Mimi, la perra Chihuahua y yo primer experiencia z.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mimi era una perrita Chihuahua pequeña y gordita, color miel.
Ojos grandes y expresivos.
Hermosa mi perrita.
Hola de nuevo , amigos de SST.
Hoy les platicaré otro relato que cada que lo recuerdo empiezo a mojarme un poco.
Les platico algo de mi.
Actualmente tengo 21 años, trabajo y soy mamá soltera, soy de Mty México.
Alta, morena, piernas torneadas, algo de nalga, y buena chiche.
Cabello castaño , ojos pequeños pero expresivos y labios delgados, pero mamadores .
Esta extraña, pero deliciosa historia comenzó cuando yo tenia 13 años.
Siempre he sido muy curiosa, recuerdo que a los 7 años me descubrieron una pequeña historieta para adultos, donde una peluquera y un cabron tenían relaciones, me encantaba ver ese tipo de historias, me ponían de un modo especial, pero a esa edad no sabes ni que pasa con tu cuerpo hahaha.
Total, un fin de semana, sábado lo recuerdo bien, estaba aburrida en mi habitación, mi familia en su pedo y yo en mi cuarto, en el segundo piso con mi Perrita mimi.
Pasábamos horas juntas, jugando, o simplemente razcando su barriga, acariciando su cabeza, sus orejitas o su espaldita y chiflandola.
Mi mamá me grita desde la planta baja que va a salir y se iba a tardar, ya que iba a hacer el mandado y en mi casa solo se quedaría mi tía, que ella era feliz viendo novelas.
Yo solo le respondí a mi mamá que estaba bien y que yo me quedaria en mi habitación con mimi.
Aproveche el tiempo para mirar porno, ya que me iba a duchar.
Lo hice rápido: Busque algo de lesbianas en un sitio para inspirarme y seguir con lo mío.
Comencé a tocar y sobar mis pezones mientras veía el video, comencé a quitarme el short de Bob esponja que me encantaba, tan cómodo, y luego el calzón de olanes que aún me ponía.
Puse algo de baba en mis dedos y me levanté la blusa para torcer mis pezones con mis dedos húmedos.
Puse un poco de babita en mis pezones y con una mano sostenía mi celular para ver el vídeo, con la otra me tocaba y de repente comencé a sentir algo en mi tetita, era mi perrita Chihuahua lamiendome.
Sentí muy raro, las beses que había fajado con amigos y había llegado hasta ese punto, era diferente, la lengua de mis amigos era suave, y la de Mimi era áspera, raspaba, se sentía muy extraño, pero igual accedí y prosegui en lo que estaba, yo me estremecía cada que pasaba su aspera lengua en mi areola, para ese momento Yo ya estaba caliente y lo pude sentir en mi panochita peludita cuando pase un dedo y estaba muy mojada.
Se me ocurrió una estupenda idea y con un dedo me coloque un poco de baba en mis labios vaginales y puse a Mimi en medio de mis piernas, yo estaba súper abierta de piernas, con mi conchita muy mojada a su disposición de que me volviera a hacer estremecer con su lengua.
Estaba un poco nerviosa, pero muy segura de que Mimi me complacería, y así lo hizo.
Comenzó a quitar la babita de mis labios vaginales y cuando ella estaba tan ocupada lamiendo, yo abría con mis dedos mis labios para que su rasposa lengua rozara mi clitoris.
Me encantaba sentirla y el hecho de tener una lengua en mi vagina, me exitaba tanto que me mojaba más y la perra seguía lamiendo mis jugos, a veces hasta podia sentir su lengua entrando en mi, o dándole ligeras mordidas a mi botoncito de placer, llegaba a ser doloroso pero lo disfrutaba, yo solo gemía despacio para que no me escuchará nadie y no se dieran cuenta de que una cachorra me lamía la panocha, así que gemía despacio mientras seguía disfrutando esa escena: un pequeño can comiéndome la puchita virginal de 13 años .
Que rico.
puse a mimi a que metiera su lengua en mi vagina mientras yo estimulaba mi clitoris al grado de venirme en su hocico y dándole todos mis juguitos a esa perrita golosa .
Termine y ella seguía chupando hasta que mejor cerré mis piernas y decidí recuperarme poco a poco ya para irme a bañar.
Repose y abrace a mi mascota, le di muchos besos y rasque su panza por las excelentes mamadas que me dió, lista para irme a duchar e irle a comprar algún juguete o croquetas, por ser una buena perra.
Ésta fue mi primer experiencia "zoo" en mi vida.
Cada que lo recuerdo me mojo al recordar su lengua en mi vagina, y sus pequeñas mordidas en mi parte íntima.
Pronto escribiré más anécdotas, espero leernos de nuevo, amigos de SST.
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