MI PRIMERA VEZ CON MI PERRO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por zookarina.
Ahora al escribir esta carta una parte de mi vida; como no recordar la primera vez, mi primera vez.
Era mas o menos el año 2004, yo ya tenia 14 años y hasta ese entonces me sentía rara, casi para mi la vida no tenia sentido, y aunque no puedo negar que tenia casi todo, para mi no estaba completa.
Y es ahí, que busque algo que me diera un incentivo para vivir mi vida con sentido, pero aunque lo busque con amigos, amigas, fiestas y otras cosas mas, yo me sentía peor, como si cayera en un hoyo de depresión y tristeza, al punto que me encerré en mi soledad, y sin salir de mi casa y solo con mi mascota preferí pasar unas semanas sin el contacto externo.
Mis padres al ver tal decisión, apoyaron mi punto de vista quizás mas porque se alegraban de no verme con amigos y fiestas; y como ellos siempre paraban trabajando y en ocasiones salían de viaje varios días fuera de la ciudad, ellos me indujeron mas que cuide de mi perro, porque eso me ayudaría mucho tranquilizar mis ánimos.
Les diré que los primeros días fueron un relajo, pero me ayudo mucho al estar lejos de bullicio de la gente y de los vehículos, quizás eso me hiso sentir mas tranquila, al punto que mi genio iba cambiando cada vez mas, no se, pero creo que también la compañía de mi perrito ayudo mucho y fue punto clave en todo.
Pues cada día que pasaba, solo conversaba con mi perro y aunque parezca extraño, sentía como si el me entendiera, y eso hacia que yo me encariñe con el mas y mas de el y sentía que el también el se encariñaba conmigo; pues no había cosa que hiciese que no estuviese el conmigo.
Cuando preparaba la comida, el estaba ahí viéndome con sus ojos hambrientos, cuando me iba a dormir lo venia ahí queriendo quedarse cerca de mi para sentirse mas seguro y yo también me sentía mas seguro con el cerca, y al despertarme lo veía siempre alegre y vivas y algo molestoso al darme lengüetazos como si fuera un despertador… hasta cuando me iba a dar un baño el se metía dentro de la tina, eso me causaba gracia y un que siempre lo botaba del baño, un día decidí dejarlo y bañarme y bañarlo.
Fue una decisión inocente y espontanea de ese momento, pero su resultado fue algo que cambio todo en mi vida, pues cuando yo le acepte entrar a la tina, no imagine que aquella situación me excitaría mucho, al punto de que cada vez veía a mi perro de una manera distinta, pues al estar desnuda junto a el y su pelo mojado, me hiso ver que estaba al lado de un macho y yo me sentía indefensa a su lado, y fue entonces que el simple baño se convirtió en caricias, primero en su espalda, su cabeza, luego su pene, y cada vez el juego de seducción se iba calentando mas, pues la respuesta no se hiso espera pues el pene de mi perro comenzó a asomarse, eso causo en mi mucho mas morbo, pues comencé a ver a mi perro de una manera muy diferente.
El calor pasado 10 minutos, se convertía cada vez el dominante de mis sentidos, pues aunque parezca descabellado, comencé a besarlo en el osico, sintiendo por primera vez su lengua con la mía, sintiendo también la fuerza de su cuerpo y su pene duro que cada vez salía y se hacia mas largo.
Después de nos 20 minutos, como hierro al iman, mi boca se dirigió a su pene, queriendo saber ya el sabor tendría, y como si fuera acostumbrada meti en toda mi boca el pene de mi perro, llenandome por primera vez de flujos pre-seminales que hasta ese momento los sentí muy ricos.
Después de casi media hora y fuera ya de la tina, decidí o decidimos dar un paso mas, y poniéndome en cuatro patas incite a mi perro verme como si yo fuera una perra en celo, pues ya había visto antes como las perras provocan a los perros entregándoles la cola. Y así entregándole la mi cola virgen, me puse a caminar y a caminar y el ya dándose cuenta de lo que yo quería, siguió mi juego, así que caminado Salí del baño en cuatro patas y el tras mío, caminamos varios metros, no se cuantos metros exactamente haya desde mi baño hasta mi sala, pero mas o menos son 7, 7 metros que me siguió hasta que decidió montarme, pues cuando caminaba sentí un peso en mi espalda, y aunque casi me tumba, me hice fuerte y fuerzas de deseo y excitación me mantuve firme dejando a mi perro sujetarme con fuerza la cintura y con movimiento frenéticos dejar que me penetrara como yo en ese momento de deseaba.
Los intentos fueron erróneos en varias ocasiones y creo que mas fue culpa mía pues ser virgen amerita mucha inexperiencia, y eso lo entendí después de varios minutos de espera ansiosa. Así que siendo mas inteligente o quizás mas deseosa de tener ese pene dentro mío, que levante mi colita lo mas que pude y brindándole toda mi vagina ya jugosa con los flujos pre-seminales de mi excitación que mi perro amante no tubo problemas de encontrar mi entrada y con un movimiento firme me perforo la vagina rompiendo el himen y dejando entrar entre flujos pre-seminales y sangre ese ya inmenso pene yo esperaba y que mi perro también quería sentir de una hembra.
Pues era nuestra primera vez para ambos, cosa que me causo mucha emoción que no pude aguantar, pues de alegría, placer y dolor me puse llorar y a gemir de placer.
El se movía con fuerza y me penetraba múltiples veces, hasta sentía tocar lo mas profundo de mi ser…
Fueron los 6 minutos mas hermosos de mi vida, pues ya no era virgen y lo sabia, pues era algo que solo pasaría una vez, y para era el mejor.
Luego sin mas, el termino dentro mío y metiendo toda su bola; luego el se quedo pegado a mi, quieto. Yo en ese momento me sentía la perra mas perra de todas, una porque soy mujer y otra porque ahora también era una perra. Y eso me gustaba.
No se cuanto paso, pero en el momento que estaba pegado me deje arrastrar porque si algo estaba ya segura era que desde ese momento yo era su hembra de mi mascota y que desde ese momento yo era quien cedería en nuestra relación.
Asi que me arrastro, me jalo, me tuvo a su merced por unos 10, 15 o 20 minutos no lo se, pero cuando saco su pene, sentí chorrear de mis piernas litros de semen…
Cuando terminamos, lo lleve a alcoba y sin mas le deje dormir junto a mi, y yo abrazada de el.
Esa noche dormi por primera vez tranquila, por fin sentí que mi vida tenia sentido, era feliz y quería que volviera a pasar siempre…
Ya pasaron 5 años y no se cuantas veces lo he hecho con mi perrito, pero fueron muchas veces.. hasta los últimos días de su vida pues mi mascota murió en un accidente, desde entonces lo he hecho con otros perros, y aunque no es como la primera vez, es algo que le da sentido a mi vida.
Hasta ahora lo he hecho con 14 perros de los cuales 3 son míos, 2 de mis amigas, 1 de mi vecino, 1 de mi trabajo y 7 con perros de la calle.
Ya les contare mis otras experiencias, por ahora me despido no sin antes dedicarle esta carta a mi querido amante y amor de mi vida. Que me enseño a darle sentido a mi vida, a mi mascota (TE AMO DONDE QUIERA QUE ESTES)
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