Mi primera vez en el mundo zoo
Holis! Mi nombre es Maddie y está historia es de como inicié en el mundo de la zoofilia, espero que les guste .
Holis! Mi nombre es Maddie y les quiero contar sobre como inicie en el mundo de la zoofilia, verán, tengo 22 años y está historia es de cuando cumplí los 20, soy una chica bajita apenas midiendo 1.60 pero con un buen cuerpo ya que tengo pechos copa F, además de tener un culo redondo y bien paradito.
Esto me pasó cuando tenía 20, aunque desde los 12 ya me había llamado la atención las relaciones sexuales pero nunca me había motivado, un día cuando estaba en la universidad, logré ver a una de mis compañeras que se encontraba viendo vídeos zoo, la verdad sentí un poco de asco pero al ver cómo la chica del vídeo lo disfrutaba, empecé a sentir una curiosidad por el sabor que tendría una verga canina.
Al terminar las clases me dirigí rápidamente a casa, aunque no podía sacarme las imágenes de la chica de ese vídeo, notaba el como ella lo disfrutaba demasiado y por momentos pensaba en hacerlo pero rápidamente el miedo me consumía hasta que al doblar la esquina de mi cuadra, vería como dos perros se estaban apareando, note como el macho tenía una enorme verga rojiza la cuál se metía con desesperación en la perra, al ver esa escena comencé a mojarme y al notar esto me metí rápidamente a mi casa, me sentía algo caliente y sentía mi cara arder por los nervios de ver esa escena.
Durante todo el día que estuve en casa, no podía quitarme de ninguna manera las imágenes de los perros apareándose, hasta que llegó la noche, intentaba dormir pero no podía ya que era tal mi calentura que no podía dejar de pensar en ese macho follando a su perra, así que me arme de valor y aprovechando que mis padres estaban de viaje, salí a la calle en busca de un macho, pasando unos minutos hasta que encontré un perro algo grande el cuál estaba buscando comida en la basura pero al sentir mi presencia, este rápidamente me volvería a ver pero este estaría gruñendo pues yo era una desconocida. Me asusto un poco el pensar que podía morderme pero insistí en acercarme más y más y al estar muy cerca de el, me puse en cuclillas e intenté acariciarle pero para mí sorpresa y a pesar de que seguía gruñendo, este se dejó acariciar y poco a poco se fue relajando.
Mientras le acariciaba pude notar como de su funda se asomaba una punta, así que acercaría mi mano y comenzaría a tocarle suavemente esa punta, poco a poco vería como de su funda se empezaba asomar una verga muy larga y gruesa pero mi mayor sorpresa fue ver ese nudo gordo y venoso el cuál al tocarlo podía sentirlo palpitar, aunque rápidamente me levantaría y miraría mi alrededor pero al no ver a nadie me iría a mi casa con el perro pues este entendió que era lo que yo quería.
Al entrar en casa, notaría como el perro miraba y husmeaba la sala, en eso lo llamaría suavemente para que se acercara mientras me quitaba mi ropa, quedando completamente desnuda frente a el. Al este acercarse a mi, comenzaría a darle caricias en la casa mientras que mi otra mano se acercaba a su verga, la cuál aún estaba fuera de su funda y al tocarlo pude sentir lo caliente y palpitante que estaba.
Comenzaría a masturbarlo suavemente, me sentía tan sucia pero a la vez me sentía feliz por ver la cooperación del perro, al paso de unos pocos minutos dejaría de masturbarlo y me colocaría sobre el sofá, alzando mi culo y llamando al perro para que se acercaría mientras usaba mis manos para abrir mis nalgas, no voy a mentir, sentía miedo pero mi calentura me ganaba pero al sentir como el perro me montaba y el como comenzaba a embestirme para penetrarme pero fallaba pues este golpea a mis muslos, intenté ayudarlo tomando su verga y llevándola a mi vagina pero este seguía fallando pero para mí sorpresa logro atinarle pero desgraciadamente fue a mi ano, sentí demasiado dolor y no pude insultarlo.
-¡Puta madre! Ese no era el lugar! ¡M-Mierda! ¡Mmmm!-
El perro me embestía con fuerza y rapidez en mi ano, poco a poco el dolor se convirtió en placer, empezando a disfrutar de como la verga penetraba con fuerza y rapidez mi ano.
-¡Ah! ¡Mmmm! M-Mierda, dame más duro papi! ¡Agh! ¡Dámelo todo! ¡Rompe mi culo!-
Era tal el placer que a pesar de ser mi primera vez en un anal, sentía demasiado placer, fue demasiado rico y delicioso el sentir como me penetraba con fuerza.
-vamos, más fuerte ¡Mmm! ¡Dámelo todo!-
Gritaba con fuerza y lujuria pues ya me estaba dando igual si los vecinos me escuchaban pues era mucho el placer pero me lleve una gran sorpresa al sentir como algo grueso y gordo chocaba con mi entrada anal, pero recordaría que era el nudo del perro pero no tuve mi tiempo para prepararme mentalmente pues este ya lo había metido con fuerza, sintiendo un intenso dolor en mi ano.
-¡C-Carajo! ¡D-Duele! ¡M-Mghm!-
Intenté zafarme del agarre del canino pero me era imposible pues al tirar del nudo, un intenso dolor me consumía, pase unida a el por casi 5 minutos hasta que sentí como poco a poco ese nudo salía de mi ano, escuchandose un «Plop» cuando salió por completo, acercando mi mano a mi ano y notando como estaba abierto mientras salía mucho del semen canino, jadeando suavemente y con dolor pues me había sentido demasiado bien.
Al recuperarme un poco de eso, decidí sacar al patio al canino pues sabía que mis padres no aceptarían al perro pero podía inventarles una historia sobre como el perro me siguió a casa, jaja.
Está es mi primera historia de muchas que he vivido jaja, si les interesa les puedo contar en otros relatos y espero que les haya gusto, aceptado todo tipo de sugerencias para hacer mejor mis relatos, Besos ♥️
Hola Maddie. Te saludo desde la Ciudad de México. Muy buen relato que sinceramente podría estar mejor. A ver en los siguientes qué tal los escribes para que sean excitantes y nos jalen más. Si gustas una pequeña ayuda para la redacción te dejo mi correo y con todo gusto y respeto platicamos:
[email protected]
Hasta pronto y felicidades.🤟🏽