Mi primera vez con Max 2
Luego del orgasmo provocado por la lengua de Max, voy por todo..
Pasó una semana y media después de sentir la lengua de mi Max en mi clitoris, la explosión de placer, esa corriente que me hizo sentir jamás la había sentido, tuve por primera vez en 13 años de vida una experiencia sexual con alguien, y fue con mi perro, esa mascota que siempre me cuidó, que siempre jugó con migo, al que bañe tantas veces pero que por primera vez, bañarlo me provocó calor, humedad, sensaciones eróticas que en tantas pajas y porno consumido jamás había sentido, bañarlo con el fin de pervertirnos, de tocarlo, de pajearlo, de tener ese pedazo de carne chorreante de semen en mi mano, y recorrerlo de punta a punta, me faltó probarlo, sentirlo adentro mío, saborearlo, pero no iba a tardar mucho en suceder eso.
Fueron tantas sensaciones juntas que mi cabeza no paraba de recordar el momento, y de pensar, debo admitir que por más calor que me daba recordarlo (y de las veces que me masturbe por ese recuerdo) me sentía rara, hasta diría que un poco mal con migo misma, pensaba en que era una enferma, que estaba muy mal lo que le hacía a max, pero en el fondo, ya no podía parar esa sensación de lujuria que me daba cada vez que lo veía.
Esa semana siguiente no tuve tiempo a solas con Max, mis padres tenían turnos rotativos de trabajo y cuando no estaba uno, estaba el otro, traté de concentrarme en cosas de la escuela, de limpiar mi cabeza, pero cada vez que le iba a dar de comer, verlo me sacudía por dentro, aparte el venía con su oscico directo a mi entrepierna jajaja, no podía creerlo, como ese sin vergüenza le había gustado y recordaba el momento también, me ponía contenta que el también quiera más y me lo demostraba cada vez que podía.
El miércoles de esa semana tuve una noticia que me puso feliz, muy feliz y nerviosa también, mis padres nos contaron que una pareja amiga cumplía aniversario de casados y hacían una fiesta, así que el sábado a la noche ellos se iban a la noche temprano y teníamos la casa sola para mi hermano y yo, por supuesto que tenía que arreglar ese detalle pero no iba a ser difícil. Mi hermano me quiere mucho y no es difícil de convencerlo, el a su edad estaba en esa de salir con sus amigos así que no iba a ser difícil tener la casa para Max y yo.
Estaba ansiosa, esos días no pasaban más, me metí en el foro bestialitylovers, y empecé a leer y buscar como tener sexo con mi perro, traté de planearlo todo, a cada detalle, fantaseaba con ese momento.
Por fin llegó el día, mis padres a las 20hs se estaban yendo, le dijeron a mi hermano que me cuide y no me deje sola en casa, pero el ya había echo planes con sus amigos, mis papás se fueron y quedamos solos. Sebas mi hermano como a la hora se fue con sus amigos, me dijo que cualquier cosa le llame y el volvía, cerramos todo y el se fue, llegó mi momento.
Me fui rápido al cuarto a cambiarme, quería que sea todo especial, iba a ser mi primera vez y quería que salga perfecto. Me puse un conjunto de encaje que me había comprado hace mucho en secreto, era un corpiño blanco con una colaless de tirita bien chiquita, y unas medias largas, todo en conjunto, me vi en el espejo y me encantó verme así, me pinté los labios bien rojos que resaltaban de mi piel blanca, me hice dos colitas en el pelo y me puse la faldita del colegio doblada para que mi cola sobresalga un poco, me veía como toda una puta, mi cuerpito de nena de 13 ya pedía sexo desenfrenado.
Fui en busca de Max, lo entre y el me saltó, estaba igual de emocionado que yo, lo lleve a mi habitación, el estaba impaciente así que como pude le puse un par de medias en sus patas delanteras como había leído, una vez listo todo, me dispuse a nuestro momento.
Lo subí a mi cama, lo empecé a acariciar a jugar eroticamente con el, me encantaba sentir ese pelo negro y suave rozar mi piel, sus laminas en mi cara y mi ombligo me empezaron a excitar, sentía mis pezines duros como piedra, el lo entendió, ya no estaba desesperado, si no que se dispuso en calma a lamer todo mi cuerpo, mi vagina despedía jugos que empaparon mi tangita, me empecé a tocar, a frotar mi vagina por encima de mi pollerita, sus laminas en un momento se concentraron en mi pecho, así que saqué al aire mi tetita izquierda y el la saboreó con una intensidad que hizo que me gritara cada vez más fuerte mi conchita, metí mi mano bajo mi tanga, y mis dedos se empaparon por mi humedad, mi respiración se hacía profunda y entre cortada, en un momento no se ni cuando mis dos tetas quedaron a disposición de esa lengua placentera, me metí un dedo y me masturbe alocadamente, hasta sentir ese temblor en mis piernas que dieron aviso del hermoso orgasmo que se aproximaba, fue todo calor, largue un grito de placer que alertó a mi max, y con ese olfato de macho alfa sintió que su perrita estaba muuuy en celo.
Inmediatamente metió su cabeza debajo de mi faldita y rápido y sagaz, aprovechando que mi tanga estaba a un lado, dejando al descubierto mi conchita toda llena de mis flujos, empezó a lamer y a comerse mis flujos, sentí que se me salió el corazón, no podía estar más caliente, gemía de placer, levante mi falda y abrí bien mis piernas para que nada lo estorbara, -» hoooo si Max, cómeme la conchita , no paresss no paressss.» Se escuchaba mi vocecita de nena que se retorcía de placer, hasta que no pude más y el segundo orgasmo llegó, le empape el oscico y el se relamio y trago todos mis flujos.
Extaciada, no espere más, me enderece como pude, lo aparte de mi conchita, y fui 3n busca de esa verga que me tenía loca, lo empecé a masturbar, el se quedó paralizado un rato, y vi como de a poco empezó a salir de su funda esa verga roja, venosa, y chirriante de pre seminal, meti me cabeza abajo de su cuerpo y sacando la lengua iba saboreando esos chorritos salados que salían de el, ni lo pensé, me metí su verga en mi boca y como una estrella porno se lo mame insasiablemente, su verga crecía cada vez más, hasta que mi Max empezó a hacer sus movimientos de cadera queriendo poseerme pero por la boca, esa carne deliciosa llego al fondo de mi garganta provocando arcadas, era el momento, lo solte y rápidamente me puse en 4, baje hasta mis rodillas la tanga y me subí la falda dejando mis nalgotas expuestas para su gusto, lo guié así mi como pude, el entendió mi postura a la perfección y con sus patas delanteras me sujetó bien firme, sentí como me mojaba mis muslos y cola con su pre seminal, me hice un poquito para atrás y sentí su verga golpear mi cola, fue todo placer, después de unos 2 o 3 minutos de intentar insertarme lo logró, grité de placer y dolor, una vez dentro mío no salió más, su fuerza me empujó y quedé con la cabeza apoyada en el colchón, haciendo equilibrio para no caerme, se carne entro con furia, y sin respetarme me cogia con todas sus fuerzas, mi conchita no podía más , me ardía, me dolía, mi imen no se ni cuando se rompió, era dolor, placer, ardor, pero jamás había sentido algo así y la verdad que nunca volví a sentir algo igual, mi vida sexual desde ese momento pertenecía a mi perro.
Fueron unos 5 o 7 minutos creo, la verdad que no tenía noción del tiempo, de repente todo se calmó, el se quedó quieto, tenía mi vagina súper dilatada, medio adormecida y súper húmeda, el tiro como para salirse y sentí un dolor impresionante, lo sustuve de sus patas, y no deje que se fuera, su verga palpitaba dentro mío, su leche rebasaba mi vagina por lo que se empezó a escurrir entre mis piernas, mi clitoris estaba duro y mis piernas nuevamente enpezaron a ceder, a temblar, ya sabía lo que se avecinaba, un orgasmo que me electrizo, fue tanto el placer que me mariee, no se cuanto pasó en ese momento, pero después de unos 15 minutos aproximadamente el empezó a tirar y tirar, yo lo solté y dejé que salga de mi, se escuchó «plop»!!! Y salió de mi, di un grito de dolor, mi vagina ardía, me endereza un poco quedando de arrodillada en la cama y de mi chocho salía a chorros una mezcla de semen, flujo y sangre, me miré y mi concha estaba súper dilatada, me ardía, el me quiso lamer pero ya no podía más lo aparté, me senté como pude, y vi algo que no podía creer como había entrado en mi.
Su verga estaba en todo su esplandor colgando de él, no sé pero a mi calculo de simple vista media entre 18 y 20 cm, su bola era gigante, la verdad era increíble, con razón me dolía tanto mi conchita, lo traje hacia mi, me tire boca arriba pero abajo de él, y se lo chupe de manera como si mi vida dependiera de ello, de esa verga hermosa, se lo chupe y tragué cada gota, hasta que se fue escondiendo en su funda.
Nos quedamos ahí echados, en nuestro lecho de amor, como la pareja más perfecta del mundo, fue el dueño de mi virginidad, me cogio como a su perra y yo lo acepté, fue nuestra primera vez de muchas, desde esa noche Max ya no eta mi mascota y yo su dueña.
El era mi amor, mi amante, y yo su perra.
hermoso relato
Excitante relato, eres maravillosa dando tantos detalles y al mismo tiempo excitantas bastante.
Sigue subiendo más, vas muy bien.