Mi primera vez con Max

Mi primera experiencia sexual es con mi perro..
Todo empezó hace 4 años atrás, cuando tenía 13, siempre he sido una chica bastante solitaria, sin muchas amistades y las pocas que tengo no es que justamente nos vemos seguido y en esa época era peor, solo me juntaba algunos días de verano o por cosas de la escuela, por lo que me la pasaba siempre en mi casa jugando a la pc o metida en internet, podría decirse que soy una otaku jajaja, y es que soy muuy unida a mi hermano con quien tengo mis historias pero eso es para otro relato.

En mi familia somos mis padres, mi hermano que es 3 años más grande que yo y al cual amooo, y yo, la más peque y consentida de la casa, mi papá trabaja en una fábrica metalúrgica por lo que no está casi nunca en casa, y mi madre es profesora de secundaria así que también vive trabajando y en distintos horarios, por lo que pasamos mucho tiempo a solas en casa con mi hermano Sebastián y mi perro Max.

Max es un labrador negro, que en ese momento tenía unos 3 años ya viviendo con nosotros, es re juguetón y grande, me encanta su pelo que brilla con el sol, siempre hemos sido muy compañeros, lo baño, jugamos, lo saco a pasear, en fin es mi mejor amigo podría decirse.

Pero esta amistad se transformó en algo más.

Yo siempre fui muy curiosa, y al ser tan solitaria en internet encontraba todas las respuestas a mis curiosidades (y morbosidades) , una tarde luego de volver de la escuela llegué a mi casa toda sudada ya que hacía mucho calor, apenas dejé las cosas del colegio me metí a bañarme y como casi siempre en la ducha que era mi momento perfecto me masturbe pensando en un compañero de la escuela el cual me gustaba mucho pero el nunca se interesó por mi, creo que por mi forma de ser más que por mi físico, ya que por tener 13 años estaba bastante desarrollada, y algunos chicos, hasta mi hermano me deseaban, pero mi autoestima a pesar de eso no era el mejor por ese entonces.

Luego de la ducha y la paja que me hice me vestí tranqui como de entre casa, estaba con una pollerita con estampado de flores que alcanzaba a tapar con lo justo mis nalgas, y una remera que se traslúcia mis pezones, hacía mucho calor así que así estaba más fresca, me puse con mis juegos en la pc pero antes abrí mi Twitter y como la mayoría de cuentas que seguía eran porno, en el feed me apareció un video de una chica con un antifaz puesto muy linda que estaba siendo culeada por un rotwailler, ver eso me impactó pero a la vez me dio más curiosidad, entre al perfil de el usuario que subio eso y tenía muchísimos vídeos de zoofilia, la verdad que me excite tanto que otra vez comencé a masturbarme, me sentía confundida pero mi chocho estaba tan mojado y ardiente que no podía parar, luego de un hermoso orgasmo salí de Twitter y me concentré en jugar y tratar de olvidar lo que había visto.

Esa noche no me podía dormir, entraba a cada rato a tw a volver a ver esos vídeos, no solo ahí, si no que empecé a buscar páginas de zoo, lo que a la vez me hacía sentir mal con migo misma se me empezó a hacer una adicción.

Al otro día luego de que mis padres se fueran al trabajo, mientras mi hermano estaba haciendo un trabajo para la escuela, yo me tiré un rato a la pileta ya que hacía mucho calor, mi max estaba por ahi dando vueltas jugando, y yo al verlo no podía dejar de pensar en todo lo que había visto, en un momento empecé a sentir un cosquilleo en mi vagina, me había mojado y no era de la pileta, eran mis flujos, después de pensarlo no me contuve y salí de la pile, agarré un fuenton y el cepillo que usó para bañar a max, y lo lleve a la parte trasera del patio con la excusa de bañarlo, luego de mojarlo cuando empecé a enjabonarlo, me sentía con el corazón a mil, estaba nerviosa pero a la vez necesitaba tocarlo, en mi mente solo estaban los penes de esos machos que se fallaban a las chicas de los videos, y quería saber si la verga de mi max era así, por lo que me decidí a tocarle su bulto que ahí no parecía gran cosa, lo tocaba como en los videos, de adelante hacia atrás,  note como el se quedó quietito como disfrutando del masaje que le estaba haciendo, de a poco noté como de esa funda de pelo negro se empezó a asomar una punta roja que cada vez se hacía más grande, los flujos de mi chocho juvenil no dejaban de empapar mi bikini, era todo tan excitante que de repente esa pequeña punta era una verga del triple del tamaño de hacia un ratito, era roja con algunas partes más blancas y muchas venas, alargaba chorritos de lo que creo era su leche (era el pre seminal) , fue tanta la calentura que me empecé a masturbar desenfrenadamente, creo que el olor de mis flujos era tan fuerte que max metió su osico en mi entre pierna y me dio algunos lenguetazos, se me erizo la piel, fue lo más caliente que había vivido por ese entonces.

Soltera su verga hermosa, me tire para atrás sentada en el suelo y automáticamente me corrí la bikini hacia un costado, abrí bien mis piernas y dejé que su lengua recorra todo mi sexo mientras yo masajea mi clitoris que estaba a punto de explotar, cerré mis ojos y con la respiración entre cortada, mis piernitas empezaron a temblar, sentí un choque eléctrico desde mi conchita que recorrió todo mi cuerpo, era el orgasmo más rico del mundo, mi vagina juvenil había tenido la primera experiencia sexual de su vida y era con la lengua de mi perro, traté de volver en mi y me acomode la bikini, Max me saltaba, insistía con su osico, el quería más,  pero yo me alejé, en ese momento me sentía rara, feliz por la experiencia tan excitante y mal por ser con mi perro

Después de esa tarde mi cabeza me iba a mil, mis hormonas me estaban pidiendo más, quería llegar a más, pero para ello tenía que estar sola y prepararme bien…