Mi perro me desvirga a los trece años en el granero
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos los lectores de esta página,me llamo Liliana pero siempre me han dicho Lily, actualmente tengo 35 años,soy hija única de un matrimonio que tenía un pequeño pero muy bonito rancho en el estado de Tamaulipas,desde muy temprana edad dejé de sentirme atraída por los juguetes propios de mi edad,más sin embargo empecé a sentir mucha curiosidad por el sexo, recuerdo que cuando veía que mi padre ataba en un tronco firme una vaca para ser cruzada por el toro semental,yo me escondía en el granero con el pretexto de jugar,pero en realidad me gustaba sentir la excitación de ver ese trozo de carne hundiéndose el la parte genital de la vaca,me gustaba sentir ese leve temblorcito en mis piernas,era algo que tal vez inconscientemente lo disfrutaba.
Cierto día llegó mi padre con un cachorro pastor belga malinoills de unos tres meses que le había regalado su compadre de un rancho contiguo,nos hicimos amigos inseparables y con el paso del tiempo al decir de cinco meses el perrito ya tenía cuerpo de un perro adulto,cierto día día llevaron a nuestro rancho una yegua para que la cruzará "sombra"nuestro caballo semental,cosa que en cuanto me di cuenta de ello me fui enseguida al granero para observar lo que tanto me gustaba y por supuesto con la compañía de mi inseparable perro "turco".
Esta vez la escena subió mucho de tono porque la yegua era primeriza y a pesar de que andaba en celo,en cuanto sentía que el caballo la montaba se movía mucho y el miembro impaciente del semental no llegaba a su destino.
Total que al fin de un buen rato de intentos la logró emboquillar y de un empujón se la hundió hasta el tope,fue precisamente en ese momento que yo casi sin sentirlo ya tenía mi mano acariciando mi conchita que para esos momentos estaba ya muy babeante,el temblor de mis piernas aumentó pero traté de controlarme por miedo a lo que seguiría si me excitaba más; pero tal parece que el diablo metió su cuchara porque de repente escuché la voz de mi madre llamándome,iban a ir a la casa del ranchero dueño de la yegua en cuestión junto con los dos ayudantes de mi padre,sin pensarlo dos veces dije que tenía mucha tarea y que me quedaría en casa,mi madre me dió algunas recomendaciones y se fueron, sabía yo que iban a llegar hasta muy tarde porque era seguro que los iban a invitar a comer y a tomar,en cuanto se fueron continué en lo mío,pero esta vez con un poco más de libertad, cerré los ojos y me acaricié placenteramente cuando de repente sentí un lengüetazo en mi parte íntima que me produjo una descarga eléctrica en todo mi cuerpo,era turco que se había arribado a mi cosita,quise decirle que no,quise pegarle para ahuyentarlo pero no pude,dejé que me lamiera mi parte porque el placer que sentía era indescriptible,algo de otro mundo,pero de repente la cosa cambió cuando despues de un rato de lengüeteo él empezó a agarrar mi pierna con el clásico movimiento de apareamiento,en ocasiones había visto en la calle perros pegados pero realmente no sabía el motivo,después de pensarlo un poco y con la excitación en mi cuerpo pensé que sería fácil dejar que el perro me penetrara,ví la punta de su miembro y pensé que era todo lo que me iba a meter,nunca imaginé lo que tenía guardado,así que bajé mi calzoncito y me puse en cuatro patas, sentía que el corazón me palpitaba de una manera descomunal y en cuanto él me vió así se puso tras de mi,dió unos lengüetazos más que me hicieron arquear la espalda y enseguida se montó en mi cadera y se afianzó a mi cintura con sus patas delanteras
Por unos segundos me sentía como una perra en celo y el placer era descomunal, indescriptible y más cuando empecé a sentir los primeros piquetes en busca de mi vagina,trabajo fué que me la encontró y sin delicadeza alguna me dejó ir ese trozo de carne caliente,muy caliente,a tal grado que sentía como si me quemara mi piel, empecé a sentir como si me partiera por la mitad y una presión insoportable se produjo en mi vagina,salieron unos pujidos de mi garganta que al final se hizo un grito de dolor,ya no aguanté y quise zafarme pero era imposible,en cuanto hacía el intento de despegarme un dolor insoportable se sentía en mi deshecha vagina,quise pedir auxilio a alguien aunque me descubrieran pero era imposible,no había nadie en el rancho, descubrí que lo mejor era dejar de intentar despegarme del perro,eran muchas cosas lo que sentía en ese momento,miedo, satisfacción,dolor en mi vagina,al final creo que era mayor el placer que sentía de ser poseída por un macho caliente, sentirme hembra en celo poseída por un semental,en esos momentos que estuve pegada al animal sentía que él era mi dueño,el no poder zafarme cuando yo lo deseaba me hacía sentir que me estaba haciendo suya,sentir su miembro rompiéndome las nalgas era lo máximo, claramente podía sentir sus palpitaciones,no dejé que se bajará de mi espalda porque en un intento que hizo sentí que me desgarraba por dentro,como pude lo mantuve encima de mi, después de algún tiempo que se me hizo una eternidad dejé de sentir menos presión en mi vagina, abrí lo más que pude las piernas y poco a poco y ya con menos dolor fui tratando de despegarme hasta que por fin una especie de bola morada salió de entre mis nalgas, solté un grito cuando me salió y con rapidez volteé los ojos a mi lastimada parte íntima la cual arrojaba bolillos de sangre y un líquido transparente combinado con mis fluidos,pero sentía ya un gran alivio en mi vagina, sentí que una parte de mi se fue con el miembro del perro,me sentía culpable y sucia después de lo ocurrido pero también con una gran satisfacción por haber podido probar eso que tantas veces deseé desde mi lugar en el granero,me levanté,me puse mi calzoncito acomodando un poco de papel que traía en mi bolsillo para no mancharlo y enseguida me dirigí a bañarme,eso fue sin duda el detonante que cambiaría mi etapa de niña a mujer,al menos así lo sentía yo,y no está por demás mencionar que una vez que pasó el susto del desquinte,me hice adicta a tener relaciones con mi perro,ya sin sentir mucho dolor,más placer,yo respeto la manera de pensar de cada quien pero esto se los comparto porque tal vez no sepan el placer que se siente tener el miembro de un perro adentro,es lo más maravilloso,son sumamente vigorosos,su lengua te eleva al cielo,puedes sentir como se está viniendo por poquitos dentro de ti,jamás lo cambiaría.
Después les relataré la vez que dejé que me penetrara por detrás,el fué el primero en rompérmelo,ahí si no aguanté y lloré,pero bueno,al final el placer que sentí supe que valió la pena mi llanto.
Wow que buen relato