Mi primera vez con Rex
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por emy22.
Debo reconocer que aunque Rex en estos momentos me satisface por completo, la primera vez que me folló no lo pasé nada bien, no sé si por mi inexperiencia o porque se trata de una raza de perro muy grande para principiantes y no usé ningún tipo de lubricante.
Tengo 26 años y conozco a Rex casi desde cachorro, ya que perteneció a una amiga mía que cuando se tuvo que cambiar de casa a una más pequeña no se lo pudo llevar y yo me quedé con él.
Rex es un perro muy grande, muy alto aunque delgado, es una mezcla entre dogo y gran danés. He de reconocer que con él se despertó mi deseo por la zoofilia ya que aún sin imaginarme lo que pasaría entre nosotros, cuando iba a casa de mi amiga, siempre me olía el coño e intentaba lamérmelo, pero yo le quitaba porque estaba mi amiga.
Un día que fui a casa de Laura, me dijo que esperara en la sala que iba a darse una ducha y así lo hice, ese día llevaba una mini falda y Rex acudió en seguida a lamer mis muslos, cosa que le dejé hacer y poco a poco fui abriendo más mis piernas hasta que rodé mis braguitas y me lamió de lleno mi chochito. Dios Mío he de reconocer que me encantó aquella experiencia, creo que siempre le he gustado a Rex, y que le gusto por la manera en que me folla, por eso cuando mi amiga me ofreció quedármelo no me lo pensé, enseguida le dije que sí.
Pero bueno para no aburrir iré directamente al grano. Después de llevarme a Rex siempre que me apetecía le llamaba para que lamiera mi coñito y mis pezones, se podía pasar horas al día lamiéndome, pero un día me tenía tan caliente con sus lamidos y sus intentos de motarme que me decidí a que me penetrara, así que me puse a cuatro patas y enseguida se abalanzó sobre mí. Pensé que las primeras veces no lo conseguiría pero me equivoqué.
Empezó a bombear fuertemente contra mi vagina pero no conseguía penetrarme, eso me dolía así que miré hacia atrás por mi entrepierna y vi su enorme pene rojo, debía medir unos 15 centímetros!!!, me asusté tanto que intenté que se bajara pero en ese instante que me volví me la metió de lleno en la vagina de un fuere empujón. Me dolió muchísimo porque me llegó muy profundo, no pude evitar gritar con fuerzas e incluso me salieron las lágrimas, intenté safarme pero no lo conseguía cada intento de salir de allí debajo, Rex más apretaba con sus patas y más fuerte me bombeaba yo le gritaba que se bajara pero el seguía empujando una y otra vez, me dolía muchísimo cuando me la metía del todo hasta atrás. No podía concentrarme en gozar porque me dolían sus fuertes empujones. Rex gozaba y jadeaba como nunca, no sé cuanto tiempo pasó sacándola y metiéndola, quizá unos minutos pero se me hicieron eternos, entonces noté como una enorme bola me penetraba, mi vagina estaba apretadísima, note como la piel de la entrada de mi coño se desgarraba, era gordísima, nunca me habían metido una polla así de gorda, yo seguía llorando, pero por lo menos Rex ya empujaba con menos fuerza, me bombeaba y descansaba por lo que yo sentía menos dolor. La vagina me latía por dentro y me escocía mucho, luego noté algo muy caliente dentro y entonces supe que se estaba corriendo dentro de mí, esa sensación cálida si me gustó pero estaba muy cansada de aguantar su peso encima, el sudor recorría por mi frente. Otra vez volvieron los latidos de dolor, miré para mi barriga y estaba hinchadísima, parecía que estuviese embarazada, supongo que por todo el semen que me echó dentro, entonces mi perro intentó girarse y parecía que me iba a desgarrar el coño, por lo que agarré sus patas traseras para que se estuviese quieto, me escocía muchísimo y pensaba para mí que nunca más volvería a hacerlo.
Pasaron como quince minutos y Rex de un tirón me sacó la polla de dentro, enseguida caí al suelo derrotada mientras mi coño me ardía muchísimo y su semen no paraba de salirme, creo que fue ahí cuando dejé de gritar, podría decir que Rex me violó. Rex se lamía el semen de su pene, luego del suelo y luego de mi coño, sus lametazos me escocían por el desgarro de mi agujerito, pero me metía su lengua muy adentro y yo no tenía fuerzas para apartarlo.
Cuando me incorporé me temblaban las piernas, me dí una ducha y me puse bastante crema en los labios de mi coño para calmar la hinchazón. Después de eso estuve unos días con un leve sangrado cuando me limpiaba pero se me pasó.
Claro que eso fue hace unos dos años cuando me penetró por primera vez, después de eso siempre usé lubricante, hasta que mi coñito se acostumbró al tamaño de su polla. Hoy por hoy ya no tengo esos problemas, nos lo pasamos muy bien juntos, hay días que Rex me folla tres, cuatro y hasta cinco veces según nos apetezca, no tengo sino que tocarle la polla un rato y el entiende lo que quiero, me folla por mi coñito y por mi culo es insaciable no le importa nada y también ha aprendido a montarme en la postura del misionero. Es increíble, lastima que no pueda darle cachorritos, sería fantástico.
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