de el, me sorprendí mucho verlo en la puerta de mi casa, ahí echado en la puerta, mi primera impresión fue una extraña alegría al verlo, pero al mismo tiempo unos deseos apasionados, tanto que hasta mi corazón palpitaba a 1000, abrí la puerta, y sin siquiera decirle nada el entro, y se dirigió directamente a mi dormitorio, me sentí mas que excitada al tal actitud, que solo cerré la puerta y me fui corriendo a mi dormitorio, lo vi ahí echado en la alfombra con una mirada tan fija, como si quisiera decirme algo que no entendía, pero mi excitación solo me decía que esa era una nueva oportunidad para hacer mío de nuevo a ese perrito.
Me quite la ropa que llevaba, y en ese momento sentí una alegría en el, que se ponía inquieto y movía la cola, yo me eche en la cama, el subió su patas delanteras en mi cama, lo tenia ahí parado frente a mi, mirándome fijamente a la cara, yo ahí completamente sometida a el, con las ganas de sentir nuevamente su pene dentro mío, que comencé a acaricie con la ayuda de mi mano su pene rozando suavemente a mi vagina, eso le éxito tanto que sin esperar mucho comenzó a penetrarme en esa posición, era algo muy nuevo para mi, pero al mismo tiempo era muy especial, que solo atine a levantar mis piernas y ensacarlas a su espalda, era la segunda vez que mantuvimos relaciones , después de terminar dentro mio y quedarnos pegados por un tiempo, el se fue de la casa solo dejándome chorros de esperma chorreando entre mis piernas.
(Tercer encuentro)
A los dos días pude volverlo a ver, y como la ocasión pasada el estaba parado cerca de mi casa con una mirada tan tierna, que con solo verlo infundía tanta dulzura. Así que abrí la puerta y como la anterior ocasión no necesite llamarlo ni nada por el estilo, el solo entro a mi casa, cerré la puerta, el comenzó a colgarse de mi, sentía tanta alegría en su mirada, tanto que no me aguante de darle una suculenta cena, era la primera vez que le veía comer con confianza y se notaba que estaba de hambre porque se termino la comida en pocos segundos, eso me causo tanta gracia, que fui y le traje otro plato de comida; yo solo lo observaba admirando a ese animalito que en tan poco tiempo se había ganado también mi confianza y porque no mi amor.
Después de una hora y media, me dirigí a mi dormitorio, el silenciosamente me siguió no dijo nada e hizo nada solo me observaba, me senté en mi cama y veía que el en una forma muy discreta comenzó a lamerme las piernas dirigiéndose poco a poco a mi sexo, yo no podía aguatar mas tan deliciosas caricias que me tumbe a la cama, el se subió y sin mucho me penetro, no hice nada mas que sentir su pene dentro mío, yo quería sentir mas así comencé a tomar nuevas posturas, fue algo tan lindo, no se como explicarlo pero el yo nos comunicamos tan perfectamente en el sexo, termino dentro después de 1 hora, esa noche dormimos juntos, yo abrazada a el, en la mañana muy temprano el se levanto y se fue, yo le abrí la puerta esperando nuevamente volverlo a ver
(Cuarto, quinto, sexto…. Y varios encuentros mas hemos tenido, pero hasta siempre el luego se va)
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